PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
12 - Número 3380 ~ Jueves 6 de Julio de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Tenemos
que recordar que a Dios no se le escapa ningún detalle y todo lo tiene bajo
control. Siempre ha estado conmigo, contigo, con todos… lo que sucede es que en
medio de los problemas no lo hemos sabido reconocer. Por eso no nos tenemos que
desanimar. Estamos llamados a vencer, porque Dios obrará en favor nuestro si de
verdad así lo creemos.
Él
nos ha capacitado con los dones necesarios para sacar lo mejor de cada crisis.
Y siempre estará dispuesto a ayudarnos cuando se lo pidamos, pues está al
alcance de una oración.
No
lo olvidemos entonces. Él transforma los problemas en una bendición.
¡Confiemos!
¡Buenos días!
La bolsa de papas
Los
pensamientos y sentimientos negativos turban el cielo tranquilo del corazón.
Entre ellos se destaca por su capacidad destructiva el odio que se niega a
perdonar y olvidar. “Señor, tú que eres puro amor, tú que perdonabas a los que
te crucificaban, quita de mi interior todo el veneno de los recuerdos que me
llenan de rencor y de tristeza. Derrama en mi interior el deseo de perdonar y
la gracia del perdón”.
Una profesora nos hizo llevar una bolsa de plástico y
una bolsa de papas. Por cada persona que no perdonábamos, debíamos elegir una
papa, escribir en ella el nombre y fecha y ponerla en la bolsa de plástico. Nos
dijo que lleváramos con nosotros a todos lados esta bolsa con las papas
fechadas durante una semana. Esta molestia nos hizo tomar conciencia del peso
espiritual que llevábamos. Naturalmente, las papas se iban pudriendo y olían
muy mal. ¡Éste fue el exacto símbolo del precio que pagamos por mantener
nuestros rencores y resentimientos! Con frecuencia pensamos que el perdón es un
regalo hecho a otra persona y, aunque eso es verdad, también es el mejor
obsequio y satisfacción que podemos darnos a nosotros mismos.
Vivir
la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestra
capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con humildad y constancia
al Señor el don de la fraternidad para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos,
retraimientos, susceptibilidades… Pero cuando el amor de Dios nos invade
podemos “perdonar, soportar y esperar sin límites”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, subiendo a la barca, Jesús pasó a la otra orilla y vino a su
ciudad. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús
la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son
perdonados». Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Éste está
blasfemando». Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal
en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados’,
o decir: ‘Levántate y anda’? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene
en la tierra poder de perdonar pecados —dice entonces al paralítico—:
‘Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’». Él se levantó y se fue a su
casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal
poder a los hombres. (Mt 9,1-8)
Comentario:
Hoy
encontramos una de las muchas manifestaciones evangélicas de la bondad
misericordiosa del Señor. Todas ellas nos muestran aspectos ricos en detalles. La
compasión de Jesús misericordiosamente ejercida va desde la resurrección de un
muerto o la curación de la lepra, hasta perdonar a una mujer pecadora pública,
pasando por muchas otras curaciones de enfermedades y la aceptación de
pecadores arrepentidos. Esto último lo expresa también en parábolas, como la de
la oveja descarriada, la didracma perdida y el hijo pródigo.
El
Evangelio de hoy es una muestra de la misericordia del Salvador en dos aspectos
al mismo tiempo: ante la enfermedad del cuerpo y ante la del alma. Y puesto que
el alma es más importante, Jesús comienza por ella. Sabe que el enfermo está
arrepentido de sus culpas, ve su fe y la de quienes le llevan, y dice:
«¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados» (Mt 9,2).
¿Por
qué comienza por ahí sin que se lo pidan? Está claro que lee sus pensamientos y
sabe que es precisamente esto lo que más agradecerá aquel paralítico, que,
probablemente, al verse ante la santidad de Jesucristo, experimentaría
confusión y vergüenza por las propias culpas, con un cierto temor a que fueran
impedimento para la concesión de la salud. El Señor quiere tranquilizarlo. No
le importa que los maestros de la Ley murmuren en sus corazones. Más aun, forma
parte de su mensaje mostrar que ha venido a ejercer la misericordia con los
pecadores, y ahora lo quiere proclamar.
Y
es que quienes, cegados por el orgullo se tienen por justos, no aceptan la
llamada de Jesús; en cambio, le acogen los que sinceramente se consideran
pecadores. Ante ellos Dios se abaja perdonándolos. Como dice san Agustín, «es
una gran miseria el hombre orgulloso, pero más grande es la misericordia de
Dios humilde». Y en este caso, la misericordia divina todavía va más allá: como
complemento del perdón le devuelve la salud: «Levántate, toma tu camilla y vete
a tu casa» (Mt 9,6). Jesús quiere que el gozo del pecador convertido sea
completo.
Nuestra
confianza en Él se ha de afianzar. Pero sintámonos pecadores a fin de no
cerrarnos a la gracia.
Rev. D. Francesc NICOLAU i Pous (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa María Goretti
Virgen y Mártir
Nació
en Corinaldo (Ancona, Italia) el año 1890, de una familia pobre que pronto se
trasladó a Agro Pontino. Huérfana de padre a los diez años y analfabeta, se
ocupaba del cuidado de la casa y de sus cuatro hermanos más pequeños, así como
de otros niños, cuando sus familiares tenían que ir a trabajar al campo. A los
once años hizo la primera comunión y maduró el propósito de morir antes que
pecar. En una alquería a diez kilómetros de Nettuno (Lazio), donde su familia
cultivaba un campo en alquiler, fue repetidamente asediada por un vecino,
Alejandro Serenelli, un joven de 18 años, que se había enamorado de ella y que,
el 5 de julio de 1902, tras varios intentos de violentarla, exasperado ante su
resistencia, la agredió con un punzón causándole las heridas a consecuencia de
las cuales murió al día siguiente en el hospital de Nettuno, después de
perdonar a su asesino. Fue canonizada por Pío XII en 1950.
Oración: Señor, fuente de la inocencia y amante de la
castidad, que concediste a tu sierva María Goretti la gracia del martirio en
plena adolescencia, concédenos a nosotros, por su intercesión, firmeza para
cumplir tus mandamientos, ya que le diste a ella la corona del premio por su
fortaleza en el martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Pensamiento del día
“En amar, obedecer y cooperar con la Iglesia en su
obra de predicar el Evangelio a toda criatura, está nuestra vida, el ser, lo
que somos. Este es nuestro espíritu, guerrero, fiel, nada de cobardías, todo
amores, amor sobre todo a Cristo y en Cristo a todos. Repartirse entre los
pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos; enseñar a los hijos del
pueblo, partir su pan con ellos, en fin, dar toda su vida, su ser entero por
Cristo, la Iglesia y las almas”
Beata Nazaria
Historias:
Marietta
“Papá,
¿los pobres también iremos al Cielo?”. Esa pregunta se la hizo Marietta, así la
llamaba su familia, a su padre, siendo muy pequeña. El padre sonrió y,
apretándola contra su corazón, le dijo:
“¡Claro que sí, hijita, si somos buenos!”.
Hace
casi cincuenta años, llegué a Temperley, este
barrio bonaerense, que tiene como Patrona de la Parroquia a Santa María
Goretti. Nunca la había oído nombrar. No conocía su historia. El Padre
Gregorio, primer párroco de esta comunidad,
me dio el libro de su vida. A medida que iba pasando las páginas, que me
iba adentrando en la intimidad de esta familia formada por Luis Goretti y
Asunta Carlini, sentía una emoción profunda, indescriptible.
“¡Felices
los limpios de corazón porque ellos verán a Dios!”, “Felices los humildes
porque de ellos es el Reino de los Cielos”, proclama Jesús en las
Bienaventuranzas. La humildad y la pureza de corazón caracterizaban a esta
familia, que a pesar de todas las contrariedades que la vida le iba
presentando, tenía la mirada puesta en el Cielo, en lo trascendente, en la
eternidad. Sabían que en este mundo estamos de paso y que nuestro destino es
llegar a la morada celestial, a la Casa del Padre, y que para eso es necesario
ser buenos, ser santos. Cada día enviaban al Altísimo, ladrillos de amor para
que Jesús edificara sus habitaciones eternas.
Marietta
fue la mayor de seis hermanos, había nacido un varón antes que ella, pero murió
muy pronto. Su papá muere cuando ella tiene nueve años, víctima de la malaria.
Asunta, su madre, tiene que trabajar en los pantanos y la niña, con sus pocos
años se ocupa de la casa, de sus hermanos, de los quehaceres, con
responsabilidad y amor. Cuando todavía no había cumplido doce años, Alejandro
Serenelli, quien ocupaba la misma vivienda de la familia Goretti, porque su
padre se había asociado en el trabajo del campo con Luis Goretti, intenta
violarla. Marietta se resiste heroicamente y es asesinada de catorce puñaladas.
¿Es
este el motivo por el que la Iglesia reconoce en esta Niña de Dios a una Santa?
No. Marietta no muere inmediatamente. Tiene una agonía terriblemente dolorosa y
en esa agonía, hace saber que perdona a su asesino y desea que un día esté con
ella en el Cielo. En el intento de violación, ella le rogaba al asesino que no
lo hiciera porque Dios no lo quería, porque se iría al infierno. ¡Sabía que su
cuerpo era templo del Espíritu Santo! ¡Y no quería que él se condenara!
Alejandro
va a la cárcel, lleno de odio, sin arrepentimiento, pero un día tiene un sueño.
Ve a Marietta, entregándole flores y sonriendo. Su vida cambia. Se siente amado
y perdonado. Se arrepiente. Pide perdón y cuando sale de la prisión, casi
treinta años después, tenía diecinueve cuando entró, va a la casa de la madre
de Marietta, a pedirle perdón a Asunta, que lo había atendido, cuidado como a
un hijo y recibió en pago la muerte de su niña.
¿Es
posible perdonar a quien ha destrozado nuestro corazón matando a una hija de
esa manera? La respuesta de Asunta es que ella lo perdona porque Marietta lo
perdonó y porque ella reza el Padre Nuestro y le pide al Padre que nos perdone
como nosotros perdonamos. Era una mujer analfabeta, pero tenía la sabiduría que
da el Espíritu Santo. Ella fue la maestra de su hija. Maestra de virtudes. La
que le enseñó el valor de la pureza y el perdón. ¡Es en la familia donde se
forman los santos!
Hoy,
que vemos a la familia herida, en un mundo en el que la castidad, el
matrimonio, la pureza, el perdón, la búsqueda de Dios, la santidad, parecen no
importar, ¡qué bueno es refrescar nuestras almas con la vida de esta jovencita
linda y obediente a Dios y a sus padres! ¡Y qué bueno saber que intercede por
nosotros ante el Padre para que descubramos el valor del verdadero Amor!
© Ana María Casal
Meditaciones
En
la Facultad de Medicina de la Universidad de Shanghai (China) a principios del
año 1951, los comunistas enterados de la firmeza de los estudiantes católicos
(aproximadamente unos160) habían enviado a miembros del partido para tratar de
re-educarlos. Como durante meses no notaran nada; los militantes ateos
empezaron a desalentarse….
Un
día, dos católicos, delante de todos sus camaradas, anunciaron que iban a
renegar la fe de su bautismo, una estudiante hizo lo mismo lanzando su rosario
en medio de la sala. El rosario cayó cerca de una estudiante católica que lo
recogió sin ser vista. La estudiante lo rompió dando una cuenta a cada uno de
los Legionarios de María de su grupo “Guarden preciosamente estas cuentas,
dijo, ya que si sabemos rezar la Santísima Virgen hará un milagro.”
Durante
tres meses fueron fieles a su piedad. Un día la apóstata se presentó delante de
todos los miembros de la Legión de María y pidió perdón. Cada uno del grupo
trajo la cuenta que se le había dado… con un hilo reconstituyeron el Rosario
profanado que se entregó a la legionaria arrepentida. La Santísima Virgen hizo
el milagro…
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para varios miembros de una familia de España: Alfonso, Carol, y sus
hijos Ignacio y Rodrigo. Que Dios proteja su salud y bendiga sus proyectos
laborales. Que la Virgen de Lourdes los ilumine y los proteja siempre en sus
caminos en esta vida.
Pedimos
oración para Alma, que vive en San
Diego, California, USA, 29 años de edad, con problemas de salud, de familia y
de depresión. Rogamos al Señor que la tome de la mano y la guíe en la vida para
que recupere la fe y encamine sus pasos y los de sus hijos por los mejores
caminos bendecidos por Él.
Pedimos
oración para una señora llamada Argentina,
le dicen familiarmente Kuky, 69 años
de edad, internada en Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina, para ser
operada de un tumor renal. Rogamos a Dios, por la intercesión de santa María
Goretti, que todo se desarrolle bien y la cirugía sea un éxito.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Julio 6
María
vivió el Evangelio en su más puro y elevado espíritu en la interioridad de su
Corazón.
El
cristiano de nuestros días que pretenda acomodar su vida a las exigencias del
Evangelio no tiene más que penetrar con sumo respeto en el sagrado templo del
Corazón de la Madre de Dios y ver y aprender cómo ella vivió la Palabra de
Dios.
Virgen orante, que perseveremos siempre en la
oración.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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