PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3031 ~ Martes 7 de Junio de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
iniciamos la edición de “Pequeñas Semillitas” con una breve y hermosa reflexión
de Mons. Víctor Fernández, a la vez que recomendamos vivamente la lectura de
sus libros:
“Señor,
recuerdo tu amor y quiero pedirte perdón, porque quisiste para mí una vida más
santa, pero yo elegí la tibieza y la mediocridad. Pero no quiero quedarme
postrado espiritualmente. Sé que allí está tu mirada de cariño y tus brazos que
quieren levantarme. Ten misericordia de mí, Señor, por tu bondad. Perdóname por
el mal que hice y por el bien que no quise hacer. Piedad de mí, Señor, piedad
de mí, que soy frágil e imperfecto. Tú sabes que te amo. Pero soy débil y
vuelvo a caer. Por eso te pido: renuévame por dentro, santifícame, libérame,
límpiame de mi maldad y quedaré más blanco que la nieve. Amén”.
¡Buenos días!
Regalo de bodas
No
es común captar la fuerza transformadora que tiene el sacrificio generoso para
crecer espiritualmente. El motivo es simple: porque nos ayuda a vencer nuestro
egoísmo, el mayor obstáculo que impide amar de verdad. Una anécdota para
ejemplificarlo.
Narró la Madre Teresa de Calcuta que una vez dos
jóvenes fueron a verla y donaron mucho dinero para dar de comer a la gente.
Ella en Calcuta daba de comer a nueve mil personas al día. Querían que el
dinero se destinara para alimentar a esta gente. Cuando les preguntó de dónde
sacaron tanto dinero, ellos le respondieron: “Nos acabamos de casar hace dos
días. Antes de la boda, decidimos que no compraríamos trajes para la ceremonia
ni para la fiesta. Queremos darles a ustedes el dinero”. Para un hindú de clase
alta esto es un escándalo. Después les preguntó: “¿Por qué lo han hecho?”. Ésta
fue la extraña respuesta que le dieron: “Nos amamos tanto que queríamos dar
algo a otros para comenzar nuestra vida en común con un sacrificio”. Madre
Teresa comentaba: “Me impresionó mucho el constatar cómo estas personas estaban
hambrientas de Dios”.
Cada
uno tiene algo para dar. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La
generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con nuestra
semejanza divina. ”Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele
así: «El que sirve». Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta
cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, o a tu madre?”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra.
Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más
que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz
del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni
tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el
candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». (Mt 5,13-16)
Comentario:
Hoy,
san Mateo nos recuerda aquellas palabras en las que Jesús habla de la misión de
los cristianos: ser sal y luz del mundo. La sal, por un lado, es este
condimento necesario que da gusto a los alimentos: sin sal, ¡qué poco valen los
platos! Por otro lado, a lo largo de los siglos la sal ha sido un elemento
fundamental para la conservación de los alimentos por su poder de evitar la
corrupción. Jesús nos dice: —Debéis ser sal en vuestro mundo, y como la sal,
dar gusto y evitar la corrupción.
En
nuestro tiempo, muchos han perdido el sentido de su vida y dicen que no vale la
pena; que está llena de disgustos, dificultades y sufrimientos; que pasa muy
deprisa y que tiene como perspectiva final —y bien triste— la muerte.
«Vosotros
sois la sal de la tierra» (Mt 5,13). El cristiano ha de dar el gusto: mostrar
con la alegría y el optimismo sereno de quien se sabe hijo de Dios, que todo en
esta vida es camino de santidad; que dificultades, sufrimientos y dolores nos
ayudan a purificarnos; y que al final nos espera la vida de la Gloria, la
felicidad eterna.
Y,
también como la sal, el discípulo de Cristo ha de preservar de la corrupción:
donde se encuentran cristianos de fe viva, no puede haber injusticia,
violencia, abusos hacia los débiles... Todo lo contrario, ha de resplandecer la
virtud de la caridad con toda la fuerza: la preocupación por los otros, la
solidaridad, la generosidad...
Y,
así, el cristiano es luz del mundo (cf. Mt 5,14). El cristiano es esta antorcha
que, con el ejemplo de su vida, lleva la luz de la verdad a todos los rincones
del mundo, mostrando el camino de la salvación... Allá donde antes sólo había
tinieblas, incertidumbres y dudas, nace la claridad, la certeza y la seguridad.
* Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas (Girona,
España)
Santoral Católico:
San Antonio María Gianelli
Obispo y Fundador
Nació
en Cereta (Liguria, Italia) el año 1789. A los 19 años entró en el seminario de
Génova y en 1812 fue ordenado de sacerdote. Siguió en el seminario como
profesor, y a partir de 1826 se centró en el apostolado parroquial. Creó varias
instituciones, como la «Sociedad Económica» para la instrucción de las niñas
pobres, una pequeña congregación misionera que puso bajo el patronazgo de san
Alfonso María de Ligorio, los futuros Oblatos de San Alfonso, para las misiones
populares y la organización del clero, y, sobre todo, en 1829, la Congregación
de las Hijas de María Santísima del Huerto, a las que inculcaba la pobreza, que
debía ser «el verdadero distintivo del instituto», así como el espíritu de
sacrificio y la confianza en Dios. En 1838 fue nombrado obispo de Bobbio. Murió
en Piacenza el 7 de junio de 1846. En su vida y en sus obras trató de servir al
Señor en los pobres, los enfermos, los ignorantes, los que no habían encontrado
a Dios, y abría su corazón para acoger a todos.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Conserva
la amistad de tus amigos. ¡No seas ingrato!
Si
recibiste favores de alguien, no lo olvides,
no
lo borres de la rueda de tus amistades.
No
hieras a tus amigos,
no
ofendas a los que muchas veces se sacrificaron
para
darte momentos de alegría.
No
niegues tu cariño a los que se desvelaron
para
proporcionarte felicidad.
Deja
estampada, en cada día de tu vida,
toda
la bondad que existe en el fondo de tu corazón.”
~ Carlos Torres Pastorino ~
Historias:
El herrero
Lynell
Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de
excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con
ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía
andar bien en su vida. Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se
acumulaban día a día.
Una
hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su
situación difícil, le comentó:
-
Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un
hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar
tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El
herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin
entender lo que acontecía con su vida.
Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar y
terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el
herrero:
-
"En este taller, yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en
espadas. ¿Sabes tú como se hace esto? Primero, caliento la chapa de acero a un
calor infernal, hasta que se pone roja. Enseguida, sin ninguna piedad, tomo el
martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la
forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se
llena con el ruido del vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del
violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la
espada perfecta: una sola vez no es suficiente".
El
herrero hizo una larga pausa, encendió un cigarrillo y siguió:
-
"A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este
tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de
rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una
buena hoja de espada. Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro
viejo que ves a la entrada de mi herrería.
Hizo
otra pausa más, y el herrero terminó:
-Sé
que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los
martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como
el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: "Dios
mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo
de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me
pongas en la montaña de hierro viejo de las almas".
Tu
verdad mídela en tu capacidad de dar amor incondicional a pesar de tu soledad y
del vacío del mundo. Que Dios te acompañe en tu búsqueda.
* Web católico de Javier
Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús
Oh Sagrado Corazón ¡Qué sensible y sencillo sos!
- Meditación:
Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven trabajador
que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se percibe un
rico olor a viruta fresca… parece absorto. De repente y ante una suave voz
levanta Su cabeza… es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente responde
al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano agonizante
respira agitadamente… es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de aquel
Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos
cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta
de la Morada Santa.
¿Somos
capaces de imitar la sencillez y el amor que el Señor prodigó a todos los que
tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en el mundo de hoy del cuidado de los
ancianos y necesitados? Justificándonos en que tenemos nuestro trabajo y en que
no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera podemos dar una sonrisa para aquel
que agoniza. ¡Tenemos que vivir…,vivir para morir! Amar de verdad es dar todo
hasta desgarrar nuestro mísero corazón en ofrenda al Señor, como lo hizo el
Redentor.
- Jaculatoria:
¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh
Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en
mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el
Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este
modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
- Florecilla:
Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace el Señor.
- Oración:
Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
* Reina del
Cielo
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Franco, de Córdoba, Argentina, afectado de cuadro oftalmológico ya bastante prolongado, para que por la mediación de Santa Lucía y del Cura Brochero, encuentre una pronta solución a su problema.
Pedimos oración por las siguientes personas de San Salvador, El Salvador (Centro América): Anabella A., que por una caída sufrió un esguince en el tobillo izquierdo y se encuentra actualmente inmovilizada con yeso; Mauricio A., que está afectado de una pierna y no se recupera a pesar de los tratamientos y además tiene un coágulo en la misma; y por Douglas A., ingresado al hospital por estudios y exámenes. A todos ellos los ponemos en las manos sanadoras de Jesús.
Pedimos oración por: Mauricio, 33 años, de California, USA, que mañana será operado para extirparle un tumor cercano a la aorta, rogando a Dios que guíe las manos de los cirujanos en esta difícil intervención.
Pedimos oración por Franco, de Córdoba, Argentina, afectado de cuadro oftalmológico ya bastante prolongado, para que por la mediación de Santa Lucía y del Cura Brochero, encuentre una pronta solución a su problema.
Pedimos oración por las siguientes personas de San Salvador, El Salvador (Centro América): Anabella A., que por una caída sufrió un esguince en el tobillo izquierdo y se encuentra actualmente inmovilizada con yeso; Mauricio A., que está afectado de una pierna y no se recupera a pesar de los tratamientos y además tiene un coágulo en la misma; y por Douglas A., ingresado al hospital por estudios y exámenes. A todos ellos los ponemos en las manos sanadoras de Jesús.
Pedimos oración por: Mauricio, 33 años, de California, USA, que mañana será operado para extirparle un tumor cercano a la aorta, rogando a Dios que guíe las manos de los cirujanos en esta difícil intervención.
Pedimos oración para las
siguientes personas: Ignacio, de
Argentina, por salud e intenciones; Eduardo
e Iván, de Colombia, con problemas
serios de salud; Edna, 72 años, de
Chile, con artritis y deterioro general de su estado de salud; Marco, de Argentina, sin trabajo y con
depresión. Oramos por todos ellos.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Junio 7
El
mundo de hoy está exigiendo hombres que tengan la honestidad y el coraje de
comprometerse; comprometerse supone ambas cosas: honestidad, porque el
compromiso es una exigencia de la fe; coraje, porque es preciso atenerse a las
consecuencias del compromiso que surge de la fe.
Luchar
por esa profunda renovación interior, que fortalece y templa, para producir
cambios en el ambiente donde actuamos. Préstale a Cristo nuestros brazos,
nuestras acciones, nuestra personalidad, nuestra presencia en el mundo.
Tener
respuestas concretas, actuales, a las preguntas más candentes que nos formulen.
Si se refieren a Dios y nos callamos, es porque no profundizamos nuestra
fe; y si se refieren al mundo en que
vivimos y no exponemos nuestros convencimientos personales, es porque somos
indiferentes a la realidad que nos circunda. Comprometernos es tener siempre
coraje, decisión, convencimiento, y fe.
“Muchos se portan como enemigos de la cruz de Cristo;
su fin es la perdición… no aprecian más que las cosas de la tierra. Pero
nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor
Jesucristo” (Flp 3,18-20). El materialismo es el peor enemigo del hombre
moderno; la preocupación excesiva por las cosas que pasan, con detrimento de
las coas que perduran.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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