viernes, 23 de diciembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3224

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3224 ~ Viernes 23 de Diciembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Considera que por la gracia que aquí se dice manifestada se entiende el entrañado amor de Jesucristo hacia los hombres, amor nunca merecido por nosotros, y por esto se llama gracia. 
Este amor por otra parte fue siempre el mismo en Dios, pero no siempre se mostró del mismo modo. Primeramente fue prometido en tantas profecías, y encubierto bajo el velo de tantas figuras. 
Más en el nacimiento del Redentor se dejó ver a las claras este amor divino, apareciendo a los hombres el Verbo eterno, niño, recostado sobre el heno, que gemía y temblaba de frío, comenzando ya de esta manera a satisfacer por nosotros las penas que merecíamos, y dando así mismo a conocer el afecto que nos tenía, con dar por nosotros la vida. 
Porque, como dice san Juan: “En esto hemos conocido la caridad de Dios, en que puso él su vida por nosotros” (1 Jn 3,16). Se manifestó,  pues,  el amor de Dios, y se manifestó a todos. Pero ¿por qué después no le han conocido todos, y todavía hay tantos que no le conocen? El mismo Jesucristo da la razón: “Porque los hombres amaron más la tinieblas que la luz” (Jn. 3,19). No le han conocido ni conocen, porque no quieren, estimando en más las tinieblas del pecado, que la luz de la gracia. 
Procuremos no ser del número de estos infelices. Si hasta aquí hemos cerrado los ojos a la luz, pensando poco en el amor de Jesucristo, procuremos en los días que nos restan de vida tener siempre delante la vista las penas y la muerte de nuestro Redentor, para amar a quién tanto nos ha amado, “aguardando entre tanto la esperanza bienaventurada y el advenimiento glorioso del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”.
Así podremos confiar fundadamente, según las divinas promesas, en aquel paraíso que Jesucristo nos ha adquirido con su sangre. En esta primera venida, viene Jesús niño, pobre y envilecido, y dejase ver nacido en un establo, cubierto de pobres mantillas, y reclinando sobre el heno; pero en la segunda venida vendrá de juez sobre un trono de majestad. ¡Dichoso en aquella hora el que le habrá amado, y miserable el que no le haya amado! (San Alfonso María Ligorio)

¡Buenos días!

El arbolito de Navidad
Es bueno y recomendable durante el tiempo de Navidad colocar en tu hogar un arbolito con adornos y luces, ya que puede ser un buen símbolo de Cristo Salvador. Nacido en Belén, él es el verdadero Árbol de la vida, del que fue separado Adán a causa del pecado. En familia, el papá o la mamá pueden hacer esta oración de bendición y rociar el arbolito:

Bendito seas, Señor y Padre nuestro, que nos concedes recordar con fe en estos días de Navidad los misterios del nacimiento de Jesucristo. Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol y lo hemos embellecido con luces, vivir también a la luz de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo y ser enriquecidos con las virtudes que resplandecen en su santa infancia. Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.

Invita a los de tu hogar a ver en este arbolito, lleno de luces, a Cristo luz del mundo que con su nacimiento nos conduce a Dios, que habita en una luz inaccesible. En los salmos se compara al hombre justo y recto con un esbelto cedro que crece, lozano y frondoso, junto al Templo del Señor. Que la vivencia de Navidad robustezca tu fe.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues, ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. (Lc 1,57-66)

Comentario:
Hoy, en la primera lectura leemos: «Esto dice el Señor: ‘Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de Mí’» (Mal 3,1). La profecía de Malaquías se cumple en Juan Bautista. Es uno de los personajes principales de la liturgia de Adviento, que nos invita a prepararnos con oración y penitencia para la venida del Señor. Tal como reza la oración colecta de la misa de hoy: «Concede a tus siervos, que reconocemos la proximidad del Nacimiento de tu Hijo, experimentar la misericordia del Verbo que se dignó tomar carne de la Virgen María y habitar entre nosotros».
El nacimiento del Precursor nos habla de la proximidad de la Navidad. ¡El Señor está cerca!; ¡preparémonos! Preguntado por los sacerdotes venidos desde Jerusalén acerca de quién era, él respondió: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Enderezad el camino del Señor’» (Jn 1,23).
«Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20), se lee en la antífona de comunión. Hemos de hacer examen para ver cómo nos estamos preparando para recibir a Jesús el día de Navidad: Dios quiere nacer principalmente en nuestros corazones.
La vida del Precursor nos enseña las virtudes que necesitamos para recibir con provecho a Jesús; fundamentalmente, la humildad de corazón. Él se reconoce instrumento de Dios para cumplir su vocación, su misión. Como dice san Ambrosio: «No te gloríes de ser llamado hijo de Dios —reconozcamos la gracia sin olvidar nuestra naturaleza—; no te envanezcas si has servido bien, porque has cumplido aquello que tenías que hacer. El sol hace su trabajo, la luna obedece; los ángeles cumplen su misión. El instrumento escogido por el Señor para los gentiles dice: ‘Yo no merezco el nombre de Apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios’ (1Cor 15,9)».
Busquemos sólo la gloria de Dios. La virtud de la humildad nos dispondrá a prepararnos debidamente para las fiestas que se acercan.
* Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)

Santoral Católico:
San Juan Cancio
Sacerdote
Este santo nació en la ciudad de Dant, Polonia, en el año 1397. Siendo todavía muy joven se ordenó sacerdote y fue nombrado profesor de la Universidad de Cracovia. Pero la envidia de algunos de sus compañeros terminó por conseguir que lo nombraran párroco de un pueblo lejano. Tiempo después recuperó el puesto de profesor en la Universidad de Cracovia y durante muchos años dictó clases sobre las Sagradas Escrituras o explicación de la Santa Biblia. Su fama llegó a ser sumamente grande. En las discusiones repetía lo que decía San Agustín: "Combatimos el pecado pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones".

Cuando predicaba acerca del pecado lloraba al recordar la ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía y cambiaba de conducta.

A sus alumnos les repetía estos consejos: "Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado". Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente por él, y la gente lo llegó a llamar "el padre de los pobres" por sus muchas obras de caridad con los más desvalidos.

Murió el 24 de diciembre de 1473 pero su memoria se celebra el día anterior. En su sepulcro se obraron muchos milagros y por su intercesión se consiguieron admirables favores.
© Aciprensa

Pensamiento del día

Recordemos que Jesús es el centro de la Navidad,
él vino al mundo para conciliarnos con el padre,
y su nacimiento es el cumplimiento de las profecías y los profetas.
Nadie como Jesús para ayudarnos
a sobrellevar nuestras dificultades y angustias,
nadie como Jesús, quien nos ha dado
con su venida toda esperanza y bendición.
“Jesús es la única razón
por la que el Amor la Justicia y la Paz
son capaces de existir.”

Tema del día:
Mi cumpleaños
Sé que este texto es muy conocido y seguramente lo has leído ya alguna vez… Pero es tan cierto y tan conmovedor, que es bueno leerlo de nuevo y hacer que toque las fibras más íntimas de nuestros corazones para que demos a la Navidad su verdadero sentido de fiesta cristiana, y no pagana.

Carta de Jesús:
Se acerca otra vez la fecha en que festejan mi nacimiento.
El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor y me da la impresión que este año ocurrirá lo mismo.
A fin de cuentas llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días han salido anuncios y avisos sobre lo poco que falta para que llegue.
Es agradable saber que por lo menos un día del año, piensan en mí.
Ha transcurrido ya mucho tiempo cuando comprendían y agradecían de corazón lo mucho que hice por toda la humanidad.
Pero hoy en día, da la impresión de que la mayoría de la gente apenas sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños.
Me gusta que la gente se reúna y lo pase bien y me alegra sobre todo que los niños se diviertan tanto; pero aun así, creo que la mayor parte no sabe bien de qué se trata. ¿No te parece?
El año pasado, al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta, pero ¿Puedes creer que ni siquiera me invitaron? ¡Imagínate!
¡Yo era el invitado de honor! ¡Pues se olvidaron por completo de mí!
Resulta que habían estado preparándose para las fiestas durante dos meses y cuando llegó el gran día me dejaron fuera.
Ya me ha pasado tantas veces que lo cierto es que no me sorprendió.
Aunque no me invitaron, se me ocurrió colarme sin hacer ruido. Entré y me quedé en mi rincón.
¿Te imaginas que nadie advirtió siquiera mi presencia, ni se dieron cuenta de que yo estaba allí?
Estaban todos bebiendo, riendo y divirtiéndose mucho, cuando de pronto se presentó un hombre gordo vestido de rojo y barba blanca postiza, gritando: "¡jo, jo, jo!". Y todos lo felicitaban.
Cuando se sentó en un gran sillón, todos los niños, emocionadísimos, se le acercaron corriendo y diciendo: "¡Santa Claus!"
¡Cómo si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuera en su honor!
Al final tuve que irme. Nadie lo notó, caminando por la calle me sentí solitario y triste.
Es extraño que al llegar mi cumpleaños todos los que deciden celebrarlo se hacen regalos unos a otros y no me dan nada a mí.
Alguien me dijo una vez: "Es que tú no eres como los demás, a ti no se te ve nunca… ¿Cómo es que te vamos a hacer regalos?"
Le dije: "Escucha bien, todo lo que des a tus semejantes para aliviar su necesidad, ¡Lo contaré como si me lo hubieras dado a mí personalmente!" (Mateo 25,34-40).
Lamentablemente, cada año que pasa es peor. Llega mi cumpleaños y sólo piensan en las compras, en las fiestas y en las vacaciones y a mí se me olvida.
Además cada año los regalos de Navidad, pinos y adornos son más sofisticados y más caros, se gastan verdaderas fortunas tratando con esto de impresionar a sus amistades.
Pensar que yo nací en un pesebre, rodeado de animales porque no había más.
Pensar que les he enseñado tanto de humildad.
Me gustaría muchísimo más nacer todos los días en el corazón de toda la humanidad y que me permitieran morar ahí para ayudarles cada día en todas sus dificultades, para que puedan sentir el gran amor que siento por todos; hace más de 2000 mil años entregué mi vida para salvarte de la muerte y mostrarte el gran amor que te tengo.
Déjame entrar en tu corazón.
"Mira yo estoy llamando a la puerta, si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos".
Confía en mí, abandónate en mí. Este será el mejor regalo que puedas recibir y que me puedes dar.
Medita en el verdadero significado de la Navidad.
Muchas gracias.
Firmado: Jesús.

Ahora, luego de haber leído esta carta de Jesús y tratando que ella resuene fuerte en nuestro corazón, te deseo con toda mi alma una ¡MUY FELIZ NAVIDAD DE JESÚS... CON JESÚS!
Felipe

Aviso importante
“Pequeñas Semillitas” no se publicará
desde el 26 al 31 de diciembre
para tomar sólo una semana de descanso.
Por ahora no habrá otras vacaciones.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Los cinco minutos de Dios
Diciembre 23
Manos de Virgen alinean pajas de rubios trigales y sobre el mazo mullido tienden blancor y pañales.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos, para que este acto humildísimo fuera en el mundo cumplido.
Ya llegó la medianoche, nevada y oscurecida; en resplandor de prodigios está la gruta encendida.
Cuatro mil años pasaron, se aguardó cuarenta siglos a que en este humilde establo naciera este humilde Niño.
Afuera celestes voces dan la nueva a los pastores, mientras los ángeles cantan: "Gloria a Dios... paz a los hombres".
Hay un hondo simbolismo en la humildad del pesebre; trigos que un día serán hostias, linos del altar manteles; el Dios Niño, que ha de darse por amor y en sacrificio de pan a las almas fieles.
“Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído” (Lc 2,20). Todo lo que nosotros hemos visto y oído, lo que estamos viendo y oyendo a diario, no es sino pura manifestación del amor infinito de nuestro Dios. Preparamos nuestro corazón para recibirlo el día de Navidad con humildad y gratitud por todo lo que Él ha hecho con nosotros.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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