PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 11 - Número 2916
~ Viernes 22 de Enero de 2016
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Esta
anécdota de san Francisco de Asís puede iluminarnos mucho acerca de cómo
podemos influir poderosamente en nuestro ambiente por medio de nuestras
actitudes, gestos y acciones.
Los
que están a nuestro alrededor receptan todo lo que hacemos y pueden recibir de
nosotros invitaciones al bien o al mal, a la alegría o a la tristeza, a la
generosidad o al egoísmo.
En un día lleno de sol san Francisco de Asís
invitó a un fraile joven a que lo acompañara a la ciudad para predicar. Se
pusieron en camino y recorrieron las principales calles, devolviendo
amistosamente el saludo a quienes se acercaban.
De vez
en cuando se detenían para acariciar a un niño o para hablar con alguno.
Durante todo el paseo san Francisco y el fraile mantuvieron entre ellos una
animada conversación.
Después
de haber caminado durante un largo rato, el fraile joven pareció inquieto y le
preguntó a san Francisco dónde y cuándo comenzarían su predicación.
—
Hemos estado predicando desde que atravesamos las puertas del convento —le
replicó el santo—, ¿no has visto cómo la gente observaba nuestra alegría y se
sentía consolada con nuestros saludos y sonrisas? ¿No has advertido lo alegres
que conversábamos entre nosotros, durante todo el paseo? Si estos no son unos pequeños sermones, ¿qué
es lo que son?
Jesús
en el Evangelio nos invita a ser luz en nuestro ambiente: “Así debe brillar
ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean
sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” Te animo a introducir en tu vida estos
“pequeños sermones” para volver más luminoso nuestro mundo.
¡Buenos días!
Ofrenda de cariño
San
Juan Bosco decía a los jóvenes: “Amad, honrad, servid a María. Procurad hacerla
conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya
honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el
cielo”. Aquí tienes la cariñosa letra de una canción mariana.
¡Oh Señora y Madre mía!, con filial cariño
vengo
a ofrecerte, en este día, cuanto soy y cuanto
tengo:
mis ojos para mirarte, mi voz para
bendecirte,
mi vida para servirte, mi corazón para
amarte.
Acepta, Madre, este don que te ofrenda mi
cariño,
y guárdame como a un niño cerca de tu
corazón.
Aunque el dolor me taladre y haga de mí un
crucifijo,
que yo sepa ser tu hijo, que sienta que eres mi Madre.
En la dicha, en la aflicción, en mi vida, en
mi agonía,
mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Amén.
“María
nos asegura –dice Don Bosco- que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos
suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para
obtenernos después el Paraíso. Si la amamos como hijos, ella nos defenderá como
madre potente y llena de misericordia”. Que vivas cada día cercano a María con
filial afecto.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús subió al monte y
llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él. Instituyó Doce, para que
estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los
demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el
de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre
Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo,
Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el
mismo que le entregó. (Mc 3,13-19)
Comentario
Hoy, el Evangelio condensa la teología
de la vocación cristiana: el Señor elige a los que quiere para estar con Él y
enviarlos a ser apóstoles (cf. Mc 3,13-14). En primer lugar, los elige: antes
de la creación del mundo, nos ha destinado a ser santos (cf. Ef 1,4). Nos ama
en Cristo, y en Él nos modela dándonos las cualidades para ser hijos suyos.
Sólo en vistas a la vocación se entienden nuestras cualidades; la vocación es
el “papel” que nos ha dado en la redención. Es en el descubrimiento del íntimo
“por qué” de mi existencia cuando me siento plenamente “yo”, cuando vivo mi
vocación.
¿Y para qué nos ha llamado? Para estar
con Él. Esta llamada implica correspondencia: «Un día —no quiero generalizar,
abre tu corazón al Señor y cuéntale tu historia—, quizá un amigo, un cristiano
corriente igual a ti, te descubrió un panorama profundo y nuevo, siendo al
mismo tiempo viejo como el Evangelio. Te sugirió la posibilidad de empeñarte
seriamente en seguir a Cristo, en ser apóstol de apóstoles. Tal vez perdiste
entonces la tranquilidad y no la recuperaste, convertida en paz, hasta que
libremente, porque te dio la gana —que es la razón más sobrenatural—,
respondiste que sí a Dios. Y vino la alegría, recia, constante, que sólo
desaparece cuando te apartas de El» (San Josemaría).
Es don, pero también tarea: santidad
mediante la oración y los sacramentos, y, además, la lucha personal. «Todos los
fieles de cualquier estado y condición de vida están llamados a la plenitud de
la vida cristiana y a la perfección de la caridad, santidad que, aún en la
sociedad terrena, promueve un modo más humano de vivir» (Concilio Vaticano II).
Así, podemos sentir la misión
apostólica: llevar a Cristo a los demás; tenerlo y llevarlo. Hoy podemos
considerar más atentamente la llamada, y afinar en algún detalle de nuestra
respuesta de amor.
Rev. D. Llucià POU i Sabater (Granada, España)
Santoral Católico:
Beata Laura Vicuña
Virgen Adolescente
Nació en Santiago de Chile en abril de
1891, y murió en Junín de los Andes (Argentina) en enero del año 1904, o sea,
con trece años de edad. Su madre, cuando enviudó, marchó a Argentina y, dada su
compleja situación personal, confió la educación de la pequeña a las Hijas de
María Auxiliadora. Era estudiosa, piadosa, responsable, generosa y simpática.
Ofreció su vida por la conversión de su madre.
Oración: Señor Jesús, Tú que
concediste a Laura Vicuña la gracia de ofrecer su vida por la salvación del
alma de su propia madre, concédenos también a todos nosotros la gracia de
obtener buenas obras, la conversión y salvación de muchos pecadores. Amén.
© Directorio Franciscano
San Vicente
Diácono y Mártir
Natural de Huesca, hijo de una familia
consular, estudió en Zaragoza, donde llegó a ser diácono del obispo san Valero,
que lo dedicó a la predicación. En la persecución del emperador Diocleciano, el
prefecto Daciano apresó a ambos y los trasladó a Valencia. Aquí, para hacerles
apostatar, los sometió a cruel prisión, hambre, cadenas..., pero no consiguió
su propósito. Entonces envió a Valero al destierro y continuó atormentando al
joven Vicente, que no cesó de confesar su fe. La tradición narra las múltiples
torturas que sufrió hasta morir y el ensañamiento con que maltrataron su
cadáver, lo que dio lugar a intervenciones extraordinarias de Dios. Murió en
Valencia el 22 de enero del año 304, y de inmediato se extendió su culto por
toda la Iglesia. Su basílica sepulcral, extramuros de la ciudad, fue templo de
un monasterio ilustre y hogar de la fe cristiana durante la dominación
musulmana. San Agustín y Prudencio celebraron en sus escritos el martirio.
Oración: Dios todopoderoso y eterno,
derrama sobre nosotros tu Espíritu, para que nuestros corazones se abrasen en
el amor intenso que ayudó a san Vicente a superar los tormentos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa
Francisco
“No hay ningún santo sin pasado
ni un pecador sin futuro”
Historias:
El puente de
Brooklyn
En 1883, un creativo ingeniero de nombre
John Roebling se inspiró en la idea de construir un espectacular puente que
conectase Nueva York con Long Island. Sin embargo, los expertos en construcción
de puentes de todo el mundo pensaron que aquello era imposible y le dijeron a
Roebling que se olvidara de la idea. Simplemente no podía hacerse; no era
práctico. Nunca se había hecho anteriormente.
Roebling no pudo ignorar la visión que
tenía en mente de este puente. Pensaba en ello todo el tiempo y sabía muy
dentro de sí que se podía hacer. Sólo tenía que compartir su sueño con alguien
más. Tras mucha discusión y persuasión logró convencer a su hijo, Washington,
un ingeniero novato, que el puente podía, de hecho, construirse.
Trabajando juntos por vez primera, padre
e hijo desarrollaron conceptos de cómo podría lograrse y cómo vencer los
obstáculos. Con gran entusiasmo e inspiración y la motivación de un desafío
loco por delante, emplearon su cuadrilla y comenzaron a construir su puente de
ensueño.
El proyecto comenzó bien pero, cuando
llevaba unos pocos meses de iniciado, un trágico accidente en el sitio cobró la
vida de John Roebling. Washington
resultó herido y con una medida de daño cerebral, que le significó no poder
caminar, hablar o aún moverse. "Se los dijimos". "Hombres locos
y sus sueños locos". "Es tonto perseguir visiones alocadas".
Todos tenían un comentario negativo que
hacer y sentían que el proyecto debería ser archivado ya que los Roeblings eran
los únicos que sabían cómo construir el puente. A pesar de su limitación,
Washington nunca se desanimó y seguía teniendo un ardiente deseo de terminar el
puente y su mente estaba tan despierta como siempre.
Intentó inspirar y transmitir su
entusiasmo a algunos de sus amigos, pero estaban demasiado intimidados por la
tarea. Mientras yacía en su cama de hospital, con los rayos del sol filtrándose
por las ventanas, una suave brisa abrió las delgadas cortinas blancas y pudo
ver el cielo y los topes de los árboles fuera por un momento.
Parecía que hubiera un mensaje para él
de no rendirse. De repente se le ocurrió una idea. Todo lo que podía hacer era
mover un dedo y decidió hacer su mejor uso de eso. Haciéndolo, poco a poco
desarrolló un código de comunicación con su esposa. Tocaba el brazo de su
esposa con ese dedo, indicándole que quería que llamase a los ingenieros de
nuevo. Entonces usó el mismo método de tocar su brazo para decir a los
ingenieros qué hacer. Parecía tonto pero el proyecto estaba de nuevo en camino.
Por 13 años Washington comunicó sus
instrucciones con toquecitos de sus dedos al brazo de su esposa hasta que se
terminó el puente. Hoy, el espectacular Puente de Brooklyn se yergue en toda su
gloria como un tributo al triunfo del indomable espíritu de un hombre y su
determinación de no ser derrotado por las circunstancias. Es también un tributo
a los ingenieros y su trabajo de equipo, y a su fe en un hombre considerado
loco por medio mundo. Se levanta como un monumento tangible al amor y devoción
de su esposa que, por 13 largos años, pacientemente decodificó los mensajes de
su esposo y les dijo a los ingenieros qué hacer.
Tal vez este sea uno de los mejores
ejemplos de una actitud que nunca se resigna al fracaso y que se sobrepone a las
terribles limitaciones físicas para alcanzar una meta imposible. A menudo,
cuando enfrentamos obstáculos en nuestra vida diaria, nuestras vallas se ven
diminutas en comparación con las que otros han tenido que enfrentar.
El Puente de Brooklyn nos muestra que
los sueños que parecen imposibles pueden ser logrados con determinación y
perseverancia, sin importar las probabilidades. Aún el sueño más distante puede
ser alcanzado con determinación y persistencia.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma del niño Mauricio F. C., de México, que ha partido al encuentro del Señor Jesús. Que Dios le de fortaleza y mucha fe a su familia.
Pedimos oración para dos personas de España: Salomé G., que está muy delicada del corazón; y Manuel B. L., con cáncer. Que Jesús les conceda sus gracias de sanación.
Pedimos oración por Marco Antonio G., de México, a quien le han detectado cáncer óseo, rogando la intercesión de la Virgen María para que el Señor le conceda la gracia de curarse.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma del niño Mauricio F. C., de México, que ha partido al encuentro del Señor Jesús. Que Dios le de fortaleza y mucha fe a su familia.
Pedimos oración para dos personas de España: Salomé G., que está muy delicada del corazón; y Manuel B. L., con cáncer. Que Jesús les conceda sus gracias de sanación.
Pedimos oración por Marco Antonio G., de México, a quien le han detectado cáncer óseo, rogando la intercesión de la Virgen María para que el Señor le conceda la gracia de curarse.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos
de Dios
Enero 22
No basta
no ser malo; es preciso también no parecer malo, pues si pareces malo, aunque
no lo seas, te haces mal a tí mismo y haces mal a los demás.
La bondad
ha de ser antes que nada interna, de corazón, de verdad, auténtica: has de ser
bueno ante tu conciencia y ante Dios.
Pero la
bondad requiere ser expresada, visibilizada, manifestada, a fin de que todos
los demás se sientan animados también a ser buenos y, siendo todos buenos,
hagamos al mundo mejor de lo que es.
Pero la
bondad de corazón no aparecerá en rostros tristes, alargados, ceñudos, en
actitudes de rechazo, en palabras violentas, en negociaciones sin sentido, eso
no es "aparecer" bueno, y te vuelvo a repetir que no basta ser bueno,
sino que es preciso también demostrarlo.
Parecer
bueno y no serlo, es hipocresía; serlo y
no manifestarlo, es falsedad.
Cristo nos exige una perfección real y no
aparente; no admite en nosotros ninguna falsedad; nos quiere auténticos
cristianos y nos propone este lema: “Sean perfectos como es perfecto el Padre
que está en el cielo” (Mt 5,48). Y el apóstol Pablo ordena: “Se tú mismo
ejemplo de buena conducta” (Tit 2,7). Tienes que ser otro Cristo, de suerte que
el que te vea a ti, vea a Cristo en ti.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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