domingo, 17 de enero de 2016

Pequeñas Semillitas 2911

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2911 ~ Domingo 17 de Enero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Caná estaba a uno hora de camino de Nazaret, de modo que es muy posible que se tratara de unos parientes a amigos muy íntimos, pues María no es una simple invitada porque se ocupa de lo que hace falta: el vino era algo esencial en una boda. No se habla de José. Es probable que ya haya muerto.
Jesús la llama MUJER, no la llama MADRE. La expresión MUJER se empleaba en los momentos solemnes, equivalía a SEÑORA. Se usaba antes de decir algo importante. Por eso la usó también en la cruz antes de nombrarla MADRE DE LA HUMANIDAD.
María es nuestra INTERCESORA, nuestra MEDIANERA. San Pablo dice que nuestro principal MEDIADOR es Jesús. María es la medianera secundaria, porque en sus brazos estamos más cerca del corazón de Dios, como un bebé en brazos de su madre.
Podemos ir a Dios directamente, pero nuestras peticiones en manos de María son mejor acogidas por Dios que en nuestras manos sucias y pecadoras.
* P. Jorge Loring S.J.

¡Buenos días!

Piénsalo bien
“Necesitas tener una habitación interior a donde poder retirarte cuando lo precises. Un lugar agradable, lleno de esas riquezas intangibles que renuevan el ánimo: serenidad, energías positivas y una firme ilusión de vivir” (Larrañaga). Pascal pensaba que las desgracias de los hombres provienen de una sola fuente: no saben estar a solas en su habitación.

El obstáculo más grande es el miedo. El día más bello es hoy.
Los mayores maestros son los niños. El mayor error es darse por vencido.
La mayor distracción es el trabajo. El más grande defecto es el egoísmo.
La peor bancarrota es el desánimo. El sentimiento más vil es la envidia.
El regalo más hermoso es el perdón. La felicidad más grande es la paz.
El mayor conocimiento es Dios. Lo más maravilloso del mundo es el amor.

La meditación sobre este u otros temas parecidos hace aflorar las certezas sobre lo que piensas y deseas verdaderamente. Despierta y fecunda tus energías latentes. Te ayuda a revisar tus valores morales. Da a tu vida equilibrio: distingues lo principal de lo secundario. Es un espacio para maravillarte y contemplar. Vale la pena darle un tiempo, ¿no te parece?
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que Él os diga».
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala». Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora».
Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en Él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días. (Jn 2,1-12)

Comentario
Hoy, contemplamos los efectos saludables de la presencia de Jesús y de María, su Madre, en el corazón de los acontecimientos humanos, como en el caso que nos ocupa: «En aquel tiempo, se celebraron unas bodas en Caná de Galilea. Estaba allí la madre de Jesús. También fue invitado Jesús, junto con sus discípulos» (Jn 2,1-2).
Jesús y María, con una intensidad diferente, hacen presente a Dios en cualquier lugar donde estén y, donde está Dios, allí hay amor, gracia y milagro. Dios es el bien, la verdad, la belleza, la abundancia. Cuando el sol despliega sus rayos en el horizonte, la tierra se ilumina y recibe calor, y toda vida trabaja para producir su fruto. Cuando dejamos que Dios se acerque, el bien, la paz y la felicidad crecen sensiblemente en los corazones, quizás fríos o dormidos hasta entonces.
La mediación que Dios ha escogido para hacerse presente entre los hombres y comunicarse profundamente con ellos, es Jesucristo. La obra de Dios llega al corazón del mundo por la humanidad de Jesucristo y, secundariamente, por la presencia de María. Poco sabían los novios de Caná a quién habían invitado a su boda. La invitación respondía probablemente a algún vínculo de amistad o parentesco. En aquellos momentos, Jesús todavía no había hecho ningún milagro y la importancia de su persona era desconocida.
Él aceptó la invitación porque está a favor de las relaciones humanas principales y sinceras, y se sintió atraído por la honestidad y buena disposición de aquella familia. Así, Jesús hizo presente a Dios en aquella celebración familiar. Allí, «en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales» (Jn 2,11) prodigiosas y allí el Mesías «abrió el corazón de los discípulos a la fe gracias a la intervención de María, la primera creyente» (Juan Pablo II).
Aproximémonos también nosotros a la humanidad de Jesús, tratando de conocer y amar más y de manera progresiva, su trayectoria humana, escuchando su palabra, creciendo en fe y confianza, hasta ver en Él el rostro del Padre.
Rev. D. Enric PRAT i Jordana (Sort, Lleida, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“En el episodio de las bodas de Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de Jesús y pone de relieve su cooperación en la misión de su Hijo. El evangelista, subrayando la iniciativa de María en el primer milagro y recordando su presencia en el Calvario, al pie de la cruz, ayuda a comprender que la cooperación de María se extiende a toda la obra de Cristo. La petición de la Virgen se sitúa dentro del designio divino de salvación. Su perseverante intercesión anima e invita a esperar más allá de toda esperanza, confiando siempre en la bondad del Señor”.

Tema del día:
¿Nos falta algo o alguien?
Con San Juan, los milagros de Jesús, toman una palabra: signos. Con ellos se nos va revelando la riqueza y la grandeza que existe en el Señor. Quien quiera descubrir la personalidad de Jesús no tiene más que acercarse al lenguaje y al fondo de sus signos. Comprobaremos, entre otros aspectos, que su misión tiene un objetivo: la felicidad de las personas. Hoy, poniendo en marcha los motores del tiempo ordinario, arrancamos con las Bodas de Caná.

Las Navidades no pueden quedar en el olvido. ¿Para qué ha venido Jesús? ¿Por qué ha nacido Dios en un pobre portal de Belén? Dios, ha nacido, para que los hombres reconozcamos su presencia, su amor y su poder en Jesús. Lo hemos entonado en villancicos, lo hemos formulado y expresado en belenes, estrellas, comidas familiares o luces; pero, ahora, nos espera lo más importante: ¡Despegar con Él para meternos de lleno en su misión!

La Navidad ha sido un aeropuerto donde Dios ha aterrizado en forma de Niño. Pero, Dios, nos invita a despegar. A dejarnos conducir por Jesús y, con Él, y de primera mano, meternos de lleno en ese inmenso horizonte –que es el cielo- donde late el corazón de Dios (en el corazón de Cristo), donde habla Dios (por los labios de Jesús) o donde se ve la mano de Dios (en los signos de Jesús). ¿Seremos capaces de despegar? ¿No nos pesarán demasiado los kilos de consumo que en estos días de fiesta hemos echado al cuerpo pero no al alma?

Con el Bautismo de Jesús nos colocábamos en pista con Él. En las Bodas de Caná empezamos a divisar todo un paisaje en el que, Jesús, comienza a regalarnos un suculento vino de primera, que el mundo nos arrebata o que en la sociedad no se encuentra.

Con San Juan, el signo de las Bodas de Caná, tiene completa vigencia y actualidad. ¿En dónde echamos en falta la felicidad? ¿Qué banquetes serían más completos si dejásemos convertir el agua insípida de nuestra existencia, en licor bueno por el encuentro personal con Jesús?

La fama de Jesús no puede quedarse relegada a un “niñito” nacido entre pajas. Ese NIÑO ha crecido, ha sido bautizado y, en el presente, si lo miramos como si fuese una radiografía, comprobamos que los rasgos de su persona nos muestran profundidades cuyos fondos están en Dios.

La popularidad de Jesús la podemos seguir proyectando nosotros cuando, al analizar la pobre o rica fiesta de nuestra vida, nos interpelamos en qué debemos  cambiar o qué podemos transformar, desde nuestro testimonio convencido y vivo de que el Señor nos acompaña. Y sino, al final, miremos a Jesús y como María…digamos: ¡Hagamos lo que Tú nos digas o nos sugieras!
* P. Javier Leoz

Nuevo vídeo y artículo

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Nuestra lectora Eugenia Vega Ulloa escribe y dice: “Señor, gracias por la vida, por mi familia; gracias por amarme tanto, aun sin merecerlo, gracias por ser mi fortaleza en los momentos de tristeza, mi consuelo en mis penas y dificultades, mi felicidad en cada minuto de mi vida”.

Desde la provincia de Santa Fe, Argentina, llega un agradecimiento a Dios y a las personas que rezaron por la recuperación de Félix G., que estaba internado con un cuadro de peritonitis y septicemia. Él ya ha sido dado de alta y se encuentra en su casa junto a su familia. ¡Gracias Señor por este milagro de sanación!

Desde Cuba, nuestra lectora Dania nos dice: “Quiero dar gracias a Dios, a la Virgen de Caridad del Cobre y a San Arnolod Janssen y a todos los que nos acompañaron en las oraciones por el sacerdote verbita Juan B., el padre Juanito, que hace unos días pedimos oración por él. Se le planteaba un tumor hepático, y después de todos los estudios el diagnóstico final fue una cirrosis hepática, que como quiera que sea, mejora el pronóstico. Muy agradecida se despide su hermana en Xto y Maria”

Desde Ontario, Canadá, nos escribe Elena y dice: No sé si recordaran que todos uds. oraron por mi hermana Violeta Edda (68-Miami) a quien le diagnosticaron cirrosis y estaba con anemia e hígado un poco graso. Le mandaron nuevas pruebas en ese entonces (hace 2 meses o menos). Comparto lo que  ha acontecido ("milagro del Altisimo"): Hoy fue por el resultado de esas segundas pruebas y el médico sentado ante su computadora, parecía desconcertado, pues es el mismo que le dio el diagnóstico anterior... Hoy y, glorificado y alabado sea nuestro Padre, en las pruebas salió que no tiene nada. Presenta, sí, anemia (6.6) pero sabemos pero es superable con la Gracia de Dios y las oraciones de todos. Además tiene el hígado un poquito graso..!!!
Queremos dar las gracias a todos uds. porque el poder de la oración es grandioso y nos ha tocado a nosotros, tan pequeños y pecadores e insignificantes que sólo podemos agradecer hasta el fin de nuestras vidas. Sólo gracias a Dios y a ustedes que rezaron.

Los cinco minutos de Dios
Enero 17
Tan cierto es que somos hijos de nuestro pasado, como que somos padres de nuestro futuro; pero no es menos cierto que nos conviene mucho más mirar y recordar y tener presente que somos más padres de nuestro futuro, que hijos de nuestro pasado.
El pasado ha de recordarse como experiencia de la vida, como enseñanza para nuestro porvenir, como lección de nuestra historia.
Pero nunca será positivo recordar el pasado, si se hace para desalentarse, para ser pesimista, para perder fuerzas y entusiasmo.
El pasado ya no es nuestro; pasó, y pasó sin remedio y sin posibilidad de modificación: tal como fue, así seguirá siendo.
El futuro no sabemos si será nuestro y ciertamente no es nuestro todavía.
El presente es el que está en nuestras manos, es el que podemos hacer que sea de esta o de la otra forma; y el presente es el que puede modificar nuestro futuro.
Vive el presente, pero no fija la mente en el futuro.
Está en tus manos construir un nuevo mundo y lo harás si tú te transformas en un hombre nuevo; es la gracia la que realizará en ti esa transformación. “Si fueron enseñados según la verdad que reside en Jesús, de él aprendieron que es preciso renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo… renovándose en lo más íntimo y revestirse del Hombre nuevo” (Ef 4,21-24)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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