PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3226 ~ Domingo 25 de Diciembre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
resuena el más grande anuncio de la historia: ¡El Sol de Dios baja como Luz al
mundo y viene a dar vida en abundancia a todos los hombres! Hoy es el día del
¡Gloria a Dios y paz a los hombres! ¡Dios mismo es la Gloria infinita que
ilumina a hombres y familias, pueblos y naciones!
Isaías
goza ante el Señor que viene a salvarnos, gozo que embarga también a Pablo cuando
escribe que la Gracia de Dios vino a fin de librarnos de toda iniquidad,
purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica
del bien. Por su parte, Lucas nos ubica ante el Mesías prometido, el Niño adorado
por humildes pastores, que luego anuncian la más buena y alegre noticia: ¡La llegada
del Salvador! que, en la misa vespertina, Juan presentará como el Verbo de Dios
por quien todo fue hecho, luz verdadera, vida en plenitud para todos y que nos
hace hijos de Dios, a imagen de su Hijo único. (El
Domingo)
¡Buenos días!
El gran regalo de Dios
En
cada Navidad nos maravillamos de la bondad de Dios, nuestro Padre, que nos
regaló a su mismo Hijo Unigénito, hecho niño en Belén. Ese día, inspirados por
el ejemplo de la generosidad de Dios, acostumbramos a prodigar regalos a
nuestro alrededor, a parientes y amigos. Pero hay dones más valiosos —¡y tan necesarios!— que podemos hacernos sin
gastar un centavo.
Esboza una sincera sonrisa... y regálala a quien
nunca la ha tenido. Recoge un rayo de sol en tu corazón... y hazlo volar allá
en donde reina la noche. Descubre una fuente... y permite bañarse en ella a
quien vive en el barro. Vierte una lágrima... y ponla en el rostro de quien
nunca ha llorado. Enciende el valor en tu pecho... y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar.
Descubre la vida... y alienta a quien se
arrastra por ella. Cultiva la esperanza...
e irradia su luz a tu alrededor. Imprégnate de bondad... y dónala a quien la desconoce. Descubre el
amor... y comunica su fuego al mundo.
Amigo/a:
¡qué hermoso es hacer de tu vida una Navidad! Anímate a esparcir a manos llenas
en el hogar, en el barrio, en tu ambiente de trabajo, el fuego del amor, la luz
de la alegría y la fuerza de la esperanza. Que esta celebración cristiana te
ayude a meditar y proyectar a tu vida la sorprendente bondad que Dios tiene con
nosotros.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Al
principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra
era Dios.
Al
principio estaba junto a Dios.
Todas
las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de
todo lo que existe.
En
ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La
luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció
un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino
como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio
de él.
Él
no era la luz, sino el testigo de la luz.
La
Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella
estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la
conoció.
Vino
a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero
a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder
de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos
no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del
hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y
la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su
gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de
verdad.
Juan
da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que
viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De
su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre
gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad
nos han llegado por Jesucristo.
Nadie
ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el
seno del Padre. (Juan
1,1-18)
Santoral Católico:
La Natividad del Señor
Con
la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de
Dios a los hombres. En efecto, éste es
el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en
las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el
nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera
misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el
regreso final en el último juicio (tercera misa).
Un
antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en
Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana
del solsticio de invierno "Natalis solis invicti", esto es, el
nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más larga del año, readquiría
nuevo vigor.
Al
celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del
mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado
totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentida por el pueblo, porque
coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían
dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres
ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad
hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño
Jesús.
En
oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el
nombre de Epifanía, que quiere decir "manifestación", después la
Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en
Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en
Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del
ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al
mundo pagano.
Los
textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la
herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo
tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre
de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios
revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María.
Fuente:
Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“¡La
Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el
corazón, con la vida; encontrarlo vivo, como Él está; encontrarlo con fe. No es
fácil vivir con la fe… es necesario tener el corazón abierto: ¡Corazón abierto
para que Él me encuentre! Y me diga lo que quiere decirme, que no es siempre lo
que yo quiero que me diga. Él es el Señor y Él me dirá lo que tiene para mí,
porque el Señor no nos mira a todos juntos, como una multitud. Nos mira a cada
uno a la cara, a los ojos… De persona a persona: el Señor, persona, me mira a
mí, persona. Dejarnos encontrar por el Señor es exactamente esto: ¡Dejarnos
amar por el Señor!”
Tema del día:
Llegó la Navidad
Llegó
la Navidad. Normalmente esta palabra nos trae brisas de alegría y nos da
contento el saber que estamos en el día de los regalos, del arbolito o el
“nacimiento”, de los adornos, de la buena comida. Es porque estamos celebrando
un cumpleaños especial. Pero ¿De quién? Desgraciadamente muchos que abundan en
la comida y sobre todo en la bebida no nos podrían dar una respuesta exacta.
Tampoco tendrán preparado un regalo para el cumpleañero. Pero nosotros sí lo
sabemos y queremos preparar, si no lo tenemos, un buen regalo para Él.
En
la primera misa de Navidad, por la noche, se nos dice con entusiasmo: “¡Un Niño
nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado!” Claro que no es un niño cualquiera: es
Dios que nos trae la salvación. Y para mostrar mejor esa salvación se hace niño
pobre, sencillo y humilde en el portal de Belén. Tampoco tenemos por qué
acentuar demasiado las tintas diciendo cosas que no están en el evangelio. No
tenían por qué llegar a Belén en el último día buscando desesperados un lugar
para el nacimiento, pues sería indigno de san José el exponer así a María.
Tampoco debemos acentuar el que nadie les recibiera (lo de san Juan es en
sentido místico y espiritual), pues sería indigno de la hospitalidad de todo un
pueblo. Sencillamente no había sitio en la posada pública, o más bien, como
ahora suelen decir muchos comentaristas, no tenían sitio en la sala principal
de la casa (y quizá la única) donde estaban alojados, pues estaba mal visto que
el nacimiento fuese en medio de la gente con niños. Por lo cual, para ese
momento, tuvieron que ir a la parte trasera de la casa donde solían tener
algunos animales. El hecho es que Dios se revela a unos pastores y éstos van a
ver a un niño que ha nacido en Belén (no necesariamente en las afueras), a un
lugar donde hay un pesebre, a un lugar donde suelen comer animales. Todo muy
normal, pero sencillo.
Dios
se hace hombre para que el hombre pueda llegar a ser hijo de Dios. La realidad
y nuestra fe nos dice que ahí está Dios hecho hombre, rodeado por su madre
María y por san José. Y ahí queremos estar nosotros como los pastores para
adorarle. Y también para darle un beso ¿Y qué le vamos a decir? Debemos agradecerle
todo ese inmenso amor y decirle que le queremos corresponder con un gran amor.
Y como muestra de amor debemos darle algún regalo. Él no necesita ningún regalo
material, porque todo lo hubiera podido tener y no ha querido nada material
para que se vea mejor su amor por nosotros. Sin embargo no rechazaría muchas
cosas materiales para tantos niños, y no tan niños, que viven necesitados,
porque en las casas pobres también Jesús quiere nacer y quiere que allí se
sientan contentos. Pero quiere sobre todo nuestro corazón. El ofrecer nuestro
corazón suena bonito, pero no es fácil. Es poner nuestro corazón junto al suyo
para tener “los mismos sentimientos”. No sería regalo el seguir igual que como
éramos, sino el hacer algo más o bastante más.
Al
acercarnos a Jesús Niño debemos también aprender algunas lecciones. Una que es
evidente es que para ser grandes en el Reino de Dios, no es necesario tener
mucho dinero y poder. Más bien esto suele ser impedimento, porque los que
tienen mucho material se creen que todo lo pueden y que no necesitan de nadie
ni de Dios. Estos no suelen postrarse ante el Niño de Belén. Los que se sienten
más cómodos en el Reino de Dios (y ante el portal de Belén) son los que,
viviendo con su trabajo normal, tienen un corazón de niño, porque ponen su
confianza en Dios, como los pastores.
El
nacimiento de Jesús no es sólo algo que pasó. Hoy sigue naciendo en la
Eucaristía y en nuestro corazón. Jesús nos ilumina y nos alienta para seguir su
ejemplo de vida. Para ello nos dice, como el ángel a los pastores: “No tengáis
miedo”. Que los deseos de mayor bondad sigan profundos en nuestro corazón, a
ejemplo de María que iba conservando todos los sucesos en su corazón. Y que la
paz que proclamaron los ángeles a los pastores inunde nuestros corazones en
este día.
(P.
Silverio Velasco)
Poesía
Trota mi burrito
Trota
trota mi burrito
trota
trota sin parar
que
el Niño Dios ha nacido
en
un humilde portal.
Trota
trota mi burrito
trota
trota hasta Belén
van
llegando los pastores
para
darle el parabién.
Trota
trota mi burrito
trota
trota y no te pares
todo
el mundo está de fiesta
entonando
sus cantares.
Trota
trota mi burrito
trota
trota que llegamos
ya
se escuchan villancicos
y
los ángeles cantando.
Trota
trota mi burrito
trota
trota sin parar
que
el Niño Dios ha nacido
en
un humilde portal.
Autor:
José de Arias Martínez
Nuevos vídeos
Hay dos nuevos vídeos subidos al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlos tienes que ir al final de esta página
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en
ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún
mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
Desde
Uruguay, Eduardo y Cecilia, lectores habituales de esta página, nos comparten
su alegría por el bautismo de su hijo Bautista,
de ocho meses de vida. Nos sumamos a la celebración y damos gracias a Dios que
a través de este hermoso sacramento nos concede la gracia santificante que
restaura la amistad con Él que se había perdido por el pecado original.
Hace
pocos días pedíamos oración por la restauración del matrimonio de Rubén y su esposa Rudy, de Venezuela. Hoy, con alegría, decimos que por la mediación
de la Virgen de Guadalupe, se ha logrado unir lo que estaba resquebrajado.
Gracias Dios… y gracias a los que oraron… Una vez más comprobamos que nuestras
plegarias son escuchadas.
Desde
Buenos Aires, Argentina, Cecilia
escribe y dice: “Hola Felipe, quería agradecer al Señor esta nueva Navidad en
la que gozamos de salud , paz y amor de
nuestra familia, y deseamos un 2017 con salud y mucho trabajo para seguir
agradeciendo y hacer el bien a nuestro prójimo”
Desde
Bogotá, Colombia, nuestro lector Carlos
C. O. nos escribe y dice: “Apreciado Felipe, deseo, de corazón, dar gracias
a 'Pequeñas Semillitas', a sus simpatizantes y a todas las personas y
comunidades que oraron por mis intenciones particulares y por aquellas personas
y situaciones que coloqué en esta maravillosa página. Doy gracias al Señor y a
la Santísima Virgen por tantas gracias recibidas durante este año. Se dieron
testimonios de fe y esperanza, de fortaleza y justicia, de templanza y
sabiduría, firmes manifestaciones de la Caridad, del Amor Misericordioso de
Dios y del amor compartido a Dios. Ahora es la oportunidad de orar a Dios,
todos unidos, por la paz en Colombia, mi amado país, por la paz en el mundo
entero, por paz en cada uno de los corazones de quienes acudimos a este hermoso
espacio para pedir y dar gracias al Señor por todas las maravillas que hace en
nosotros, siempre con la intercesión de nuestra Madre la Virgen Santísima”.
Aviso
importante
“Pequeñas
Semillitas” no se publicará
desde el 26 al 31 de
diciembre
para tomar sólo una
semana de descanso.
Por ahora no habrá otras
vacaciones.
Los cinco minutos de Dios
Diciembre 25
Cantando
van los pastores
cantando
van las muchachas,
cantando
van monte abajo por la veredita blanca.
Un
lucerito brillante los guía con su fulgor;
con
alma, salud y gracia entonan esta canción:
"Podéis,
pastorcillos, alegres cantar;
en
Belén el Niño ha nacido ya.
Tocad
las campanas, a gloria tocad;
en
Belén el Niño ha nacido ya.
Al
son de alegres campanas,
llegando
van los pastores
y
al Niño le hacen ofrenda
de
sus regalos mejores;
pero
hay un pastorcito
que
trae el más grande don
y
al Niño con alegría
le
ofrece su corazón.
Podéis,
pastorcillos, alegres cantar;
en
Belén el Niño ha nacido ya..."
“No teman, porque les traigo una buena noticia, una
gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un
Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,11). Así comienza la nueva era: la
era de la realización de la promesa hecha a nuestros antepasados; ya nos ha
venido el Mesías, el Redentor, el Salvador; ya podemos considerarnos salvados
por la infinita misericordia de nuestro Hermano Jesús, que se entregará por
todos nosotros.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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