viernes, 27 de enero de 2012

Pequeñas Semillitas 1605

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1605 ~ Viernes 27 de Enero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Si alguna vez me siento solitario o solo, existe Alguien que me escuchará y me dará consuelo. Dios escuchará y me responderá con amor y bondad. Basta con tomar conciencia de la presencia de Dios dentro de mí para sentir una sobrecogedora oleada de amor y calidez. La presencia de Dios estará siempre dentro de mí, listo para consolarme. Sé que no estoy solo.
Si me encuentro en una situación en la que me siento inseguro, afirmo que Dios me está protegiendo y guiándome de manera segura y efectiva. Confío en salir de esta experiencia fortalecido y renovado. Hablo a Dios en la oración, liberándome de todo lo que me preocupa. Sé que Dios escucha y luego me habla a través de pensamientos e ideas que me muestran claramente el camino. Sé qué hacer y tengo fuerzas para hacerlo. Dios me protege y me guía.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.
(Mc 4,26-34)

Comentario
Hoy Jesús habla a la gente de una experiencia muy cercana a sus vidas: «Un hombre echa el grano en la tierra (...); el grano brota y crece (...). La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga» (Mc 4,26-28). Con estas palabras se refiere al Reino de Dios, que consiste en «la santidad y la gracia, la Verdad y la Vida, la justicia, el amor y la paz» (Prefacio de la Solemnidad de Cristo Rey), que Jesucristo nos ha venido a traer. Este Reino ha de ser una realidad, en primer lugar, dentro de cada uno de nosotros; después en nuestro mundo.
En el alma de cada cristiano, Jesús ha sembrado —por el Bautismo— la gracia, la santidad, la Verdad... Hemos de hacer crecer esta semilla para que fructifique en multitud de buenas obras: de servicio y caridad, de amabilidad y generosidad, de sacrificio para cumplir bien nuestro deber de cada instante y para hacer felices a los que nos rodean, de oración constante, de perdón y comprensión, de esfuerzo por conseguir crecer en virtudes, de alegría...
Así, este Reino de Dios —que comienza dentro de cada uno— se extenderá a nuestra familia, a nuestro pueblo, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Porque quien vive así, «¿qué hace sino preparar el camino del Señor (...), a fin de que penetre en él la fuerza de la gracia, que le ilumine la luz de la verdad, que haga rectos los caminos que conducen a Dios?» (San Gregorio Magno).
La semilla comienza pequeña, como «un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas» (Mc 4,31-32). Pero la fuerza de Dios se difunde y crece con un vigor sorprendente. Como en los primeros tiempos del cristianismo, Jesús nos pide hoy que difundamos su Reino por todo el mundo.
Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)


Santoral Católico:
Santa Ángela de Merici
Virgen y Fundadora


Nació en Italia en 1474 y tiene el mérito de haber fundado la primera comunidad religiosa femenina para educar niñas.

Se crió en una familia campesina muy creyente, donde cada noche leían la vida de un Santo, y esto la enfervorizaba mucho y la entusiasmaba por la religión. Quedó huérfana de padre y madre cuando aún era muy niña y esto la impresionó muchísimo. Después durante toda su vida le pediría perdón a Dios por no haber confiado lo suficientemente en su juventud en la Providencia Divina que a nadie abandona.

Su infancia es muy sufrida y tiene que trabajar duramente pero esto la hace fuerte y la vuelve comprensiva con las niñas pobres que necesitan ayuda para poderse instruir debidamente. Se hace Terciaria Franciscana y sin haber hecho sino estudios de primaria, llega a ser Consejera de gobernadores, obispos, doctores y sacerdotes. Es que había recibido del Espíritu Santo el Don del Consejo, que consiste en saber lo que más conviene hacer y evitar en cada ocasión.

Viendo que las niñas no tenían quién las educara y las librara de peligros mortales, y que las teorías nuevas llevaban a la gente a querer organizar la vida como si Dios no existiera, fundó la Comunidad de Hermanas Ursulinas (en honor a Santa Úrsula, la santa mártir del siglo IV, que dirigía el grupo de muchachas llamadas "Las once mil vírgenes", que murieron por defender su religión y su castidad).

Lo que más le impresionaba era que las niñas de los campos y pueblos que visitaba no sabían nada o casi nada de religión. Sus papás o no sabían o no querían enseñarles catecismo. Por eso ella organizó a sus amigas en una asociación dedicada a enseñar catecismo en cada barrio y en cada vereda.

Ángela era de baja estatura pero tenía todas las cualidades de líder y de guía para influir en los demás. Y además tenía mucha simpatía y agradabilidad en su trato.

En Brescia fundó una escuela y de allí se extendió su Comunidad de Ursulinas por muchas partes. Un grupo de 28 muchachas muy piadosas se vino a vivir en casa de Ángela y con ellas fundó la Comunidad. En una visión contempló un enorme grupo de jóvenes vestidas de blanco que volaban hacia el cielo, y una voz le dijo: "Estas son tus religiosas educadoras".

La gente consideraba a Santa Úrsula como una gran líder o guía de mujeres. Por eso Ángela puso a sus religiosas el nombre de Ursulinas. La Comunidad de Ursulinas fue fundada en 1535, y cinco años después murió su fundadora, Santa Ángela, el 27 de enero de 1540. Fue canonizada en 1807.

Sus últimas palabras fueron: "Dios mío, yo te amo". Que estas sean también las palabras que nosotros digamos no sólo al tiempo de morir, sino muchísimas veces durante toda nuestra vida.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

Al final del camino de la vida,
no te preguntarán ‘qué tienes’, sino ‘quién eres’.
¿Cuál será tu respuesta?
Tú eres la mayor riqueza para ti mismo
y esa riqueza nadie puede quitártela.
Porque tú no eres lo que tienes, sino lo que eres.

René Trossero


Tema del día:
Valerse de los errores del pasado


Siempre que uno pasa por un problema fuerte, ya sea amoroso o laboral, quisiera que luego de pasada la tormenta este recuerdo desapareciera de nuestra memoria como por arte de magia; creemos que así podríamos evitar todo el sufrimiento que esto nos acarrea.

Asimismo, los arrepentimientos por haber tomado una mala decisión también nos hacen desear retroceder en el tiempo para hacer bien las cosas, y en otras ocasiones deseamos olvidar todas las oportunidades que desperdiciamos para no sufrir con el recuerdo.

A menudo, el no haber concretado nuestros sueños o alcanzado nuestras metas nos hace sentirnos tristes y deprimidos, por la falta de éxito o porque nunca tuvimos el trabajo que soñamos. Sin embargo, olvidarlo todo no es la solución al problema, pues podemos sacar provecho de todas estas experiencias.

Lamentarnos todo el tiempo por lo que perdimos o dejamos de hacer en su momento, lo único que nos va a traer son remordimientos y atraso; en cambio, si tenemos presente los errores pasados con una mirada optimista, nos ayudarán a no cometerlos nuevamente.
Si aprendemos a aceptar las situaciones como tales, es más probable que aprendamos a ser felices y logremos una familia feliz. Lo único que hay que tener en cuenta es que si nos quedamos esclavos de nuestros recuerdos y frustraciones, nos vamos a estancar.

Según algunos expertos, el tratar de olvidar algo, no hace desear más lo que no queremos recordar; por ello es muy importante que cuanto antes superemos el asunto.

Ojo que el hecho de aceptar nuestra situación tal como es no implica actuar de forma conformista, pues mientras más conozcamos nuestros defectos y errores pasados, más sabremos cómo enfrentar los nuevos retos y decisiones que se nos presenten.

Por último, agradece a Dios por lo que has logrado hasta el momento si ya no estás en posibilidad de cambiar tu futuro; en cambio, aprovecha para ayudar a tus seres queridos a lograr sus objetivos en la vida y a llevar una mejor relación de pareja.


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios que Él sea tu centro.

Muchos de nuestros problemas y conflictos en las relaciones interpersonales se originan en el egocentrismo que se esconde en nosotros y que aun nos domina.
El “yo” ocupa la mayoría de nuestro tiempo y consume gran parte de nuestras energías.
Qué difícil es descentrarnos de nosotros mismos para centrarnos en Dios, pero, a la vez, qué necesario es poder lograrlo para alcanzar la verdadera paz interior y poder construir un proyecto de vida de manera duradera.
Mientras que, al menos, no anhelemos con todas las fuerzas de nuestra alma luchar contra el egocentrismo del hombre viejo para pasar al cristocentrismo del hombre que en nosotros se debe ir renovando de día en día, no podemos creer que estamos avanzando algo en la vida espiritual.

Señor, a quién iremos, sólo Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros sabemos y creemos que Tú eres el Hijo de Dios. Juan 6, 68


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. Agregamos también un pedido especial por los niños todavía no nacidos y en peligro de ser abortados y para que el Señor guarde en su seno a los que desgraciadamente ya lo fueron.

Pedimos oración por el joven Cristian Román, de 19 años de edad, originario de Chile, que padece adicción a ciertas drogas, sin conciencia de su enfermedad, que lo lleva a situaciones muy difíciles con gran angustia para su mamá. Que el Espíritu Santo more en él para que su mente y su corazón se aclaren y pueda comprender su situación y busque la ayuda necesaria para salir de su infierno.

Pedimos oración por dos personas de Rosario, Argentina, que son Juan Alberto y Jesús Sebastián, ambos enfermos con problemas mentales, confiando en la misericordia divina y en la fuerza de nuestras plegarias, para que el Señor les conceda la gracia de superar sus problemas y llegar a curarse.

Pedimos oración por Kelly de El Salvador para que logre obtener el trabajo que desea. También por la familia Ortiz rogando al Señor les conceda salud y bienestar.

Seguimos rezando por José Cruzat, el jovencito chileno trasplantado de corazón a quien hoy le harán una extracción de líquido en el tórax. Que Jesús y María lo sigan amparando.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


"Intimidad Divina"


En las obras del Padre

“Las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, esas mismas obras realizo. Tengo que trabajar en las obras del que me ha enviado” (Jn 5, 36). Jesús no tiene otra mira que cumplir la misión confiada por el Padre, para gloria del Padre mismo y para la salvación de la humanidad. Arde en deseo de cumplir hasta el fin ese cometido, y con ese vivo deseo va al encuentro de la Pasión y se abraza a la cruz. Todo creyente está llamado a participar en la gran obra redentora de Jesús, mas los consagrados a Dios tienen un encargo especial de ello: “movidos por la caridad que el Espíritu Santo derrama en sus corazones –enseña el Concilio-. Viven más y más para Cristo y su Cuerpo que es la Iglesia”.

Jesús no sólo se da completamente a la misión confiada por el Padre, sino que, en el cumplimiento de dicha misión y en toda circunstancia, obra siempre en unión con el Padre en perfecta armonía con Él, en dependencia de Él, comportándose según lo que en Él ve y de Él escucha o aprende. Sus acciones no hacen más que traducir al  modo humano y tangible la invisible e incesante obra del Padre: “El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; lo que hace Él, eso lo hace también igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace” (Jn 5, 19-20).

Aunque en forma mucho más modesta y sólo por analogía, pero siempre de un modo real, todo fiel que vive en gracia puede decir: no estoy solo, porque la Trinidad está en mí; está en mí el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Su actitud, a semejanza de la de Cristo, debe ser ésta: obrar en continua dependencia de Dios presente en Él, escuchar su voz íntima y el movimiento interior de la gracia, y actuar en consecuencia. Todas las obras que salgan de esta línea, por grandes que sean, son sobrenaturalmente vanas y estériles.

¡Oh Jesús! Que pueda yo imitarte haciendo de la salvación de los hombres la obra de mi vida, de modo que esta palabra “Salvador” exprese perfectamente lo que soy, así como indica perfectamente lo que eres Tú. Por eso quiero hacerme todo a todos con un deseo único en el corazón, el de date a las almas…
Señor, enciende en mí un deseo apasionado de salvar a las almas; que sepa disponerlo y hacerlo todo en función de esto, que sepa anteponer a todo el bien de las almas, que ponga todo empeño en servirme perfectamente de los medios que me has dado para convertir y salvar a los infieles: oblación del Santo Sacrificio, adoración del Santísimo Sacramento, bondad, oración, penitencia, buen ejemplo, santificación personal. “Cual es el pastor, tal es el pueblo”. “El bien que hace en el alma está en proporción directa de su espíritu interior” (C. de Foucauld)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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