domingo, 13 de diciembre de 2015

Pequeñas Semillitas 2876

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2876 ~ Domingo 13 de Diciembre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Juan anunciaba la inminente llegada del Enviado de Dios, y exhortaba a sus paisanos a prepararle el camino mediante una sincera conversión, que debía concretarse en obras de bien y justicia, de solidaridad y de paz. Y Navidad celebra y hace presente la permanente llegada del Señor a nosotros, como leemos en el Apocalipsis: "yo estoy a la puerta y llamo, si me abren, entraré y cenaremos juntos".
Preparar caminos, abrir la puerta, ¡convertirse!, pero con el entusiasmo y la alegría de quien espera ansioso al poderoso Salvador, que viene a cambiar para bien los callejones torcidos por donde andamos, los criterios y actitudes de egoísmo y violencia, las peleas y rencores que no solucionan nada.
Nochebuena y Navidad son momentos especiales en los que nos abrazamos y nos deseamos todo lo bueno y mejor. De nosotros depende que esos momentos sean fecundos en la reconciliación, la gratuidad, y el amor sincero.
El Domingo

¡Buenos días!

Naranjas en el océano
Es muy oportuno para crecer en la fe practicar la oración de petición. Por ella permites a Dios entrar en la trama concreta de tu vida. Sientes así la presencia y cercanía del Señor en tus problemas cotidianos. A él no le molesta estar presente en los mínimos detalles de tu existencia, porque te ama. Es también un camino de sólida y auténtica humildad y sencillez.

En un viaje por el océano, una señora se puso tan enferma por el mareo que el médico le dijo que solo comiendo naranjas podría restablecerse. La señora, en su debilidad dijo: —Doctor no se preocupe. Mi padre celestial me las enviará. Yo voy a pedírselo ahora. —Pero, querida señora —contestó él— no olvide que nos encontramos en medio del océano. —No importa, amigo mío; para Dios todo es posible. Unas horas más tarde, el mismo doctor entraba corriendo hasta la enferma, para poner a los pies de su cama un cesto colmado de naranjas. Como pudo, nervioso y maravillado, explicó su procedencia. —Un buque averiado… Un cargamento de naranjas en el buque…Un… —¡Un milagro de mi Padre celestial, doctor! —le interrumpió la enferma.

Rezar por cualquier necesidad —grande o pequeña, espiritual o material— te ofrece la ocasión de verificar la proximidad de Dios. Él quiere librarte de tus angustias y afanes y se pone a tu alcance para cualquier necesidad. De este modo entrarás en una relación afectuosa, verdadera y concreta con Dios.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «Pues ¿qué debemos hacer?». Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo». Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?». Él les dijo: «No exijáis más de lo que os está fijado». Preguntáronle también unos soldados: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?». Él les dijo: «No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada».
Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga». Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva. (Lc 3,10-18)

Comentario
Hoy la Palabra de Dios nos presenta, en pleno Adviento, al Santo Precursor de Jesucristo: san Juan Bautista. Dios Padre dispuso preparar la venida, es decir, el Adviento, de su Hijo en nuestra carne, nacido de María Virgen, de muchos modos y de muchas maneras, como dice el principio de la Carta a los Hebreos (1,1). Los patriarcas, los profetas y los reyes prepararon la venida de Jesús.
Veamos sus dos genealogías, en los Evangelios de Mateo y Lucas. Él es hijo de Abraham y de David. Moisés, Isaías y Jeremías anunciaron su Adviento y describieron los rasgos de su misterio. Pero san Juan Bautista, como dice la liturgia (Prefacio de su fiesta), lo pudo indicar con el dedo, y le cupo —¡misteriosamente!— hacer el Bautismo del Señor. Fue el último testigo antes de la venida. Y lo fue con su vida, con su muerte y con su palabra. Su nacimiento es también anunciado, como el de Jesús, y es preparado, según el Evangelio de Lucas (caps. 1 y 2). Y su muerte de mártir, víctima de la debilidad de un rey y del odio de una mujer perversa, prepara también la de Jesús. Por eso, recibió él la extraordinaria alabanza del mismo Jesús que leemos en los Evangelios de Mateo y de Lucas (cf. Mt 11,11; Lc 7,28): «Entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan Bautista». Él, frente a esto, que no pudo ignorar, es un modelo de humildad: «No soy digno de desatarle la correa de sus sandalias» (Lc 3,16), nos dice hoy. Y, según san Juan (3,30): «Conviene que Él crezca y yo disminuya».
Oigamos hoy su palabra, que nos exhorta a compartir lo que tenemos y a respetar la justicia y la dignidad de todos. Preparémonos así a recibir a Aquel que viene ahora para salvarnos, y vendrá de nuevo a «juzgar a los vivos y a los muertos».
Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I. (Città del Vaticano, Vaticano)

Palabras de San Juan Pablo II
“Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres; el Señor está cerca”  Con estas palabras del apóstol Pablo, la Liturgia nos invita a la alegría. Es el  tercer domingo de Adviento, llamado por este motivo domingo “Gaudete”. El Adviento es tiempo de alegría, pues permite revivir la espera del  acontecimiento más alegre de la historia: el nacimiento del Hijo de Dios de la  Virgen María.  Saber que Dios no está lejos, sino cercano; que no es indiferente, sino  compasivo; que no es ajeno, sino un Padre misericordioso que nos sigue con cariño  en el respeto de nuestra libertad: este es motivo de una alegría profunda que las  cambiantes vicisitudes cotidianas no pueden arañar.     
Una característica inconfundible de la alegría cristiana es que puede convivir con  el sufrimiento, pues se basa totalmente en el amor. De hecho, el Señor que “está  cerca” de nosotros, hasta el punto de hacerse hombre, viene a infundirnos su  alegría, la alegría de amar. Sólo así se comprende la serena dicha de los mártires  incluso en medio de las pruebas, o la sonrisa de los santos de la caridad ante quien  está en el dolor: una sonrisa que no ofende, sino que consuela. “Alégrate, llena de  gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1, 28). El anuncio del Ángel a María es una  invitación a la alegría. Pidamos a la Virgen Santa el don de la alegría cristiana.

Tema del día:
Repartir con el que no tiene
La Palabra del Bautista desde el desierto tocó el corazón de las gentes. Su llamada a la conversión y al inicio de una vida más fiel a Dios despertó en muchos de ellos una pregunta concreta: ¿Qué debemos hacer? Es la pregunta que brota siempre en nosotros cuando escuchamos una llamada radical y no sabemos  cómo concretar nuestra respuesta.

El Bautista no les propone ritos religiosos ni tampoco normas ni preceptos. No se trata propiamente de hacer cosas ni de asumir deberes, sino de ser de otra manera, vivir de forma más humana, desplegar algo que está ya en nuestro corazón: el deseo de una vida más justa, digna y fraterna.

Lo más decisivo y realista es abrir nuestro corazón a Dios mirando atentamente a las necesidades de los que sufren. El Bautista sabe resumirles su respuesta con una fórmula genial por su simplicidad y verdad: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Así de simple y claro.

¿Qué podemos decir ante estas palabras quienes vivimos en un mundo donde más de un tercio de la humanidad vive en la miseria luchando cada día por sobrevivir, mientras nosotros seguimos llenando nuestros armarios con toda clase de túnicas y tenemos nuestros frigoríficos repletos de comida?

Y ¿qué podemos decir los cristianos ante esta llamada tan sencilla y tan humana? ¿No hemos de empezar a abrir los ojos de nuestro corazón para tomar conciencia más viva de esa insensibilidad y esclavitud que nos mantiene sometidos a un bienestar que nos impide ser más humanos?

Mientras nosotros seguimos preocupados, y con razón, de muchos aspectos del momento actual del cristianismo, no nos damos cuenta de que vivimos "cautivos de una religión burguesa". El cristianismo, tal como nosotros lo vivimos, no parece tener fuerza para transformar la sociedad del bienestar. Al contrario, es ésta la que está desvirtuando lo mejor de la religión de Jesús, vaciando nuestro seguimiento a Cristo de valores tan genuinos como la solidaridad, la defensa de los pobres, la compasión y la justicia.

Por eso, hemos de valorar y agradecer mucho más el esfuerzo de tantas personas que se rebelan contra este "cautiverio", comprometiéndose en gestos concretos de solidaridad y cultivando un estilo de vida más sencillo, austero y humano.
José A. Pagola

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Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Los argentinos agradecemos a Jesucristo, Señor de la Historia, y a nuestra Madre de Luján, porque siempre escuchan nuestras plegarias. A ellos les pedimos que sigan protegiendo nuestra nación.

Desde México, Alejandro y Claudia escriben y dicen: “Buenos días, te aviso sobre la salud de Mariana G. R., que ya recibió los resultados del escaneo y gracias a Dios, no hay metástasis. Todo parece estar focalizado y en etapa temprana. Regresa de Alemania a México para ser atendida aquí y estar con sus papás. Gracias por el apoyo y las oraciones”

Unidos a María
Después que la Virgen María se le apareció en un cerro, cerca de la ciudad de México, en diciembre de 1531, Juan Diego fue a recoger rosas de Castilla en lo alto del cerro llevándolas en su tilma al obispo.
Cuando abrió su tilma, “en ese momento apareció pintada la preciosa imagen de la Perfecta Virgen Santa María (de tamaño natural) Madre de Téotl – Dios, exactamente tal como se nos presenta actualmente”.
“La ciudad entera se puso en camino; venían a contemplarla, a admirar la maravillosa imagen como una cosa divina, venían a rezar admirándose enormemente de este gran milagro divino, ya que ningún hombre de este mundo, absolutamente ninguno hubiese podido pintar su noble y preciosa Imagen” cuenta el Nican Mopohua (la historia de las apariciones en lengua náhuatl):
Nos sorprenden todos los signos que descubrimos 500 años después. Cuanto más contemplamos el rostro de la Virgen, más nos conmueve la dulzura que emana de ella. Ella luce tan tierna, tan amorosa, tan humana.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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