PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2771
~ Martes 25 de Agosto de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
El proceso de beatificación del Cardenal
Nguyen Van Thuan está en marcha. Cuando era obispo de Saigón, en Vietnam, los
comunistas lo metieron en la cárcel, donde estuvo 13 años.
Y ha dicho: “Nunca podré expresar mi gran alegría al celebrar diariamente la misa
con tres gotas de vino y una gota de agua en la palma de mi mano… ¡Este era mi
altar y ésta era mi catedral! Cada día, al recitar las palabras de la
consagración, confirmaba con todo el corazón y con toda el alma, un nuevo pacto
de amor, un pacto eterno entre Jesús y yo, mediante su sangre mezclada con la mía.
¡Han sido las misas más hermosas de mi vida! … La Eucaristía se convirtió para
mí y para los demás cristianos prisioneros en una presencia escondida y
alentadora en medio de todas las dificultades… A las 21:30 había que apagar la
luz y todos tenían que irse a dormir. En aquel momento, me encogía en la cama
para celebrar la misa de memoria y repartía la comunión, pasando la mano por
debajo del mosquitero. Incluso fabricamos bolsitas con el papel de los paquetes
de los cigarrillos para conservar el Santísimo Sacramento y llevarlo a los
demás. Jesús Eucaristía estaba siempre conmigo en el bolsillo de la camisa… Por
la noche, los prisioneros católicos se alternaban en turnos de adoración. Jesús
eucarístico ayudaba de un modo inimaginable con su presencia silenciosa. Muchos
cristianos volvían al fervor de la fe. Su testimonio de servicio y amor
producía un impacto cada vez mayor en los demás prisioneros. Budistas y otros
no cristianos alcanzaban la fe. La fuerza del amor de Jesús era irresistible.
La prisión se convirtió en escuela de catecismo. Los católicos bautizaron sus
compañeros; eran sus padrinos… Así Jesús se convirtió en el verdadero compañero
nuestro en el Santísimo Sacramento”
¡Buenos días!
Tus límites son señales
Nada
mejor para amarnos y amar, que aceptarnos y aceptar a los otros, percibiendo
con objetividad nuestras limitaciones y las ajenas, nuestras fortalezas y las
de los demás. Se genera así un amor tolerante que nos lleva a ser realistas,
sin dejar de luchar por mejorar día tras día. Te abres a descubrir nuevas metas
y a ver incluso el flanco positivo de tus mismos límites.
Tus limitaciones no son sólo barreras, sino
que son también indicaciones de Dios para iluminar tu camino. ¿No hablas bien?
¿Acaso no será señal de que debes sobre todo escuchar? ¿No eres intelectual?
¿Acaso no estarás designado para una acción concreta? ¿Eres tímido? ¿Acaso no
deberás recibir a los demás en lugar de imponerte y arrastrar? En la medida en
que compruebes, aceptes y ofrezcas tus límites a Dios, descubrirás que tu
pobreza se convierte en inmensa riqueza. El humilde auténtico nada teme, ni
siquiera a sí mismo, ni sus cualidades, ni sus limitaciones, ni a los demás, ni
a las cosas. Teme a Dios.
Aceptarte
a ti mismo es ponerte de tu lado, volverte amigo de ti mismo. No se puede
comenzar ninguna labor de crecimiento si te rechazas a ti mismo. Aceptarse a sí
mismo es negarse a fomentar, consciente o inconscientemente, una relación de
confrontación y permanente pelea consigo mismo. Por lo tanto conoce, acepta y ofrece
al Señor tus límites.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del
aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la
misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar
aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el
plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia! ¡Fariseo ciego,
purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!». (Mt
23,23-26)
Comentario
Hoy tenemos la impresión de “pillar” a
Jesús en un arrebato de mal humor —realmente alguien le ha hecho sentir
molesto. Jesucristo se siente incómodo con la falsa religiosidad, las
peticiones pomposas y la piedad egoísta. Él ha notado un vacío de amor, a
saber, echa en falta «la justicia, la misericordia y la fe» (Mt 23,23) tras las
acciones superficiales con las que tratan de cumplir la Ley. Jesús encarna esas
cualidades en su persona y ministerio. Él era la justicia, la misericordia y la
fe. Sus acciones, milagros, sanaciones y palabras rezumaban estos verdaderos fundamentos,
que fluyen de su corazón amoroso. Para Jesucristo no se trataba de una cuestión
de “Ley”, sino que era un asunto de corazón…
Incluso en las palabras de castigo vemos
en Dios un toque de amor, importante para quienes quieran volver a lo básico: «Se
te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de ti el Señor: nada más
que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu
Dios» (Miq 6,8). El Papa Francisco dijo: «Un poco de misericordia hace al mundo
menos frío y más justo. Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios,
este Padre misericordioso que tiene tanta paciencia... Recordemos al profeta
Isaías, cuando afirma que, aunque nuestros pecados fueran rojo escarlata, el
Amor de Dios los volverá blancos como la nieve. Es hermoso, esto de la
misericordia».
«¡Purifica primero por dentro la copa,
para que también por fuera quede pura!» (Mt 23,26). ¡Cuán cierto es eso para
cada uno de nosotros! Sabemos cómo la limpieza personal nos hace sentir frescos
y vibrantes por dentro y por fuera. Más aun, en el ámbito espiritual y moral
nuestro interior, nuestro espíritu, si está limpio y sano brillará en buenas
obras y acciones que honren a Dios y le rindan un verdadero homenaje (cf. Jn
5,23). Fijémonos en el marco más grande del amor, de la justicia y de la fe y
no nos perdamos en menudencias que consumen nuestro tiempo, nos empequeñecen y
nos hacen quisquillosos. ¡Saltemos al vasto océano del Amor de Dios y no nos
conformemos con riachuelos de mezquindad!
Fr. Austin NORRIS (Mumbai, India)
Santoral Católico:
San Luis IX
Rey de Francia
Patrono de la Orden Franciscana Seglar o
TOF. Nació en Poissy (Isla de Francia) el año 1214. Hijo de Luis VIII y de
Blanca de Castilla, era primo hermano de Fernando III el Santo y tío del obispo
san Luis de Anjou. A los 12 años sucedió en el trono a su padre y a los 20
contrajo matrimonio, del que tuvo once hijos, a los que se preocupó
personalmente de dar una educación esmerada. Descolló por su espíritu de
penitencia y oración, y por su amor a los pobres. Como gobernante no sólo
atendía a la paz entre las naciones y al bien temporal de sus súbditos, sino
también a su provecho espiritual. Emprendió dos cruzadas para rescatar el
sepulcro de Cristo y, en la segunda, sucumbió a la epidemia cerca de Cartago (Túnez)
el 25 de agosto de 1270.
Oración: Oh Dios, que has trasladado
a san Luis de Francia desde los afanes del gobierno temporal al reino de tu
gloria, concédenos, por su intercesión, buscar ante todo tu reino en medio de
nuestras ocupaciones temporales. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Santoral Católico:
San José de
Calasanz
Presbítero y
Fundador
Nació de familia noble en Peralta de la
Sal, provincia de Huesca en España, el año 1557. Hizo estudios medios y
superiores en varios centros y, madurada su vocación, se ordenó de sacerdote en
1583. Estuvo sucesivamente al servicio de los obispos de Barbastro y Lérida y
del cabildo de Urgel. El año 1592 marchó a Roma, donde se dedicó a instruir a
los niños pobres y abandonados del Trastévere. En 1617 fundó la Congregación
Paulina de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías,
que Gregorio XV elevó a Orden Religiosa en 1621 con el nombre actual de Orden
de las Escuelas Pías (Escolapios), para la formación de los niños y de los
jóvenes en el amor y la sabiduría del Evangelio. Proclamó el derecho a la
educación de todos los niños y luchó por ella, siendo perseguido por este
motivo y teniendo que sufrir mucho, hasta las calumnias de los envidiosos.
Murió en Roma el 25 de agosto de 1648. En 1948 el papa Pío XII lo declaró
«Patrono universal de todas las escuelas populares cristianas del mundo».
Oración: Señor, Dios nuestro, que has
enriquecido a san José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que
pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños,
concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy
como maestro de sabiduría. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa
Francisco
“En este tiempo existen esclavos ¡Son
explotados, esclavos del trabajo y esto es en contra de Dios y en contra de la
dignidad de la persona humana! La obsesión por el beneficio económico y el
eficientismo de la técnica amenaza los ritmos humanos de la vida, porque la
vida tiene sus ritmos humanos”
Temas Médicos:
Mentiras sobre la bebida
Que los
niños y los borrachos dicen la verdad no es cierto, tanto es así que entre los
tomadores hay una serie de mentiras que culturalmente se han afianzado y que
vale la pena derribar. Estas son algunas de las más comunes, con sus
correspondientes aclaraciones:
'Tomar de vez en cuando no hace daño'
Hay
quienes piensan que beber solo los fines de semana no tiene efectos negativos
sobre la salud, pero no hay tal; el daño que produce el alcohol no depende del
día de la semana en que se ingiere sino la cantidad, la frecuencia y la
velocidad con la que se bebe. Si estas son elevadas un solo día de la semana,
los riesgos son terribles.
'Las bebidas suaves emborrachan menos'
El alcohol
es uno solo, independientemente del tipo de bebida, y su impacto en el cuerpo
depende de la graduación alcohólica del trago y de la cantidad consumida. Una
jarra de sangría es tan lesiva como una botella de aguardiente.
'Con un solo trago puedo manejar'
Eso es
falso: aun en pequeñas cantidades, el licor afecta los reflejos y la percepción
del tiempo y del espacio.
'El trago alegra y estimula'
Nada de
eso, el alcohol es un depresor del sistema nervioso; puede que dos tragos
depriman lo inhibido, pero si se sigue tomando inevitablemente se va a fundir y
sentir aburrido.
'Mi organismo es resistente al trago... Nunca me
emborracho'
Eso es más
grave, porque significa que se ha desarrollado una tolerancia al alcohol y cada
vez se necesita más para producir algún efecto.
'El trago quita el guayabo (la resaca)'
No es
cierto: los efectos del alcohol solo se calman cuando éste se elimina del
cuerpo; eso ocurre a la velocidad de un aguardiente o un vaso de vino por hora,
en un hombre de 80 kilos; en las mujeres ese proceso es más lento. Mientras
tanto, mejor duerma e hidrátese.
'El alcohol facilita el sexo'
Hay que
entender que es un depresor y puede inhibir la respuesta sexual. Con un poco
puede haber cierta desinhibición, pero después el efecto será el contrario.
'Tomar con la barriga llena emborracha menos'
Puede que
el alcohol se demore un poco en ser absorbido, porque la grasa lo mantiene más
tiempo en el estómago... pero después el trago hará su efecto.
'El aguardiente con ajo es un buen purgante'
Es una
costumbre muy arraigada, pero no existe ninguna evidencia de que esto sea
cierto; ahora, los efectos del alcohol sí se quedan ahí, y si es un niño, mucho
peor.
'El trago light y sin azúcar es más sano'
Eso es
mentira, la mayoría de los licores se producen a partir de melazas u otro tipo
de azúcares. Que tenga menos cantidad por concentración es otra cosa; al final,
los efectos son los mismos, porque la gente tiende a tomar más.
Por
último. El trago ni cura el frío ni quita la gripe. No se elimina todo por el
sudor y la orina. ¡Ah!... tampoco es un embellecedor.
© Carlos Fernández
Oración por la
Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te
necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya
identidad
sea la pasión por la verdad y el
compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los
hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando
a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la
paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no
defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos
dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te
necesitamos.
Amén.
Unidos a María
La mariología recuerda que en la
debilidad y la discreción reside la fuerza de Dios: “Cuanto más un hombre se
entrega a Dios, se deja guiar por Él, Dios, cuando lo desea, puede poner en
evidencia su personalidad” (Hans Urs von Balthasar).
Contra la prevalencia del principio
masculino del hacer, contra el activismo y une eclesiología exclusivamente
estructural que llevaría a la Iglesia a un programa de acción (…), recordemos
que la Iglesia no es producto de nuestra fabricación sino la semilla viva de
Dios que crece y madura.
Al hacer depender todo de nuestro propio
poder, al reformar sin cesar para una mayor eficacia, según los modelos del
tiempo, se corre el riesgo de caer en la espiritualidad mundana, queriendo la
perfección espiritual y moral del hombre y no la gloria del Señor. Este es el
drama de nuestra relación con la Iglesia, que la tratamos como un producto
técnico, fabricado para el ahorro de energía.
La veneración de María nos enseña la
naturaleza de la Iglesia, como una realidad interior, una unión íntima,
esponsal, de la criatura con su Señor, que cumple por la fe la esperanza de la
divinización.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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