miércoles, 13 de julio de 2016

Pequeñas Semillitas 3067

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3067 ~ Miércoles 13 de Julio de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Iniciamos esta edición con una anécdota real del Santo Padre Pío de Pietrelcina
Se cuenta que cierto día, un comerciante de la ciudad de Pisa llega a San Giovanni Rotondo a pedir al Padre Pío la sanación de una hija que estaba muy enferma. Cuando estuvo frente al padre, éste lo miró y le dijo: "Tú estás mucho más enfermo que tu hija. Yo te veo muerto".
—¿Qué dice, Padre? ¡Yo estoy muy bien!
—¡Miserable! -Le grita el P. Pío- ¡Infeliz! ¿Cómo puedes estar bien con tantos pecados en la conciencia? ¡Estoy viendo por lo menos treinta y dos!
El hombre se sorprendió mucho, y terminó arrodillándose para confesarse.
Terminada la confesión, el comerciante de Pisa decía a todos: "¡Él sabía todo y me ha dicho todo!"

¡Buenos días!

Su padre era sastre
“No hay trabajo que no tenga importancia. Toda tarea que eleve a la humanidad, es digna e importante, y debería ser asumida con dedicación, buscando la excelencia. Si alguien está llamado a ser barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba, como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos” (Martin L. King).

El dramaturgo irlandés Bernardo Shaw tenía muchos enemigos en la alta sociedad inglesa. En una reunión que se realizaba en la corte, uno de ellos se le acercó y le preguntó con cierta sorna:
—¿No era sastre su padre? El escritor hizo un ademán afirmativo y dijo: —Es cierto.
—¿Y por qué no se ha hecho sastre usted también? Shaw sonrió, y a continuación planteó a su interlocutor esta pregunta:
—¿No era su padre un caballero? —Sí, lo era en efecto, —replicó el otro. —Entonces, ¿por qué no lo es usted también?

“Ningún trabajo es insignificante, ninguna tarea es despreciable, cualquier ocupación merece que pongamos todas nuestras fuerzas y nuestra creatividad en ella, como lo hizo Jesús en Nazaret. Nuestro trabajo puede ser vivido con una gran profundidad espiritual si lo realizamos a la luz del trabajo de Jesús en su vida oculta” (Víctor Fernández). Que estés orgulloso de tu trabajo.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». (Mt 11,25-27)

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos ofrece la oportunidad de penetrar, por así decir, en la estructura de la misma divina sabiduría. ¿A quién entre nosotros no le apetece conocer desvelados los misterios de esta vida? Pero hay enigmas que ni el mejor equipo de investigadores del mundo nunca llegará siquiera a detectar. Sin embargo, hay Uno ante el cual «nada hay oculto (...); nada ha sucedido en secreto» (Mc 4,22). Éste es el que se da a sí mismo el nombre de “Hijo del hombre”, pues afirma de sí mismo: «Todo me ha sido entregado por mi Padre» (Mt 11,27). Su naturaleza humana —por medio de la unión hipostática— ha sido asumida por la Persona del Verbo de Dios: es, en una palabra, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, delante la cual no hay tinieblas y por la cual la noche es más luminosa que el pleno día.
Un proverbio árabe reza así: «Si en una noche negra una hormiga negra sube por una negra pared, Dios la está viendo». Para Dios no hay secretos ni misterios. Hay misterios para nosotros, pero no para Dios, ante el cual el pasado, el presente y el futuro están abiertos y escudriñados hasta la última coma.
Dice, complacido, hoy el Señor: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11,25). Sí, porque nadie puede pretender conocer esos o parecidos secretos escondidos ni sacándolos de la obscuridad con el estudio más intenso, ni como debido por parte de la sabiduría. De los secretos profundos de la vida sabrá siempre más la ancianita sin experiencia escolar que el pretencioso científico que ha gastado años en prestigiosas universidades. Hay ciencia que se gana con fe, simplicidad y pobreza interiores. Ha dicho muy bien Clemente Alejandrino: «La noche es propicia para los misterios; es entonces cuando el alma —atenta y humilde— se vuelve hacia sí misma reflexionando sobre su condición; es entonces cuando encuentra a Dios».
* P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

Santoral Católico:
Santos Luis Martín y Celia Guérin
Padres de Santa Teresita de Lisieux
Esposos y padres de santa Teresa del Niño Jesús. Él nació en Burdeos en 1823 y ella en Gandelain en 1831. Los dos eran descendientes de familia militar y se educaron en centros religiosos; él era relojero y ella artesana del «punto de Alençon», un encaje de los más famosos. En su juventud los dos quisieron en vano abrazar la vida religiosa, él en los Agustinos, ella en las Hijas de la Caridad. La relación entre ellos comenzó en Alençon. Tres meses después de su primer encuentro, contrajeron matrimonio el 13 de julio de 1858. Llevaron una vida matrimonial ejemplar: misa diaria, oración personal y comunitaria, confesión frecuente, participación en la vida parroquial. Tuvieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron prematuramente. A los 45 años, Celia recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho y pidió a su cuñada Celina que ayudara a su marido en la educación de los más pequeños. Murió el 28 de agosto de 1877. Luis se encontró solo para sacar adelante a su familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía la tía Celina. Luis acompañó a cuatro de sus hijas al Carmelo y a una a la Visitación. El sacrificio mayor fue separarse de Teresa, la pequeña, que entró en el Carmelo a los 15 años. Luis tenía una enfermedad que lo fue invalidando hasta llegar a la pérdida de sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio de Caen. Murió en La Musse (Eure) el 29 de julio de 1894. Fueron canonizados los dos juntos el 18-X-2015 y se celebra la memoria de los dos juntos el 13 de julio, aniversario de su boda.
© Directorio Franciscano 

Santa Teresa de los Andes
Virgen Carmelita Chilena
 
Información amplia sobre su vida 
© Aciprensa

Palabras del Papa Francisco
“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no se palpita el entusiasmo por hacer el bien”
Evangelii Gaudium n.2

Tema del día:
La santidad de lo ordinario
La santidad no consiste en hacer grandes obras, sino más bien la santidad consiste en hacer extraordinariamente bien lo ordinario y común de todos los días.

Si esto no fuera así, el Señor no nos habría mandado a ser santos, porque eso sería un logro sólo de elegidos, de grandes apóstoles y no de gente común como nosotros.

Pero no es así. Dios nos llama a todos los hombres a la santidad, y podemos ser santos cumpliendo y haciendo con amor las cosas de todos los días.

Es propio del demonio tentarnos. Él cumple su misión malvada. ¡Cuántas veces nos habrá sugerido que podríamos ser más santos y mejores si estuviéramos en otro estado de vida! Y así a los religiosos los tienta con la idea de que serían más felices en el matrimonio. En cambio a los casados los prueba con la tentación de que la vida religiosa es más perfecta y deberían haberla abrazado.

El diablo es desorden y quiere llevar el desorden a todas partes. Por eso si tratamos de ser ordenados en todo, le cerraremos la puerta en la cara al demonio, ya que si buscamos santificarnos en el lugar en que Dios nos ha puesto, y haciendo las cosas comunes de todos los días, entonces ya tenemos mucho a nuestro favor, y Dios estará contento de nosotros, y seremos felices ya en este mundo. Porque muchas veces la infelicidad suele venir porque deseamos el mar cuando Dios nos ha puesto en la laguna, y así dejamos pasar los días y los momentos actuales y comunes de cada día, añorando algo que no es para nosotros quizás.

Es bueno ir buscando desafíos, pero mientras tanto hagamos con amor y a la perfección las cosas de todos los días, sabiendo que en el cumplimiento de nuestro deber de estado está la santidad.

No nos dejemos distraer por los ensueños que nos pone el demonio o nuestra imaginación, llamada por los maestros espirituales “la loca de la casa”.

Pensemos en la Virgen. Nadie es más santo que Ella, sino sólo Dios. Y sin embargo María no hizo milagros ni grandes apostolados, ni obras grandiosas. Sino que la Virgen hizo de manera extraordinaria lo que Dios le iba pidiendo a cada momento de su vida, hizo lo ordinario de todos los días y con mucho amor.

Hagamos también nosotros esto que hizo la Virgen, y viviremos felices en este mundo, nos santificaremos, y alcanzaremos la gloria en el más allá.

Y para terminar, colocamos aquí tres frases de San Francisco de Sales, que confirman lo que hemos meditado:

- "Para ir a Dios hay muchos caminos quizás más excelentes que el que nosotros seguimos; reconozcamos su excelencia, pero pongamos todo nuestro empeño en progresar en el camino en que Dios nos puso, porque allí es donde Él nos quiere".

- "La santidad se encuentra en el camino que nos abre cada uno de nuestros días, en que se ofrecen a nosotros, con atractivo desigual, los deberes de nuestra vida cotidiana".

- "Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, sino por el amor con que las hacemos".      
* Sitio Santísima Virgen

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
sobre María Rosa Mística
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Virginia B. L., de México, para que todos los trámites notariales que pretende hacer y cambiar, sean benéficos para ella y para su familia.

Pedimos oración para el Padre Carlos Ponce de León, sacerdote ya jubilado de Córdoba, Argentina, que está atravesando momentos muy delicados en su salud. Unimos nuestras plegarias pidiendo la mediación de la Virgen María del Rosario, a fin de que el Señor Jesús le conceda al Padre Carlos lo que sea mejor para él.

Pedimos oración por la recuperación de Oscar Daniel F. V., que vive en Buenos Aires, Argentina, y ha tenido un accidente de trabajo por el cual ha sido operado y corre peligro de amputación de algún dedo de una mano, rogando a Dios Misericordioso que permita la curación sin secuelas graves.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Julio 13
Creer es aceptar todos los gestos salvadores de Jesucristo; estos gestos son los sacramentos, actos de Cristo Salvador, repetidos perpetuamente por la Iglesia, mientras haya hombres que nacen y que mueren.
Ya ves: creer es orar, creer es “practicar” en el buen sentido de la palabra; un creyente que no practica se convierte en una verdadera paradoja viviente, en una contradicción consigo mismo, en un desgarramiento interno, que lo ha de torturar porque al mismo tiempo dice que sí y luego dice que no.
SI: Yo creo que Dios ama al hombre y le ha enviado a Jesucristo para que sea su Salvador.
NO: Actúo como si Dios no amara a los hombres, como si no me amara a mí.
Por cierto que un gesto exterior, un rito, puede ser una cosa sin sentido y sin razón; pero lo lógico no es dejar de realizar ese rito, sino involucrar en él toda nuestra vida interior, que lo hará vivo y vivificante.
“Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno” (Ef 6, 14-16). ¡Buena armadura y preparación para las luchas contra el mal; buen programa para nuestra acción apostólica.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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