PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2890
~ Domingo 27 de Diciembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Hoy es
el Día de la Familia Cristiana. Una fiesta establecida recientemente para que
los cristianos celebremos y ahondemos en lo que puede ser un proyecto familiar
entendido y vivido desde el espíritu de Jesús.
No
basta defender de manera abstracta el valor de la familia. Tampoco es
suficiente imaginar la vida familiar según el modelo de la familia de Nazaret,
idealizada desde nuestra concepción de la familia tradicional. Seguir a Jesús
puede exigir a veces cuestionar y transformar esquemas y costumbres muy
arraigados en nosotros.
La
familia no es para Jesús algo absoluto e intocable. Más aún. Lo decisivo no es
la familia de sangre, sino esa gran familia que hemos de ir construyendo los
humanos escuchando el deseo del único
Padre de todos. Incluso sus padres lo tendrán que aprender, no sin problemas y
conflictos.
No
podemos celebrar responsablemente la fiesta de hoy sin escuchar el reto de
nuestra fe. ¿Cómo son nuestras familias? ¿Viven comprometidas en una sociedad
mejor y más humana, o encerradas exclusivamente en sus propios intereses?
¿Educan para la solidaridad, la búsqueda de paz, la sensibilidad hacia los necesitados,
la compasión, o enseñan a vivir para el bienestar insaciable, el máximo lucro y
el olvido de los demás? ¿Qué está sucediendo en nuestros hogares? ¿Se cuida la
fe, se recuerda a Jesucristo, se aprende a rezar, o sólo se transmite
indiferencia, incredulidad y vacío de Dios?.
¿Se educa para vivir desde una conciencia moral responsable, sana,
coherente con la fe cristiana, o se favorece un estilo de vida superficial, sin
metas ni ideales, sin criterios ni sentido último?
José Antonio Pagola
¡Buenos días!
No compararse con los otros
Cuando
estamos enfermos nos resentimos por los que rebosan salud; cuando nuestra
pareja hace aguas sentimos rencor por las que funcionan como el primer día y
cuando padecemos problemas económicos nos disgustamos por los que nadan en la
abundancia. Éstas y otras reacciones semejantes son fruto de la envidia. El P.
Alfonso Milagro comunica su experiencia:
Encontré a un hombre de buenas cualidades que
casi las maldecía. Le pregunté por qué y me respondió: “Porque hacen sombra y
eso no me lo perdonan”. ¿Será verdad?
Hay en el mundo quienes, siendo incapaces de
elevarse una pulgada por sí mismos, tratan de levantarse sobre las ruina de los
otros. La envidia no es más que odio a la superioridad ajena.
La mejor señal de poseer grandes cualidades y
generoso corazón es carecer de envidia por los bienes y cualidades de los
demás. La envidia suele querer apagar las luces, para que en la oscuridad todos
parezcamos iguales
Es
fundamental convencerme que si quiero ser yo mismo, el único punto de
referencia para superarme soy yo. No necesito compararme con nadie más. Lo
correcto es conocer mis talentos y habilidades, alegrarme de lo que tengo y no
vivir ansioso por mis límites y carencias. Que esto te ayude a vivir con
equilibrio y en paz tu propia realidad.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
Los padres de Jesús iban todos los años
a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos
como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús
se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la
caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y
conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Y sucedió que, al cabo de tres días, le
encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y
preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia
y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo:
«Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía
estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que
les dio.
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía
sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su
corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y
ante los hombres. (Lc 2,41-52)
Comentario
Hoy contemplamos, como continuación del
Misterio de la Encarnación, la inserción del Hijo de Dios en la comunidad
humana por excelencia, la familia, y la progresiva educación de Jesús por parte
de José y María. Como dice el Evangelio, «Jesús progresaba en sabiduría, en
estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (Lc 2,52).
El libro del Siracida, nos recordaba que
«el Señor glorifica al padre en los hijos, y afirma el derecho de la madre
sobre su prole» (Si 3,2). Jesús tiene doce años y manifiesta la buena educación
recibida en el hogar de Nazaret. La sabiduría que muestra evidencia, sin duda,
la acción del Espíritu Santo, pero también el innegable buen saber educador de
José y María. La zozobra de María y José pone de manifiesto su solicitud
educadora y su compañía amorosa hacia Jesús.
No es necesario hacer grandes
razonamientos para ver que hoy, más que nunca, es necesario que la familia
asuma con fuerza la misión educadora que Dios le ha confiado. Educar es
introducir en la realidad, y sólo lo puede hacer aquél que la vive con sentido.
Los padres y madres cristianos han de educar desde Cristo, fuente de sentido y
de sabiduría.
Difícilmente se puede poner remedio a
los déficits de educación del hogar. Todo aquello que no se aprende en casa
tampoco se aprende fuera, si no es con gran dificultad. Jesús vivía y aprendía
con naturalidad en el hogar de Nazaret las virtudes que José y María ejercían
constantemente: espíritu de servicio a Dios y a los hombres, piedad, amor al
trabajo bien hecho, solicitud de unos por los otros, delicadeza, respeto,
horror al pecado... Los niños, para crecer como cristianos, necesitan
testimonios y, si éstos son los padres, esos niños serán afortunados.
Es necesario que todos vayamos hoy a
buscar la sabiduría de Cristo para llevarla a nuestras familias. Un antiguo
escritor, Orígenes, comentando el Evangelio de hoy, decía que es necesario que
aquel que busca a Cristo, lo busque no de manera negligente y con dejadez, como
lo hacen algunos que no llegan a encontrarlo. Hay que buscarlo con “inquietud”,
con un gran afán, como lo buscaban José y María.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida,
España)
Oración a la
familia
de San Juan Pablo
II
“Oh Dios, de quien procede toda
paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en
cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo,
"nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en
verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre
se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los
pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de
todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones
encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en
la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la
gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier
debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por
intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las
naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y
por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la
unidad del Hijo y del Espíritu santo. Amén”
Tema del día:
La Fiesta de la
Sagrada Familia
En una novela tres malvados se meten en
una casa de familia. Comienzan a
aterrorizar a la madre con sus dos hijos.
Piensan los muchachos si su hermano mayor estuviera presente, él sabría
qué hacer. Entonces llega el hermano, ve
lo que está pasando, y actúa para rescatar a todos. La historia nos proporciona una pista de lo
que el evangelio hoy quiere anunciar.
Israel en el primer siglo era una nación
derrotada. El imperio romano había
tomado las riendas del gobierno. Los
partidos judíos – los saduceos, los fariseos, los zelotes, los partidarios de
Herodes – luchaban el uno contra el otro.
Los griegos y los samaritanos practicaban sus propias religiones. La gente queda en necesidad terrible del
mesías para salvarla de toda esta desgracia.
Entonces viene Jesús. A su nacimiento los ángeles lo describen en
el campo como “el mesías”, eso es el ungido de Dios. Cuarenta días después en
el templo el vidente Simeón lo declara “la salvación” y “la gloria
de…Israel”. Y en la lectura hoy Jesús
mismo sugiere que es hijo de Dios cuando responde a su madre: “¿No sabían que
debo ocuparme con las cosas de mi Padre?” El mensaje evangélico es claro.
Definitivamente ha llegado el Hijo de Dios.
Jesús rescatará no sólo Israel de sus dilemas sino el mundo del pecado.
La victoria será lograda con su muerte
en la cruz y la resurrección de su cuerpo del sepulcro. Pero Jesús empieza ahora a prepararse para la
prueba. En primer lugar, dialoga con los
sabios sobre las Escrituras. Se dará
cuenta de que el significado de la vida no es invención de cada persona humana. Más bien ha sido revelado por Dios a través
de los siglos. En segundo lugar se
someterá a la autoridad de sus padres terrenos.
Sabe que le libran de los atractivos que pueden desviar a un muchacho
del camino recto.
Como María en el evangelio queremos
conservar en nuestros corazones toda palabra de Dios. Particularmente hoy nos enfocamos en sus
prescripciones para la familia. Estamos
para emprender en un año nuevo: 2016 casi ha llegado. Vamos a ver dificultades nuevas y desgracias
perpetuas. No importa. Cristo ha venido
para acompañarnos en la lucha. Cristo
nos ha venido.
P. Carmelo Mele O.P.
Nuevo vídeo
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas
Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de
esta página.
Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas
gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin
descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los
agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles
aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde
la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas
Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los
mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias
concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
Noemí
de los Mochis, México, agradece al Señor y a las
personas que rezaron por ella, y nos dice que le retiraron el 90% del tumor y
el hueso se encontraba limpio en la rodilla, esperando que el resultado de
patología también sea favorable con la voluntad de nuestro Señor Jesucristo.
Unidos a María
No es
solamente importante saber que Dios se hizo hombre, es importante también saber
qué tipo de hombre fue. La forma en la que Juan y Pablo describen el momento de
la Encarnación, de manera diferente y complementaria, es significativa. Para
Juan, el Verbo que era Dios se hizo hombre, para Pablo “Cristo que era Dios, se
despojó él mismo, tomando la condición de servidor y se rebajó él mismo, siendo
obediente hasta la muerte”. Francisco de Asís continúa la línea de San Pablo.
Más que sobre la realidad ontológica de la humanidad de Cristo (en la cual cree
firmemente con la Iglesia), insiste, hasta conmoverse, sobre la humildad y la
pobreza de ésta.
Hay
dos cosas que le conmueven hasta las lágrimas: “La humildad de la encarnación y
la caridad de la pasión.” “Le era imposible no irrumpir en llanto pensando en
la pobre Virgen, que se encontraba en una completa miseria. Un día, mientras
comían, un hermano recordó la pobreza de la Santísima Virgen y la angustia de
Cristo, su Hijo. Francisco, al instante, se levantó sollozando, y se sentó en
el piso a terminar de comer lo que le quedaba de pan.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito
de todos-
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