PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3083 ~ Viernes 29 de Julio de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Iniciamos
“Pequeñas Semillitas” de hoy con una anécdota de la Madre Teresa de Calcuta:
Un
hombre vino a nuestra ‘Casa del Moribundo’ cuando acabábamos de traer a un
enfermo recogido en la calle. Lo habíamos recogido de una alcantarilla, y
estaba cubierto de gusanos. Sin saberse observada, una hermana acudió a atender
al enfermo. Aquel hombre se quedó mirando a la hermana: con qué delicadeza lo
trataba, lo lavaba, le sonreía. En fin, todos los detalles. Aquel hombre, tras
observar el espectáculo sin perderse un detalle, se dirigió a mí para decirme:
“Vine aquí sin Dios, con el corazón lleno de odio. Vine aquí... (y añadió todos
los adjetivos que logró encontrar para calificar su estado de ánimo anterior).
Ahora me voy lleno de Dios. He visto el amor de Dios en acción. A través de las
manos de esa hermana, a través de su expresión, de su ternura tan llena de amor
hacia aquel pobre infeliz, he visto descender el amor de Dios a aquel hombre
por medio de la hermana. Ahora creo”.
¡Qué
lindo si nuestros actos comunes de la vida de todos los días fueran capaces de
ayudar a algún ateo a recobrar la fe!
¡Buenos días!
Terrorista depresivo
La
paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que
confunden y agitan de tal modo que turban el corazón y dañan la salud. Hombres
sabios que sondearon su interior con la luz del Espíritu Santo los han
especificado: insatisfacción, ansiedad, irritación, miedo, odio, tristeza,
autocompasión, duda, abatimiento, impaciencia…
El médico después de haber revisado minuciosamente a
un joven alto y robusto, de piel bronceada y poderosa voz, le dijo: —Usted,
joven, sólo tiene una depresión nerviosa, pero debe cuidarse. ¿Qué profesión
tiene? El vigoroso joven con estentórea voz exclamó: —¡Terrorista! Sin
inmutarse en lo más mínimo, el médico le contestó: —¡Muy bien! Nada de bombas,
por lo menos en tres meses.
Un
pensador, que conocía bien la naturaleza humana escribió: “La espada del
resentimiento antes de tocar a la persona a la cual se odia, atraviesa a quien
guarda rencor”. Esto es precisamente lo
que le afectaba al joven terrorista. “Nada que un hombre haga lo envilece más
que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien”, (Martin King). El
amor es lo primero.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió
en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del
Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos
quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me
deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor:
«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de
pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».
(Lc
10,38-42)
Comentario:
Hoy,
también nosotros —atareados como vamos a veces por muchas cosas— hemos de
escuchar cómo el Señor nos recuerda que «hay necesidad de pocas, o mejor, de
una sola» (Lc 10,42): el amor, la santidad. Es el punto de mira, el horizonte
que no hemos de perder nunca de vista en medio de nuestras ocupaciones
cotidianas.
Porque
“ocupados” lo estaremos si obedecemos a la indicación del Creador: «Sed
fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla» (Gn 1,28). ¡La
tierra!, ¡el mundo!: he aquí nuestro lugar de encuentro con el Señor. «No te
pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno» (Jn 17,15).
Sí, el mundo es “altar” para nosotros y para nuestra entrega a Dios y a los
otros.
Somos
del mundo, pero no hemos de ser mundanos. Bien al contrario, estamos llamados a
ser —en bella expresión de Juan Pablo II— “sacerdotes de la creación”,
“sacerdotes” de nuestro mundo, de un mundo que amamos apasionadamente.
He
aquí la cuestión: el mundo y la santidad; el tráfico diario y la única cosa
necesaria. No son dos realidades opuestas: hemos de procurar la confluencia de
ambas. Y esta confluencia se ha de producir —en primer lugar y sobre todo— en
nuestro corazón, que es donde se pueden unir cielo y tierra. Porque en el corazón
humano es donde puede nacer el diálogo entre el Creador y la criatura.
Es
necesaria, por tanto, la oración. «El nuestro es un tiempo de continuo
movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del
“hacer por hacer”. Tenemos que resistir a esta tentación, buscando “ser” antes
que “hacer”. Recordemos a este respecto el reproche de Jesús a Marta: ‘Tú te
afanas y te preocupas por muchas cosas y sin embargo sólo una es necesaria’ (Lc
10,41-42)» (San Juan Pablo II).
No
hay oposición entre el ser y el hacer, pero sí que hay un orden de prioridad,
de precedencia: «María ha elegido la parte buena, que no le será quitada» (Lc
10,42).
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del
Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Marta de Betania
Patrona de las amas de casa
Era
hermana de María y de Lázaro, la familia de Betania amiga de Jesús, en cuya
casa el Señor se encontraba muy a gusto. San Juan nos dice que «Jesús amaba a
Marta, a su hermana y a Lázaro» (Jn 11,5). Dos escenas del evangelio nos lo
evidencian. Marta acogió en su casa a Jesús; éste se entretenía con María;
Marta se quejó de la falta de colaboración de su hermana, y entonces escuchó el
dulce reproche de Señor que establece la jerarquía de valores: «Marta, Marta,
una sola cosa es necesaria» (Lc 10,41-42); Marta hospedó al Señor y le sirvió
con esmero. No menos emotivo es el episodio de la resurrección de Lázaro, y el
diálogo que la precede entre Jesús y Marta cuando ésta sale a su encuentro y
acaba confesando: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al
mundo» (Jn 11,27).
Oración: Dios
todopoderoso, tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta y se albergó en su
casa; concédenos, por intercesión de esta santa mujer, servir fielmente a
Cristo en nuestros hermanos y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Información
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“Estamos
en guerra, pero no se trata de una guerra de religiones.
Todas
las religiones queremos la paz, la guerra la quieren los otros.”
Temas Médicos:
Propiedades del té verde
Seguramente
has escuchado hablar de las enormes propiedades y beneficios que ofrece el té
verde para la salud. No por nada los chinos son considerados como una de las
poblaciones más saludables del mundo. Echémosle un vistazo a todo lo que el té
verde puede hacer por ti...
1. El té verde y el cáncer
Los
antioxidantes del té verde son 100 veces más efectivos que la vitamina C y 25
veces más beneficiosos que la vitamina E. Estos compuestos protegen al cuerpo
de las células asociadas al desarrollo de cáncer.
2. El té verde y las enfermedades cardíacas
Esta
bebida ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y ataques cerebrovasculares,
mediante la reducción de los niveles de colesterol. Incluso luego de un paro
cardíaco, el té verde previene la muerte de las células y acelera el proceso de
recuperación de las células cardíacas dañadas.
3. El té verde y las propiedades anti-edad
El
té verde contiene antioxidantes conocidos como polifenoles, que ayudan a
combatir los radicales libres. Esto quiere decir que esta bebida ayuda a
combatir los efectos del paso del tiempo.
4. El té verde y la pérdida de peso
Esta
bebida nos ayuda a quemar grasas y acelerar el metabolismo de forma natural. Si
bebes té verde de forma regular, puedes llegar a quemar hasta 70 calorías en un
día.
5. El té verde y la piel
Los
antioxidantes del té verde protegen a la piel de los efectos de los radicales,
los principales responsables del deterioro de la piel y la aparición de
arrugas.
6. El té verde y la artritis
El
té verde reduce el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, ya que protege el
cartílago obstruyendo la enzima que lo destruye.
7. El té verde y los huesos
La
base de este beneficio es el fluoruro, que ayuda a fortalecer los huesos y
preservar la densidad ósea
8. El té verde y el colesterol
El
té verde ayuda a reducir los niveles de colesterol malo, y aumentar los niveles
de colesterol bueno.
9. El té verde y la obesidad
El
té verde bloquea el movimiento de la glucosa en las células grasas, previniendo
el sobrepeso y la obesidad.
10. El té
verde y la diabetes
Esta
bebida mejora el metabolismo de los lípidos y la glucosa, lo cual previene el
aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
11. El té verde y el Alzheimer
Los
compuestos del té verde funcionan como un estimulante para la memoria. Esto
ayuda a retrasar el proceso de reducción de la acetilcolina, que puede derivar
en Alzheimer.
12. El té verde y el Párkinson
Los
antioxidantes del té verde previenen el daño de las células del cerebro que, a
largo plazo, puede ser la causa del desarrollo de párkinson.
13. El té
verde y las enfermedades hepáticas
El
té verde ayuda a prevenir fallas en el órgano trasplantado, en personas que
sufren de enfermedades hepáticas. Diversas investigaciones científicas
comprobaron que los compuestos del té verde ayudan a combatir los radicales
libres de los hígados grasos.
14. El té verde y la hipertensión
El
té verde suprime la angiotensina, una de las causas de hipertensión, y ayuda a
mantener la presión arterial estable.
15. El té
verde y la intoxicación por alimentos
La
catechina que se encuentra en el té verde mata a las bacterias que ocasionan la
intoxicación y ayuda a las toxinas producidas a eliminar dichas bacterias.
16. El té verde y el azúcar en sangre
Aunque
los niveles de azúcar en la sangre tienden a aumentar con los años, los
polifenoles del té verde ayudan a mantenerlos estables.
17. El té Verde y el sistema inmune
Los
polifenoles y los flavonoles del té verde optimizan el funcionamiento del sistema
inmune, y hacen que nuestro cuerpo sea más resistente a infecciones y
enfermedades.
18. El té verde y la fiebre o los resfriados
La
vitamina C del té verde ayuda a tratar la fiebre y los resfriados, aliviando
sus síntomas y acelerando el proceso de recuperación.
19. El té verde y el asma
La
teofilina del té verde relaja los músculos que sostienen los tubos bronquiales
y reduce la gravedad del cuadro asmático.
20. El té verde y la infección de oído
Sumerge
un pedacito de algodón en té verde y utilízalo para limpiar la oreja infectada
de forma natural.
21. El té verde y el herpes
El
té verde aumenta la efectividad de los tratamientos tópicos contra el herpes.
Aplica una compresa de té verde sobre la zona afectada y déjalo actuar por unos
minutos antes de aplicar el tópico.
22. El té verde y la salud dental
El
té verde destruye la bacteria y los virus que causan muchos problemas dentales.
Además ayuda a retrasar el crecimiento de la bacteria que causa mal aliento.
23. El té verde y el estrés
Uno
de los aminoácidos del té verde ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad.
24. El té verde y las alergias
Uno
de los tipos de cachetina del té verde ayuda a aliviar los síntomas de la
alergia.
25. El té verde y el HIV
Un
grupo de científicos de Japón descubrió que uno de los compuestos del té verde
(Epigallocatechin gallate) impide que
el virus del HIV se adhiera a las células saludables. Esto quiere decir, que el
té verde podría prevenir que el virus se propague por el cuerpo.
Oración a San Miguel Arcángel
San
Miguel Arcángel
defiéndenos
en la batalla.
Sé
nuestro amparo contra la perversidad
y
acechanzas del demonio.
Reprímale
Dios, pedimos suplicantes,
y
tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja
en el infierno con tu divino poder
a
satanás y demás espíritus malignos
que
andan dispersos por el mundo
para
perdición de las almas.
Amén
La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29
de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el
rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo
Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos
los días 29 de cada mes.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Trini (María Trinidad
A.), de Bogotá, Colombia, a quien le practicaron una pequeña y sencilla cirugía
en los ojos en la tarde de ayer, rogando que por la intercesión de Santa Lucía,
todo salga bien y con la gracia de Dios uno y trino.
Pedimos oración por las
necesidades de las siguientes personas, todas de México: Edna S. R., a quien mañana le embolizarán por tercera vez un par de
aneurismas; Araceli B.C., que tiene
prevista una colonoscopía para la próxima semana; Martha A. R. T., que ya la den de alta; y Cristina L., a quien le harán una cirugía en la cabeza. A todas
ellas las encomendamos a la Divina protección del Señor Jesús.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Julio 29
No
todos los días te levantas con el espíritu alegre y despreocupado; algunas
veces ya desde la mañanita te persigue el recuerdo de una adversidad que estás
enfrentando hace tiempo.
Hace
trecientos años un prisionero grabó en la pared de su prisión esta frase, con
la que pretendía conservar en alto su estado de ánimo: “No es la adversidad la
que mata, sino la impaciencia con que soportamos la adversidad”
Es
verdad; impacientándote en las adversidades, nada arreglarás; más bien lo
echarás todo a perder o agravarás la situación; no es, pues, un remedio la
impaciencia o la ira.
Si
a este consejo de orden meramente natural y psicológico sabes añadir otro de
orden superior, del orden de la fe, como es el reconocer que Dios te ha
permitido esa adversidad para que seas capaz de mostrar tu valer, tu fidelidad,
tu capacidad de amar, entonces la adversidad será llevada por ti no sólo con
paciencia y resignación, sino aun con cierta alegría por saberte fiel.
“La iglesia está fortalecida con la virtud del Señor
Resucitado, para triunfar con paciencia y caridad de sus aflicciones y
dificultades, tanto internas como externas y revelar al mundo fielmente su
misterio, aunque sea entre penumbras, hasta que se manifieste en todo el
esplendor final de los tiempos” (LG 8).
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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