domingo, 31 de agosto de 2008

Pequeñas Semillitas 0492

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0492 ~ Domingo 31 de Agosto de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
La armonía es la conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras.
La belleza es la armonía de las formas, que inspira admiración y complacencia.
Armonía es el resultado de la combinación concertada y agradable al oído, de los sonidos de una composición musical.
La salud es la armonía de las funciones de los sistemas orgánicos, y el equilibrio mental y emocional, por los cuales la persona actúa y reacciona normalmente.
Quien vive la sabiduría, practicando la justicia y la bondad, le imprime armonía a su vida.
Feliz Domingo en perfecta armonía...



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte». Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a los discípulos: «El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta»
(Mateo 16, 21-27)

Comentario
Hoy, contemplamos a Pedro —figura emblemática y gran testimonio y maestro de la fe— también como hombre de carne y huesos, con virtudes y debilidades, como cada uno de nosotros. Hemos de agradecer a los evangelistas que nos hayan presentado la personalidad de los primeros seguidores de Jesús con realismo. Pedro, quien hace una excelente confesión de fe —como vemos en el Evangelio del Domingo XXI— y merece un gran elogio por parte de Jesús y la promesa de la autoridad máxima dentro de la Iglesia (cf. Mt 16,16-19), recibe también del Maestro una severa amonestación, porque en el camino de la fe todavía le queda mucho por aprender: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios» (Mt 16,23).
Escuchar la amonestación de Jesús a Pedro es un buen motivo para hacer un examen de conciencia acerca de nuestro ser cristiano. ¿Somos de verdad fieles a la enseñanza de Jesucristo, hasta el punto de pensar realmente como Dios, o más bien nos amoldamos a la manera de pensar y a los criterios de este mundo? A lo largo de la historia, los hijos de la Iglesia hemos caído en la tentación de pensar según el mundo, de apoyarnos en las riquezas materiales, de buscar con afán el poder político o el prestigio social; y a veces nos mueven más los intereses mundanos que el espíritu del Evangelio. Ante estos hechos, se nos vuelve a plantear la pregunta: «¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida?» (Mt 16,26).
Después de haber puesto las cosas en claro, Jesús nos enseña qué quiere decir pensar como Dios: amar, con todo lo que esto comporta de renuncia por el bien del prójimo. Por esto, el seguimiento de Cristo pasa por la cruz. Es un seguimiento entrañable, porque «con la presencia de un amigo y capitán tan bueno como Cristo Jesús, que se ha puesto en la vanguardia de los sufrimientos, se puede sufrir todo: nos ayuda y anima; no falla nunca, es un verdadero amigo» (Santa Teresa de Ávila). Y…, cuando la cruz es signo del amor sincero, entonces se convierte en luminosa y en signo de salvación.
Rev. D. Joaquim Meseguer i García (Sant Quirze del Vallès-Barcelona, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Ramón Nonato, patrono de las embarazadas y las parturientas.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1794 - Ramón García Pizarro funda San Ramón de la Nueva Orán, Salta, la última ciudad que los conquistadores españoles fundan en América.
1870 - Nace María Montessori, pedagoga italiana.
1928 - Turquía acuerda adoptar el alfabeto latino y abandonar el árabe.
1931 - Las aguas del Yang Tse inundan la mayor parte de la región de Kuang, China, y provocan la muerte de 250.000 personas.
1962 - Independencia de Trinidad y Tobago.
1963 - Entra en funcionamiento la llamada "línea caliente" o "teléfono rojo" entre Washington y Moscú.
1981 - Muere en un accidente aéreo el general panameño Omar Torrijos.
1990 - Se firma en Berlín el tratado de unificación de las dos repúblicas alemanas.
1993 - El Congreso de Venezuela destituye al presidente Carlos Andrés Pérez.
1994 - El IRA declara un alto el fuego incondicional, una esperanza para el fin de la violencia en el Ulster, que durante 25 años ha causado 3.168 muertos.
1997 - Muere Lady Di en un accidente en París.
1999 - Tragedia en el Aeroparque de Buenos Aires: un avión de la empresa Lapa se despista antes de despegar, cruza la avenida y se incendia. Mueren 67 personas.



Pensamiento



"Hay que alentar con firme determinación el camino del diálogo y de la mutua comprensión en el respeto de las diferencias, de forma que la auténtica paz pueda lograrse y tenga lugar el encuentro entre los pueblos en un contexto de solidario acuerdo".
Juan Pablo II



De Mamerto Menapace



Vivir en familia tiene sus cosas lindas: la pareja y el hogar. Pero tiene también sus exigencias. Y una de ellas muy fuerte -y ustedes lo saben tan bien como yo- es el tema del DIÁLOGO.

Dialogar cuando todo va lindo, cuando todo va bien es una cosa muy fácil. Es agradable. Pero dialogar en los momentos en que ha habido un cortocircuito, a veces cuesta. Y está el peligro de manejarse con frases secas, o por ahí con cartelitos.

Fíjense lo que le pasó a un amigo mío.

Mundial de fútbol. Partido importantísimo. Domingo a las cuatro de la tarde. Hombre de oficina acostumbrado a no almorzar nunca, una de las debilidades era, los domingos, compartir un asadito, unos ravioles hechos por la nona y dos vasitos de vino tinto para completar el asunto. Y después una buena siesta, de esas de pijama y Padrenuestro. Total, no hay exigencias por la tarde.

No van a creer, justo ese día se le descompuso el despertador.

No quería perder la siestita. Eran las dos de la tarde. Tampoco quería perderse el partido de fútbol de las 4 de la tarde.

Lo lógico era decirle a la señora:

-Mirá flaca, despertame a las cuatro menos cuarto.-

Pero se habían medio disgustado. Silencio de los dos. Y no fue capaz de decirle:

- Perdoname, flaca... despertame a las cuatro menos cuarto.

¡NO! Lo escribió en un papel y lo colocó con uno de esos imanes en la heladera. Fue, se acostó en la cama, corrió la cortina, se sacó las alpargatas. Y se durmió, che, como expediente de jubilación. Cuando se quiso acordar eran las seis de la tarde.

Se despertó sobresaltado cuando se dio cuenta que había dormido mucho.

Miró el reloj, eran las seis...

¡Pucha! - dijo- la flaca me falló.

Miró mejor y al lado del reloj había un cartelito que decía:

¡DESPERTATE! Son las cuatro menos cuarto.

Es el peligro de manejarse con cartelitos cuando la vecindad es muy inmediata. Yo creo que a veces el que tiene razón tiene que usarla.

Yo les pediría que todos ustedes sea que estén solos o en familia, que no me den la razón. Usen la de ustedes. Es mucho más importante para mí.

Mamerto Menapace Del libro "Cuento con Ustedes"

Monje benedictino del Monasterio Santa María de Los Toldos, desde el año 1959.
Ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1966.
Abad del Monasterio desde 1980 hasta 1992 (cumplió dos períodos consecutivos de seis años).
Reconocido escritor, ha publicado más de veinte libros de cuentos para el encuentro con Dios y el crecimiento en la fe.



Biografías : Luis XIV



Luis XIV, llamado el Rey Sol, nació en Saint-Germaine-en-Laye, Francia en 1638 - Rey de Francia desde 1643 hasta 1715.

Primogénito de Luis XIII y Ana de Austria, quien influyó decisivamente en su carácter y fue, al parecer, la responsable de su mediocre instrucción. «Ni siquiera le enseñaron a leer y escribir correctamente», afirmaba el duque de Saint-Simon en sus memorias. Subió al trono cuando tenía cinco años y durante su infancia reinó bajo la tutela de su madre y el gobierno de Mazarino.

Al morir éste, en 1661, asumió por completo sus funciones regias; de su padre había heredado el prurito de su grandeza y la idea del carácter divino de su poder. Un año antes, en 1660 había contraído matrimonio con la infanta española María Teresa, lo cual no le impidió tener varias amantes, entre ellas La Vallière, Montespan y Madame de Maintenon, con quien, tras enviudar, casó en secreto en 1680.

Instalado primero en Saint-Germain y más tarde en el imponente marco del palacio de Versalles, se rodeó de dóciles cortesanos, redujo a la nobleza, restó poder al Parlamento y el clero y centralizó la Administración pública mediante un complejo aparato burocrático.

Su ministro de Finanzas, Colbert, fue el artífice de la organización administrativa del Estado monárquico. Para hacer frente a los ingentes gastos de la corte, el rey controló la producción agraria y manufacturera y el comercio exterior, y aplicó una dura política impositiva. Todas las fuentes de recursos fueron orientadas hacia la hacienda pública. Al mismo tiempo, sus ministros Louvois y Le Tellier se ocuparon de reorganizar el ejército en un cuerpo regular, y Vauban, de construir un sistema defensivo basado en nuevas fortificaciones.

En el interior, la política del monarca se basó en la consolidación del absolutismo, identificando a la monarquía con el Estado. En el exterior, su máxima preocupación fue mantener el prestigio de Francia, por lo cual entró en la guerra de Devolución (1667-1668), sobre la base de los derechos que le correspondían a su esposa sobre Flandes, obteniendo Lille, y en la guerra de los Países Bajos (1672-1679), que afianzó la hegemonía francesa en Europa.

Su sueño de crear un bloque franco español bajo el dominio borbónico que terminara con el poder de los Habsburgo, principales rivales de Francia en Europa, desembocó en la guerra de Sucesión española (1700-1714), con motivo de la instauración de Felipe V, nieto de Luis XIV, en el trono español. Frente a sus aspiraciones se formó la Gran Alianza, integrada por Gran Bretaña, los Países Bajos y el Imperio Austríaco, que apoyaban las pretensiones del candidato Carlos de Austria al trono español. Tras un desarrollo incierto, el conflicto se resolvió con la aceptación de Felipe V por las demás potencias en los tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714), aunque buena parte de los territorios españoles en Europa pasaron en compensación a su oponente, convertido en el emperador Carlos VI. Además, en dichos tratados se preveía la unificación de los reinos de España y Francia bajo la misma Corona.

Las ambiciones hegemónicas de Luis lo llevaron también a defender la autonomía de la Iglesia francesa frente al Vaticano y a afirmar su autoridad en el terreno religioso. Sus choques con el Papado no fueron obstáculo para que protegiera a los católicos y reprimiera a sus enemigos, quietistas, jansenistas y hugonotes. El enorme despliegue militar realizado ocasionó unos gastos exorbitantes que, sumados a los derivados del boato de la corte, fueron una de las causas que llevaron a una aguda crisis económica.

El final de su reinado estuvo marcado por los primeros síntomas de decadencia del régimen y de la corte, el declive de la hegemonía francesa en el continente, el fracaso de su política colonial y el inquietante malestar social surgido de las hambrunas que padecía el pueblo bajo. Sin embargo, el monarca, llamado vicediós por el obispo Godeau, siguió fiel a sí mismo y confiado hasta el día de su muerte en su voluntad como único motor de la vida del reino y de sus súbditos.

Murió en Versalles, el 1º de Setiembre de 1715



Meditación breve



La intimidad es un agente aglutinante que suaviza nuestro exterior, al tiempo que silencia los ruidos interiores y crea la necesidad de sí mismo. Nadie escapa a esa necesidad. Tener al menos a otra persona con quien intimar nos sana, nos hace conservar la sinceridad y nos fortalece para enfrentar cualquier situación que nos aguarde.
Cuando no hay intimidad en nuestras vidas resulta terriblemente fácil perdernos a nosotros mismos, extraviar la claridad acerca de nuestra identidad, así como la confianza y la seguridad en nosotros. Y esas pérdidas provocan una mayor necesidad de intimidad y una mayor consciencia del riesgo que implica el hecho de abrirnos e intimar.
Siempre que rompemos el enlace de la intimidad, impedimos nuestro progreso como personas sanas. Nuestra salud mental y emocional es directamente proporcional a la cercanía que permitimos que otra persona establezca con nosotros.
Hoy mi salud emocional está bajo mi control. Dejaré entrar a alguien.



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Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



Todos tenemos momentos de tristeza y todos necesitamos comprensión: nuestra Madre del cielo está siempre dispuesta a comprendernos.
Nos comprende, porque es la Madre más cabal. Nos comprende porque es una Madre Virgen y un Corazón Virgen ama con una ternura especial. Nos comprende porque ella fue la Madre de los Dolores y nadie sufrió como su amantísimo Corazón.
Ella nos comprende y nos ayuda; vayamos a ella con la sencillez y la confianza con que un niño pequeñito acude a su madre.

Virgen Madre de los pobres y de los humildes, te rogamos que hagas sentir tu amor y tu ternura a los que más sufren y menos tienen; siembra en nosotros la compasión, la solidaridad y el cariño por los más necesitados.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com

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