miércoles, 29 de junio de 2016

Pequeñas Semillitas 3053

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3053 ~ Miércoles 29 de Junio de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En el relato del Evangelio de ayer en que los apóstoles se ven atrapados en aquella repentina y violenta tormenta en el mar de Galilea, encontramos una lección para los pacificadores de hoy.
Cuando empezaron a encresparse las olas y el bote empezó a balancearse, los apóstoles trabajaron con ahínco y con la esperanza de sobrevivir a la tormenta que los amenazaba.  Pero después perdieron el entusiasmo y dejaron que la tormenta exterior los invadiera.  Es fácil imaginarse a los apóstoles frenéticos, desconectados, descontrolados.  En su desesperación despiertan a un Jesús tranquilo que cuestiona su fe y hace que la tormenta se calme proyectando su quietud interior, su armonía interior, su paz interior.
Algunas veces nosotros, los que pacificamos nos parecemos más a los apóstoles.  Hemos permitido que la guerra a nuestro alrededor forme parte de nosotros.  Con demasiada frecuencia nada más hacemos que empeorar la situación proyectando nuestro temor, culpabilidad y desesperación.
Lo que queremos hacer es llegar a ser iguales que Jesús: tener ese punto de calma que nada puede alterar.  De esta manera somos verdaderos conciliadores, personas que proyectamos paz allí por donde vamos.

¡Buenos días!

Dos gallos y una perdiz
En los grupos humanos suelen darse defectos que ya los apóstoles detectaron en las primeras comunidades cristianas. Con frecuencia se refieren a las discordias, envidias y rivalidades, que rebajan la calidad humana de los grupos. Y señalan al mismo tiempo las virtudes sociales o comunitarias que deben cultivar, como la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia.

Un hombre que tenía dos gallos, compró una perdiz doméstica y la llevó al corral junto con ellos para alimentarla. Pero estos la atacaban y la perseguían, y la perdiz, pensando que lo hacían por ser de distinta especie, se sentía humillada. Pero días más tarde vio cómo los gallos se peleaban entre ellos, y que cada vez que se separaban, estaban cubiertos de sangre. Entonces se dijo a sí misma: -Ya no me quejo de que los gallos me maltraten,  pues he visto que ni aun entre ellos mismos están en paz. (Esopo).

La incomprensión y rivalidad entre las personas es una realidad cotidiana. Hasta entre los miembros de la familia y en las asociaciones religiosas sucede lo que la Reina de la Paz advirtió en un mensaje: “Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y otros”. Ora, pues, y vigila.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». (Mt 16,13-19)

Comentario:
Hoy celebramos la solemnidad de San Pedro y San Pablo, los cuales fueron fundamentos de la Iglesia primitiva y, por tanto, de nuestra fe cristiana. Apóstoles del Señor, testigos de la primera hora, vivieron aquellos momentos iniciales de expansión de la Iglesia y sellaron con su sangre la fidelidad a Jesús. Ojalá que nosotros, cristianos del siglo XXI, sepamos ser testigos creíbles del amor de Dios en medio de los hombres tal como lo fueron los dos Apóstoles y como lo han sido tantos y tantos de nuestros conciudadanos.
En una de las primeras intervenciones del Papa Francisco, dirigiéndose a los cardenales, les dijo que hemos de «caminar, edificar y confesar». Es decir, hemos de avanzar en nuestro camino de la vida, edificando a la Iglesia y confesando al Señor. El Papa advirtió: «Podemos caminar tanto como queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, alguna cosa no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, esposa del Señor».
Hemos escuchado en el Evangelio de la misa un hecho central para la vida de Pedro y de la Iglesia. Jesús pide a aquel pescador de Galilea un acto de fe en su condición divina y Pedro no duda en afirmar: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Inmediatamente, Jesús instituye el Primado, diciendo a Pedro que será la roca firme sobre la cual se edificará la Iglesia a lo largo de los tiempos (cf. Mt 16,18) y dándole el poder de las llaves, la potestad suprema.
Aunque Pedro y sus sucesores están asistidos por la fuerza del Espíritu Santo, necesitan igualmente de nuestra oración, porque la misión que tienen es de gran trascendencia para la vida de la Iglesia: han de ser fundamento seguro para todos los cristianos a lo largo de los tiempos; por tanto, cada día nosotros hemos de rezar también por el Santo Padre, por su persona y por sus intenciones.
* Mons. Jaume PUJOL i Balcells Arzobispo de Tarragona y Primado de Cataluña (Tarragona, España)

Santoral Católico:
San Pedro y San Pablo
Apóstoles y Mártires
La solemnidad conjunta de san Pedro y san Pablo es la conmemoración del martirio en Roma de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso, celebrada el 29 de junio. Es una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos La fecha bien es el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias, y en el Santoral católico, es celebrado como solemnidad.
Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro (véase el texto del Evangelio de hoy).
Pablo, apóstol de los gentiles, llamado originariamente Saulo, era un perseguidor de los cristianos hasta que se produjo su milagrosa conversión en el camino a Damasco, y luego predicó a Cristo a judíos y griegos.
Los dos, con la fuerza de la fe y el amor a Jesucristo, anunciaron el Evangelio en la ciudad de Roma, donde, en tiempo del emperador Nerón, ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la vía Triunfal, y Pablo, degollado y enterrado en la vía Ostiense. En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración.
En las últimas décadas, esta fiesta ha sido de importancia para el moderno movimiento ecuménico como una ocasión en la que el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla han oficiado servicios diseñados para que sus iglesias más cerca de intercomunión, como participación en lo común. Este es especialmente el caso durante el pontificado de San Juan Pablo II, tal como se refleja en su encíclica, Ut Unum Sint (25 de mayo de 1995).
Muchas más información haciendo clic acá.

La frase de hoy

“Santo Padre! Su bondad, desde el primer día de la elección, en cada momento de mi vida aquí me emociona, me lleva de verdad, interiormente. Más que en los Jardines Vaticanos con su belleza, Su bondad es el lugar en el que habito: me siento protegido. Gracias también por la palabra de agradecimiento, por todo. Esperemos que Usted pueda ir adelante con todos nosotros en este camino de la misericordia divina mostrando el camino de Jesús, hacia Jesús, hacia Dios”
Benedicto XVI al Papa Francisco en el acto de 
celebración de los 65 años de vida sacerdotal del hoy Papa Emérito

Tema del día:
Día del Papa
El día 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebramos el Día del Papa y la colecta llamada desde los primeros siglos Óbolo de San Pedro.

En esta Jornada del Papa estamos invitados, de manera especial, a meditar en el ministerio del Sucesor de Pedro, a orar por él y a contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad.

El Romano Pontífice, como Sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los obispos como de la multitud de los fieles. Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y universal. Es el Vicario de Cristo.

Ya en la primera hora de la Iglesia, cuando Pedro estaba en la cárcel, toda la comunidad oraba insistentemente a Dios por él (cfr. Hc 12, 59). Hoy toda la Iglesia tiene el deber de orar por el Papa Francisco. Cuando oramos por el Sucesor de Pedro, que “preside la caridad de todas las Iglesias”, como afirmó San Ignacio de Antioquia, pedimos que la Iglesia se mantenga fiel a su magisterio, para que, como los primeros cristianos, vivamos como hermanos arraigados firmemente en el amor y en la caridad.

Junto con la oración y el agradecimiento, esta Jornada es una llamada a colaborar con nuestras limosnas y donativos a la colecta especial. A través de ella ayudamos al Papa para que pueda realizar su misión a favor de la Iglesia Universal y de los más pobres de la tierra.

Desde esta carta pastoral doy las gracias a todos los fieles y pido un año más la generosa y amplia colaboración económica de todos los diocesanos, para que el Santo Padre pueda cumplir su ministerio. Que el Señor os lo premie y que vuestro comportamiento exprese el cariño, la obediencia y el amor que sentís por el Papa.
* Mons. Vicente Jiménez Zamora
   Obispo de Santander

Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Sagrado Corazón, Potestad Sublime!
- Meditación: Oh Jesús, Mí Buen Pastor, que nos buscas como a ovejas en la tierra desierta, que nos cuidas y nos proteges, y Tu cayado levantas para evitar que el maligno hiera a Tus corderitos. Señor, que me buscas en la noche oscura y me libras de toda amargura. Amando, siento Tu Presencia, y todo lo demás desaparece; es Tu Gran Poder el que me marca el camino y me guía como a un niño. Esa Luz dorada que de Ti se desprende, y cual luciérnagas hermosas, como estrellas fugaces veo las luces de Tus Ángeles. Entonces siento que Tú, Mi Dios, todo eres, todo puedes, pues eres el Rey. Señor, que a pesar de mi pequeñez a mi casa vienes, para llevarme a Ti.

- Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén.

- Florecilla: Comulguemos agradeciendo a Jesús por todas las gracias que derrama a través de Su Sagrado Corazón.

- Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
   * Reina del Cielo

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Oración a San Miguel Arcángel 
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Luz María A. A., residente en Neiva – Huila, Colombia, a quien han hospitalizado por cuanto su Alzheimer ha llegado a un punto de gravedad tal que en lo sucesivo no podrá alimentarse vía bocal y tendrán que entubarla para esos efectos. Rogamos al Señor que la ayude en estas difíciles circunstancias y que fortalezca a su esposo Alfonso (también en situación delicada de salud), a su hijo Javier y a su hija Liza (enferma también). Que haya paz y bendición para toda la familia.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Dardo H., fallecido ayer en la ciudad de Córdoba, Argentina. Y por la recuperación de Pablo, de la misma ciudad, que está internado grave en terapia intensiva con un proceso de neumonía de varios días de evolución.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Junio 29
La familia cristiana ha sido definida como una pequeña Iglesia en la que ciertamente reina Dios; un hogar que guarda la lumbre y el calor del altar; expresión mistérica de la Iglesia, lugar de la manifestación sincera de la fe y el amor, altar en el que Dios recibe el culto de la humanidad.
“La familia es escuela del más rico humanismo. Para que pueda lograr la plenitud de su vida y misión; se requieren un clima de benévola comunicación y unión de propósitos entre los cónyuges y una cuidadosa cooperación de los padres en la educación de los hijos.”
La educación es el gran deber y el obligado quehacer de la comunidad conyugal y el término de la misma fecundidad genética de los padres.
Pero esa educación no puede quedar reducida al ámbito de protección material del hijo, pues eso sería desconocer la dimensión trascendente de su persona.
“La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto las presentes virtudes del reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada. De tal manera con su ejemplo y su testimonio arguye al mundo de pecado e ilumina a los que buscan la verdad” (LG 35). El que atenta contra la vida familiar, atenta contra el proyecto de Dios para sus hijos.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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