PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2880
~ Jueves 17 de Diciembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Hoy comienzan las ferias privilegiadas de Adviento, que tienen la finalidad de
prepararnos más intensa y directamente a la Navidad. La liturgia de estos días
proclama los textos que van disponiendo más y mejor al cristiano para acoger al
Hijo de Dios hecho hombre. En particular, las Vísperas tienen un singular poder
sugestivo merced a las antífonas mayores, llamadas también de la «O», que junto
al Magníficat de cada día pasan revista a los diversos títulos de Cristo,
referentes a su naturaleza divina y humana o a su misión salvífica, y que
terminan todas instándole a que venga a poner remedio a nuestra indigencia: Oh
Sabiduría que brota de los labios del Altísimo, Pastor de la casa de Israel,
Renuevo del tronco de Jesé, Llave de David y Cetro de la casa de Israel, Sol
que naces de lo alto, Rey de las naciones, y Emmanuel, rey y legislador
nuestro.
Oración: Dios, creador y restaurador del
hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra eterna, se encarnase en el seno de
María, siempre Virgen, escucha nuestras súplicas, y que Cristo, tu Unigénito,
hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes de su condición divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
¡Buenos días!
Colaboradores de Dios
Dios
quiere asociarte a su obra de misericordia en el mundo y por medio de ti
multiplicar la salud, el bienestar, la alegría y la felicidad de tantos
carenciados de todo. Con que cada uno haga un poco, se puede lograr mucho si
trabajamos unidos por mejorar el entorno humano. Lee esta breve historia.
Había una vez una pobre niña esquimal. No
tenía lo suficiente para comer, ni ropa suficiente para calentarse y protegerse
del frío ártico. Un día un periodista llegó al pueblito donde vivía la niña.
Vio su pobreza y decidió hacerle algunas preguntas:
—¿Crees en Dios?
—Sí, creo —dijo la pequeña.
—¿Crees que Dios te ama? —preguntó el
cronista.
—Sí, lo creo —dijo nuevamente la niña.
—Si crees en Dios y crees que él te ama,
entonces, ¿por qué te parece que no tienes suficiente alimento ni ropa que te
abrigue?
—Yo creo que Dios pidió a alguien que me
trajera esas cosas. Pero ese alguien dijo que no.
Esta
anécdota me recuerda aquella reflexión tan cierta: “Jesús no tiene manos, tiene
sólo nuestras manos para construir un mundo nuevo donde haya más fraternidad y
justicia. Jesús no tiene recursos, cuenta tan sólo con nuestro trabajo para
lograr que todos los hombres vivan como hermanos”. En tu parroquia vecina sin
duda funciona “Cáritas”; puedes arrimarte para dejar tu contribución de
alimentos no perecederos, ropa o dinero.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
Libro de la generación de Jesucristo,
hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a
Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engendró, de Tamar, a Fares
y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a
Aminadab, Aminadab engendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón
engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a
Jesé, Jesé engendró al rey David.
David engendró, de la que fue mujer de
Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá
engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram
engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz
engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón
engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la
deportación a Babilonia.
Después de la deportación a Babilonia,
Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró
a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a
Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a
Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a
José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el
total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones;
desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la
deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. (Mt
1,1-17)
Comentario
Hoy, en la liturgia de la misa leemos la
genealogía de Jesús, y viene al pensamiento una frase que se repite en los
ambientes rurales catalanes: «De Josés, burros y Juanes, los hay en todos los
hogares». Por eso, para distinguirlos, se usa como motivo el nombre de las
casas. Así, se habla, por ejemplo: José, el de la casa de Filomena; José, el de
la casa de Soledad... De esta manera, una persona queda fácilmente
identificada. El problema es que uno queda marcado por la buena o mala fama de
sus antepasados. Es lo que sucede con el «Libro de la generación de Jesucristo,
hijo de David, hijo de Abraham» (Mt 1,1).
San Mateo nos está diciendo que Jesús es
verdadero Hombre. Dicho de otro modo, que Jesús —como todo hombre y como toda
mujer que llega a este mundo— no parte de cero, sino que trae ya tras de sí
toda una historia. Esto quiere decir que la Encarnación va en serio, que cuando
Dios se hace hombre, lo hace con todas las consecuencias. El Hijo de Dios, al
venir a este mundo, asume también un pasado familiar.
Rastreando los personajes de la lista,
podemos apreciar que Jesús —por lo que se refiere a su genealogía familiar— no
presenta un “expediente inmaculado”. Como escribió el Cardenal Nguyen van
Thuan, «en este mundo, si un pueblo escribe su historia oficial, hablará de su
grandeza... Es un caso único, admirable y espléndido encontrar un pueblo cuya
historia oficial no esconde los pecados de sus antepasados». Aparecen pecados
como el homicidio (David), la idolatría (Salomón) o la prostitución (Rahab). Y
junto con ello hay momentos de gracia y de fidelidad a Dios, y sobre todo las
figuras de José y María, «de la que nació Jesús, llamado Cristo» (Mt 1,16).
En definitiva, la genealogía de Jesús
nos ayuda a contemplar el misterio que estamos próximos a celebrar: que Dios se
hizo Hombre, verdadero Hombre, que «habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez (Sitges, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Lázaro
Amigo de Jesús
San Lázaro tuvo la dicha de ser el protagonista
de uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo, ya que fue resucitado
por el Señor después de cuatro días de haber fallecido. Según las Sagradas
Escrituras, Lázaro enfermó gravemente y dos de sus hermanas Marta y María
enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde se encontraba Jesús con el
siguiente mensaje: "Aquél a quien Tú amas, está enfermo". Bellísimo
modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de
que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte. El santo fallece y recién al
cuarto día llegó el Señor. Las dos hermanas salen al encuentro de Jesús en
medio de lágrimas y sollozos diciéndole: "Oh, Señor… ¡Si hubieras estado
aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus
labios: 'Jesús'. No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía.
¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí hubieras estado aquí no se habría muerto
nuestro hermano". Jesús responde: - "Yo soy la resurrección y la
Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre". Jesús, al verlas
llorar se conmovió y también lloró. Nuestro Redentor verdadero Dios y verdadero
hombre, sintió también el dolor ante la muerte de un ser querido. Los judíos
que estaban allí en gran número, exclamaron: "¡Miren cuánto lo amaba!".
Jesús dijo: ¡Lázaro, yo te mando, sal fuera! Y Lázaro se levantó. Después de
cuatro días de muerto, fue resucitado milagrosamente y visto por la multitud
que contempló el hecho.
© Aciprensa
Palabras del Papa
Francisco
“El perdón y la misericordia no deben
permanecer como bellas palabras, sino realizarse en la vida cotidiana. Amar y
perdonar son el signo concreto y visible que la fe ha transformado nuestros
corazones y nos permite expresar en nosotros la vida misma de Dios. Amar y
perdonar como Dios ama y perdona. Este es un programa de vida que no puede
conocer interrupciones o excepciones, sino que nos empuja a andar siempre más
allá sin cansarnos nunca, con la certeza de ser sostenidos por la presencia
paterna de Dios”
Tema del día:
Balance del año
Mi percepción a medida que envejezco es
que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un
recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se
debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar,
de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros
egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni
al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y
el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no
queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que
tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi
voluntad el poder hacerlo.
Ser feliz es una decisión, no nos
olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que
hacer yo para poder construir un buen año, porque todos estamos en el camino de
aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a
tres cosas:
- a aprender a amar
- a dejar huella
- a ser felices.
En esas tres cosas debiéramos trabajar
todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en
estos puntos:
- Aprender a amar la responsabilidad
como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el
alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el
significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos
deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que
estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos...
- Valorar la libertad como una forma de
vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero.
Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y
decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
- El tercer y último punto a cultivar es
el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder
esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores.
Hacernos cariño y tratarnos bien como
país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a
los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día.
Querernos. Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene
que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden
que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se
están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La
trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tienen que ver con la
inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y
demos paso a la conversación, a los juegos antiguos, a los encuentros
familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la
intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias. Si logramos trabajar
en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser
felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la
única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas
que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se
comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se
achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el
corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías
y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Mamerto Menapace
Monje
benedictino
Nuevo vídeo
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas
Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de
esta página.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica;
por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Hoy rezamos especialmente por el Papa Francisco en el día en que cumple 79 años de edad, rogando a Dios que le conceda una larga y saludable vida.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Rodolfo Octavo Pardo Luján, que vivía en México y ha partido al descanso junto al Padre celestial.
Pedimos oración para Jorge Luis, de San Juan, Argentina, que padece depresión profunda, con intentos de suicidio y ahora se encuentra internado. Que el Niño Jesús ya próximo a nacer, lo fortalezca y le haga encontrar la luz, la alegría y el camino para su vida.
Hoy rezamos especialmente por el Papa Francisco en el día en que cumple 79 años de edad, rogando a Dios que le conceda una larga y saludable vida.
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Rodolfo Octavo Pardo Luján, que vivía en México y ha partido al descanso junto al Padre celestial.
Pedimos oración para Jorge Luis, de San Juan, Argentina, que padece depresión profunda, con intentos de suicidio y ahora se encuentra internado. Que el Niño Jesús ya próximo a nacer, lo fortalezca y le haga encontrar la luz, la alegría y el camino para su vida.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
Después
de las apariciones de Lourdes, Nuestra Señora ha seguido demostrando su fuerte
preocupación materna por el destino de la humanidad, a través de sus diversas
apariciones en todo el mundo.
En
todas partes ha pedido oraciones y penitencia por la conversión de los
pecadores, ya que preveía la ruina espiritual de ciertos países, el sufrimiento
que el Santo Padre tendría que pasar, el debilitamiento general de la fe
cristiana, las dificultades de la Iglesia, el surgimiento del Anticristo y sus
intentos de sustituir a Dios en la vida de los hombres: intentos, que a pesar
de sus brillantes éxitos, parecerían condenados al fracaso (...)
La
Virgen María está tratando de tejer una enorme red con sus hijos espirituales
en el mundo entero, para lanzar una fuerte ofensiva contra las fuerzas del Mal,
para encerrarlo y así preparar la victoria final de su divino Hijo, Jesucristo
(...)
Como
signo de nuestra participación en su ofensiva, ella nos solicita la conversión
del corazón, una gran devoción a la Sagrada Eucaristía, el rezo diario del Rosario,
la oración constante, la aceptación del sufrimiento por la salvación del mundo.
Esto
puede parecer poco, pero en las manos de Dios no hay nada imposible.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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