miércoles, 18 de enero de 2012

Pequeñas Semillitas 1596

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1596 ~ Miércoles 18 de Enero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Iniciamos hoy la edición de “Pequeñas Semillitas” con un cuento corto pero muy aleccionador. Dice así:
Un perro acostado lloraba sin cesar. Un turista curioso, le preguntó al dueño del perro, cual era la causa de semejante llanto.
El dueño miró al turista y le dijo:
“El suelo, que es de madera, tiene un clavo salido y mi perro se acostó sobre él“
“¿Y por qué su perro no se mueve del lugar?” - preguntó el turista con mucha curiosidad.
El dueño del perro miró al turista fijamente y exclamó:
“Lo que pasa es que el clavo no le pincha lo suficiente y por pereza no se mueve”.
Este relato breve pero impactante por su gran verdad, se aplica a muchas personas que están viviendo una situación o estado no deseable, por la sencilla razón de NO HACER NADA por remediarlo.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, entró Jesús de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio». Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?». Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano». Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra Él para ver cómo eliminarle.
(Mc 3,1-6)

Comentario
Hoy, Jesús nos enseña que hay que obrar el bien en todo tiempo: no hay un tiempo para hacer el bien y otro para descuidar el amor a los demás. El amor que nos viene de Dios nos conduce a la Ley suprema, que nos dejó Jesús en el mandamiento nuevo: «Amaos unos a otros como yo mismo os he amado» (Jn 13,34). Jesús no deroga ni critica la Ley de Moisés, ya que Él mismo cumple sus preceptos y acude a la sinagoga el sábado; lo que Jesús critica es la interpretación estrecha de la Ley que han hecho los maestros y los fariseos, una interpretación que deja poco lugar a la misericordia.
Jesucristo ha venido a proclamar el Evangelio de la salvación, pero sus adversarios, lejos de dejarse convencer, buscan pretextos contra Él: «Había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle» (Mc 3,1-2). Al mismo tiempo que podemos ver la acción de la gracia, constatamos la dureza del corazón de unos hombres orgullosos que creen tener la verdad de su parte. ¿Experimentaron alegría los fariseos al ver aquel pobre hombre con la salud restablecida? No, todo lo contrario, se obcecaron todavía más, hasta el punto de ir a hacer tratos con los herodianos —sus enemigos naturales— para mirar de perder a Jesús, ¡curiosa alianza!
Con su acción, Jesús libera también el sábado de las cadenas con las cuales lo habían atado los maestros de la Ley y los fariseos, y le restituye su sentido verdadero: día de comunión entre Dios y el hombre, día de liberación de la esclavitud, día de la salvación de las fuerzas del mal. Nos dice san Agustín: «Quien tiene la conciencia en paz, está tranquilo, y esta misma tranquilidad es el sábado del corazón». En Jesucristo, el sábado se abre ya al don del domingo.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santa Margarita de Hungría


Los reyes Bela IV y su mujer María de Lascaris, padres de Margarita, antes de nacer su hija en 1242, la habían ofrecido a Dios por la liberación de Hungría de los tártaros, prometiendo dedicar a su divino servicio en un monasterio a la primera hija que les naciera. El rey Bela, confiando en el Señor, juntó el mayor ejército que le fue posible y, al frente de él, salió contra aquellos enemigos, muy superiores en número y envalentonados con anteriores victorias. Al primer encuentro, los dejó vencidos y huyendo a su tierra. La calma volvió a sus dominios.

Poco tiempo después nació una niña a la que pusieron el nombre de Margarita. Con dolor, pero movidos por el amor de Dios, sus padres cumplen la promesa y confían su hija de cuatro años a las dominicas del monasterio de Veszprem, recientemente fundado. La niña, a medida que crece, va adquiriendo los hábitos de la contemplación.

En 1254, a sus doce años, Margarita hace profesión solemne en manos de Fray Humberto de Romanis, Maestro de la Orden, que volvía del capítulo general celebrado en Buda, ciudad principal de aquel reino.

Los reyes, sus padres, contentos de ver a su hija tan feliz en el monasterio, edificaron para ella otro convento en una isla formada por el gran río Danubio y lo dotaron como convenía. Veinte años tenía Margarita cuando, con otras insignes religiosas que la acompañaron, se trasladó al nuevo convento, implantando una vida de rígida observancia.

Al rey su padre, que la amaba tiernamente, le suplicaba que favoreciese a las iglesias, que amparase a viudas y a huérfanos, que hiciese limosnas a los pobres y los defendiese. Y así lo hacía el buen rey.

Como esta caridad, asimismo era grande su pureza. Por costumbres cortesanas, la pretendieron por esposa el Duque de Polonia, y los reyes de Bohemia y de Sicilia, haciéndole ver que obtendría la dispensa de los votos y que su enlace con dichos príncipes sería como un pacto de paz y de alianza entre los reinos. De negarse, sobrevendrían discordias y guerras. Ella se negó rotundamente: Se había consagrado al Señor como esposa y con nueva consagración y bendición se había velado en manos del Arzobispo de Estrogenia un día de Pascua del Espíritu Santo.

Murió el 18 de enero de 1270 estando presentes muchos religiosos de la Orden. Recibió los sacramentos y rezando el salmo In te, Domine, speravi, al llegar al versículo In manus tuas, su alma voló al cielo a la edad de 30 años.

Pío XII la invocaba en su canonización el 19 de noviembre de 1943 como mediadora de la tranquilidad y de la paz fundadas en la justicia y la caridad de Cristo, no sólo para su patria, sino para el mundo entero.

Fuente: Catholic.net


La frase de  hoy

“No basta con ser creyente,
hay que ser creíble”

Pedro Casaldáliga


Temas Médicos:
Las cabinas de bronceado 
pueden crear adicción


Las personas que utilizan frecuentemente las cabinas de bronceado presentan cambios en el cerebro y en el comportamiento similares a los de los adictos, según una investigación de la University of Texas Southwestern Medical Center (Estados Unidos) publicada en 'Addiction Biology'.

Según el estudio, la actividad cerebral y el flujo de sangre observados en los usuarios de las cabinas de bronceado son similares a los presentados por las personas adictas a las drogas y el alcohol.

Las personas que utilizan frecuentemente las cabinas de bronceado podrían estar estimuladas por una adicción neurológica, lo que podría explicar que sigan utilizando estas cabinas a pesar de que aumentan el riesgo de desarrollar melanoma, la forma más letal de cáncer de piel.

"El uso de cabinas de bronceado tiene efectos de recompensa en el cerebro con los que la gente puede sentirse obligada a seguir con esta actividad a pesar de ser mala para ellos", explica el profesor de psiquiatría y autor principal del estudio, el doctor Byron Adinoff, y añade que, una pregunta que se debe hacer en este campo es, "¿si algo es gratificante, puede ser también adictivo?".

Cerca de 120.000 nuevos casos de melanoma se diagnostican en Estados Unidos cada año, según datos de la Fundación de Cáncer de Piel. Las personas menores de 30 años que utilizan la cabina de bronceado una media de 10 veces al año tienen ocho veces más riesgo de desarrollar melanoma maligno. A pesar de que el conocimiento público de estos peligros ha crecido, también lo ha hecho el uso regular de las cabinas de bronceado.

En este estudio, los participantes utilizaron las cabinas de bronceado en dos ocasiones: una vez fueron expuestos a la radiación ultravioleta y otra vez a filtros especiales que bloquean la exposición a la radiación ultravioleta. Los participantes no sabían en qué sesión habían recibido la exposición real a rayos ultravioleta o la filtrada.

Además, en cada visita, a los participantes se les preguntó, antes y después de cada sesión, cómo de bronceados se sentían y se les administró un compuesto para medir el flujo sanguíneo cerebral mientras se bronceaban.

Adinoff, asegura que "el siguiente paso es crear una tecnología para promover cambios en el estudio del cerebro entre los usuarios frecuentes”.

Fuente: Psiquiatría.com


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios saber leer tu propio interior.

Cuando la pulsión de la propia ira te golpee, no permitas que, por tu intermedio, ella golpee con palabras o con gestos a quienes están cerca de ti.
Cuando la veas venir, retírate al interior del cuarto de tu corazón, y allí, si se lo pides, el Dios de la paz te serenará.
El mayor combate no es contra las fuerzas del mal…
El enemigo con el cual te deberás enfrentar, en este día, no se encuentra en otra persona, sino en el hombre viejo que aún habita en ti.
Dios lo sabe, por eso te ofrece su ayuda y te extiende su mano.
Entonces, cuando sientas que las pulsiones negativas acuden a tu mente o a tu corazón en forma de pensamientos, emociones o palabras, dile: “Por tu dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”

La envidia y la ira acortan la vida. Las preocupaciones hacen envejecer antes de tiempo. El que tiene un corazón alegre tiene buen apetito: lo que come lo aprovecha. Eclesiástico 30, 24-25


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud de Elena, que vive en Málaga, España, y hoy será operada de un tumor en la mandíbula, por lo que la ponemos en las manos de Jesús para que la tome en sus manos sanadoras en estos momentos de prueba.

Pedimos oración por Ximena, de Puerto Rico, que padece esclerosis múltiple, rogando a la Virgen de Lourdes que interceda por ella ante Jesús para que Él le conceda la hermosa gracia de superar esta enfermedad y poder realizar una vida normal.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


"Intimidad Divina"


Jesús revela al Padre

El evangelista Juan observa: “A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único que está en el seno del Padre, Él lo ha contado” (Jn 1, 18). Sólo Jesús, Hijo de Dios, puede darnos a conocer a Dios; sólo Él, en su cualidad de Verbo, es por naturaleza el Revelador de Dios. Del mismo modo que la palabra del hombre expresa su pensamiento, así el Verbo, Palabra sustancial del Padre, expresa al Padre, revela a Dios. Cuando el Verbo se encarna, sigue siendo lo que es, y por eso continúa siendo la Palabra, el resplandor, el Revelador de Dios.

Más de una vez, y con la pena de no ser comprendido, ha repetido Jesús: “si me conocierais a mi, conoceríais también a mi Padre” (Jn 8, 19; 14, 7). Y a Felipe que, durante la última Cena le pedía le dejase ver al Padre, le respondió en tono de manso reproche: “¿Tanto tiempo estoy con vosotros y no me conocéis, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre… ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?” (Jn 14, 9-10).

Jesús abre a los hombres el tesoro de la revelación con la máxima autoridad: “Nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre. Vosotros no le conocéis, pero yo le conozco, porque vengo de Él” (Jn 3, 11; 8, 38; 7, 28-29). La buena noticia traída por Jesús al mundo consiste sobre todo en la revelación de Dios caridad infinita, de Dios Padre amantísimo; sobre esta revelación se basa todo el Nuevo Testamento y toda la vida cristiana.

Tú, Señor Jesús, eres el mediador entre Dios y la humanidad (…) no un profeta cualquiera, sino el único necesario intérprete del misterio religioso, el único que une a Dios con el hombre y al hombre con Dios. Nadie puede conocer al Padre, tú lo has dicho, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo que eres Tú, oh Cristo, Hijo del Dios vivo, se lo haya querido revelar. Tú eres el Revelador auténtico, tú eres el puente entre el reino de la tierra y el reino de los cielos. Sin ti nada podemos hacer. (Paulo VI, Enseñanzas)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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