lunes, 17 de agosto de 2015

Pequeñas Semillitas 2763

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2763 ~ Lunes 17 de Agosto de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El padre Emiliano Tardif narra lo que pasó cuando predicaba en Tahití, Polinesia francesa: “El testimonio que más me impresionó fue el de un hombre que estaba completamente ciego de un ojo, con el otro veía con dificultad, y dentro de poco tiempo tendría que operarse. Durante la misa de los enfermos, precisamente en el momento de la elevación de la hostia, vio una gran luz en la iglesia y sus ojos se abrieron. ¡Había sanado!”
Y sigue diciendo: “Estando en Brazzaville, Zaire, durante la misa por los enfermos yo prediqué sobre la Eucaristía como sacramento de sanación y el Señor vino a confirmar su presencia real en la hostia consagrada, curando a dos paralíticos. Una mujer de unos 35 años había sido llevada en una camilla. Ella yacía paralítica en cama desde hacía dos años y medio. El Señor la levantó después de la comunión... En ese momento, otro hombre paralítico, que había sido llevado en brazos por su familia, también se levantó y caminó solo, tranquilamente, avanzando hasta el altar. Las curaciones de todo tipo se multiplicaban. Jesús volvía a decir a su pueblo: No teman. He aquí a su Dios”.

¡Buenos días!

Alegría del corazón
La oración es el clima adecuado para que prosperen y se desarrollen las tres grandes virtudes: fe, esperanza y caridad. Y cuando estas virtudes teologales, —que nos relacionan directamente con Dios—, se adueñen de tu corazón, te sentirás arraigado también en la paz, la alegría profunda y la fortaleza de ánimo. Aquí te ofrezco un mensaje de la Reina de la Paz.

“¡Queridos hijos! También hoy los invito: oren, oren, oren. Solamente en la oración estarán cerca de mí y de mi Hijo, y se darán cuenta de cuán breve es esta vida. En su corazón nacerá el deseo del Cielo; la alegría reinará en su corazón y la oración fluirá como un río. En sus palabras habrá solamente agradecimiento a Dios por haberlos creado, y el deseo de la santidad llegará a ser realidad en ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

En las causas de personas propuestas para ser declaradas santas por la Iglesia, se examina, en primer lugar, si se distinguieron por vivir en forma heroica las tres virtudes teologales. Te sugiero, pues, pedir cada día al Señor, con fervor de espíritu, que imprima en tu corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, un joven se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?». Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». «¿Cuáles?» —le dice él—. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo». Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?». Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mt 19,16-22)

Comentario
Hoy la liturgia de la palabra pone ante nuestra consideración el famoso pasaje del joven rico, aquel joven que no supo responder ante la mirada de amor con que Cristo se fijó en él (cf. Mc 10,21). Juan Pablo II nos recuerda que en aquel joven podemos reconocer a todo hombre que se acerca a Cristo y le pregunta sobre el sentido de su propia vida: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» (Mt 19,16). El Papa comenta que «el interlocutor de Jesús intuye que hay una conexión entre el bien moral y el pleno cumplimiento del propio destino».
También hoy, ¡cuántas personas se hacen esta pregunta! Si miramos a nuestro alrededor, podemos quizá pensar que son pocas las personas que ven más allá, o bien que el hombre del siglo XXI no necesita hacerse este tipo de preguntas, ya que las respuestas no le sirven.
Jesús le responde: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno sólo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19,17). No es solamente legítimo el preguntarse acerca del más allá, sobre el sentido de la vida, sino que... ¡es necesario hacerlo! El joven le ha preguntado qué tiene que hacer para alcanzar la vida eterna, y Cristo le responde que tiene que ser bueno.
Hoy día, para algunos o para muchos —¡qué más da!— puede parecer imposible “ser bueno”... O bien, les puede parecer algo sin sentido: ¡una tontería! Hoy, como hace veinte siglos, Cristo nos sigue recordando que para entrar en la vida eterna es necesario cumplir los mandamientos de la ley de Dios: no se trata de un “óptimo”, sino que es el camino necesario para que el hombre se asemeje a Dios y así pueda entrar en la vida eterna de manos de su Padre-Dios. En efecto, «Jesús muestra que los mandamientos no deben ser entendidos como un límite mínimo que no hay que sobrepasar, sino como una senda abierta para un camino moral y espiritual de perfección, cuyo impulso interior es el amor» (Juan Pablo II).
Rev. D. Óscar MAIXÉ i Altés (Roma, Italia)

Santoral Católico:
San Jacinto de Cracovia
Patrono de Polonia
En Cracovia, en Polonia, san Jacinto, presbítero de la Orden de Predicadores, que fue designado por santo Domingo para propagar la Orden en aquella nación y, teniendo por compañeros al beato Ceslao y a Enrique Germánico, predicó el Evangelio en Bohemia y Silesia (1257).
© Catholic.net

Las frases de hoy

“Si hay victoria en vencer al enemigo;
la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo”

“La biblioteca destinada a la educación universal,
es más poderosa que nuestros ejércitos”

“Cuando la patria está en peligro,
todo está permitido, excepto, no defenderla” 
~ General San Martín ~

Tema del día:
Don Bosco 200 años
Ya quisiera poder hacer de este mes de agosto  una verdadera fiesta. Este mes en el que celebramos los doscientos años de su nacimiento es el de un compromiso que se hace intento.

No puedo quedarme en el Don Bosco que ya ha muerto. No puedo quedarme en el Don Bosco de la institución. No puedo quedarme en el Don Bosco de los documentos.

Debo quedarme con ese Don Bosco que hoy conserva la frescura de su desafío. El Don Bosco que no se limita a repetir lo de la mayoría sino que busca por caminos propios. El que no teme no ser entendido o ser mal interpretado. El del amor entrañable por los niños y jóvenes, particularmente los de la clase más necesitada. El de la cercanía y conocimiento de cada uno de sus jóvenes. El de la palabra al oído. El de los métodos no convencionales. El que rompía esquemas y era señalado y mal visto. El que buscó brindar aquello que la sociedad no brindaba.

Para ello buscó, una y mil veces, por distintos senderos, aquellos que fuesen de mayor utilidad. La vida le había hecho transitar por muy diversos caminos y a cada uno de ellos los supo poner al servicio de sus muchachos. Pero, fundamentalmente, la vida le había ido enseñando la profunda necesidad de confiarse a Dios. Ello fue lo que realizó.

Buscó ser fiel y para ello cargó con la cruz que en muchas oportunidades se hizo dura y amarga. Nada importaba ni le detenía. Se sentía llamado a servir a sus muchachos para obtener su salvación y así ser santo y puso todo lo suyo al servicio de esa causa. Por ello entusiasmaba y convencía.

Sabía que en esa tarea no estaba solo. Él y Ella eran los permanentes referentes de su camino y desde ellos se animó a emprender las osadas empresas que supo llevar adelante.

Austero, paternal, exigente, tenaz, constante, atento, solícito, disponible. Algunas de esas cualidades de las que supo alimentarse en una constante oración. Lo suyo era una educación desde la informalidad de un espíritu de familiaridad que era tan necesario en aquellos muchachos tan carentes de afecto.

No se refugió en las estructuras de una familia que crecía a ojos vista sino que quería a sus hijos “en mangas de camisa” para ser útiles y serviciales.

Sin duda que las cosas han cambiado con el paso de los tiempos. Los jóvenes ya no son los mismos que en los finales del siglo XIX. Pero el desafío se conserva intacto. Brindar lo que la sociedad no brinda. Es el desafío a la audacia. A la búsqueda constante. A la constante renovación. Al tránsito por caminos nuevos sin temor a la equivocación.

Por ello más que una fiesta externa es la celebración de un renovado compromiso. A medida van transcurriendo los años y los mismos pesan es mucho más difícil renovar tal compromiso. Es más simple quedarse y limitarse a lo ya establecido. Es más cómodo repetir lo ya probado y mucho más si ello ha redundado en algún logro.

Quizás sea necesario, para renovar tal compromiso, poder identificarse con la gente de las clases populares. Es poder aprender a convivir con necesidades muy concretas. Aprender a crecer en la cultura del carecer. Necesitar experimentar la pobreza a flor de piel para poder valorar las pequeñas cosas. Es poder estar atento a los signos de Dios para dejarse asombrar con su bondad. Es buscar y para ello estar desapegado a las muchas cosas que atan, limitan y desalientan.

Lejos de una fiesta externa es la celebración de un compromiso que se debe hacer tarea vital. Porque lo suyo está vigente y es todo un desafío actual.
P. Martín Ponce de León SDB

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para la señora María Ligia M. que vive en Fusagasuga, departamento de Cundinamarca, Colombia, y ha cumplido 69 años, rogándole al Señor que le dé mucha salud y mucha vida.

Unidos a María
Dios dio a los creyentes humildes tres libros que les enseñan su santo amor. Estos tres libros son la imagen de la Santísima Virgen, el crucifijo y el campanario de la iglesia católica.
¿Estos tres objetos no nos recuerdan las tres principales marcas de amor de Dios por los hombres, es decir, los misterios de la Encarnación, la Redención y de la Eucaristía? La imagen de la Santísima Virgen nos grita: ¡Dios es amor! Él amó tanto al mundo que dio a su único Hijo para redimirlo.
La cruz, que se encuentra no sólo en nuestras iglesias, sino también en nuestros hogares y en nuestras plazas públicas, ¿no es el libro donde todos los hombres, sabios e ignorantes, pueden leer la misericordia del Hijo de Dios hacia nosotros y la enormidad del pecado que le costó toda su sangre?
En cuanto a la torre que se alza donde reposa la Sagrada Eucaristía, ¿no parece decirnos que por amor, Dios ha plantado su tienda entre nosotros, y se complace en vivir en medio de los hombres?

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.