PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3040 ~ Jueves 16 de Junio de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dentro
de mí existe un poder curativo, de ilimitadas posibilidades y divino en su
fuente. Bendigo a mi cuerpo en la
oración y mi cuerpo me bendice con fortaleza, salud e integridad.
Mi
cuerpo es un templo al Espíritu Santo que mora dentro de mí. Desde el extremo de mi cabeza hasta la planta
de mis pies, estoy colmado de fuerza y energía.
Cada fibra de mi ser vibra de vida y energía. Me siento recargado y revitalizado, pues
estoy siendo renovado a cada momento.
Agradezco
la maravilla que compone mi cuerpo, las tremendas hazañas que cumple
diariamente, la energía divina que alberga.
Bendigo a mi cuerpo y mi cuerpo me bendice con salud.
¡Me
regocijo, pues estoy vitalmente vivo! Y doy gracias a Dios por ello…
¡Buenos días!
La paz del corazón
Defiende
y cultiva la paz del corazón, porque es el clima indispensable para crecer en
plenitud en todas las dimensiones de tu vida. Vigila cuanto entra en tu corazón
para que no se infiltre en él el polvo de la ansiedad, el ácido de la
irritación, o el veneno del odio. Gozar de la paz profunda del alma merece
estar en permanente alerta.
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que se decidan por
Dios, pues el distanciamiento es fruto de la falta de paz en sus corazones.
Sólo Dios es la paz: por eso, acérquense a Él por medio de la oración personal
y vivan entonces la paz en sus corazones. De esa manera, la paz brotará desde
sus corazones hacia todo el mundo. ¡No hablen de paz, sino que hagan la paz! Yo
los bendigo a cada uno de ustedes y cada una de sus buenas decisiones. ¡Gracias
por haber respondido a mi llamado!”
La
agitación y el ritmo descontrolado de las ocupaciones pueden hacer que te
olvides de las cosas esenciales de la vida. No te dejes perturbar por
pequeñeces, que debes sobrevolar y olvidar. La serenidad de tu espíritu es un
valor tan grande que no merece canjearla por insignificancias.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no charléis mucho, como
los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No
seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de
pedírselo.
»Vosotros,
pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como
nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a
los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas». (Mt 6,7-15)
Comentario:
Hoy,
Jesús nos propone un ideal grande y difícil: el perdón de las ofensas. Y
establece una medida muy razonable: la nuestra: «Si vosotros perdonáis a los
hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras
ofensas» (Mt 6,14-15). En otro lugar había mostrado la regla de oro de la
convivencia humana: «Tratad a los demás como queráis que ellos os traten a
vosotros» (Mt 7,12).
Queremos
que Dios nos perdone y que los demás también lo hagan; pero nosotros nos
resistimos a hacerlo. Cuesta pedir perdón; pero darlo todavía cuesta más. Si
fuéramos humildes de veras, no nos sería tan difícil; pero el orgullo nos lo
hace trabajoso. Por eso podemos establecer la siguiente ecuación: a mayor
humildad, mayor facilidad; a mayor orgullo, mayor dificultad. Esto te dará una
pista para conocer tu grado de humildad.
Acabada
la guerra civil española (año 1939), unos sacerdotes excautivos celebraron una
Misa de acción de gracias en la iglesia de Els Omells. El celebrante, tras las
palabras del Padrenuestro «perdona nuestras ofensas», se quedó parado y no
podía continuar. No se veía con ánimos de perdonar a quienes les habían hecho
padecer tanto allí mismo en un campo de trabajos forzados. Pasados unos
instantes, en medio de un silencio que se podía cortar, retomó la oración: «así
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Después se preguntaron cuál
había sido la mejor homilía. Todos estuvieron de acuerdo: la del silencio del
celebrante cuando rezaba el Padrenuestro. Cuesta, pero es posible con la ayuda
del Señor.
Además,
el perdón que Dios nos da es total, llega hasta el olvido. Marginamos muy
pronto los favores, pero las ofensas... Si los matrimonios las supieran
olvidar, se evitarían y se podrían solucionar muchos dramas familiares.
Que
la Madre de misericordia nos ayude a comprender a los otros y a perdonarlos
generosamente.
* Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach (Vilamarí, Girona,
España)
Santoral Católico:
Beata María Teresa Scherer
Religiosa
Fundadora,
con el capuchino P. Teodosio Fiorentini, de las Franciscanas de la Caridad de
la Santa Cruz de Ingenbohl. Nació el año 1825 en Meggen (Cantón de Lucerna,
Suiza). A los 17 años fue admitida en la Tercera Orden de san Francisco y,
durante una peregrinación a Einsiedeln, se sintió llamada a la vida religiosa.
En 1845 ingresó en el instituto fundado por el P. Teodosio, dedicado primero a la
enseñanza y luego también a los enfermos y a los pobres. En 1855 falleció el
fundador y ella tuvo que responsabilizarse del Instituto, superando situaciones
tensas y conflictivas que le causaron muchos sufrimientos. Elegida superiora
general, orientó con acierto a sus hermanas al servicio de la escuela y de los
pobres. La Congregación se extendió por Europa y tenía 422 casas y más de 1500
religiosas cuando el 16 de junio de 1888 falleció la fundadora en Ingenbohl. La
beatificó Juan Pablo II en 1995.
http://es.catholic.net/op/articulos/36132/mara-teresa-scherer-beata.html
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Las más amargas tristezas
son dulzuras en su adorable Corazón,
donde todo se cambia al amor”
Margarita de Alacoque
Tema del día:
Conserva tu tenedor
Una
mujer, a quien le habían diagnosticado una enfermedad terminal y le habían dado
tres meses de vida estaba poniendo sus cosas "en orden". Le pidió al
sacerdote que fuera a su casa para discutir ciertos aspectos de sus deseos
finales. Le dijo qué canciones quería que cantaran en su funeral, qué lecturas
le gustaría que leyeran y con qué ropas querría ser enterrada. También pidió
que la enterraran con su Biblia favorita. Cuando el sacerdote estaba
preparándose para irse, de pronto la mujer recordó algo muy importante para
ella y dijo: "hay una cosa más". "¿Qué es?", preguntó el
sacerdote. "Esto es muy importante", continuó la mujer, "quiero
que me entierren con un tenedor en la mano derecha".
El
sacerdote se quedó parado mirando a la mujer sin saber qué decir.
-
"Esto le sorprende, ¿no?", dijo la mujer.
-
"Bueno, para ser honesto, estoy extrañado por su petición", dijo el
sacerdote.
La
mujer explicó: "recuerdo que en todos los años de concurrir a comidas en
la iglesia, cuando se retiran las fuentes del plato principal, alguien
inevitablemente dice "conserva tu tenedor". Era mi momento favorito
porque sabía que algo mejor venía... como torta de chocolate o pastel de
manzana, algo maravilloso y sustancial. De modo que quiero que la gente me vea
en mi ataúd con un tenedor en la mano y quiero que pregunten: "¿Para qué
es el tenedor?". Entonces quiero que por favor les diga: "Conserva tu
tenedor.... aún falta lo mejor."
"Los
ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría cuando se despidió de
ella. Sabía que era una de las últimas veces que la vería antes de morir. Pero
también sabía que la mujer entendía mejor que él lo que era la Gloria. Ella
sabía que algo mejor venía.
En
el funeral, la gente que se acercaba al ataúd veía el vestido que más le
gustaba, su Biblia favorita y el tenedor en la mano derecha. Una y otra vez el
sacerdote escuchaba la pregunta "¿Para qué es el tenedor?" y él
sonreía. Durante su mensaje, el sacerdote les contó la conversación que había
tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les contó sobre el
tenedor y lo que simbolizaba para ella; les contó cómo él no podría dejar de
pensar en el tenedor y quizás ellos tampoco podrían hacerlo. Tenía razón.
De
modo que la próxima vez que tomes un tenedor, deja que te recuerde muy
suavemente que aún falta lo mejor.
* Web católico de Javier
Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Sagrado Corazón, traicionado,
enllagado,
martirizado y destrozado!
- Meditación:
Oh Señor, casi no te reconozco, ¿por qué he sido tan cruel contigo, si eres el
Cristo? Estás encarnizado, eres una llaga viva, te han flagelado… y te han
vestido de rey de burlas, envuelto en un manto púrpura. Perdón, perdón Jesús
porque yo te puse ahí… Estás desfigurado, tan sólo Tu hermosa y tierna mirada
apacigua la vergüenza de mi alma. Ojos tristes sí, ojos tristes de mi Jesús que
ven lo que soy, lo que fui y todo lo que seré. Pero Tú, Señor, lo haces para
darme, darme el perdón, darme Tu Amor y regalarme la Vida con Tu agonía.
- Jaculatoria:
¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh
Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en
mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el
Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este
modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén.
- Florecilla:
Ofrezcamos un sacrificio al Señor haciendo algo que sea de Su agrado, pero que
nos cueste, recordando que “tu mano derecha no debe saber lo que hace tu mano
izquierda”.
- Oración:
Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
* Reina del
Cielo
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página.
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la
unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de
los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Maria Gisele, de
Brinkmann, provincia de Córdoba, Argentina,
joven de 26 años, quien será sometida a una operación de corazón hoy en
la Fundación Favaloro, en Buenos Aires. Dios proteja a esta querida hermana en
la Fe, y nuestro Señor, Rey de Reyes apaciente y calme sus males. Madre María
abogada y consuelo del cristiano, cubre con tu manto protector a María Gisele y
bríndale su sanación.
Pedimos
oración por los estudios cardiológicos que se realizará nuestro amigo Celso I., de Córdoba, Argentina,
rogando que la Virgen del Valle lo proteja y el Señor permita que todo salga
bien.
Pedimos
oración por la salud física, psíquica y espiritual de la joven Gema Elena H. M., de Nicaragua, para
que Jesús, buen pastor, la conduzca por buenos caminos y la aleje de las malas
compañías.
Pedimos
oración para una familia amiga y querida de Bogotá, Colombia: Trini (María Trinidad A.), quien se
hará un chequeo en sus problemas reumáticos para saber si es posible
tratamiento con células madre. También por el proyecto de vida, la salud y el
bienestar de sus hijos María Paula y
Carlos, y por la salud de su esposo Carlos, y de su suegra Carlota y demás familiares.
Pedimos
oración por las siguientes personas de Corrientes, Argentina: Hna. Patricia María del Valle, en
recuperación por una grave operación y ahora en quimioterapia; Ángela D., que será operada de
fracturas en la rodilla, y Ramón G.
que fue operado de cáncer de pulmón. Que por la intercesión de la Virgen de
Lourdes, el Señor les conceda gracias de sanación.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Junio 16
Tu
vida tiene que ser como un río. Las aguas del río van deslizándose
silenciosamente y van dejando lo que llevan; por donde pasan, depositan barro y
suciedad si es que sus aguas van turbulentas; señal de que el río pasó por allí
es la suciedad que deja. Pero si las aguas van limpias, dejan tras de sí
humedad, fecundidad, frescura y verdor.
Haz
que las aguas del río de tu vida vayan siempre limpias y deja parte de ellas
por donde pases; verás que se te llena de color, de verdor; y que, fruto de tus
pasos, brotarán las flores de las virtudes, el césped de la bondad.
Tus
palabras, las palabras que hoy pronuncies, pueden ser agua sucia o corriente
límpida, y lo que te digo de tus palabras debes aplicarlo a tus ideas o
pensamientos; a tus afectos, a tus obras;
que al fin del día no te sientas avergonzado, sino feliz.
“¿Quién puede decir: Purifiqué mi corazón, estoy
limpio de pecado?” (Prov 20,9). “Si decimos que no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda
maldad” (1 Jn 1,8-9)
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.