sábado, 26 de diciembre de 2015

Pequeñas Semillitas 2889

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2889 ~ Sábado 26 de Diciembre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi amado Jesús, despierto sonriente pensando en tu venida a este mundo y toda la alegría que trajiste a toda la humanidad. Tú eres la Luz que nace desde lo alto, viniste a iluminar nuestros senderos y a llenar de gozo nuestros corazones. Con tantos buenos deseos te he esperado en este Adviento esperando que restaures todo aquello que no está bien dentro de mí, que restaures mi niño interior, esa pureza que un día perdí por las distracciones del mundo y los sinsabores de la vida. Hoy te acercas a mí como mi Señor, como mi Maestro y amigo, y mañana contemplaré tu gloria y me uniré de júbilo al canto de alabanza de tus ángeles. La Navidad que me ofreces es amor, paz, regocijo y silencio; por eso, quiero vivir tu nacimiento en mi corazón, ante la imagen pura de tu niñez y de la luz de tu eterno amor. No quiero que ninguna preocupación aparte mi mente, mi corazón y mi alma, de lo que verdaderamente importa en Navidad: ¡Tú!, tu misterio de amor, tu misterio de encarnación, que vienes a mí despojado de todo para despojar a mi alma de todo lo innecesario, de aquello que me separa de tu dulce amor. Tú vienes para alojarte en la profundidad de mi vida. Que brille para tu luz en el mundo y que yo pueda vivir el Amor, la paz y la felicidad que traes contigo. Tú eres el Sol que nace desde lo alto y nos despiertas transformados a una nueva vida. Amén

¡Buenos días!

Oración de Navidad
“Regala tiempo: acuérdate de un viejo amigo. Come con alguna persona solitaria. Regala esperanza: vive lleno de alegría. Levanta el ánimo a un niño. Regala paz: perdona a un enemigo. Arregla diferencias. Regala parte de ti mismo: compórtate con ternura. ¡Regala amor y siempre será Navidad!”  Y ahora una oración del P. Víctor Manuel Fernández:

Señor, hoy celebro tu nacimiento, el día que viste la luz de este mundo con ojos como los nuestros, el día en que tu luz se derramó maravillosamente sobre esta tierra amada. ¡Gracias, Señor, porque puedo celebrarlo una vez más! Quizás no me he preparado como debía, pero sé que tu amor va más allá de todo eso, y que no vienes a reprocharme cosas sino a bendecirme, a darme aliento, a decirme que estás conmigo, a recordarme que me amas. ¡Gracias, mi amigo, gracias mi luz, gracias mi fortaleza! Porque sé que haberte conocido no es lo mismo que no tenerte, porque sé que mi vida no sería igual si no te hubiera encontrado. ¡Gracias, Jesús!

“Si tienes tristeza, alégrate, la Navidad es gozo. Si tienes enemigos, reconcíliate, la Navidad es paz. Si tienes amigos, búscalos, la Navidad es encuentro. Si tienes padres a tu lado, ayúdalos,  la Navidad es don. Si tienes soberbia, sepúltala la Navidad es humildad. Si tienes deudas, págalas, la Navidad es justicia. Si tienes pecados, conviértete, la Navidad es gracia”. Feliz Navidad con Jesús y tu familia.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros. Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará». (Mt 10,17-22)

Comentario
Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de su primer mártir, el diácono san Esteban. El Evangelio, a veces, parece desconcertante. Ayer nos transmitía sentimientos de gozo y de alegría por el nacimiento del Niño Jesús: «Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto» (Lc 2,20). Hoy parece como si nos quisiera poner sobre aviso ante los peligros: «Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán» (Mt 10,17). Es que aquellos que quieran ser testimonios, como los pastores en la alegría del nacimiento, han de ser también valientes como Esteban en el momento de proclamar la Muerte y Resurrección de aquel Niño que tenía en Él la Vida.
El mismo Espíritu que cubrió con su sombra a María, la Madre virgen, para que fuera posible la realización del plan de Dios de salvar a los hombres; el mismo Espíritu que se posó sobre los Apóstoles para que salieran de su escondrijo y difundieran la Buena Nueva —el Evangelio— por todo el mundo, es el que da fuerzas a aquel chico que discutía con los de la sinagoga y ante el que «no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba» (Hch 6,10).
Era un mártir en vida. Mártir significa “testimonio”. Y fue también mártir por su muerte. En vida hizo caso de las palabras del Maestro: «No os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento» (Mt 10,19). Esteban, «mirando al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios» (Hch 7,55). Esteban lo vio y lo dijo. Si el cristiano hoy es un testigo de Jesucristo, lo que ha visto con los ojos de la fe lo ha de decir sin miedo con las palabras más comprensibles, es decir, con los hechos, con las obras.
+ Rev. D. Joan BUSQUETS i Masana (Sabadell, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Esteban
Protomártir
Fue uno de los siete diáconos elegidos por los Apóstoles, poco después de la Ascensión, para el servicio de la comunidad de Jerusalén. Lleno de gracia y poder, realizaba en medio del pueblo grandes prodigios y signos. Se levantaron unos de la sinagoga llamada de los Libertos y se pusieron a discutir con Esteban; pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Amotinaron al pueblo, le prendieron y le condujeron al Sanedrín. Él les dirigió un discurso en el que defendió a la Iglesia, y concluyó diciendo: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios». Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron todos a una sobre él; le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado». Y diciendo esto expiró. Oración: Concédenos, Señor, la gracia de imitar a tu mártir san Esteban y de amar a nuestros enemigos, ya que celebramos la muerte de quien supo orar por sus perseguidores. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

¿Qué es la Navidad para ti? No, no quiero que respondas ahora mismo a esta pregunta. Pero sí permite que te enseñe qué significa la Navidad para mí. Para mí la Navidad no es más que un tiempo para ser. ¿Y qué significa esto? Con el tiempo uno aprende que la Navidad no está en las cosas, sino que la verdadera Navidad está en cada una de las personas con quien te sientas alrededor de la mesa de un hogar. La Navidad es un tiempo para ser, un tiempo presente que te regala año tras año la oportunidad de dar lo mejor de ti mismo.
Esta es para mí la verdadera Navidad, la Navidad del ser, la Navidad que se alimenta del calor de las personas, que se nutre de una mirada, de un gesto, de una palabra, de una sonrisa y, cómo no, de un reencuentro. Esta es la Navidad que quiero que vivas y compartas con todos los tuyos un año más.

Tema del día:
Curiosidades de Navidad

Las tarjetas navideñas fueron inventadas por Sir Henry Cole, quien en el año 1843 encargó a un amigo pintor que le dibujara y pintara una escena navideña, que luego mandaría a reproducir en una imprenta, para después escribirle unos breves deseos de felicidad, firmarlas y enviarlas a los amigos y familiares.

El árbol navideño es una costumbre proveniente de los países nórdicos, donde éstos son símbolo de vida. Por ello, para conmemorar la Navidad en estos países, adornan los árboles con guirnaldas, regalos y adornos de colores; costumbre que rápidamente se ha extendido por todo el mundo.

Los villancicos son cantos que se entonan en Navidad para celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Esta costumbre tiene su origen en la edad media y se mantiene en recuerdo de los muchos profetas que anunciaban el nacimiento del Salvador.

La tradición de poner el Belén (Pesebre) en el mundo se remonta al año 1223, en una Navidad de la villa italiana de Grecio. En esta localidad, San Francisco de Asís reunió a los vecinos de Grecio para celebrar la misa de medianoche. En derredor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús, moldeado por las manos de San Francisco, se cantaron alabanzas al Misterio del Nacimiento; en el momento más solemne de la misa, aquella figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendió sus brazos hacia el Santo de Asís. El milagro se había producido ante la vista de todos, y desde entonces la fama de los "Nacimientos" y su costumbre se extendió por todo el mundo.

¿Por qué se llama «Misa del Gallo» la misa que se celebra el 24 de diciembre como término de la vigilia de Navidad? Porque esa misa solía caer «ad galli cantus» al canto del gallo, de donde le quedó su sugestivo nombre que nada tiene que ver con el hecho de que en algunos países acostumbraran comer gallo al horno en la cena de Nochebuena.

Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Diciembre de 2015

"¡Queridos hijos! También hoy les traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús y desde este abrazo les doy Su paz y el anhelo por el Cielo. Oro con ustedes por la paz y los invito a ser paz. Los bendigo a todos con mi bendición maternal de paz. Gracias por haber respondido a mi llamado"

"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.
Si ya estás suscripto y quieres cancelar tu suscripción debes escribir a la misma dirección con el título: “Baja”.

Unidos a María
La Natividad del Señor ilumina una vez más con su luz las tinieblas que con frecuencia envuelven nuestro mundo y nuestro corazón, y trae esperanza y alegría. ¿De dónde viene esta luz? De la gruta de Belén, donde los pastores encontraron a “María y a José, y al niño reclinado en el pesebre”.
Ante la Sagrada Familia surge otra pregunta más profunda: ¿cómo pudo aquel niño pequeño y débil traer al mundo una novedad tan radical como para cambiar el curso de la historia? ¿No hay, tal vez, algo de misterioso en su origen que va más allá de aquella gruta?
La pregunta sobre el origen de Jesús, la misma que plantea el procurador Poncio Pilato durante el proceso: “¿De dónde eres tú?”. Sin embargo, se trata de un origen bien claro. En el Evangelio de Juan, cuando el Señor afirma: “Yo soy el pan bajado del cielo”, (…) “No vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis”

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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