PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2754
~ Miércoles 5 de Agosto de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Es verdaderamente justo darte gracias,
es hermoso cantar para ti, manantial de todo bien. Tú eres el que das vida y futuro
a todo lo que existe. El pan que comemos es don del cosmos entero, es el pan de
nuestra peregrinación, pan incompleto que tú llenarás de esperanza.
Jesús nos ha enseñado a dar el pan al
hambriento y a encender hambre de otra cosa en aquél que está harto de pan. Nos
ha enseñado a transformar el “mío” en “nuestro”, a no acumular tesoros
ilusorios, que la carcoma devora, tesoros siempre robados al hambre de los
otros.
Día a día, dulce y tenazmente, llama a
la puerta de nuestras ansias de vivir, líbranos de las hambres falsas, haznos
personas esenciales como tus criaturas más pequeñas y felices, como las flores,
los pájaros, el pan.
Danos, Señor, el pan, la vida y la
alegría, porque para el pan, la alegría y la vida tú nos has creado. Y
entonces, con todas las criaturas que te buscan, que te aman y esperan sobre
esta tierra, te rogaremos con las palabras y con la fe que Jesús nos ha
enseñado. Abbá, Padre.
Ermes Ronchi
¡Buenos días!
Lloraba sin consuelo
Un
profesor de química al mismo tiempo que hacía experimentos solía dejar
enseñanzas inolvidables. Una vez que tenía en la mano una botella de leche, la
dejó caer en la batea del agua. Quedaron los vidrios y toda la leche se
escurrió por el desagüe. “La leche está perdida, dijo. No podemos rescatarla
más. Seamos más cuidadosos y no lloremos nunca por la leche derramada”.
Un borracho estaba en el cementerio tomando
una botella de vino y de repente se le cayó y se rompió. El bebedor
desconsolado se puso a llorar. Un hombre que pasaba por allí lo vio, sintió
lástima ante tal dolor y le preguntó: —¿Era familiar? El borracho respondió:
—¡No, de un litro no más.
Hay
una oración muy buena para recordar cuando nos sucedan esas cosas desagradables
que no tienen más solución: “Señor, concédeme fortaleza para solucionar lo que
tiene solución; valor para aceptar lo que ya no tiene solución; y sabiduría
para reconocer la diferencia”. Es una buena lección que se resume así:
“Aceptar, olvidar, y seguir adelante”.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús se retiró hacia
la región de Tiro y de Sidón. En esto, una mujer cananea, que había salido de
aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David!
Mi hija está malamente endemoniada». Pero Él no le respondió palabra. Sus
discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de
nosotros». Respondió Él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de
la casa de Israel». Ella, no obstante, vino a postrarse ante Él y le dijo:
«¡Señor, socórreme!». Él respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y
echárselo a los perritos». «Sí, Señor -repuso ella-, pero también los perritos
comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos». Entonces Jesús le
respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y desde aquel
momento quedó curada su hija. (Mt 15,21-28)
Comentario
Hoy escuchamos a menudo expresiones como
“ya no queda fe”, y lo dicen personas que piden a nuestras comunidades el
bautizo de sus hijos o la catequesis de los niños o el sacramento del
matrimonio. Esta palabra ve el mundo en negativo, muestra el convencimiento de
que cualquier tiempo pasado fue mejor y que ahora estamos al final de una etapa
en la que no hay nada nuevo que decir, ni tampoco nada nuevo por hacer.
Evidentemente, se trata de personas jóvenes que, en su mayoría, ven con un
cierto tono de tristeza que el mundo ha cambiado tanto, desde sus padres, que
quizás vivían una fe más popular, que ellos no se han sabido adaptar. Esta
experiencia les deja insatisfechos y sin capacidad de reacción cuando, de
hecho, quizás están a la entrada de una nueva etapa que conviene aprovechar.
Este pasaje del Evangelio capta la
atención de aquella madre cananea que pide una gracia para su hija,
reconociendo en Jesús al Hijo de David: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de
David! Mi hija está malamente endemoniada» (Mt 15,22). El Maestro queda
sorprendido: «Mujer, grande es tu fe», y no puede hacer otra cosa que actuar a
favor de aquellas personas: «que te suceda como deseas» (Mt 15,28), aunque
parezca que no entran en sus esquemas. No obstante, en la realidad humana se
manifiesta la gracia de Dios.
La fe no es patrimonio de unos cuantos,
ni tampoco es propiedad de los que se creen buenos o de los que lo han sido,
que tienen esta etiqueta social o eclesial. La acción de Dios precede a la
acción de la Iglesia y el Espíritu Santo está actuando ya en personas de las
que no hubiéramos sospechado que nos traerían un mensaje de parte de Dios, una
solicitud a favor de los más necesitados. Dice san León: «Amados míos, la
virtud y la sabiduría de la fe cristiana son el amor a Dios y al prójimo: no
falta a ninguna obligación de piedad quien procura dar culto a Dios y ayudar a
su hermano».
Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de
Voltregà, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Dedicación de la
Basílica
de Santa María la
Mayor
Celebramos hoy a la Virgen María,
proclamada Madre de Dios en el Concilio de Éfeso el año 431, en cuyo honor se
edificó en Roma una basílica. Contra la herejía de Nestorio, la Iglesia,
impulsada por san Cirilo de Alejandría, definió en el Concilio de Éfeso la
maternidad divina de María. Todo el orbe católico celebró el acontecimiento, y
el papa Sixto III dedicó en Roma, sobre el monte Esquilino, una basílica a la
Santa Madre de Dios: Santa María la Mayor, considerada como el santuario
mariano más antiguo de Occidente. Una tradición dice que la Virgen manifestó en
sueños a unos esposos su deseo de que le levantaran un templo en el lugar que
se cubriría de nieve la noche del 5 al 6 de agosto; de ahí que también se llame
Santa María de las Nieves.
Oración: Perdona, Señor, los pecados
de tus hijos, y ya que nuestras obras no pueden complacerte, concédenos la
salvación por medio de la Madre de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Algunas personas quieren que algo
ocurra,
otras sueñan con que pasará,
otras hacen que suceda”
~ M. Jordán ~
Tema del día:
La felicidad a 4
pasos
Muchas veces decimos que un sitio
"está a cuatro pasos" para indicar que está muy cerca. Pues bien,
amigos, la felicidad está a cuatro pasos. Todos buscamos la felicidad, pero no
somos conscientes de que en realidad, puede estar mucho más cerca de lo que
pensamos. Además, una vez encontrada, no será algo efímero, sino que puede ser
permanente. Entonces, ¿cuáles son esos cuatro pasos para alcanzar la felicidad?
1.-
Mantener la fe.
La fe es aceptar lo imposible,
arreglárselas sin lo indispensable y sobrellevar lo intolerable.
La fe ve lo invisible, cree lo increíble
y recibe lo imposible.
La fe es ociosa cuando las
circunstancias son favorables; es únicamente ante la adversidad cuando
ejercitamos nuestra fe en Dios.
La fe, igual que un músculo, se vuelve
fuerte y flexible con el ejercicio.
Nunca aprenderemos a tener más fe
mientras estemos rodeados de comodidades.
Las victorias más grandes son las
victorias de la fe.
Lo que cuenta no es tanto lo que podemos
hacer, sino lo que podemos creer que Dios hará.
La fe acaba donde comienza la
preocupación y la preocupación acaba donde comienza la fe.
2.-
Perseverar en la oración.
Nadie puede vivir con dudas si ha orado
con fe.
Dios no concede giros cuando no hay
depósitos.
Para alcanzar una elevada estatura
espiritual, antes hay que aprender a arrodillarse.
Cuando recibes el pan de cada día por el
cual siempre oras, no te quejes de que no sea un pastel.
Alguna gente dice que el Cielo queda muy
lejos. Los que están destinados a él sólo necesitan unas pocas palabras para
llegar.
Tal vez nuestros problemas serían
mayores, si Dios respondiera todas nuestras oraciones.
3.-
Llenarnos de paz.
La paz no se hace en las mesas de
negociaciones ni con tratados, sino en los corazones de los hombres.
Cuando Cristo es Señor de la mente, la
paz es señora del día.
La paz de Dios sobrepasa todo
entendimiento y malentendido.
Si tenemos paz en nuestras almas, nada
nos afectará.
La paz no es la ausencia de conflictos,
sino la presencia de Dios, sea cual sea el conflicto.
4.-
Disfrutar de la felicidad.
La felicidad no se encuentra ni dentro
ni fuera de nosotros, sino que es fruto de nuestra comunión con Dios.
Estar felices con lo que tenemos es la
mayor de todas las riquezas.
La diferencia entre los placeres espirituales
y los terrenales es tan grande como la que existe entre un banquete del que uno
disfruta y uno retratado sobre un muro.
Hay dos maneras de ser rico: una es
tener todo lo que uno quiere y la otra es estar satisfecho con lo que uno
tiene.
Seremos más felices si damos a los demás
un pedacito de nuestro corazón, en lugar de un producto de nuestra mente.
Nuestro corazón es más feliz cuando late
por los demás.
En
resumen:
La Palabra de Dios es la que nos muestra
cómo ser felices y cómo mantener la alegría de la salvación de forma
permanente. Los cuatro pasos que han leído son fundamentales para obtener y
conservar la felicidad. Es por ello que, si mantenemos la fe, perseveramos en
la oración y nos llenamos de paz, disfrutaremos así de la felicidad auténtica.
Javier López
Nuevo vídeo
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas
Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de
esta página.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Elizabeth S., de Bogotá, Colombia, a quien hoy le van a practicar
un estudio de medicina nuclear a nivel del corazón. Colocamos su salud en las
Santas Manos de nuestro Señor Jesucristo y con la intercesión de nuestra Señora
de Lourdes, confiados en que todo saldrá bien.
Pedimos oración para Ricardo L., de Buenos Aires, Argentina,
que está internado luchando contra un cáncer. Le pedimos a la Santísima Virgen
que interceda por él ante Jesús para que le conceda sus gracias de sanación si
esa es Su voluntad.
Pedimos oración por Jacqueline, 48 años, de Lima, Perú, que lleva ya tres semanas internada por pancreatitis severa y otras complicaciones. Que Dios con su infinita misericordia le conceda poder recuperarse pronto.
Pedimos oración por Jacqueline, 48 años, de Lima, Perú, que lleva ya tres semanas internada por pancreatitis severa y otras complicaciones. Que Dios con su infinita misericordia le conceda poder recuperarse pronto.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
Hay
muchos devotos que piden a Dios de la siguiente forma: “Dame, Señor, lo que la
Virgen pide para mí”. Y es que María pide a Dios gracias tan grandes para
nosotros, más incluso que las que nosotros mismos podemos pedir, pues Ella
quiere toda suerte de bienes para nosotros y pide como solo una buena Madre
sabe pedir para sus hijos. Y pensemos quién es el que otorga: Dios todopoderoso
por naturaleza, y quién es la que pide: María todopoderosa por gracia. Entonces
no debemos tener temor de no alcanzar grandes gracias si nos encomendamos a la
Virgen Pura y le decimos a Dios que nos conceda todo lo que María le pide.
Confiémonos a María, que es la Omnipotencia suplicante y que todo lo que quiere
lo obtiene de Dios. Si somos devotos de la Virgen estamos seguros como el niño
en brazos de su madre. No dejemos morir esta tierna devoción sino aumentémosla
de día en día, que no nos arrepentiremos ni en el tiempo ni en la eternidad.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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