PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 2014 ~ Jueves
25 de Abril de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Escuchar y seguir a Jesús es lo que caracteriza a sus
discípulos. Seguirle es tomar la opción de ir transformando el mundo, intentar
llenarlo de esperanza, hacerlo más habitable, más digno, más humano y más feliz
para todos.
Es fundamental saber distinguir su voz en medio de tanta
palabrería, voces, ruidos... y conocer la diferencia entre oír y escuchar.
Conocer en lenguaje bíblico significa amar, amor recíproco y generoso,
conocimiento mutuo, comprensión sin palabras, íntima comunión, relación
profunda y personal, abandono incondicional, plena aceptación y confianza.
Jesús no sólo nos conoce, nos protege y nos da vida, sino que además nos introduce en
la unidad de amor con el Padre. Nos demuestra su amor sin límites.
Ha alejado definitivamente de nosotros todo peligro de
muerte, dándonos vida plena.
Conocemos a Dios mirando a Jesús. No se trata sólo de
admirar y aceptar a Jesús, sino de creer que Él es el Único en quien podemos
ver y escuchar a Dios.
A nosotros nos corresponde acoger y creer su Palabra y
seguir reproduciendo su imagen en nuestra vida.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo:
«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que
crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las
señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios,
hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban
veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán
bien».
Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue
elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por
todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las
señales que la acompañaban.
(Mc 16,15-20)
Comentario
Hoy habría mucho que hablar sobre la cuestión de por qué
no resuena con fuerza y convicción la palabra del Evangelio, por qué guardamos
los cristianos un silencio sospechoso acerca de lo que creemos, a pesar de la
llamada a la "nueva evangelización". Cada uno hará su propio análisis
y apuntará su particular interpretación.
Pero en la fiesta de san Marcos, escuchando el Evangelio
y mirando al evangelizador, no podemos sino proclamar con seguridad y
agradecimiento dónde está la fuente y en qué consiste la fuerza de nuestra
palabra.
El evangelizador no habla porque así se lo recomienda un estudio
sociológico del momento, ni porque se lo dicte la "prudencia"
política, ni porque "le nace decir lo que piensa". Sin más, se le ha
impuesto una presencia y un mandato, desde fuera, sin coacción, pero con la
autoridad de quien es digno de todo crédito: « Id por todo el mundo y proclamad
la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15). Es decir, que evangelizamos por
obediencia, bien que gozosa y confiadamente.
Nuestra palabra, por otra parte, no se presenta como una
más en el mercado de las ideas o de las opiniones, sino que tiene todo el peso
de los mensajes fuertes y definitivos. De su aceptación o rechazo dependen la
vida o la muerte; y su verdad, su capacidad de convicción, viene por la vía
testimonial, es decir, aparece acreditada por signos de poder en favor de los
necesitados. Por eso es, propiamente, una "proclamación", una
declaración pública, feliz, entusiasmada, de un hecho decisivo y salvador.
¿Por qué, pues, nuestro silencio? ¿Miedo, timidez? Decía
san Justino que «aquellos ignorantes e incapaces de elocuencia, persuadieron
por la virtud a todo el género humano». El signo o milagro de la virtud es
nuestra elocuencia. Dejemos al menos que el Señor en medio de nosotros y con
nosotros realice su obra: estaba «colaborando el Señor con ellos y confirmando
la Palabra con las señales que la acompañaban» (Mc 16,20).
Mons. Agustí CORTÉS i Soriano Obispo de Sant Feliu de
Llobregat (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Marcos
Evangelista
Patrón de los abogados, notarios, artistas de vitrales,
cautivos, de Egipto, Venecia, contra la impenitencia y las picaduras de
insectos.
San Marcos es judío de Jerusalén, acompañó a San Pablo y
a Bernabé, su primo, a Antioquia en el primer viaje misionero de estos (Hechos
12, 25); también acompañó a Pablo a Roma. Se separó de ellos en Perga y regresó
a su casa. (Hechos 13,13). No sabemos las razones de esa separación pero si
sabemos que causó una separación posterior entre San Pablo y Bernabé, cuando San
Pablo rehusó aceptar a San Marcos. Bernabé se enojó tanto que rompió su
asociación misionera con San Pablo y se fue a Chipre con Marcos (Hechos
15,36-39). Años más tarde San Pablo y San Marcos volvieron a unirse en un viaje
misionero.
Fue discípulo de San Pedro e intérprete del mismo en su
Evangelio, el segundo Evangelio canónico (el primero en escribirse). San Marcos
escribió en griego con palabras sencillas y fuertes. Por su terminología se
entiende que su audiencia era cristiana. Su Evangelio contiene historia y
teología. Se debate la fecha en que lo escribió, quizás fue en la década 60-70.
Juntos con Pedro fue a Roma. San Pedro por su parte se
refería a San Marcos como "mi hijo" (1P 5,13). A veces el Nuevo
Testamento lo llama Juan Marcos (Hechos 12,12). Evangelizó y estableció a la
Iglesia en Alejandría, fundando allí su famosa escuela cristiana.
Murió mártir aproximadamente el 25 de abril del 68 en
Alejandría y sus reliquias están en la famosa catedral de Venecia.
Su símbolo es el león alado. Tanto este símbolo como el
de los otros tres evangelistas (Apoc. 4, 7-8), son muy antiguos. De ellos
hablan San Jerónimo y San Agustín, explicando que San Marcos, en su primer
capítulo, habla de Juan el Bautista en el desierto y el león es el rey del
desierto (Mc. 1,3).
En Venecia se veneran, en la preciosa catedral de su
mismo nombre, los restos mortales del evangelista, cuyo traslado de Alejandría
se remonta al siglo IX.
Fuente: Catholic.net
La ausencia de ayer
Ante las consultas recibidas, informo a los lectores de
“Pequeñas Semillitas” que en el día de ayer, 24 de abril, no hubo publicación
por problemas técnicos de conexión a internet.
¡Buenos días!
Caparazón de la tortuga
No te aísles
dentro de ti mismo, no te cierres en tus propias necesidades y problemas; no
límites tu preocupación solamente a ti o a tu hogar. Convéncete más bien de
que, de una o de otra forma, todos los seres humanos son tuyos. Despreocuparse
de los demás es empobrecerse, quedar gravemente menoscabado y atrofiado. Es una
falta de madurez.
Cuenta una leyenda griega que, para celebrar
sus bodas, Zeus, padre de los dioses, invitó a todos los animales. Sólo faltó
la tortuga. Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente: —¿Cómo solamente tú entre todos los animales
no viniste a mi festín? —¡Hogar familiar, hogar ideal! —respondió la tortuga.
Zeus, indignado contra ella, la condenó a llevar siempre su casa a cuestas.
(Esopo)
Hay quienes no
temen asumir compromisos en su entorno social. Pero otros adoptan como norma el
"no te metas", egoísta y estéril. Una cosa es meterse y otra muy
distinta "entrometerse". Está bien que no te entrometas en la vida
ajena. Pero métete con ellos, en el sentido de comprometerte, preocuparte por
su bien, por sus problemas, por sus necesidades.
Padre Natalio
Palabras del Papa Francisco
“Dios no esperó a que fuéramos a Él, fue Él quien vino
hacia nosotros (...). Jesús vivió la realidad cotidiana de la gente común (...)
lloró cuando vio cómo sufrían Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro
(...) vivió también la traición de un amigo. En Cristo, Dios nos ha dado la
seguridad de que Él está con nosotros, en medio de nosotros...”
Papa Francisco
Tema del día:
Historia de las letras
Un lector me envío un bonito y original cuento que,
aunque no dice el nombre del autor, tiene una valiosa moraleja. A continuación
lo transcribo con leves variaciones.
Hace ya mucho tiempo, muchos miles de años, que las
líneas lograron organizarse y formar letras. Al principio fue muy difícil para
ellas. Se requirió que renunciaran a su individualidad, para depender unas de
otras. Lo aceptaron y terminaron por alegrarse gracias a la posibilidad nueva
que adquirieron.
Originalmente surgió la A, luego la E y la I, y las otras
dos vocales; y unas a otras se oyeron con placer; aunque, a decir verdad, con
cierta envidia, al compararse unas con otras. Así también brotó la B, la C y la
D, y con ellas sus hermanas consonantes, hasta alcanzar la Z. Se sentían un
poco inferiores, porque su sonido no era como el de las vocales; pero al fin
aprendieron a depender de éstas, y así también empezaron a sonar.
Hubo una hermanita muda, con frecuencia olvidada, la “h”,
que no era ni vocal ni consonante; y llegó también la Y, extranjera hasta en su
nombre, y orgullosa de llenar las dos funciones.
Total: El abecedario estaba listo, e incluía rarezas como
la X, de múltiples sonidos; la extraña K, que apenas si se usa; la W,
extranjera también; la Ñ, de dos trazos; la CH y la LL, que siempre ocupan
doble espacio, y la R, con dos sonidos y dos looks: R y RR.
Nada tenían que hacer aquellas letras, y parecían felices
en su ocio: Pero no por siempre… Dos de ellas discurrieron unirse, y llamaron a
sus dos gemelas y, así, por primera vez se pudo leer MAMÁ.
A unas no les pareció bien perder su independencia, al
tener que aceptarse y adaptarse unas a otras. Pero se convencieron que valía la
pena, para llegar a ser algo más que un sonido: un concepto.
Aprendieron, pues, a tolerarse, y así hubo PAPÁ, AGUA,
PAN y luego hubo también VINO; con lo que se inició el Reino de la Palabra y la
Alegría.
Aun la H misma, la muda, fue aceptada; pues sin ella no
podía escribirse HIJO, ni HERMANO. Y habiendo PAPÁ, MAMÁ, HIJOS y HERMANOS,
empezó el Reino del Amor.
Muy difícil fue el proceso de la U, que por sí misma ya
sonaba sola. Andaba en la NUBE y en la LUNA, y se le invitó a una renuncia
nueva: volverse muda con tal de que pudiera haber JUGUETES y GUITARRAS, para
goce de niños y de enamorados. Además, se le pidió que aceptara dos puntitos
cursis para que llegara la CIGÜEÑA... Y
todavía hay quien le reprocha que por ella llegaran la GUERRA y la VERGÜENZA.
Con el tiempo, las letras aceptaron incluso un código
ortográfico, que aunque las limitaba les daba belleza y orden.
Cayeron en manos de seres superiores, que usaron de ellas
en sus libros, y aun se esmeraron para embellecerlas y adornarlas. Así quedaron
a veces sublimadas y otras no tanto: integraron la Biblia y el Quijote, Edipo
Rey, varias Constituciones y en la Prensa diaria de todos los países.
Por ser útiles, murieron a sí mismas. Y hoy atraviesan el
mundo haciendo posible la aldea global. ¡Benditas letras, que supieron aprender
a tolerarse y a convivir unas con otras! Sólo así se volvieron inmortales.
¿Podremos algún día los seres humanos llegar a renunciar
a nosotros mismos para amar a los demás?
Pbro. José Martínez Colín
Meditación breve
Cuando alguien te ama, es lento para perder la paciencia
contigo.
Cuando alguien te ama, toma las circunstancias de tu vida
y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.
Cuando alguien te ama, está de parte tuya; quiere verte
madurar y desarrollarte en el amor.
Cuando alguien te ama, no derrama su ira contigo por
todos los "errorcitos" que cometes, aunque sean muchos.
Cuando alguien te ama, le duele profundamente cuando
pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta.
Cuando alguien te ama, sigue confiando en ti cuando a
veces tú ni siquiera confías en ti mismo.
Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso
perdido; más bien trabaja pacientemente contigo porque te ama y corrige de tal
manera que cuesta entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.
Cuando alguien te ama, nunca te abandona aunque muchos de
tus amigos lo hagan.
Cuando alguien te ama, se queda a tu lado cuando llegas
al fondo de la desesperación, cuando ve lo que realmente eres y no te juzga
sino que te ve con total justicia, hermosura y amor.
Cuando alguien te ama... es el mayor de todos los dones
que demuestran el amor perfecto de Dios.
Nuevo video y artículo
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa Francisco,
por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos,
seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de
Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre
y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las
misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la
unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de
los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Martha T., que vive en la provincia
de Córdoba, Argentina, a quien se le diagnosticó cáncer de mama. Rogamos a la
Virgen de Lourdes que interceda ante Jesús, para que Él derrame sus gracias
sanadoras sobre esta hermana nuestra.
Pedimos oración por Roxana Elizabeth con problemas
depresivos reiterados y por Jorge O. afectado de diabetes. Ambos residen en San
Salvador, El Salvador. Que Jesús, Buen Pastor, atienda a estas ovejitas suyas.
Pedimos oración por Brenda, una jovencita de Buenos
Aires, Argentina, que no le gusta la orientación que eligió en el colegio y
está muy angustiada por tener que esperar hasta el año que viene para cambiar.
Recemos para que lo que resta del año lo viva con alegría de su adolescencia, y
que pueda sacarse la angustia que tiene, como también poder estudiar tranquila.
Pedimos oración por Blanca Estela, de México, que ha
finalizado las radioterapias por su enfermedad pero le ha quedado un problema
de movilidad en su pierna derecha. Que la Virgen de Guadalupe sea su mediadora
ante Jesús para lograr su completa recuperación.
Pedimos oración por Alfredo Daniel R. G., de Santa Fe,
Argentina, 35 años de edad, con problemas psiquiátricos, para que encuentre la
paz mental que tanto necesita para vivir bien.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
Guiados por el
Espíritu
“Tu Espíritu, Señor, infunda en nosotros sus dones
espirituales y forme en nosotros un corazón que te sea agradable” (Misal Romano, Colecta). Esta oración
nos invita a reflexionar aún sobre la acción interior del Espíritu Santo en los
fieles. La gracia santificante, las virtudes teologales y morales infundidas en
el bautismo colocan al cristiano en un plano sobrenatural y lo hacen capaz de
obrar sobrenaturalmente y tender a Dios y a la santidad. Sin embargo, su modo
de obrar permanece siempre humano y por lo tanto limitado e imperfecto. De
hecho, nuestro entendimiento, aunque iluminado por la fe, es siempre inadecuado
respecto del ser infinito, e incapaz de representárselo tal cual es. Y no sólo
no tenemos un conocimiento adecuado de Dios, pero ni siquiera de la santidad:
sólo hasta cierto punto conocemos las cosas de Dios, y así también, sólo hasta
cierto punto, conocemos el camino de la santidad.
“Los que son movidos por el Espíritu d Dios, éstos son
hijos de Dios” (Rm 8, 14). Los hijos deben parecerse a sus padres, deben poseer
su mismo espíritu. Dios ha dado a todos los bautizados su Espíritu, pero no
todos se dejan guiar por él y por eso no todos llevan a perfección su condición
de hijos. Sólo quienes se abandonan con docilidad a la acción del Espíritu
Santo viven en plenitud la gracia de la adopción y como verdaderos hijos
consiguen su fin: la comunión con Dios en el amor. Mientras el hombre va
adelante con su propia iniciativa, su orientación hacia Dios es incompleta, porque
se trata siempre de un modo humano;
pero cuando se deja guiar por el Espíritu Santo, éste, obrando a modo divino, lo orienta perfectamente
hacia Dios. El Espíritu Santo con sus dones influye directamente en la voluntad
del hombre: la urge, la inflama, la atrae hacia sí y por medio del amor ilumina
su mente. Así nace en nosotros aquel “sentido de Dios” y de las cosas divinas
que no sabemos explicar, pero que nos hace conocer y gustar a Dios y nos
orienta a él más que cualquier otro razonamiento e industria nuestra.
La acción del Espíritu Santo es por demás poderosa y
eficaz, pero sin embargo, Espíritu de amor como es, no quiere violentar la
libertad humana, sino que espera a que el hombre acepte libremente sus impulsos
y le entregue por amor la propia voluntad. Si encuentra en él resistencia,
retira de él sus gracias y lo deja en la mediocridad. Por eso San Pablo exhorta
a vivir no “según la carne”, es decir, según aquellas inclinaciones que llevan
al hombre a afirmar más o menos su propia independencia y la de su voluntad con
respecto a Dios, sino “según el Espíritu” (Rm 8, 4). Porque “el apetito de la
carne es muerte, pero el apetito del Espíritu es vida y paz” (ib. 6). “Esta es
la vida y la paz de los hijos de Dios: dejarse guiar por el Espíritu”; esta es
la lógica de quien desea vivir su propio bautismo: “Si vivimos del Espíritu,
andamos siempre según el Espíritu” (Gl 5, 25).
Bien sabes, Señor,
que lo que el hombre necesita no es una guía visible, sino ante todo y sobre
todo una ayuda interior, íntima e invisible. Tú te has dignado asegurarte una
curación completa y no sólo parcial; no te ha contentado con corregir en él lo
que está en la superficie, sino que has querido eliminar el motivo básico, la
raíz de todos sus males. Por eso has querido penetrar en el alma del hombre, y
te alejaste de él corporalmente para volver a él en el Espíritu. No has querido
quedarte con tus Apóstoles como en los días de tu vida terrena pero has puesto
tu morada para siempre en su interior, estrechando con ellos relaciones más
directas y más verdaderas, en la virtud del divino Paráclito. (J. H. Newman,
Madurez cristiana).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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