sábado, 6 de abril de 2013

Pequeñas Semillitas 1996


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1996 ~ Sábado 6 de Abril de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Alabado sea Jesucristo…
Cuando percibo discordia entre las personas, quizás me pregunte cómo podemos llegar a vivir en paz. Mas yo puedo ser parte de una alternativa pacífica. Sé que todas las personas provienen de la misma fuente divina. Cada persona de cada religión, tradición, estilo de vida y nacionalidad es una creación de Dios. Todos somos miembros de la misma familia espiritual.
Aunque los miembros de la familia no siempre puedan estar de acuerdo, ellos comparten el amor de Dios. Como rayos en una rueda, no importa en qué dirección cada uno de nosotros vaya, todos estamos unidos en el centro.
Al mirar los rostros de mis hermanos y hermanas espirituales, veo la luz de Dios en cada rostro y les envío amor.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos. Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación».
(Mc 16,9-15)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos ofrece la oportunidad de meditar algunos aspectos de los que cada uno de nosotros tiene experiencia: estamos seguros de amar a Jesús, lo consideramos el mejor de nuestros amigos; no obstante, ¿quién de nosotros podría afirmar no haberlo traicionado nunca? Pensemos si no lo hemos mal vendido, por lo menos alguna vez, por un bien ilusorio, del peor oropel. En segundo lugar, aunque frecuentemente estamos tentados a sobrevalorarnos en cuanto cristianos, sin embargo el testimonio de nuestra propia conciencia nos impone callar y humillarnos, a imitación del publicano que no osaba ni tan sólo levantar la cabeza, golpeándose el pecho, mientras repetía: «Oh Dios, ven junto a mí a ayudarme, que soy un pecador» (Lc 18,13).
Afirmado todo esto, no puede sorprendernos la conducta de los discípulos. Han conocido personalmente a Jesús, le han apreciado los dotes de mente, de corazón, las cualidades incomparables de su predicación. Con todo, cuando Jesucristo ya había resucitado, una de las mujeres del grupo —María Magdalena— «fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos» (Mc 16,10) y, en lugar de interrumpir las lágrimas y comenzar a bailar de alegría, no le creen. Es la señal de que nuestro centro de gravedad es la tierra.
Los discípulos tenían ante sí el anuncio inédito de la Resurrección y, en cambio, prefieren continuar compadeciéndose de ellos mismos. Hemos pecado, ¡sí! Le hemos traicionado, ¡sí! Le hemos celebrado una especie de exequias paganas, ¡sí! De ahora en adelante, que no sea más así: después de habernos golpeado el pecho, lancémonos a los pies, con la cabeza bien alta mirando arriba, y... ¡adelante!, ¡en marcha tras Él!, siguiendo su ritmo. Ha dicho sabiamente el escritor francés Gustave Flaubert: «Creo que si mirásemos sin parar al cielo, acabaríamos teniendo alas». El hombre, que estaba inmerso en el pecado, en la ignorancia y en la tibieza, desde hoy y para siempre ha de saber que, gracias a la Resurrección de Cristo, «se encuentra como inmerso en la luz del mediodía».
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)


Santoral Católico:
San Metodio
Obispo

Información amplia

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

Gusten y vean

Dios, tu Padre, lleno de ternura, te dice hoy: “Quizás tú no me conozcas, pero yo conozco todo sobre ti, (Sal. 139, 1) Yo sé cuándo te sientas y cuando te levantas, (Sal. 139, 2). Todos tus caminos me son conocidos (Sal. 139, 3). Hasta los cabellos de tu cabeza están contados, (Mt. 10, 29-30). Porque tú has sido hecho a mi imagen, (Gn.1, 27). En mí tú vives, te mueves y existes, (Hech.17, 28)”. Un responsorio para contemplar la bondad del Señor que te ama.

- Gusten y vean qué bueno es el Señor.
- Gusten y vean qué bueno es el Señor.
- Dichosos los que en él se refugian.
- Qué bueno es el Señor.
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- Gusten y vean qué bueno es el Señor.

Sigue hablándote el Dios de la ternura: “Te conocí aún antes de que fueras concebido, (Jr. 1,4-5). Yo te escogí cuando proyecté la creación, (Ef. 1, 11-12). Tú has sido creado de forma maravillosa, (Sal. 139, 14). Yo no estoy enojado y distante, soy la manifestación perfecta del amor, (1 Jn. 3, 1). Cada dádiva que tú recibes viene de mis manos, (Sant. 1, 17)”. 

Padre Natalio


La frase de hoy

"Cuando el hombre aprende a respetar desde pequeño
a cualquier ser vivo, sea animal o vegetal,
no precisará que le enseñen a amar a su semejante"

Albert Schweitzer


Temas Médicos:
La cocaína y el cerebro

ROMA, 22 de marzo de 2013.-
Un grupo de investigación de la Universidad Católica de Roma, Italia, ha visto cómo la cocaína altera, en un modelo animal, las funciones neuronales y cómo prevenir algunos de los daños cerebrales determinados por el abuso de esta droga.

Así ha informado la Universidad a través de un comunicado en el que explica que investigadores de la Universidad Católica del Sagrado Corazón-Policlínico Gemelli de Roma, junto con colegas de la Universidad de los Estudios de Insubria de Varese, han descubierto de qué forma la cocaína causa, en animales de laboratorio, daños en el cerebro y evidencian la posibilidad de prevenir las disfunciones neuronales y de comportamiento causadas por el abuso de cocaína.

La investigación fue coordinada por los profesores Marcello D'Ascenzo y Claudio Grassi, del Instituto de Fisiología Humana de la Universidad Católica de Roma. Financiada por el Instituto Italiano de Tecnología, se ha publicado recientemente en la revista Brain.

Los investigadores han descubierto que a la base de los daños cerebrales causados por la cocaína hay una alteración de las funciones de la sinapsis, los puntos de comunicación entre las neuronas. Tales alteraciones, explica el comunicado, se deben a la disminución de la concentración de una pequeña molécula, la d-serina, indispensable para asegurar una correcta comunicación entre neuronas a nivel de sinapsis.

Los autores del estudio explican que "si bien son necesarias más investigaciones, los resultados de este estudio podrían representar un punto de partida hacia el posible uso de la d-serina como fármaco en el tratamiento de la dependencia de la cocaína".

"Hemos demostrado que el abuso crónico de cocaína induce, en los animales del experimento, una disminución de la concentración de d-serina en el nucleus accumbens, un núcleo cerebral implicado en los fenómenos de dependencia de sustancias psicoestimulantes", explica el profesor D'Ascenzo. "Tal déficit molecular -continúa el fisiólogo de la Católica- determina, en este área cerebral, una reducida capacidad de las neuronas para modificar la eficiencia de la transmisión sináptica (plasticidad sináptica) que está en la base de las alteraciones del comportamiento inducidas por la cocaína".

El equipo ha demostrado que la suministración "local" de d-serina a nivel del nucleus accumbens previene, en las ratas, el desarrollo de una característica alteración del comportamiento inducida por la cocaína, es decir la sensibilización locomotora.

Esta investigación, aun siendo preliminar, da luz sobre los mecanismos a través de los cuales la cocaína altera las funciones cerebrales e indica una posible vía terapéutica para el tratamiento de la dependencia de cocaína.

Material de Internet
Envió: Ing. José Luis N.

Meditación breve

Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por amor a Ti.
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu gracia para trabajar por estas cosas que te pido. Amén.
Santo Tomás Moro


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Mikeyla de 5 años, Liana de 3 años y Jaiden de 2 años. Ellos se encuentran en el Estado de Connecticut, USA, y le fueron removidos a su mamá y ahora sus abuelos están reclamando la custodia su custodia. Que el Señor Jesús determine lo mejor para los niños y los libre de todo peligro.

Pedimos oración por trabajo para las siguientes personas de Bogotá, Colombia: Edwin S. V.; Luz Helena G. M.; Wolfgang Gustav P. B.; Jorge Eliecer P. G. y Gloria Stella P.B., confiando en la misericordia del Señor que atenderá generoso sus necesidades.

Pedimos oración por Emma T., de Argentina, afectada de cáncer de estómago. Que la Santísima Virgen de Lourdes la cubra con su manto de amor y protección.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

Id y predicad

Todas las apariciones de Jesús resucitado se concluyen con una consigna apostólica. A la Magdalena Jesús dice: “No me toques… pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre” (Jn 20, 17); a las demás mujeres: “id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea y allí me verán” (Mt 28, 10). Los discípulos de Emaús, aún sin haber recibido un mandato semejante, se sienten impulsados a emprender el camino de Jerusalén para referir a los Once “lo que les había pasado” (Lc 24, 35). Según Marcos que refiere en síntesis tales apariciones, estos mensajes fueron recibidos con desconfianza: los discípulos “no lo creyeron” (16, 11. 13). Igualmente Lucas refiriéndose a la embajada de las mujeres, afirma que “a ellos le parecieron desatinos aquellos relatos y no los creyeron” (Lc 24, 11)… Sólo después de haber asegurado la firmeza de su fe, da Jesús a sus discípulos el gran mandamiento: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15). Ahora que ya han tenido del Resucitado todas las pruebas de la realidad de su resurrección, deben ir y anunciar el Evangelio a todos los hombres. Pues con la resurrección, se ha completado ya la “buena nueva” de la salvación universal realizada por Cristo, y debe ser difundida por todo el mundo para que se haga historia de cada uno de los hombres.

“Id y predicad”. La consigna sembrada en el corazón de los Apóstoles por el Señor resucitado y fecundada por la potencia vivificante del Espíritu Santo bajado sobre ellos el día de Pentecostés, se ha convertido en una decisión irrevocable de consumar la vida anunciando el Evangelio. “Viendo la franqueza de Pedro y Juan” en atestiguar la resurrección de Jesús y en atribuir al poder del Resucitado la curación milagrosa del tullido, los jefes del pueblo y los sumos sacerdotes “les intimaron no hablar absolutamente ni enseñar en nombre de Jesús”. Pero ambos, con santa osadía, replicaron: “no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hc 4, 13-30). ¿Cómo callar la verdad de que habían sido testigos? La habían aprendido de los labios de Jesús, Hijo de Dios, durante los años de vida transcurridos con él, y la habían visto confirmada en sus numerosos milagros y, como prueba suprema, en su resurrección de entre los muertos. Imposible renegar con el silencio lo que se ha visto y se ha tocado con la mano. Y lo mismo que pedro y Juan, también los Apóstoles dan comienzo aquella predicación que en poco tiempo desbordará la Palestina, alcanzando el Asia Menor, Grecia, Italia y conquistando para Cristo a hombres de toda cultura, categoría y raza.

Del misterio pascual de Cristo nace la Iglesia y nace como fuerza apostólica destinada a transformar el mundo. Es el fermento de una nueva vida, una vida divina, que dimana del Señor resucitado y que desea penetrar toda la masa de la sociedad humana para transfigurarla en sociedad cristiana que viva de la vida misma de Cristo. Todos los creyentes estamos comprometidos en esta empresa, porque es un deber que brota del bautismo, del don de la fe recibido gratuitamente de Dios, don que no debe quedarse en puro privilegio personal, sino que hay que distribuirlo a los demás. El creyente cumplirá con este deber de difundir la fe y predicar el Evangelio en la medida que lleve en sí y en todos los aspectos de su vida la impronta de Jesús resucitado; quien lo encontrare y tratare con él debería poder decir: “He viso al Señor” (Jn 20, 18).

Cristo Jesús, crucificado, resucitado, glorioso, tú eres la sola verdad, la sola realidad del mundo. Te suplique que para mí lo esencial sea tu Evangelio, tu palabra, tu paz. Tu ideal, ¡oh Cristo!, es la sola realidad. Nada podré construir sin ti; nada podré ofrecer a los hombres sin ti, nada quiero dar a los hombres fuera de ti, porque lo único que ellos buscan son estas “realidades”, perdidos como sombras están en sus pobres realidades que se desvanecen como sombras. ¡Oh Cristo! No quiero otra cosa sino a ti; tú eres todo para mí; quiero proclamar en el mundo sólo a ti, tu amor eterno, tu amor crucificado y glorioso. Porque el hombre ha sido hecho para cantar y llevar en sí el amor. (P. Lyonnet, Escritos epirituales)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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