lunes, 22 de agosto de 2016

Pequeñas Semillitas 3107

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3107 ~ Lunes 22 de Agosto de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Un refrán dice “las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran”. El poder del testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad. Cuenta Madre Teresa de Calcuta:
Un hombre vino a nuestra “Casa del Moribundo” cuando acabábamos de traer a un enfermo recogido en la calle. Seguramente lo habían sacado de una alcantarilla, porque estaba cubierto de gusanos. Sin saberse observada, una hermana acudió a atender al recién llegado. Aquel  hombre se quedó mirando a la hermana: con qué delicadeza lo trataba, lo lavaba, le sonreía…  Aquel hombre, tras observar el espectáculo sin perderse un detalle, se dirigió a mí para decirme: —Vine aquí sin Dios, con el corazón lleno de odio…  Ahora me voy lleno de Dios.  A través de las manos de esa hermana, a través de su ternura hacia aquel pobre infeliz, he visto descender el amor de Dios a aquel hombre. Ahora creo.
Bien podríamos decir que ese es “poder del amor”.

¡Buenos días!

La ostra herida
“La lección más importante que puede aprender el hombre en su vida no es que en el mundo hay dolor, sino que depende de nosotros sacar provecho de él, pues se nos ha permitido transformarlo en gozo” (R. Tagore). “La maravillosa riqueza de la experiencia humana perdería parte de su alegría gratificante, si no existieran limitaciones que superar. La cima de la colina no sería ni la mitad de maravillosa, si no hubiera oscuros valles que atravesar” (H. Keller).

Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas. Las perlas son producto del dolor, el resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable al interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena. En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar. Cuando un grano de arena penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, se va formando una hermosa perla…

Hay un refrán que dice: “Con las piedras que me arrojen, construiré mi casa”. Cuando la vida te entregue un agrio limón, ¿por qué no lo exprimes y te tomas una agradable limonada? La capacidad de transformar un menos en más, es propia del hombre que no se deja frenar por los obstáculos, sino que se apoya en ellos mismos para proyectarse mucho más adelante. Que medites esta posibilidad y la hagas una realidad en tu vida.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: ‘Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; más si jura por el oro del Santuario, queda obligado!’ ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? Y también: ‘Si uno jura por el altar, eso no es nada; más si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado’. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él». (Mt 23,13-22)

Comentario:
Hoy, el Señor nos quiere iluminar sobre un concepto que en sí mismo es elemental, pero que pocos llegan a profundizar: guiar hacia un desastre no es guiar a la vida, sino a la muerte. Quien enseña a morir o a matar a los demás no es un maestro de vida, sino un “asesino”.
El Señor hoy está —diríamos— de malhumor, está justamente enfadado con los guías que extravían al prójimo y le quitan el gusto del vivir y, finalmente, la vida: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!» (Mt 23,15).
Hay gente que intenta de verdad entrar en el Reino de los cielos, y quitarle esta ilusión es una culpa verdaderamente grave. Se han apoderado de las llaves de entrada, pero para ellos representan un “juguete”, algo llamativo para tener colgado en el cinturón y nada más. Los fariseos persiguen a los individuos, y les “dan la caza” para llevarlos a su propia convicción religiosa; no a la de Dios, sino a la propia; con el fin de convertirlos no en hijos de Dios, sino del infierno. Su orgullo no eleva al cielo, no conduce a la vida, sino a la perdición. ¡Que error tan grave!
«Guías —les dice Jesús— ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello» (Mt 23,24). Todo está trocado, revuelto; el Señor repetidamente ha intentado destapar las orejas y desvelar los ojos a los fariseos, pero dice el profeta Zacarías: «Ellos no pusieron atención, volvieron obstinadamente las espaldas y se taparon las orejas para no oír» (Za 7,11). Entonces, en el momento del juicio, el juez emitirá una sentencia severa: «¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!» (Mt 7,23). No es suficiente saber más: hace falta saber la verdad y enseñarla con humilde fidelidad. Acordémonos del dicho de un auténtico maestro de sabiduría, santo Tomás de Aquino: «¡Mientras ensalzan su propia bravura, los soberbios envilecen la excelencia de la verdad!».
* P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

Santoral Católico:
Santa María Reina
Celebramos hoy a María, la madre de Jesucristo y madre nuestra, glorificada por el Padre como Reina junto a su Hijo. Aunque el título de Reina se atribuye a María desde antiguo -recuérdese la Salve Regina, el Regina coeli o las letanías lauretanas- su fiesta fue instituida por Pío XII en 1954. Desde el año siguiente, la Iglesia la celebraba el 31 de mayo, como coronación del mes mariano, mientras la familia franciscana, por especial concesión pontificia, la celebraba, con misa y oficio propios y bajo el título de «María Virgen, Reina de la Orden de los Menores», el 15 de diciembre, octava de la Inmaculada. En la última reforma litúrgica, la celebración se ha trasladado al 22 de agosto, octava de la Asunción, para subrayar el vínculo de la realeza de María con su participación especial en la obra de la redención y en el misterio de la Asunción. Dice el Concilio Vaticano II en su Constitución dogmática: «María fue asunta a la gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemeje de forma más plena a su Hijo».
© Directorio Franciscano    

Oración a María Reina 
“Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.”

Tema del día:
Avivar el amor conyugal
1)  Para saber
Después de haber comentado el Himno de la Caridad propuesto por san Pablo, el Papa Francisco señala que ese Himno nos permite comprender mejor lo que ha de ser el amor conyugal. Un amor que une a los esposos y que es enriquecido por la gracia del sacramento del matrimonio.

Este amor conyugal, espiritual, contiene a la vez, la ternura de la amistad y la pasión erótica, y aún puede subsistir cuando se debilitan estos sentimientos. Subsiste porque no consiste solo en ese sentir, sino que es algo mucho más alto. Como dice el Papa Francisco, “el matrimonio es la imagen del amor de Dios por nosotros: cuando se celebra el matrimonio, Dios imprime en ellos los propios rasgos de su amor”.

Antes de ser Papa, Karol Wojtyla escribió un excelente libro llamado “Amor y Responsabilidad”, donde analiza y fundamenta el amor conyugal. En él dice: “El amor en su conjunto no se reduce a la emoción ni al sentimiento, que no son más que algunos de sus componentes. Un elemento más profundo y por mucho el más esencial, es la voluntad, llamada a modelar el amor en el hombre...” Se ama cuando voluntaria, y libremente, se desea el bien para el otro.

2) Para pensar
En una ocasión preguntaron al actor Paul Newman, quien vivió la fidelidad matrimonial, cómo explicaba su largo matrimonio, que llevaba en ese entonces 40 años. Respondió el actor de cine: “Al principio nos mantuvo juntos la atracción de los sentidos. Después el respeto mutuo. Luego la perseverancia. Muchas veces fue el perdón lo que salvó nuestro matrimonio. Pero por encima de todo se lo debemos al amor, un amor que es más grande hoy que al principio”.

Ese es el camino: Amor sensual convertido en hondo amor de espíritu... Respeto y perseverancia... Y perdón, perdón hasta el final.

Existe el peligro de que se introduzca la rutina. Por ello se requiere cultivar, tanto para el amor a Dios o al propio cónyuge. Una anécdota nos lo ilustra: Después de casarse, ella empezó a cambiar, pues aunque era buena dueña de casa, ya no ponía tanto interés por su marido como en el noviazgo. Él no reclamaba, pero resentía cierta tibieza. Un día le llamó desde la oficina: “Querida, pon un plato más en la mesa. Voy a llevar a un amigo a cenar”. Ella estaba leyendo cuando le llamó. Cerró la revista y puso manos a la obra. Barrió la casa, arregló el comedor, se puso un bonito vestido y preparó una comida de fiesta. De vez en cuando miraba a la ventana: “¿quién será este amigo? Se preguntaba.” Hacia las siete apareció el marido... solo. Ella, contrariada, le reclamó: “¿Dónde está el amigo que ibas a traer?” El marido echó una mirada al comedor preparado, miró seriamente a su esposa y preguntó: “Y yo, ¿No soy tu mejor amigo?”
Su mujer entendió que de no ser por la llamada no hubiera preparado nada. De ahí en adelante, las cosas mejoraron, había servido la lección.

3) Para vivir
Aunque los esposos están llamados a reproducir en su amor conyugal el amor de Cristo por su Iglesia, ello no significa que han de hacerlo de manera perfecta, pues eso los podría llenar de angustia al verse tan limitados. Significa que están en camino, que han de ir avanzando gradualmente, conforme van incorporando en su vida los dones de Dios (San Pablo II).
 * Pbro. José Martínez Colín

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas de diversas ciudades y países:
Por Elvira T., (Colombia) que ya debe haber sido operada a corazón abierto. Oremos para que se restablezca pronto con la Mano del Señor.
Por el hermano de Beatry (Colombia ), con diabetes y la presión arterial elevada.
Por Magda F., (Lima, Perú), con diabetes, estado emocional y físico descompensado.
Por Rosita L. (Colombia), afectada de insuficiencia renal, aneurisma y anemia severa.
Por Carola A. C., (Lima, Perú), que comenzó la semana pasada un tratamiento nuevo por cáncer de pulmón.
Por Violeta E., (Miami, USA), para que la nueva resonancia salga limpia y libre de cáncer.
Por Ana A. y su familia (Argentina) pidiendo liberación, sanación y protección. También trabajo para sus hijos.
Por Maria Rosa y Emilio, (Buenos Aires, Argentina), que necesitan mejorar su salud y no sentirse tan solos.
Por Patricia M.G., (Canadá), a quien le encontraron un tumor en el cerebro, parece inoperable… pero para Dios no hay imposibles.
Por Kevin S. (USA), que está en la guerra, pidiendo que Dios lo proteja y que esos conflictos bélicos terminen cuanto antes. 
Por Hernán Z. (95 años-USA) muy desestabilizado, se marea y cae.
Oremos para que  todas estas personas, hermanas nuestras, se restablezcan pronto con la Mano del Señor y encuentren siempre la compañía y el consuelo de la Santísima Virgen María.

Pedimos oración por Maru, de México, tiene endometriosis y le es muy difícil embarazarse, por lo que rogamos a Jesucristo que le permita tener hijos muy pronto.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Agosto 22
No pienses que todo tiene el mismo valor, ni que todo es igualmente aceptable.
Son más beneficiosas las personas que se esfuerzan por hacer mejor las cosas que aquellas que no hacen sino desaprobarlas.
Es siempre mejor encender una luz que maldecir las tinieblas; será más constructivo señalar lo que es correcto que detenerse en demostrar lo que es incorrecto.
El mundo necesita más personas que digan que “puede hacerse” y menos que manifiesten su convencimiento de que es “imposible hacerlo”.
Pero no basta eso; es mejor la persona que inspira confianza a los demás y no la que echa un chorro de agua fría sobre los que han dado, aunque más no sea, un paso en la dirección correcta.
Se necesitan más personas que se interesen en las cosas y “hagan algo para corregirlas”, y menos que se pongan a un lado, sin hacer más que descubrir los defectos.
“Ustedes son mis testigos y mis servidores, a ustedes los elegí para que me conozcan y crean en mí, y para que comprendan que yo soy” (Is 43,10). Sublime la misión que Dios te ha confiado: ser su testigo y ser su mensajero, ser su apóstol.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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