miércoles, 12 de julio de 2017

Pequeñas Semillitas 3386

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3386 ~ Miércoles 12 de Julio de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Algunos piensan que “ya es tarde para conocer a Jesús” cuando no se lo ha conocido desde la primera infancia. Nada más equivocado. Para ejemplo leamos esta historia verídica:
El padre Mateo Crawley, el gran apóstol mundial de la devoción al Corazón de Jesús, cuenta que un día después de predicar un sermón en París, lo detuvo una joven obrera y le pidió hablar con él. Como no tenía tiempo, pues le estaban esperando en otra parte, le dio su dirección. Ella le escribió una carta y allí le decía:
-Padre, pertenecía a una familia tan desgraciada como impía. En mi juventud años ignoraba hasta la existencia de Dios, a pesar de haber sido bautizada. Al pasar un día delante de una iglesia, vi mucha gente y entré. No entendía nada. Al llegar la comunión, le pregunté a una señora qué iba a recibir aquella gente… Aquella señora me explicó lo que era la comunión. Después me compró un catecismo y lo estudié para prepararme a la confesión y comunión.
Y sigue el padre Mateo: Ahora es una religiosa carmelita y hace poco me escribía la Priora: -Es la perla de las perlas, la joya de mi comunidad.
Jesús se puede manifestar a cualquier edad de la vida, en cualquier circunstancia, en cualquier lugar. Basta con que tengamos un corazón abierto a Él…

¡Buenos días!

El Peregrino ruso
“Un día el Peregrino ruso se encontró con un joven sacerdote, pálido y delgado hasta los huesos, que celebró la Eucaristía con lentitud, piedad y sentimiento, y pronunció una excelente homilía sobre los medios de adquirir el amor de Dios. Acabada la Misa el sacerdote, interrogado por el Peregrino, le enseñó un modo fácil para ser un hombre espiritual y orar con provecho.

Para recibir la iluminación espiritual y llegar a ser un hombre interior, hay que elegir cualquier texto de la santa Escritura, y concentrarse en él la mayor parte del tiempo posible. Así se descubre la luz de la inteligencia. Para orar, hay que hacer lo mismo: si quieres que tu oración sea pura, recta y provechosa, es necesario elegir una plegaria corta, compuesta de algunas palabras breves, pero fuertes, y repetirla con frecuencia y por mucho tiempo, y así se le toma gusto a la oración.

Esta enseñanza me agradó mucho, pues era práctica y simple, y al mismo tiempo, profunda y sabia. Agradecí a Dios en espíritu el haberme hecho conocer a un verdadero pastor de su Iglesia y proseguí mi vida errante”. Esta narración está en los “Relatos de un peregrino ruso”, testimonio de una sólida espiritualidad vivida en la Rusia del 1800. Aprovéchala.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó. A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca». (Mt 10,1-7)

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos muestra a Jesús enviando a sus discípulos en misión: «A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones» (Mt 10,5). Los doce discípulos forman el “Colegio Apostólico”, es decir “misionero”; la Iglesia, en su peregrinación terrena, es una comunidad misionera, pues tiene su origen en el cumplimiento de la misión del Hijo y del Espíritu Santo según los designios de Dios Padre. Lo mismo que Pedro y los demás Apóstoles constituyen un solo Colegio Apostólico por institución del Señor, así el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles, forman un todo sobre el que recae el deber de anunciar el Evangelio por toda la tierra.
Entre los discípulos enviados en misión encontramos a aquellos a los que Cristo les ha conferido un lugar destacado y una mayor responsabilidad, como Pedro; y a otros como Tadeo, del que casi no tenemos noticias; ahora bien, los evangelios nos comunican la Buena Nueva, no están hechos para satisfacer la curiosidad. Nosotros, por nuestra parte, debemos orar por todos los obispos, por los célebres y por los no tan famosos, y vivir en comunión con ellos: «Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al colegio de los ancianos como a los Apóstoles» (San Ignacio de Antioquía). Jesús no buscó personas instruidas, sino simplemente disponibles, capaces de seguirle hasta el final. Esto me enseña que yo, como cristiano, también debo sentirme responsable de una parte de la obra de la salvación de Jesús. ¿Alejo el mal?, ¿ayudo a mis hermanos?
Como la obra está en sus inicios, Jesús se apresura a dar una consigna de limitación: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,5-6). Hoy hay que hacer lo que se pueda, con la certeza de que Dios llamará a todos los paganos y samaritanos en otra fase del trabajo misionero.  
Rev. D. Fernando PERALES i Madueño (Terrassa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Juan Gualberto
Religioso benedictino y Fundador
Hijo de familia noble, nació hacia el año 995 cerca de Florencia, en el castillo de Petroio. En su juventud tuvo una experiencia extraordinaria: había jurado vengar el asesinato de su hermano y acabar con la vida del asesino. La celebración del Viernes Santo de 1003 le impresionó de tal manera, que perdonó al asesino, e ingresó en el cercano monasterio cluniacense de San Miniato. No tardó en dejarlo porque el abad era simoníaco. Marchó con un compañero a Vallumbrosa, donde fundó un monasterio al que pronto afluyeron las vocaciones; Juan tenía preferencia por los pobres. El monasterio era un grupo de cabañas en torno a una ermita. Allí la Regla de San Benito se observaba sin mitigaciones, el fundador y abad era para todos como una regla viviente, ejemplo de piedad y austeridad. Combatió con empeño la lacra de la simonía. Por el alto concepto que tenía del sacerdocio, no quiso recibir las órdenes sagradas. Fundó luego varios monasterios y murió en el de San Miguel de Passignano (Toscana) el 12 de julio de 1073.
Oración: Oh Dios, artífice y amante de la paz, a quien conocer es vivir y a quien servir es reinar; fortalécenos en tu amor, para que devolviendo, a ejemplo de san Juan Gualberto, bien por mal y bendición por maldición, consigamos de ti el perdón y la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano

Palabras del Papa Francisco
Los cristianos son pues hombres y mujeres “contracorriente”. Es normal: porque el mundo está marcado por el pecado, que se manifiesta en diversas formas de egoísmo y de injusticia, quien sigue a Cristo camina en dirección contraria. No por un espíritu polémico, sino por fidelidad a la lógica del Reino de Dios, que es una lógica de esperanza, y se traduce en el estilo de vida basado en las indicaciones de Jesús. La única fuerza del cristiano es el Evangelio. En los momentos de dificultad, se debe creer que Jesús está delante de nosotros, y no cesa de acompañar a sus discípulos. En definitiva, “quien se deja atraer por este vínculo de amor y de vida con el Señor Jesús, se convierte en su representante, un ‘embajador’ suyo, sobre todo con el modo de ser, de vivir. Al punto de que Jesús mismo, enviando a sus discípulos en misión, les dice: ‘Quien os acoge, me acoge a mí y quien me acoge a mí, acoge aquél que me ha enviado’”.

Tema del día:
Nueva forma de beatificación
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 11 Jul. 2017).- El papa Francisco a través del Motu Proprio “Maiorem hac dilectionem”, ha abierto la posibilidad de abrir la causa de beatificación de “quienes empujados por la caridad han ofrecido heroicamente la propia vida por el prójimo aceptando libremente y voluntariamente una muerte cierta y prematura con la intención de seguir a Jesús”.

Sería por ejemplo el fiel que da su vida en un extremo acto de caridad, al asistir a un enfermo que le acabará contagiando una enfermedad mortal.

Esta nueva se suma a las otras tres causales ya existentes: la del martirio, la de las virtudes heroicas y la de las causas excepcionales, indica el documento pontificio divulgado este martes por la Oficina de prensa de la Santa Sede.

Y si bien estas tres vías están abiertas y se puedan recorrer, parece que no sean suficientes para interpretar todos los casos posibles de santidad canonizable. Por ello últimamente, explica L’Osservatore Romano, la Congregación de la Causa de los Santos se planteó la pregunta “si no merezcan la beatificación aquellos siervos de Dios que inspirados por el ejemplo de Cristo, hayan libremente y voluntariamente ofrecido e inmolado la propia vida por los hermanos en un supremo acto de caridad, que haya sido directamente causa de muerte”.

El diario del Vaticano indica que se trata de “una cuarta vía que podríamos llamar la oferta de la vida. Y si bien tiene elementos que la asemejan a la vía del martirio y a la de las virtudes heroicas, es una nueva vía que quiere valorizar un testimonio heroico cristiano, hasta ahora sin un procedimiento específico, porque no entra plenamente en la tipología del martirio, ni en las de las virtudes heroicas.

La nueva disposición recibió el 27 de septiembre de 2016 en sesión plenaria, el parecer favorable de la Congregación de las Causas de los Santos.

El Motu Proprio establece por tanto que “el ofrecimiento de la vida es una nueva causal en el proceso de beatificación y canonización, distinta de los casos del martirio y de la heroicidad de las virtudes”.

El Motu proprio formula así el ofrecimiento de la vida: “Si resulta probado el ofrecimiento de la vida hasta la muerte debido a la caridad, así como a las virtudes cristianas ejercitadas al menos en grado ordinario”.

Meditaciones
Si un cuerpo cae hacia abajo, no hay fuerza natural que lo detenga, sino que sólo una fuerza de orden superior podría invertir el movimiento de caída y convertirlo en movimiento de elevación.
Así también nos sucede a nosotros cuando decaemos en el ánimo y estamos abatidos. Necesitamos una Fuerza superior que nos eleve. Y esa Fuerza es Dios. Por eso para quien está desalentado o desanimado, es necesario que rece, pues por medio de la oración se obtiene la ayuda de Dios, que es esa Fuerza que lo puede elevar.
Ya lo dice el Apóstol que sin la ayuda de Dios no podemos decir ni siquiera que Jesucristo es el Señor. Por eso más cuando estamos abatidos, tenemos que buscar a Dios, invocar su ayuda, para que sea Él quien nos levante, que nos resucite como lo hizo con Lázaro.
No dejemos de rezar nunca. Y si no podemos rezar con oraciones ya hechas, hablemos con Dios. Y si tampoco podemos hablar con Dios porque todo nos causa tristeza, al menos recostemos nuestra cabeza sobre el Corazón de Jesús, y estémonos así, para tomar fuerzas. Y por supuesto vayamos al Sagrario, porque el Señor ha prometido -y es promesa de un Dios-, que consolará y aliviará a los que van a Él fatigados y agobiados.
Si hemos caído, seamos astutos y aprovechemos esa caída para crecer en humildad y en amor a Dios, para aferrarnos mucho más al Señor, despreciando las cosas del mundo, recordando que sólo Dios nos puede hacer felices ya desde la tierra.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración para Kuky, de Buenos Aires, Argentina, operada ayer para extirpar un riñón por un tumor y pasada luego a terapia intensiva, rogando al Señor una pronta recuperación y que los resultados del estudio del tumor no arrojen malignidad.

Pedimos oración para Cecilia, de San Juan, Argentina, una joven mujer afectada de un tumor en útero y en estado delicado. Que la Virgen de Lourdes la proteja e interceda por ella ante Jesús para lograr su sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
Julio 12
Siguiendo el ejemplo de tu vida, Virgen Madre de Dios, encontramos el camino, encontramos al Señor.
Virgen llena de fe, enséñanos a creer, para dar en nuestra vida a cada instante la respuesta que nos pide la palabra del Señor.
Virgen llena de amor, enséñanos a amar, que sepamos sembrar en nuestro mundo las semillas de la Salvación.
Virgen humilde de Nazaret, que como tú me ponga yo en las manos de Dios, para que haga de mí lo que Él quiera.
* P. Alfonso Milagro
 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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