PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2874
~ Viernes 11 de Diciembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
El hombre necesita de los demás, no
dispone de todo lo que es necesario para su crecimiento integral. No somos
islas, somos parte de una misma familia en la que estamos llamados a crecer
desde nuestra diversidad. La solidaridad se convierte, así, en una realidad que
nos compromete a acompañar a nuestros hermanos. En este sentido podemos hablar
de diversidad de talentos, como un don que se convierte en una tarea. […]
Esto nos hace comprender la riqueza del
don, pero sobre todo su obligación moral como una tarea que debemos asumir.
Cuando la diversidad de talentos no se vive en el marco de una cultura de la
solidaridad, y esto es común desgraciadamente en una cultura individualista, se
vive en un mundo de desigualdades escandalosas que afectan a millones de
hombres y mujeres, lo que está en abierta contradicción con el Evangelio.
Mons. José M. Arancedo
¡Buenos días!
Invitados al casamiento…
La
sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad de
distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es mentir con
los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se es, o con jactancias
atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con adulaciones cuando se engaña
para sacar algún provecho de los otros. Un ejemplo.
En todas las fiestas siempre hay alguno
colado. Esto sucede en cualquier lugar. Una vez en una familia se organizó una
fiesta muy importante. El dueño de casa empezó a sospechar porque había muchos
más de los calculados.
Entonces hizo parar la orquesta y dijo: —¡Por
favor la orquesta interrumpa un momentito! A ver, los invitados del novio pasen
de este lado; y los invitados de la novia de este otro lado… Enseguida gran
parte de la concurrencia se dividió en dos bandos.
—Bueno —dijo el dueño— ¡Ahora mismo se van
todos ustedes inmediatamente, porque esto es un bautismo!
Es
lamentable que en Argentina estas faltas de sinceridad sean celebradas como
“viveza criolla”, feo vicio antisocial que ha vulnerado tristemente nuestra
imagen en el exterior. Y lo peor es que perdura entre nosotros cuando
aplaudimos al canchero, al piola, al madrugador, que son los “avivatos” y
“ventajitas” de las historietas cómicas. La verdad nos hará libres.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
«¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que,
sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la
flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no os habéis
lamentado’. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: ‘Demonio tiene’.
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tenéis un comilón y un
borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por
sus obras». (Mt 11,13-19)
Comentario
Hoy debiéramos removernos ante el
suspiro del Señor: «Con quién compararé a esta generación?» (Mt 11,16). A Jesús
le aturde nuestro corazón, demasiadas veces inconformista y desagradecido.
Nunca estamos contentos; siempre nos quejamos. Incluso nos atrevemos a acusarle
y a echarle la culpa de lo que nos incomoda.
Pero «la Sabiduría se ha acreditado por
sus obras» (Mt 11,19): basta contemplar el misterio de la Navidad. ¿Y
nosotros?; ¿cómo es nuestra fe? ¿No será que con esas quejas tratamos de
encubrir la ausencia de nuestra respuesta? ¡Buena pregunta para el tiempo de
Adviento!
Dios viene al encuentro del hombre, pero
el hombre —particularmente el hombre contemporáneo— se esconde de Él. Algunos
le tienen miedo, como Herodes. A otros, incluso, les molesta su simple
presencia: «Fuera, fuera, crucifícalo» (Jn 19,15). Jesús «es el Dios-que-viene»
(Benedicto XVI) y nosotros parecemos "el hombre-que-se-va": «Vino a
los suyos y los suyos no le recibieron» (Jn 1,11).
¿Por qué huimos? Por nuestra falta de
humildad. San Juan Bautista nos recomendaba "menguarnos". Y la
Iglesia nos lo recuerda cada vez que llega el Adviento. Por tanto, hagámonos
pequeños para poder entender y acoger al "Pequeño Dios". Él se nos
presenta en la humildad de los pañales: ¡nunca antes se había predicado un
"Dios-con-pañales"! Ridícula imagen damos a la vista de Dios cuando
los hombres pretendemos encubrirnos con excusas y falsas justificaciones. Ya en
los albores de la humanidad Adán lanzó las culpas a Eva; Eva a la serpiente y…,
habiendo transcurrido los siglos, seguimos igual.
Pero llega Jesús-Dios: en el frío y la
pobreza extrema de Belén no vociferó ni nos reprochó nada. ¡Todo lo contrario!:
ya empieza a cargar sobre sus pequeñas espaldas todas nuestras culpas.
Entonces, ¿le vamos a tener miedo?; ¿de verdad van a valer nuestras excusas
ante ese "Pequeño-Dios"? «La señal de Dios es el Niño: aprendamos a
vivir con Él y a practicar también con Él la humildad» (Benedicto XVI).
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Dámaso I
Papa
Era de origen español y nació
probablemente en Roma hacia el año 305. Siendo diácono incardinado en Roma,
sirvió al papa Liberio y lo acompañó en el destierro. Le sucedió en la sede de
Pedro el año 366, cuando la Iglesia pasaba por momentos muy delicados. Sufrió
persecuciones, destierro y calumnias, hubo de reunir frecuentes sínodos contra
los cismáticos y herejes, defendió la fe proclamada en el Concilio de Nicea,
fue gran promotor del culto a los mártires, cuyos sepulcros decoró con sus
versos. Encomendó a su amigo san Jerónimo que tradujera al latín la Biblia (la
Vulgata), sustituyó el uso del griego por el latín en la liturgia, consolidó y
adecentó las catacumbas, hizo de su propia casa una basílica dedicada a san
Lorenzo. Murió el 11 de diciembre del año 384.
Oración: Concédenos la gracia, Señor,
de glorificarte siempre por el triunfo de tus mártires, a quienes profesó
devoción entrañable el papa san Dámaso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Viene un tiempo nuevo:
el tiempo del diálogo,
del respeto y del trabajo en equipo.
Tiempo de construcción
con más justicia social.
Hay que aprender
el arte del acuerdo”
~ Presidente Macri ~
Tema del día:
En la mitad del
Adviento
En la mitad del Adviento... ¿Cómo están
nuestros caminos?
Todos sabemos que falta poco para que
llegue la Navidad... y ahí andamos corriendo, hasta hemos hecho una lista para
que no se nos olviden las "cosas" que tenemos que hacer, regalos,
alimentos para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad... ¡y los turrones!
Ah, eso sí, no nos pueden faltar los vinos y otra cosa importante para
brindar...
Cada quién, según sus posibilidades,
trataremos que esa noche o día, se pueda celebrar lo mejor posible y sobre
todo, si es que llega a ser en nuestra casa, quedar con el mejor de los éxitos.
Todo esto está muy bien, pero... ¿Cómo
están nuestros caminos? Los "caminos" de nuestro interior, los
"caminos" de nuestro corazón.
Hace muchísimos años, Juan, comenzó a
predicar la penitencia, un bautismo para el perdón de los pecados y su
arrepentimiento, es tiempo de mortificación por eso vemos que los sacerdotes
visten de color morado al celebrar la misa, y todavía muchos miles de años
antes, podemos leer al profeta Isaías: "Ha resonado una voz en el
desierto: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle
será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho,
los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres verán la salvación de
Dios".
Es ahora cuando ha llegado nuestro
tiempo... ¿Cómo preparamos esos "caminos" sin allanar las crestas de
nuestra soberbia, de nuestra altanería... sin poner rectos nuestros deseos de
ambición cambiándolos por generosidad, sin suavizar esa aspereza pidiendo
perdón o dándolo con un gesto de amor?
Es el momento de pensar, de
"bucear" en nuestro interior para ver si nos hace falta cambiar
nuestro modo de ser, cambiar nuestra vida... para poder ofrecer
"algo", para poder "regalarle" algo al Hijo de Dios que ya
no tarda en llegar, que ya no tarda en aparecer en nuestra Historia, siendo Él
el Señor y Dueño de la misma, y sin embargo lo vamos a ver naciendo en la más
profunda humildad y solo y únicamente por amor.
Es tiempo de regalar y de recibir
regalos..., todo está bien. Pero Él solo vino a buscar mi corazón para que lo
ame... ¿se lo daré?
Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Noemí, de México, que hoy será operada.
Que la Virgen de Guadalupe interceda ante Jesús para conseguir un resultado
favorable y una pronta recuperación.
Pedimos oración por María del Carmen, de Toluca, México, enferma de riñones y pulmones, rogando a Dios por su curación.
Pedimos oración por María del Carmen, de Toluca, México, enferma de riñones y pulmones, rogando a Dios por su curación.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
La
mujer, iluminada por la luz y por la virtud de María, aprendió a elevarse en su
vida y en su misión.
Tácitamente,
María, por medio de sus imágenes repite a las mujeres la enseñanza de San
Agustín y de San Jerónimo: “Mujer tú no debes desconocer tu dignidad, porque el
Hijo de Dios nació de una mujer. Aprende un santo orgullo”.
La
mujer nueva, formada en la escuela de María, supo ser superior a Eva, se
mantuvo digna de su misión, recordemos aquello que fueron Santa Mónica para San
Agustín; Santa Juana Francisca de Chantal para San Francisco de Sales; Santa
Luisa de Marillac para San Vicente de Paul; etc.
La
mujer cristiana ejercitó sobre el hombre una fascinación celestial. Pero más
admirablemente aún es la elevación de la mujer a mártir, virgen, apóstol,
heroína de la caridad (Beato Santiago Alberione)
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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