sábado, 28 de enero de 2012

Pequeñas Semillitas 1606

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1606 ~ Sábado 28 de Enero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Cuentan que un sabio extendió una viga de madera sobre el piso, y les dijo a sus alumnos que debían atravesarla sin tocar el suelo. Todos lo lograron fácilmente y hasta repitieron jugando. Esa noche les advirtió que al día siguiente, esa misma viga sería colocada encima de un estanque, en cuya agua vertería un ácido muy fuerte que quemaba la piel, de tal forma que quién cayera al agua sufriría quemaduras... Esa noche los alumnos no durmieron pensando en la peligrosa prueba. Llegada la hora matutina, el sabio les dijo que debían atravesar el estanque, caminando sobre la viga. Temblando e inseguros, comenzaron a cruzar y la mayoría cayó al estanque con ácido. De inmediato los sacaron y éstos comenzaron a sentir ardores y algunos les salieron sarpullidos. El sabio no les dejó sufrir mucho y sonriendo les dijo: la piscina carece de ácidos, solamente le eché tinta verde....
Esta pequeña historia nos muestra que el miedo hace estragos en el organismo y en nuestras vidas... Por eso la importancia de eliminar de nuestro interior, miedos, creencias limitantes y bloqueos. Nos debemos de llenar de una confianza absoluta, libre de cualquier duda, nuestro estado de ánimo y nuestra actitud son importantes ante cualquier reto, ante cualquier experiencia...


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?».
(Mc 4,35-41)

Comentario
Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe: «¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre “fe” y “valentía”.
En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.
Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos “reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre. Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como afirman admirados los discípulos.
Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza. Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?
Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en el día de la Resurrección!
Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez (St. Esteve de P., Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia


Tomás nació en medio de una aristócrata familia, alrededor de 1225. A pesar de la fuerte oposición de su familia, ingresó a la orden de Santo a la edad de 19 años. En 1245, sus superiores lo enviaron a estudiar a París, donde sus dotes de humildad no le permitieron ser reconocido por su habilidad e inteligencia como debía ser. A insistencia de San Alberto y del Card. Saintcher, Tomás -que sólo era bachiller- empezó a enseñar en la Universidad de París, y obras como sus comentarios sobre el Libro de las Sentencias de Isaías y el Evangelio de San Mateo fueron escritos. Cuatro años más tarde, se le confió la cátedra de doctor, encargado de enseñar, discutir y predicar y hacia finales de ese año, empezó a escribir la Suma contra Gentiles.

De 1259 a 1268, el santo era muy popular en toda Italia, país que enseñó y predicó en muchas ciudades. Hacia 1266, comenzó a escribir la más famosa de sus obras: la Summa Theologia. De vuelta a París, el santo -por revelación divina- se pronunció sobre si los accidentes permanecían realmente o sólo en apariencia en el Santísimo Sacramento. Posteriormente, Tomás fue llamado nuevamente a Italia y ocupó el cargo de rector en la Universidad de Nápoles.

Al año siguiente, por causa de una poderosa visión, Tomás cesó de escribir y enseñar, sin0 terminar la Summa Theologia. Se hallaba muy enfermo cuando el Papa Gregorio X lo invitó al Concilio de Lyon, pero durante el viaje su enfermedad se agravó aún más, siendo trasladado a la abadía cistercience de Fossa Nuova, donde falleció en la madrugada del 7 de marzo de 1274.

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Frases de Santo Tomás de Aquino

"Sólo Dios puede crear,
porque sólo el primer agente
puede obrar sin ningún objeto previo"

“El amor no es una pasión,
porque ninguna virtud es pasión
y todo amor es virtud”

"La fe se refiere a cosas que no se ven,
y la esperanza, a cosas
que no están al alcance de la mano"


Cuentos de Mamerto Menapace:
Los dos burritos


Erase una vez una madre -así comienza esta historia encontrada en un viejo libro de vida de monjes, y escrita en los primeros siglos de la Iglesia-. Erase una vez una madre -digo- que estaba muy apesadumbrada, porque sus dos hijos se habían desviado del camino en que ella los había educado. Mal aconsejados por sus maestros de retórica, habían abandonado la fe católica adhiriéndose a la herejía, y además se estaban entregando a una vida licenciosa desbarrancándose cada día más por la pendiente del vicio.
Y bien. Esta madre fue un día a desahogar su congoja con un santo eremita que vivía en el desierto de la Tebaida. Era este un santo monje, de los de antes, que se había ido al desierto a fin de estar en la presencia de Dios purificando su corazón con el ayuno y la oración. A él acudían cuantos se sentían atormentados por la vida o los demonios difíciles de expulsar.

Fue así que esta madre de nuestra historia se encontró con el santo monje en su ermita, y le abrió el corazón contándole toda su congoja. Su esposo había muerto cuando sus hijos eran aún pequeños, y ella había tenido que dedicar toda la vida a su cuidado. Había puesto todo su empeño en recordarles permanentemente la figura del padre ausente, a fin de que los pequeños tuvieran una imagen que imitar y una motivación para seguir su ejemplo. Pero, hete aquí, que ahora, ya adolescentes, se habían dejado influir por las doctrinas de maestros que no seguían el buen camino y enseñaban a no seguirlo. Y ella sentía que todo el esfuerzo de su vida se estaba inutilizando. ¿Qué hacer? Retirar a sus hijos de la escuela, era exponerlos a que suspendidos sus estudios, terminaran por sumergirse aún más en los vicios por dedicarse al ocio y vagancia del teatro al circo.

Lo peor de la situación era que ella misma ya no sabía qué actitud tomar respecto a sus convicciones religiosas y personales. Porque si éstas no habían servido para mantener a sus propios hijos en la buena senda, quizá fueran indicio de que estaba equivocada también ella. En fin, al dolor se sumaba la duda y el desconcierto no sabiendo qué sentido podría tener ya el continuar siendo fiel al recuerdo de su esposo difunto.

Todo esto y muchas otras cosas contó la mujer al santo eremita, que la escuchó en silencio y con cariño. Cuando terminó su exposición, el monje continuó en silencio mirándola. Finalmente se levantó de su asiento y la invitó a que juntos se acercaran a la ventana. Daba esta hacia la falda de la colina donde solamente se veía un arbusto, y atada a su tronco una burra con sus dos burritos mellizos.

-¿Qué ves? - le preguntó a la mujer quien respondió:

-Veo una burra atada al tronco del arbusto y a sus dos burritos que retozan a su alrededor sueltos. A veces vienen y maman un poquito, y luego se alejan corriendo por detrás de la colina donde parecen perderse, para aparecer enseguida cerca de su burra madre. Y esto lo han venido haciendo desde que llegué aquí. Los miraba sin ver mientras te hablaba.

-Has visto bien - le respondió el ermitaño-. Aprende de la burra. Ella permanece atada y tranquila. Deja que sus burritos retocen y se vayan. Pero su presencia allí es un continuo punto de referencia para ellos, que permanentemente retornan a su lado. Si ella se desatara para querer seguirlos, probablemente se perderían los tres en el desierto. Tu fidelidad es el mejor método para que tus hijos puedan reencontrar el buen camino cuando se den cuenta de que están extraviados.

Sé fiel y conservarás tu paz, aun en la soledad y el dolor. Diciendo esto la bendijo, y la mujer retornó a su casa con la paz en su corazón adolorido.


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios ser liberado de tu mal.

En una oportunidad, sentí al Señor que me traía el siguiente pensamiento: “me pediste que te liberara de los peligros de la calle, que te librara de la inseguridad, que te librara de la enfermedad y de tantas otras cosas… ¿Cómo aún no me has pedido que te liberara de ti mismo? Es decir, de cometer errores, de hablar lo incorrecto, de reaccionar injustamente y de tantas otras cosas.
Es que nosotros, con nuestras estructuras rígidas, con nuestros apegos, miedos y heridas, nos creamos cautiverios mentales en los cuales vivimos encerrados; habitaciones del alma en las que no entra la luz del sol, es decir, la luz de la Divina Providencia del Señor.
Por eso, te invito a que, en este día, le pidas al Señor que te libere de aquello que hay en ti y que, sin darte cuenta, te está lastimando a ti mismo y te impide crecer y ser feliz.

Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Salmo 18, 22-3


Justicia por la comunidad toba de Formosa


El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), cuyo coordinador nacional es el presbítero Ponciano Acosta, expresó, por medio de un comunicado, su repudio y preocupación por los hechos de violencia de los que es objeto la Comunidad "Toba Potae Napocna Navogoh" (La Primavera), en la provincia de Formosa, República Argentina.

En los últimos meses los Qom (como son llamados) sufrieron ataques a balazos y repetidos hechos de violencia por parte de criollos formoseños que irrumpen en el territorio toba.

Entre los casos violentos se resalta la agresión sufrida el 7 de enero por Rolando, uno de los hijos del cacique Félix Díaz. El joven agredido, quien recibió una herida en la cabeza por parte de 4 personas (una de ellas armada), logró huir del lote que ocupan los violentos dentro del territorio de la comunidad, en su bicicleta, ya que pretendían llevarlo hacia los pastos altos. Asimismo los Qom aseguran que la Gendarmería permanece inmutable ante la presencia de los usurpadores ebrios que los amenazan al pasar.

En su mensaje, ENDEPA pide a las autoridades “el pronto esclarecimiento y castigo de los culpables de este hecho” y agrega que creen firmemente y acompañan “la lucha de estos hermanos y hermanas por el respeto de sus derechos. No hay motivo para no escuchar el clamor que desde hace tiempo vienen manifestando”.

“Son siglos de sufrimiento que estos pueblos vienen soportando, resistiendo y esperando tiempos nuevos. Es hora de que reconozcamos la riqueza de su vida, su cultura, sus creencias. Es hora de que los dejemos vivir en paz, en la tierra que les pertenece, según sus pautas de vida. Es hora de que se cumplan, en los hechos, tantas leyes que están en los papeles. Este Equipo los seguirá acompañando, junto a otras Instituciones, para reclamar justicia donde corresponda”, concluye la carta de la Pastoral Aborigen.

Fuente: AICA on line
27 de enero de 2012


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. Agregamos también un pedido especial por los niños todavía no nacidos y en peligro de ser abortados y para que el Señor guarde en su seno a los que desgraciadamente ya lo fueron.

Pedimos oración por Raúl, de Bragado, Buenos Aires, Argentina, que está internado, muy débil en su salud y los médicos no encuentran solución para sus problemas. Con la plena confianza en que Jesús puede curarlo, acudimos a Él con nuestras plegarias.

Pedimos oración por la recuperación de la salud del niño Fabio Andrés, de Bogotá, Colombia, el que comenzó con una apendicitis y ya ha sido operado tres veces por complicaciones que van surgiendo. Pedimos a nuestro Padre Dios, que conforme a Su voluntad y por la obra redentora en Jesucristo, atienda los ruegos y súplicas que le elevamos por este niño.

Sumamos a estos pedidos de oración, todos los que sean dejados por los lectores en nuestro muro de Facebook.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


"Pequeñas Semillitas" por e-mail


Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratuitas y se realizan únicamente por invitación. Hay que solicitarlas a Melissa, la moderadora del Grupo a: picaflor05@gmail.com o picaflor.cl@gmail.com 
Las inscripciones son moderadas y pueden demorar un par de días, siendo importante que no te suscribas desde una computadora de tu oficina o lugar laboral, y que sólo te inscribas si de verdad estás dispuesto/a a leer todos los días nuestros mensajes e incluso compartirlos con tus amigos y conocidos reenviándoselos por correo electrónico.
Felipe de Urca


"Intimidad Divina"


Para gloria del Padre

“Yo honro a mi Padre… yo no busco mi gloria; no recibo de los hombres gloria” (Jn 8, 49-50; 5, 41). Evidentemente Jesús busca sólo la gloria del Padre y, para glorificar al Padre, ha tomado para sí la humillación más profunda, hasta hacerse “vergüenza de lo humano y asco del pueblo” (Sal 22, 7). Belén, Nazaret, el Calvario, son las tres grandes etapas de la vida humilde y escondida de Jesús, el cual vela a las miradas de los hombres su gloria de Hijo de Dios. Pero en su misma vida pública, que es donde más se manifiesta su divinidad, procura lo más posible esquivar la gloria de los hombres. Muchas veces, después de hecho un milagro, impone silencio: “Mirad que nadie lo sepa” (Mt 9, 30).

La gloria de Jesús es ser Hijo de Dios; no quiere otra. “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada: es mi Padre quien me glorifica” (Jn 8, 54). Como el Padre encuentra todas sus complacencias en su Hijo amado, así el Hijo se complace sólo en el Padre y en la gloria que el Padre le da, y aun ésta la acepta no tanto por sí sino cuanto porque redunda en honor del mismo Padre. Jesús sabe que después de su muerte resucitará para ser glorificado y reconocido como Hijo de Dios y Salvador del mundo, pero quiere que su gloria sirva a la glorificación del Padre: “Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti” (Jn 17, 1)

El cristiano que quiere vivir siguiendo a Cristo, busca únicamente la gloria de Dios y no quiere para sí otra gloria que la de hijo de Dios, hermano de Cristo y miembro de su Cuerpo Místico. La complacencia en la gloria humana y su búsqueda estorban y enceguecen en el camino del espíritu. Sólo una profunda humildad unida a una gran rectitud de intención permite al hombre descubrir las insidias y enredos de la soberbia, dar de lado resueltamente a las pretensiones del yo, hacer callar las voces internas de la jactancia y vana complacencia de sí y obrar sin preocuparse de la aprobación ajena, sino buscando únicamente la gloria de Dios.

Concédeme, oh Cristo, un ordinario apetito de imitarte en todas tus cosas, conformándome con tu vida, considerándola para saberla imitar y haberme en todas las cosas como te hubieras tú. Ayúdame por tanto a renunciar a cualquiera gusto que no sea puramente para honra y gloria de Dios y esto por amor tuyo, oh Jesús, que en esta vida no tuviste otro gusto ni le quisiste, que hacer la voluntad de tu Padre, lo cual llamabas tu comida y tu manjar.
Oh Señor, que yo te sirva con amor puro y entero, sin interés de gozo, gusto, consuelo y alabanza. Que yo te sirva sin ningún otro respecto y jugo que honra y gloria a Dios. (San Juan de la Cruz)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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