PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3030 ~ Lunes 6 de Junio de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Conforme
avanzamos por la vida vamos creando rutinas y costumbres. La velocidad de los
eventos cada vez nos impide tener tiempo disponible y caemos en un ciclo de
rutina al cual nos hemos acomodado y hasta podemos decir que nos hace felices.
En
estas circunstancias aprender algo nuevo puede ser muy divertido. Tal vez
siempre quisiste tocar piano porque lo dejaste de hacer muy pequeño y no te has
decidido a recomenzar. O tal vez un nuevo idioma, crear artesanías, conocer más
sobre mecánica automotriz…
¿Cuál
ha sido tu sueño? ¿Qué has querido aprender y no lo has hecho hasta hoy?
Aprender
algo nuevo requerirá desarrollar nuevas habilidades y tal vez eso nos cueste un
poquito de trabajo lograr pero de algo podemos estar seguros: aprender algo
nuevo puede ser muy divertido y puede llevarte a la plenitud.
¡Que
los ángeles acompañen tu camino!
¡Buenos días!
Servir siempre
La
situación difícil que atraviesa la Argentina
—economía fluctuante, inflaciones periódicas, falta de trabajo,
crecimiento de la pobreza, etc. — ha generado un hecho digno de admiración y
elogio: el voluntariado. Personas que, más allá de la queja estéril, se deciden
entregar su vida y poner el hombro a las necesidades urgentes que perciben a su
alrededor. Son vocaciones de servicio.
Una anciana de muchos años fue entrevistada con
motivo de su cumpleaños La periodista le preguntó qué consejo daría a las
personas de su edad. "Bueno", dijo la anciana, "a nuestra edad
es muy importante no dejar de usar todo nuestro potencial; de lo contrario,
éste se marchita. Es muy importante estar con la gente y, siempre que sea
posible, ganarse la vida prestando un servicio. Eso es lo que nos mantiene con
vida y salud". "¿Puedo
preguntarle qué es lo que hace para ganarse la vida a su edad?", le dice
la periodista. La señora respondió: "Cuido de una anciana que vive en mi
barrio", fue su inesperada y deliciosa respuesta.
“Ayudar
y servir” son dos expresiones concretas de un amor que se brinda generosamente
a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia
felicidad y alegría, tu auténtica realización. “Dormí y soñé que la vida era
alegría. Desperté y vi que la vida era
servicio. Y, en el servicio, encontré la
alegría” (Tagore). ¡Siempre listo para servir!
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos
se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados
los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos
de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y
os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos;
pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros». (Mt 5,1-12)
Comentario:
Hoy,
con la proclamación de las Bienaventuranzas, Jesús nos hace notar que a menudo
somos unos desmemoriados y actuamos como los niños, pues el juego nos hace
perder el recuerdo. Jesús temía que la gran cantidad de “buenas noticias” que
nos ha comunicado —es decir, de palabras, gestos y silencios— se diluyera en
nuestros pecados y preocupaciones. ¿Recordáis, en la parábola del sembrador, la
imagen del grano de trigo ahogado en las espinas? Por eso san Mateo engarza las
Bienaventuranzas como unos principios fundamentales, para que no las olvidemos
nunca. Son un compendio de la Nueva Ley presentada por Jesús, como unos puntos
básicos que nos ayudan a vivir cristianamente.
Las
Bienaventuranzas están destinadas a todo el mundo. El Maestro no sólo enseña a
los discípulos que le rodean, ni excluye a ninguna clase de personas, sino que
presenta un mensaje universal. Ahora bien, puntualiza las disposiciones que
debemos tener y la conducta moral que nos pide. Aunque la salvación definitiva
no se da en este mundo, sino en el otro, mientras vivimos en la tierra debemos
cambiar de mentalidad y transformar nuestra valoración de las cosas. Debemos
acostumbrarnos a ver el rostro del Cristo que llora en los que lloran, en los
que quieren vivir desprendidos de palabra y de hechos, en los mansos de
corazón, en los que fomentan las ansias de santidad, en los que han tomado una
“determinada determinación”, como decía santa Teresa de Jesús, para ser
sembradores de paz y alegría.
Las
Bienaventuranzas son el perfume del Señor participando en la historia humana.
También en la tuya y en la mía. Los dos últimos versículos incorporan la
presencia de la Cruz, ya que invitan a la alegría cuando las cosas se ponen
feas humanamente hablando por causa de Jesús y del Evangelio. Y es que, cuando
la coherencia de la vida cristiana sea firme, entonces, fácilmente vendrá la
persecución de mil maneras distintas, entre dificultades y contrariedades
inesperadas. El texto de san Mateo es rotundo: entonces «alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,12).
* Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)
Santoral Católico:
San Marcelino de Champagnat
Fundador de los Hermanos Maristas
Nació
el año 1789 en la aldea de Rosey, parroquia de Marlhes (Loira, Francia). Pronto
sintió la vocación sacerdotal, y en 1805 ingresó en el seminario de Verrières,
del que pasó al de Lyon; ya aquí se integró en la Sociedad de María y proyectó
la fundación de una congregación que llevaría el nombre de la Madre de Cristo.
Se ordenó de sacerdote en 1816 y, en el campo parroquial, las actividades
esenciales de su ministerio fueron la visita a los enfermos, la catequesis de
los niños, la atención a los pobres y el fomento de la vida cristiana en las
familias. En 1817 fundó el Instituto de los Hermanos Maristas, laicos, a los
que formaba para ser maestros cristianos, catequistas y educadores de los niños
y jóvenes. Un año antes de su muerte profesó en la congregación de los Padres
Maristas. Murió en la casa de Ntra. Sra. del Hermitage, cerca de Saint-Chamond
(Lyon), el 6 de junio de 1840. Fue canonizado en 1999.
Oración: Padre santo, que por medio de tu Hijo
unigénito has revelado el mandamiento de la nueva ley y nos has dado a san
Marcelino como ejemplo admirable del modo de vivirlo, concédenos, te rogamos,
que también nosotros, siguiendo sus enseñanzas, amemos a los hermanos de
corazón, y conduzcamos el mundo al conocimiento de la verdad de Cristo. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
San Norberto
Obispo
Nació
de familia noble hacia el año 1080 en Xanten (Alemania). Canónigo de la
Catedral de Colonia, una vez convertido de su vida mundana, abrazó la vida
religiosa y se ordenó de sacerdote el año 1115. Renunció entonces a sus
beneficios eclesiásticos, repartió sus bienes a los pobres y se centró en la vida
apostólica, en la que se distinguió sobre todo por su actividad como predicador
en Francia y Alemania. Con un grupo de compañeros fundó el año 1120 en
Prémontré, cerca de Laon, la Orden de los Canónigos Regulares Premonstratense,
para clérigos que llevaran a la vez la vida en común y la actividad apostólica.
El año 1126 fue consagrado arzobispo de Magdeburgo, y se dedicó a renovar la
vida cristiana y a evangelizar a los paganos de las regiones vecinas. Murió en
su sede episcopal el 6 de junio de 1134.
Oración: Señor, tú hiciste del obispo san Norberto un
pastor admirable de tu Iglesia por su espíritu de oración y su celo apostólico;
te rogamos que, por su intercesión, tu pueblo encuentre siempre pastores
ejemplares que lo conduzcan a la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“El
Corazón de Jesús
os
pide confianza en su bondad
para
que experimentéis la dulzura
y
fuerza de su asistencia en vuestras necesidades,
la
cual irá siempre al paso de la confianza”
Tema del día:
Aprender a dar gratis
1) Para saber
Para
mostrar un amor desinteresado suele acudirse al ejemplo de las madres que aman
a sus hijos. En su reciente Exhortación Apostólica el Papa Francisco recuerda
que “las madres, que son las que más aman, buscan más amar que ser amadas”
(Sto. Tomás de A., S. Th., II-II, que. 27). Es algo propio del amor buscar la
verdadera felicidad de los demás. Por eso, continuando con su reflexión sobre
las características del amor, el Papa comenta la frase de San Pablo: “el amor
no busca su propio interés”.
La
caridad, cuando es verdadera, busca siempre el bien de los demás, más que el
propio. El amor, dice el Papa, evita darle prioridad al amor a sí mismo como si
fuera más noble que el don de sí a los demás”. Es decir, no se prefiere frente
a otros porque antes que pensar en sí mismo se ocupa de los otros.
2) Para pensar
Darle
prioridad a los demás, no implica no amarse a sí mismo, sino tener la humildad
de preferirlos a uno. Es el ejemplo de la madre que prefiere que sus hijos
coman bien, incluso privándose ella de hacerlo.
Nuestro
Señor nos muestra el orden en el amor al pedirnos que el primero en el amor sea
Dios, y después, que amemos al prójimo como a uno mismo. Está bien amarse, pero
no sobre los demás. El Papa recuerda un texto de la Sagrada Escritura: “El que
es tacaño consigo mismo, ¿con quién será generoso? […] Nadie peor que el avaro
consigo mismo” (Si 14, 5-6).
Es
clásica la novela de Charles Dickens “Cuento de Navidad”. En ella relata la
vida de un avaro llamado Evenezer Scrooge, quien vive solo y de modo miserable
aunque tiene muchas riquezas. Es muy tacaño y explota a sus empleados. Sucede
que en fechas cercanas a la Navidad es visitado por unos fantasmas que le
muestran su falta de caridad y sus errores. A la vez le enseñan la felicidad de
familias pobres que pueden serlo sin necesidad de los bienes que él atesora. Le
abren los ojos para que rectifique y cambie su vida.
El
cuento es una lección sobre el desprendimiento, no solo de los propios bienes
materiales, sino de uno mismo para pensar en la felicidad de los demás,
encontrándose, paradójicamente, con la propia felicidad.
Por
eso nos dice San Josemaría: “Nadie es feliz, en la tierra, hasta que se decide
a no serlo. Así discurre el camino: dolor, ¡en cristiano!, Cruz; Voluntad de
Dios, Amor; felicidad aquí y, después, eternamente” (Surco, n. 52).
3) Para vivir
Es
común hoy en día buscar sobre todo el propio provecho. Se desea sacar ventajas.
Se dice: “Y si no obtengo algo, ¿para que lo hago? ¿Qué voy a obtener con
ello?” Se olvidan de que el amor, como dice el Papa Francisco, “puede ir más
allá de la justicia y desbordarse gratis, sin esperar nada a cambio, hasta
llegar al amor más grande, que es dar la vida por los demás”.
El
ejemplo más claro está en Nuestro Señor Jesucristo que dio su vida por nosotros
de modo gratuito. Él no obtuvo nada a cambio, lo tenía todo, es Dios verdadero.
Y, sin embargo, no tuvo reparo en padecer hasta la muerte. Por ello se
convierte en nuestro modelo de vida. En la vida en familia hay muchas
oportunidades de vivir esa caridad “gratuita”, sin obtener nada a cambio. Que
renunciemos a preguntar “¿y que me das a cambio?”
* Pbro. José Martínez Colín
Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Sagrado Corazón, valiente y obediente!
- Meditación:
Oh Delicioso Señor, que nos enseñaste desde Tu ímpetu juvenil a combatir,
cuando a Tu Madre confiaste, a Tus dulces doce años, que a los doctores
explicabas las cosas de Tu Padre. Eras apenas un niño, pero en Ti el Amor había
vencido a todo temor, ya que cumplías con obediencia el Querer de Quien te
había enviado. No importaban los escarnios, las burlas ni tu pequeñez, pues la
Sabiduría y el Amor habían de vencer. ¡Qué vergüenza la de mi pobre alma
siempre llena de temor para defender las cosas de mi Dios, tanto con la voz
como con el testimonio que doy! ¿Y no es el miedo acaso falta de Fe?, pues yo
nada soy, todo lo es y lo hace el Señor. Entonces si El habita en mí, y me hace
vivir, sólo tengo que servir para llegar a ser un instrumento y un puente hacia
el Cielo.
- Jaculatoria:
¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh
Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en
mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el
Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este
modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
- Florecilla:
Seamos discípulos del Señor haciéndolo conocer más y más, prediquemos a un
hermano para que pueda encontrar a Cristo en su corazón.
- Oración:
Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
* Reina del
Cielo
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Paola, de España, que
hoy comienza con quimio y radioterapia para un tumor esofágico, rogando a Dios
que la fortalezca física y anímicamente para poder hacer frente al tratamiento
y superar con bien su enfermedad. También rezamos por su hermano Alfonso (con problemas
neurológicos posteriores a una cirugía cerebral), y por sus padres y hermana,
para que la Santisima Virgen los acompañe y los ampare y contenga con su amor.
Pedimos
oración para que el Señor ayude material y espiritualmente a las siguientes
personas de Medellín, Colombia, y a sus familias: Ligia Victoria, Josefina,
y Beatriz Elena. Las confiamos a la
Misericordia infinita de Dios y a la maternal protección de la Virgen María.
Pedimos oración por las
siguientes personas de México: José C. T.,
que lo operan de la nariz, rogando que todo salga bien; Javier H. T., a quien mañana operan del corazón, rogando que sea
todo exitoso; por la completa recuperación de Jorge T. del C., que ya está en su casa luego de la operación de
peritonitis; y por la pronta recuperación de Pepe C. S., que tuvo un derrame cerebral muy grave.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Junio 6
Todo
tiende a renovarse: la flor que se marchita cede el lugar a un nuevo capullo;
la semilla que se pudre produce nueva espiga; la noche que se cierra preludia
nueva aurora; la muerte queda compensada con un nuevo nacimiento.
Y
el hombre ha de renovarse también; sobre la destrucción del hombre viejo del
pecado ha de surgir el hombre nuevo de la gracia; hombre nuevo, que se ha de señalar estas
metas: emerger del silencio para ser el verbo creador; gozar con el dolor del
alumbramiento para ser el hombre niño;
deponer esclavitudes para ser el hombre libre; conquistar la realidad de
su existir para ser el hombre nuevo.
Hay
que mirar la vida con alegría, entristeciéndose y avergonzándose solo del odio
y no del amor; hay que encarnizarse con el mundo y con la vida; hay que ponerle
multa al miedo y perseguir al pesimismo; hay que mirar siempre hacia las
alturas, al azul del cielo y no deslizarse a ras de la tierra.
“De Él aprendieron que es preciso renunciar a la vida
que llevaban, despojándose del hombre viejo que se va corrompiendo por la
seducción de la concupiscencia, para renovarse en los más íntimo de su espíritu
y revestirse del Hombre Nuevo, creado a imagen de Dios, en la justicia y en la
verdadera santidad” (Ef 4,22-24)
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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