PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3207 ~ Martes 6 de Diciembre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Considera
como el Verbo eterno es aquel Dios infinitamente feliz en sí mismo; de manera
que su felicidad no puede ser ya más grande, ni la salvación de todos los
hombres podía aumentarla, ni disminuirla cosa alguna. Y con todo, ha hecho, y
padecido tanto por salvar a nosotros miserables gusanos, que si su
bienaventuranza (dice santo Tomás) hubiese dependido de la del hombre, no
habría podido padecer ni sufrir más.
Y
en verdad, si Jesucristo no pudiera haber sido bienaventurado sin redimirnos
¿cómo hubiera podido humillarse más de lo que se ha humillado, hasta tomar
sobre sí nuestras enfermedades, los abatimientos de la infancia, las miserias
de la vida humana, y una muerte tan cruel e ignominiosa?
Solo
un Dios era capaz de amar con tanto exceso a nosotros miserables pecadores, que
éramos tan indignos de ser amados. Dice un devoto autor, que si Jesucristo nos
hubiese permitido pedirle las pruebas más grandes de su amor, ¿quién jamás se
habría atrevido a demandarle que se hiciese niño como nosotros, que se vistiese
de todas nuestras miserias, y además fuese el más pobre entre todos los
hombres, el más vilipendiado y el más maltratado, hasta morir por manos de
verdugos y a fuerza de tormentos sobre un infame patíbulo, maldecido y
abandonado de todos, hasta de su mismo Padre que desampara el Hijo, por no
dejarnos sepultados en nuestras ruinas?
Pero
lo que nosotros no nos habríamos ni aun atrevido a pensar, el Hijo de Dios lo
pensó, y lo ha ejecutado. Desde niño se ha sacrificado por nosotros a las
penas, a los oprobios y a la muerte. Nos ha amado, y por amor se nos ha dado
así mismo, a fin de que ofreciéndole por víctima al Padre en satisfacción de
nuestras deudas, podamos por sus méritos alcanzar de la bondad divina cuantas
gracias deseemos: víctima más estimada al Padre, que si le fuesen ofrecidas las
de todos los hombres, y de todos los Ángeles. Ofrezcamos, pues, nosotros
siempre a Dios los méritos de Jesucristo, y por ellos pidamos y esperemos todo
bien. (San Alfonso María Ligorio)
¡Buenos días!
La Virgen de la Paz
La
Virgen de la Paz comenzó a aparecerse a seis jóvenes en Medjugorje, pueblito de
Bosnia-Herzegovina, en 1981, y aún hoy los 25 de cada mes sigue apareciéndose a
uno de ellos. En estos mensajes, seleccionados entre muchos hay dos constantes:
María nos invita a orar y nos asegura que el enemigo de Dios trabaja como
nunca.
Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus
vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y
otros. (25.01.90).
Deseo que cada uno de ustedes consagre más tiempo a
Dios. Satanás es fuerte y quiere destruirlos y engañarlos de mil maneras
(25.08.90).
Les he dicho con frecuencia que “oren, oren”, porque
solo mediante la oración ahuyentarán a Satanás y a todo lo maligno que lleva
consigo (18.03.91).
Queridos hijos, hoy nuevamente los invito a la
oración como nunca antes, ahora que mis planes han comenzado a realizarse.
Satanás es fuerte y quiere destruir mis planes de paz y alegría (25.08.91).
La
Virgen María, trabaja activamente en la nueva evangelización con sus mensajes
tiernos e incisivos. Quiere despertarnos del letargo espiritual que se ha
posesionado de nosotros. Nos da el secreto para salir victoriosos en las
batallas de este tiempo: orar, orar y orar.
María te da su bendición especial y maternal.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «¿Qué os parece? Si un hombre tiene
cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las
noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla,
os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no
descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que
se pierda uno solo de estos pequeños». (Mt 18,12-14)
Comentario:
Hoy,
Jesús nos lanza un reto: «¿Qué os parece?» (Mt 18,12); ¿qué clase de
misericordia practicas? Quizás nosotros, “católicos practicantes”, habiendo
gustado muchas veces de la misericordia de Dios en sus sacramentos, estemos
tentados a pensar que ya estamos justificados ante los ojos de Dios. Corremos
el peligro de convertirnos inconscientemente en el fariseo que menosprecia al
publicano (cf. Lc 18,9-14). Aunque no lo digamos en voz alta, quizás pensemos
que estamos libres de culpa ante Dios. Algunos síntomas de que este orgullo
farisaico echa raíces en nosotros pueden ser la impaciencia ante los defectos
de los demás, o pensar que las advertencias nunca van para nosotros.
El
“desobediente” profeta Jonás, un judío, se mantuvo inflexible cuando Dios
mostró pena por los habitantes de Nínive. Yahvé reprochó la intolerancia de
Jonás (cf. Jon 4,10-11). Aquella mirada humana ponía límites a la divina
misericordia. ¿Acaso también nosotros ponemos límites a la misericordia de
Dios? Hemos de prestar atención a la lección de Jesús: «Sed misericordiosos
como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6,36). Con toda probabilidad,
¡todavía nos queda un largo camino por recorrer para imitar la misericordia de
Dios!
¿Cómo
debiéramos entender la misericordia de nuestro Padre celestial? El Papa
Francisco dijo que «Dios no perdona mediante un decreto, sino con un abrazo».
El abrazo de Dios para con cada uno de nosotros se llama “Jesucristo”. Cristo
manifiesta la misericordia paternal de Dios. En el capítulo cuarto del
Evangelio de san Juan, Cristo no airea los pecados de la mujer samaritana. En
lugar de ello, la divina misericordia cura a la Samaritana ayudándola a
afrontar plenamente la realidad de su pecado. La misericordia de Dios es
totalmente coherente con la verdad. La misericordia no es una excusa para
tomarse rebajas morales. Sin embargo, Jesús debió haber provocado su
arrepentimiento con mucha más ternura que la que sintió la mujer adúltera
“herida por el amor” (cf. Jn 8,3-11). Nosotros también debemos aprender cómo
ayudar a los demás a encararse con sus errores sin avergonzarles, con gran
respeto hacia ellos como hermanos en Cristo, y con ternura. En nuestro caso,
también con humildad, sabiendo que nosotros mismos somos “vasijas de barro”.
* Fr. Damien LIN Yuanheng (Singapore, Singapur)
Santoral Católico:
San Nicolás de Bari
Obispo
Es
un santo que goza de una extensa e intensa devoción popular. Nació en Petara,
Asia Menor, a finales del siglo III. Después de repartir sus bienes a los
pobres, ingresó en la vida monástica y llegó a regir un monasterio. Al regreso
de un viaje a Tierra Santa, fue elegido obispo de Mira, en Licia (hoy Turquía).
El año 325 suscribió en el Concilio de Nicea la fe en la divinidad de Cristo.
En la persecución de Galerio fue encarcelado y torturado por su fidelidad a la
fe católica. Murió en Mira a la edad de 65 años entre el 345 y el 350. Las
leyendas del siglo VI lo presentan como gran taumaturgo. En el mundo
anglosajón, su fiesta, en la que se obsequia especialmente a los niños, se
celebra con el nombre de «Santa Claus». El año 1087 su cuerpo fue trasladado a
la ciudad italiana de Bari.
Oración: Imploramos, Señor, tu misericordia y te
suplicamos que, por la intercesión de tu obispo san Nicolás, nos protejas en
todos los peligros, para que podamos caminar seguros por la senda de la
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
"Si
un día tiene que elegir entre el mundo y el amor...
acuérdese:
si elige el mundo se quedará sin el amor,
pero
si elige el amor, con él conquistará el mundo."
Albert
Einstein
Biblioteca de archivos
Recuerda
que en la página (blog) de "Pequeñas Semillitas" y también en
"Juan Pablo II inolvidable", en la columna lateral derecha, hay un
enlace con la misma imagen que ves arriba de este escrito, desde donde se
ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando allí encontrarás una selección
de los mejores artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o
descargar a tu computadora.
Entre
los archivos de texto (pdf) están en forma completa los documentos papales:
"Lumen Fidei", "Evangelii Gaudium", "Misericordiae Vultus" y "Laudato Si". También está el Diario
de Santa Faustina y hay enlaces para ver películas con la vida de grandes
santos de la Iglesia.
Biblioteca
de archivos: http://pequesemillitas.wix.com/bibliotecadearchivos
Historias:
Cómo “nació” el pesebre
El
pesebre lo creó o fue una idea de San Francisco de Asís, el santo de la
humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, hace muchos años ya, en el
pueblecito de Greccio, en Italia.
Francisco
estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad
en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.
Un
amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en las
montañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a Francisco se le
parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él
había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.
Francisco
habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos
lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes
del pueblo, niños y grandes.
Entre
la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron algunas personas para que
representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no
dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio
de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un
hermoso bebé para que representara a Jesús!
La
noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las
campanas de la iglesia empezaron a tocar solas…
¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie
sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a
celebrar la Misa del Gallo… la Misa de
Medianoche….
Sorprendidos
y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas
para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la
montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.
Alumbrándose
con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se
dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados, que
cayeron de rodillas, porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder
ver. Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se
encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía
a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de
pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de
nacer…
Después,
cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y
de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo
presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una
Misa en cualquier lugar del mundo.
Terminada
la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los
presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús,
“luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor.
Tres
años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de
hacer el pesebre todos los años, que a todos nos gusta tanto
El rincón del lector
Desde
hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón del lector” destinada a dar cabida a los mensajes,
opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han
podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en
Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y
permanente.
Igual
vamos a mantener esta sección para los que deseen expresarse por esta vía. Para
que tu mensaje se publique debes dirigirlo por correo electrónico a feluzul@gmail.com con el título "El rincón del lector" y
deberá ser muy breve y no contener conceptos agraviantes para nada ni para
nadie.
Los
mensajes serán moderados por el propietario de esta página y se publicarán a
medida que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán
réplicas o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.
Los cinco minutos de Dios
Diciembre 6
Dios
no puede ser más bondadoso con el hombre: le otorga tantos beneficios, le
concede tantas gracias; realmente, Dios ya no puede hacer más por el hombre.
En
cambio, el hombre ¡qué desagradecido suele ser con Dios! No solamente no le
agradece lo que recibe de Él, sino que incluso emplea los mismos dones de Dios
para revelarse contra Él.
Dios
no puede hacer más; el hombre no pudo hacer menos.
Dios
no pudo dar más; el hombre no pudo responder menos.
Dios
no pudo ofrecer más; el hombre no pudo rebajarse menos.
Pero
Dios está empeñado en sacar luz de las tinieblas, vida de la muerte,
generosidad de la negociación; ojalá ahora Dios salga con la suya, y nosotros
no salgamos con la nuestra.
“El que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy
pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. Que
cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por
la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría” (2 Cor 9,6-7). La medida de
tu generosidad la tiene que dar tu corazón, tu amor a Dios; es regla de
proporción directa; a mayor amor, mayor generosidad.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.