lunes, 9 de enero de 2012

Pequeñas Semillitas 1587

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1587 ~ Lunes 9 de Enero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
El éxito o el fracaso como ser humano no es una cuestión de suerte, las circunstancias, el destino o cualquier otro de los viejos clichés. Esas son sólo excusas. El poder para lograr la vida de tus sueños está en tus manos y el primer paso para la activación es la identificación de los objetivos específicos que harán tus sueños realidad. Después de todo, es mucho más fácil conseguir cosas en la vida cuando se sabe a dónde se va y exactamente lo que se quiere.
Jim Rohn dice, "Usted no puede cambiar su destino durante la noche, pero usted puede cambiar su dirección durante la noche." Creación de una declaración de metas te ayudará a cambiar tu dirección. En tan sólo unos minutos puedes cambiar de una existencia ordinaria a una vida extraordinaria.
Andar por la vida sin metas es un gran error ya que es como salir a navegar  mar adentro sin un mapa de ruta, ¡puedes terminar en cualquier parte!


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.
(Mc 1,14-20)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos invita a la conversión. «Convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). Convertirse, ¿a qué?; mejor sería decir, ¿a quién? ¡A Cristo! Así lo expresó: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10,37).
Convertirse significa acoger agradecidos el don de la fe y hacerlo operativo por la caridad. Convertirse quiere decir reconocer a Cristo como único señor y rey de nuestros corazones, de los que puede disponer. Convertirse implica descubrir a Cristo en todos los acontecimientos de la historia humana, también de la nuestra personal, a sabiendas de que Él es el origen, el centro y el fin de toda la historia, y que por Él todo ha sido redimido y en Él alcanza su plenitud. Convertirse supone vivir de esperanza, porque Él ha vencido el pecado, al maligno y la muerte, y la Eucaristía es la garantía.
Convertirse comporta amar a Nuestro Señor por encima de todo aquí en la tierra, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Convertirse presupone entregarle nuestro entendimiento y nuestra voluntad, de tal manera que nuestro comportamiento haga realidad el lema episcopal del Santo Padre, Juan Pablo II, Totus tuus, es decir, Todo tuyo, Dios mío; y todo es: tiempo, cualidades, bienes, ilusiones, proyectos, salud, familia, trabajo, descanso, todo. Convertirse requiere, entonces, amar la voluntad de Dios en Cristo por encima de todo y gozar, agradecidos, de todo lo que acontece de parte de Dios, incluso contradicciones, humillaciones, enfermedades, y descubrirlas como tesoros que nos permiten manifestar más plenamente nuestro amor a Dios: ¡si Tú lo quieres así, yo también lo quiero!
Convertirse pide, así, como los apóstoles Simón, Andrés, Jaime y Juan, dejar «inmediatamente las redes» e irse con Él (cf. Mc 1,18), una vez oída su voz. Convertirse es que Cristo lo sea todo en nosotros.
Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Adrian de Canterbury
Abad


San Adrián había nacido en África. Era abad de Nérida, cerca de Nápoles, cuando el Papa San Vitaliano, a la muerte de San Adeodato, arzobispo de Canterbury, le escogió por su ciencia y virtud para instruir a la nación inglesa, aún joven en la fe. El humilde siervo de Dios trató de declinar la elección, recomendando a San Teodoro para el cargo, pero se mostró dispuesto a compartir los trabajos de la misión. El Papa accedió a sus súplicas y le nombró asistente y consejero del nuevo obispo, en lo cual San Adriano convino gustosamente.

San Teodoro le nombró abad del monasterio de San Pedro y San Pablo de Canterbury, que más tarde había de llamarse San Agustín, donde nuestro santo enseñó el griego, el latín, la ciencia de los Padres y, sobre todo, la virtud. Bajo Adrián y Teodoro, la influencia de la escuela monástica de Canterbury se extendió enormemente. San Aldelmo acudió a ella desde Wessex, Oftforo desde Whitby, y otros estudiantes desde Irlanda. Era una escuela de Derecho Romano y de Ciencias eclesiásticas. Beda refiere que los discípulos de San Adrián conocían bastante bien el griego y hablaban el latín como el inglés. San Adrián ilustró el país con su doctrina y el ejemplo de su vida, durante treinta y nueve años. Murió el 9 de enero del ano 710.

Goscelino de Canterbury nos ha dejado una narración muy interesante del descubrimiento de los restos de San Adrián, que se hallaban incorruptos y despedían una suave fragancia. Las recientes excavaciones confirman este relato.

La tumba de San Adrián se hizo famosa por los milagros en ella obrados, según nos dice Goscelino, citado por Guillermo de Malmesbury.

Fuente: Catholic.net


La frase de  hoy

Más que mis manos en un teclado,
más que una sonrisa frente a un monitor,
más que la emotividad de un email,
la amistad es la fuerza espiritual...
que una persona recibe,
cuando descubre que hay otra que cree en ella...
y descarta la soledad.

Nancy Nangel


Tema del día:
Silencio orante de la Iglesia


"No podemos ir a la iglesia con un corazón disperso. Tampoco es el lugar para saludos, conversaciones que distraen"

Las iglesias, para los católicos, son un espacio muy especial. En ellas se celebra la Santa Misa. En ellas se imparte el sacramento de la confesión. En ellas queda reservado, en el Sagrario, el Cuerpo de Cristo. En ellas podemos encontrar un refugio para intimar con quien nos salva. Cada iglesia es, sencillamente, la casa de Dios.

Por eso, al entrar en un templo, la actitud que nace de la fe es la de un silencio orante. El lugar sagrado nos invita a abrir el corazón a las luces de Dios, al mundo del espíritu, a la gracia que salva.

No podemos ir a la iglesia con un corazón disperso. Tampoco es el lugar para saludos, para palabras vanas, para conversaciones que distraen.

Desde una mirada de fe, la iglesia se convierte en un lugar apto, maravilloso, para el encuentro con Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1185) dice, al respecto, que “el templo también debe ser un espacio que invite al recogimiento y a la oración silenciosa, que prolonga e interioriza la gran plegaria de la Eucaristía”.

El alma, entonces, puede hacer suyas las palabras del salmista:

“¡Qué amables tus moradas, oh Yahveh Sebaot! Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yahveh, mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo. Hasta el pajarillo ha encontrado una casa, y para sí la golondrina un nido donde poner a sus polluelos: ¡Tus altares, oh Yahveh Sebaot, rey mío y Dios mío! (...) Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre” (Sal 84,2-5).

Fernando Pascual LC


Humor:
Nuevos títulos


Sabemos por experiencia que iniciar los lunes es un poco difícil… Entonces vamos a poner una notita de humor para que no sea tan pesado el primer día laborable de la semana.

Dicen que quien no tiene un título llamativo hoy en día es porque no quiere… Aquí van algunas sugerencias para mejorar el impacto del “Curriculum Vitae”:

* Especialista en Logística y Distribución de Documentos
   (Mensajero)

* Coordinador Adjunto de Control de Admisiones y Salidas de Personal
   (Portero)

* Coordinador Oficial de Movimiento Nocturno
   (Vigilante)

* Distribuidor Externo de Recursos Humanos VIP
   (Chofer de taxi)

* Especialista en Logística de Energía Combustible
   (Despachador de gasolinera)

* Auxiliar de Servicios de Ingeniería Civil
   (Albañil)

* Enlace Externo Avanzado en Logística de Documentos
   (Mensajero con moto)

* Consultor de Asuntos Generales y No Específicos
   (Adivino, brujo, lector de cartas)

* Técnico de Marketing Dirigido
   (Repartidor de propaganda)

* Especialista en Logística de Alimentos
   (Camarero)

* Abastecedor Cualificado de Sólidos y Líquidos en Lugares de Alta Concentración
   (Vendedor de cerveza y sándwiches en el estadio)

* Distribuidor Externo de Productos Importados de Alta Rotación
   (Vendedor ambulante)

* Técnico en Mantenimiento Sanitario de Vías Públicas
   (Barrendero)

* Director General Adjunto de Asuntos sin Importancia
   (Diputado)

El más impactante de todos:

* Técnico en Recepción y Archivo Definitivo de Recursos Humanos
    (Sepulturero)

Enviado por Gloria M.


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios que sane la confianza en ti mismo

Si Dios confía en ti y cree que puedes ser transformado y crecer en santidad… ¿por qué tú no le crees?
Es que algunos cargan con una sensación de desconfianza en sí mismos, que proviene de las palabras negativas que pudieron haberle dicho durante la niñez.
Deja que el Señor sane tu memoria auditiva de frases dañinas que, alguna vez, alguien te dijo, tales como:
“No sirves para nada”, “Eres de lo peor”, “Nunca vas a cambiar”.
Ten presente que nuestro Dios es especialista en cambios. Si lo dudas, lee los Evangelios y te encontrarás con hombres y mujeres a los que Él eligió y que, en un principio, parecían no tener esperanzas de cambio.
Sin embargo, el poder del Espíritu Santo fue transformando sus vidas día a día.
Lo mismo hizo a lo largo de la historia con grandes pecadores.
Entonces, ¿por qué dudas que también puede hacerlo contigo y con quienes amas?

Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía. Juan 1, 50


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por José Luis, de México, que tiene un tumor en la cabeza, rogando a la Virgen de Guadalupe que interceda por él para que el Señor le conceda la gracia de curarse.

Pedimos oración por Reinaldo que se encuentra confinado en la cárcel de New Haven en Conneticut, esto es en Estados Unidos. Él tiene la tercera vista en la corte este próximo miércoles. Rogamos para que nuestros Padre Celestial Dios, tenga compasión y lo libere de toda culpa para que haga una nueva vida con su familia. Él dentro de la cárcel ha reconocido todos sus pecados y demuestra un arrepentimiento completo y su deseo es realizar una nueva vida acompañada de Dios, de sus hijos y familiares.

Nuestra lectora Marta Mercedes nos pide oraciones por su hijo Víctor, ya que en esta semana parte hacia otro país a cursar estudios para obtener su titulo Universitario. Que Nuestra Madre Santísima interceda ante nuestro Señor Jesucristo para que lo ilumine y proteja siempre.

Pedimos oración por Gonzalo que es un chico de Córdoba, Argentina, que se encuentra internado en terapia intensiva con respirador artificial por un tumor cerebral, por lo que lo ponemos en las manos de la Virgen de Lourdes para que ella interceda por él ante Jesús y se haga Su voluntad.

Pedimos oración por Eduardo, que vive en California, quien está pasando momentos difíciles, rogando que la Santísima Trinidad lo arrope y saque de sus problemas y cubra sus intenciones.

Pedimos oración por los 21 años de Jefferson Samir, que vive en Colombia y que ya culminó la prestación de su Servicio Militar. La familia agradece a Jesucristo por su vida, su salud y su bienestar, y pide que ilumine siempre su proyecto de vida, pues de ahora en adelante los retos serán enormes, pero con la ayuda del Santísimo, todo saldrá bien.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén


"Intimidad Divina"

Jesús, vid verdadera

Jesús es el único “mediador” entre Dios y los hombres (1 Tm 2, 5) pero no se ha contentado con redimir la humanidad manteniéndose a distancia de sus redimidos, sino que su salvación se opera en él, mediante una íntima comunión entre Él y los hombres. Es este el gran misterio de la incorporación a Cristo, revelado por Él mismo la tarde anterior a su Pasión. “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador… Permaneced en mi y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede llevar fruto de si mismo si no permaneciere en la cepa, así tampoco vosotros si no permaneciereis en mi” (Jn 15, 1-4).

Ni siquiera un mínimo grado de gracia puede llegar al hombre sin la mediación de Cristo, igual que a la rama separada del árbol no le puede llegar la más pequeña gota de savia. “La verdadera vid es Cristo, que comunica la vida y la fecundidad a los sarmientos, que somos nosotros que permanecemos en Él por medio de la Iglesia, y que sin Él nada podemos hacer” (LG 6)

“Permaneced en mi” (Jn 15, 4). No se puede permanecer sino donde ya se esta. Jesús dice “Permaneced en mi” porque la inserción en Él es un hecho ya consumado, merecido por todos los hombres por su muerte y resurrección y realizado para cada uno de ellos en el momento del bautismo. Cristo ha injertado la humanidad a sí al precio de su sangre; el hombre, pues, “está” en Él, pero depende de su buena voluntad el “permanecer en Él” del modo más pleno y vital, para que su inserción en Cristo sea cada vez más profunda, para vivir intensamente su unión con Él, para hacer de Él su centro, su sol. Cuanto más hace el cristiano por permanecer en Cristo, tanto más penetra en Él como su pequeño sarmiento y más abundante recibe de Él la savia de la gracia.

¡Oh Jesús! Tú dices: Como el Padre me amó, yo os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Ahí está la razón de la bondad de nuestras obras. ¿Y de dónde había de venir esa bondad a nuestras obras sino de la fe que obra por el amor? ¿Cómo pudiéramos nosotros amar si antes no fuésemos amados? Diciendo “como el Padre me ha amado así también os he amado yo” te presentas como Mediador entre Dios y los hombres, ¡oh Jesús! Porque también el Padre nos ama a nosotros, pero nos ama en ti, ya que pone su gloria en que llevemos mucho fruto estando unidos a la vid, o sea al Hijo, y nos hagamos discípulos tuyos. (San Agustín)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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