martes, 24 de enero de 2012

Pequeñas Semillitas 1602

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1602 ~ Martes 24 de Enero de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
Hacer espacio para los demás -tener un corazón grande- tiene que ver con "dejarnos pacificar". El espacio que tenemos para los demás es el que le damos a Dios en nuestro interior. Lo que produce rechazo en los demás es nuestra falta de paz interior; nuestro espacio mal ocupado y desordenado. La persona con miedos, con neuras, con arrebatos, hace que uno se aleje de ella. En cambio la persona pacificada, mansa, dueña de sí, atrae sin sofocar y pone bien las distancias, de modo que no haya fugas ni huidas.
Tomamos prestadas estas palabras de la Beata Madre Teresa de Calcuta para iniciar con ellas la presente edición de “Pequeñas Semillitas”, sugiriendo leerlas un par de veces más, hasta hacer que penetren en nuestro corazón.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, llegan la madre y los hermanos de Jesús, y quedándose fuera, le envían a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». Él les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?». Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
(Mc 3,31-35)

Comentario
Hoy contemplamos a Jesús —en una escena muy concreta y, a la vez, comprometedora— rodeado por una multitud de gente del pueblo. Los familiares más próximos de Jesús han llegado desde Nazareth a Cafarnaum. Pero en vista de la cantidad de gente, permanecen fuera y lo mandan llamar. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan» (Mc 3,31).
En la respuesta de Jesús, como veremos, no hay ningún motivo de rechazo hacia sus familiares. Jesús se había alejado de ellos para seguir la llamada divina y muestra ahora que también internamente ha renunciado a ellos: no por frialdad de sentimientos o por menosprecio de los vínculos familiares, sino porque pertenece completamente a Dios Padre. Jesucristo ha realizado personalmente en Él mismo aquello que justamente pide a sus discípulos.
En lugar de su familia de la tierra, Jesús ha escogido una familia espiritual. Echa una mirada sobre los hombres sentados a su alrededor y les dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,34-35). San Marcos, en otros lugares de su Evangelio, refiere otras de esas miradas de Jesús a su alrededor.
¿Es que Jesús nos quiere decir que sólo son sus parientes los que escuchan con atención su palabra? ¡No! No son sus parientes aquellos que escuchan su palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios: éstos son su hermano, su hermana, su madre.
Lo que Jesús hace es una exhortación a aquellos que se encuentran allí sentados —y a todos— a entrar en comunión con Él mediante el cumplimiento de la voluntad divina. Pero, a la vez, vemos en sus palabras una alabanza a su madre, Maria, la siempre bienaventurada por haber creído.
Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera (Corró d'Avall, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Francisco de Sales
Obispo de Ginebra y Doctor de la Iglesia


Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio "patrono de los periodistas".

Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.

Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: "Introducción a la vida devota", cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquellos tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

"¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?"

Hay una amistad que no se puede olvidar: la que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referida a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle la autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.

Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales escribió: "No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo"

Fuente: EWTN


Las frases de hoy


"Las personas a quienes naturalmente nos sentimos poco inclinados, han de ser cabalmente, y con frecuencia, el objeto de nuestra dulzura y caridad."

"En esta vida la paciencia ha de ser el pan de cada día; pero la necesitamos en particular para nosotros, porque nadie se nos hace tan pesado como nosotros mismos."

"¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis."

San Francisco de Sales


Historias:
De enfermera y concejal... a monja


María Teresa Martínez Vallvey, vecina de Pamplona de 35 años, acaba de rehusar a su plaza de enfermería después de años de estudio y tres oposiciones. "Renuncié el mismo día en que tomé posesión del puesto", comenta alegre. También ha dejado su acta de concejal por UPN en el Ayuntamiento de Berrioplano y, en breve, se despedirá de su familia y amigos para comenzar una nueva etapa en su vida.

"A mí no se me apareció ningún ángel para alertarme. Mi vacío interior era cada vez mayor", relata sobre su decisión: convertirse en monja de la orden de la Madre Teresa de Calcuta, las Misioneras de la Caridad.

Nacida en Bilbao, pero en Pamplona desde 1989, ella es la pequeña de 9 hermanos. Estudió enfermería en la Universidad de Navarra y, hasta la fecha, desempeñaba su trabajo como enfermera en el Hospital de Navarra. Durante esta legislatura ha sido concejal de UPN en Berrioplano. "Entré en política porque sabía que había recibido de la sociedad formación, y quería transmitirlo de alguna manera. Pero no es mi camino", comenta.

"Siempre he intuido que estaba puesta por Dios para algo. Él nos preguntará al final que hemos hecho con nuestra vida. Y yo tenía un vacío, a pesar de tener todo lo que una persona puede tener", comenta mientras recuerda los últimos tres años, en los que se ha fraguado, poco a poco, su decisión definitiva.

"Para mí la fe siempre ha estado ahí, pero en distintos niveles de importancia en mi vida en función de los años. Hace tres años empecé a rezar más. Me gusta mucho esa frase de Santa Teresa en la que se dice que para un cristiano que no haga oración ni 15 minutos al día no necesita ya demonio que le tiente", reflexiona.

En el verano de 2009, movida por una inquietud que le impulsaba a conocer el tercer mundo y la pobreza, llegó a la India, cerca de Calcuta. "Caí en shock. Lo duro no fue ver a la gente en la calle o la pobreza tan grande. Lo duro para mí fue el contraste de mi vida con lo que allí me encontré. Fui allí con otra médico y una farmacéutica y por la mañana ayudábamos en un asilo de gente necesitada en Predman y por la tarde en un lugar que creó la Madre Teresa en Kalighat, donde la gente va a morir", cuenta. En la India encontró lo que había echado de menos en su vida.

"Al volver a Pamplona, entristecí. Allá no había sentido una llamada especial a mi vocación y la dejé aparcada, junto a la tumba de la Madre Teresa de Calcuta. Le di muchas vueltas a todo y mi director espiritual me recomendó que lo dejara todo escrito, por si me servía en un futuro para conocer la llamada", rememora María Teresa Martínez.

Desde entonces, comenta, se dedicó a "cumplir el mensaje de la Madre Teresa" con su familia, con sus amigos o con los enfermos. "Pero, de verdad, nada me llenaba. El vacío que sentí era muy grande y no quería quedarme en verano en Pamplona. Sin embargo, se me cerraron todas las puertas de las ONG para poder acudir a algún lugar. Casualmente, a través de una amiga, pude acudir a Nápoles a colaborar en un campamento de niños con familias con problemas", expone sobre cómo dio otro paso hacia su decisión.

"En Nápoles me entró la paz y la alegría, las monjas que allí había me dieron envidia. Tras leer textos de la Madre Teresa a su vuelta a Pamplona decidió dar un paso más para disipar sus dudas y pasó 15 días en Madrid en un convento. "Ahora me encaja el puzzle de mi vida", relata mientras asegura que lo deja todo "para ser feliz". "A pesar de cambiar la comodidad de mi vida actual por otra que puede ser más un camino de espinas", señala.

En enero marchará medio año al centro que la orden de las Misioneras de la Caridad tienen en Sabadell. Será su primer paso. Luego vendrá el noviciado en Roma y, por último, los votos. "Luego, donde toque", concluye.

Extraído de Diario de Navarra


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios ser libre del infantilismo espiritual.

Hay quienes aun siendo personas muy devotas, tienen una mentalidad casi mágica y corren detrás de las apariciones de Jesús y de su Madre.
Ya sea que las apariciones sean auténticas o no, si dedicaran ese tiempo a correr hacia el Sagrario, para entrar en el interior del propio corazón y para salir en busca del hermano sufriente, entonces agradarían mucho más a Dios, alcanzarían en poco tiempo la santidad y Dios les concedería más gracias que si Él mismo o su Madre se les apareciese.

Jesús dijo después a sus discípulos “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del Hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo…” Lucas 17, 22-24


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. Agregamos también un pedido especial por los niños todavía no nacidos y en peligro de ser abortados y para que el Señor guarde en su seno a los que desgraciadamente ya lo fueron.

Pedimos oración por José, de Villa Gesell, Argentina, que tiene problemas cardíacos y se niega a ir al médico, rogando al Señor que actúe en él para que busque ayuda y para que la misma sea efectiva y se pueda controlar su afección.

A través de Facebook, nuestra amiga María Esther nos pide oraciones por Juan Carlos y por Lourdes, para que Dios los ilumine y puedan ellos aceptar Su voluntad en los momentos difíciles que la vida plantea. Que así sea.

Por la misma vía nos llega un pedido de oración por Analía, que presenta un nódulo en la tiroides y los médicos piensan en la posibilidad de que sea cancerígeno, para que Jesús Misericordioso la proteja y todo se resuelva de manera benigna.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración.


"Intimidad Divina"


Yo estoy en el Padre

Lo que más nos interesa de Jesús son sus disposiciones íntimas para con Dios y sus relaciones con Él. Jesús es el Hijo de Dios: aquí está toda su grandeza, la razón de su santidad. Es el único Hijo de Dios por naturaleza; pero, a su imagen y por su mediación, los creyentes son hijos de Dios por gracia, ya que el Padre los ha predestinado “a ser hijos adoptivos por medio de Jesucristo” (Ef 1, 51). Jesús ha hecho a los hombres partícipes de la filiación divina que sólo a Él le pertenece por naturaleza; por eso, a imitación suya, toda la grandeza y la santidad del cristiano consiste en vivir en plenitud como hijos de Dios.

“El Padre está en mí y yo en el Padre” (Jn 10, 38) dice Jesús, revelando su íntima unión con Él. El alma de Cristo está totalmente abismada en la Santísima Trinidad; su entendimiento goza de la visión beatífica y esa visión ve a Dios cuya naturaleza misma posee. Conoce a la Persona del Verbo como objeto de toda su actividad humana; ve al Padre del que se siente Hijo; ve al  Espíritu Santo que habita en Él; su voluntad está enriquecida de una caridad creada de magnitud inmensa como la gracia que lo adorna, y esta caridad sube incesantemente hacia el Padre celestial para de allí derramarse sobre los hombres todos.

El cristiano es por la gracia templo de la Trinidad, las tres Personas divinas están realmente presentes en él, a él se ofrecen y se donan para ser conocidas, amadas y poseídas inicialmente desde esta vida terrena. El cristiano puede así asociarse a la vida interior de Cristo, toda abismada en la Trinidad, como dice San Pablo: “Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col 3, 3).

Padre Nuestro, Tú sabes de qué tenemos necesidad; si nos llamas a ti nos suministras los medios para llegar. Nos das a tu Hijo para que sea nuestro camino, nos enseñas la verdad y nos comunicas la vida. Uniéndonos a ti, oh Jesús, nos identificamos contigo, estamos en ti y Tú en nosotros, nos encontramos cara a cara con el Padre; no lo vemos, más por la fe sabemos que estamos delante del Padre junto contigo que nos presentas a Él; estamos contigo en el seno del Padre, en el sagrario de la divinidad… A pesar de nuestras miserias, no debemos nunca desanimarnos ni temer acercarnos a Dios, porque por tu gracia, oh Salvador, y en unión contigo, podemos estar siempre en el seno de nuestro Padre celestial. (C. Marmión, Cristo en sus misterios) 

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.