PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3052 ~ Martes 28 de Junio de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cuentan
que Clodoveo, rey de los francos, se preparaba un día para una difícil batalla.
Su esposa Clotilde, fervorosa cristiana, le dijo: “Si quieres obtener la
victoria, invoca al Dios de los cristianos”. En lo más duro del combate,
acosados los francos por todas partes, Clodoveo exclamó: “Oh Cristo, a quien mi
esposa invoca como hijo de Dios. Creo en ti. Si hoy me salvas de mis
adversarios, recibiré el bautismo y entraré a tu religión". Desde ese
momento su ejército se sobrepuso y venció a los agresores. El rey al volver
victorioso, dijo su esposa: "Clodoveo venció a sus enemigos, y tú venciste
a Clodoveo". San Remigio, obispo misionero, preparó y bautizó al rey de
los francos. En la celebración le dijo estas memorables palabras:
"Valiente guerrero: desde ahora quema lo que has adorado, y adora lo que
has quemado".
Clodoveo
desde entonces comenzó a amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma.
Esto le exigió cortar y quemar las malas costumbres paganas y ser fiel al
Señor. Ése es el culto de verdadera adoración que también a ti te propone la
Palabra de Dios. Ésta es la buena noticia: el Señor nos invita a convertirnos y
cambiar porque es misericordioso.
¡Buenos días!
Días llenos de gratitud
La
oración de acción de gracias te ayudará a vivir la relación con Dios de una
forma concreta y existencial, descubriendo con gozo los dones que te regala a
cada paso. Es una oración que ensancha el corazón y descansa la mente; favorece
la alegría y la esperanza. Acostúmbrate a practicarla. Como Maestra de oración,
la Reina de la Paz, te da unas orientaciones precisas.
“¡Queridos hijos! Hoy también los invito a que su
oración sea una oración con el corazón. Que cada uno de ustedes encuentre el
tiempo para hacer oración, de tal manera que en su oración, ustedes descubran a
Dios. Yo no deseo que ustedes hablen de oración, sino que hagan oración. Que
cada uno de sus días esté lleno de una oración de gratitud a Dios por la vida y
por todo lo que ustedes tienen. Yo no deseo que sus vidas transcurran en
palabras, sino que glorifiquen a Dios con obras. Yo estoy con ustedes y estoy
agradecida con Dios por cada momento que he pasado con ustedes. ¡Gracias por
haber respondido a mi llamado!”
La
clave está en la oración que alcanza poco a poco la meta señalada por san
Pablo: “Vivan dando gracias a Dios”, también, “En cualquier circunstancia
recurran a la oración y a la súplica””, y además, “Perseveren en la oración,
velando siempre en ella con acción de gracias”. Santa Teresa hablando de la
oración dice, “Se trata de amar mucho”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto
se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por
las olas; pero Él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de
poca fe?». Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una
gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que
hasta los vientos y el mar le obedecen?». (Mt 8,23-27)
Comentario:
Hoy,
Martes XIII del tiempo ordinario, la liturgia nos ofrece uno de los fragmentos
más impresionantes de la vida pública del Señor. La escena presenta una gran
vivacidad, contrastando radicalmente la actitud de los discípulos y la de
Jesús. Podemos imaginarnos la agitación que reinó sobre la barca cuando «de
pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba
tapada por las olas» (Mt 8,24), pero una agitación que no fue suficiente para
despertar a Jesús, que dormía. ¡Tuvieron que ser los discípulos quienes en su
desesperación despertaran al Maestro!: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» (Mt
8,25).
El
evangelista se sirve de todo este dramatismo para revelarnos el auténtico ser
de Jesús. La tormenta no había perdido su furia y los discípulos continuaban
llenos de agitación cuando el Señor, simplemente y tranquilamente, «se levantó,
increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza» (Mt 8,26). De la
Palabra increpatoria de Jesús siguió la calma, calma que no iba destinada sólo a
realizarse en el agua agitada del cielo y del mar: la Palabra de Jesús se
dirigía sobre todo a calmar los corazones temerosos de sus discípulos. «¿Por
qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» (Mt 8,26).
Los
discípulos pasaron de la turbación y del miedo a la admiración propia de aquel
que acaba de asistir a algo impensable hasta entonces. La sorpresa, la
admiración, la maravilla de un cambio tan drástico en la situación que vivían
despertó en ellos una pregunta central: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y
el mar le obedecen?» (Mt 8,27). ¿Quién es el que puede calmar las tormentas del
cielo y de la tierra y, a la vez, las de los corazones de los hombres? Sólo
quien «durmiendo como hombre en la barca, puede dar órdenes a los vientos y al
mar como Dios» (Nicetas de Remesiana).
Cuando
pensamos que la tierra se nos hunde, no olvidemos que nuestro Salvador es Dios
mismo hecho hombre, el cual se nos acerca por la fe.
* Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de
Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)
Santoral Católico:
San Ireneo de Lyon
Obispo y Mártir
Nació
hacia el año 130 y se educó en Esmirna (Turquía), donde fue discípulo de San
Policarpo, obispo de aquella ciudad y que había sido discípulo del apóstol san
Juan, por lo que enlazó con los tiempos apostólicos. Pero emigró, y el año 177
era presbítero en Lyon (Francia); poco después fue nombrado obispo de dicha
ciudad. Se encontró con una Iglesia diezmada por las persecuciones. Aprendió
las lenguas de los nativos para poder evangelizarlos. Gran apologista y buen
pastor, escribió varias e importantes obras en las que combate las herejías de
aquel tiempo y expone la recta doctrina: valoración del Antiguo Testamento a la
luz del Nuevo; Cristo, nuevo Adán; la Eucaristía, símbolo y prenda de la resurrección.
Fue hombre pacífico y conciliador, que medió eficazmente en el enfrentamiento
entre el Papa y las iglesias de Asia Menor por la cuestión de la pascua,
evitando un posible cisma. Recibió la palma del martirio, según refiere la tradición,
alrededor del año 200.
Oración: Señor, Dios nuestro, que otorgaste a tu
obispo san Ireneo la gracia de mantener incólume la doctrina y la paz de la
Iglesia, concédenos, por su intercesión, renovarnos en fe y en caridad y
trabajar sin descanso por la concordia y la unidad entre los hombres. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Las frases de hoy
“La
falta de ostentación es fundamental en todo hombre
que
quiera ejercer una acción docente de cualquier finalidad…
para
ser útil hay que ser austero, desinteresado y modesto”
“Jamás
acepten los jóvenes que les cercenen
el
más importante de los derechos
que tiene el ser humano,
que tiene el ser humano,
que
es la libertad de pensar”
“No
les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar,
sino
a los de adentro que nos quieren vender”
“Una
nación está en peligro
cuando
su presidente habla todos los días,
puede
decir lo que le da la gana
y
se cree la persona más importante del país”
Dr. Arturo Íllia
Presidente
argentino 1963-1966
Tema del día:
La santidad de lo ordinario
La
santidad no consiste en hacer grandes obras, sino más bien la santidad consiste
en hacer extraordinariamente bien lo ordinario y común de todos los días.
Si
esto no fuera así, el Señor no nos habría mandado a ser santos, porque eso
sería un logro sólo de elegidos, de grandes apóstoles y no de gente común como
nosotros.
Pero
no. Dios nos llama a todos los hombres a la santidad, y podemos ser santos
cumpliendo y haciendo con amor las cosas de todos los días.
Es
propio del demonio tentarnos. Él cumple su misión malvada. ¡Cuántas veces nos
habrá sugerido que podríamos ser más santos y mejores si estuviéramos en otro
estado de vida! Y así a los religiosos los tienta con la idea de que serían más
felices en el matrimonio. En cambio a los casados los prueba con la tentación
de que la vida religiosa es más perfecta y deberían haberla abrazado.
El
diablo es desorden y quiere llevar el desorden a todas partes. Por eso si
tratamos de ser ordenados en todo, le cerraremos la puerta en la cara al
demonio, ya que si buscamos santificarnos en el lugar en que Dios nos ha
puesto, y haciendo las cosas comunes de todos los días, entonces ya tenemos
mucho a nuestro favor, y Dios estará contento de nosotros, y seremos felices ya
en este mundo. Porque muchas veces la infelicidad suele venir porque deseamos
el mar cuando Dios nos ha puesto en la laguna, y así dejamos pasar los días y
los momentos actuales y comunes de cada día, añorando algo que no es para
nosotros quizás.
Es
bueno ir buscando desafíos, pero mientras tanto hagamos con amor y a la
perfección las cosas de todos los días, sabiendo que en el cumplimiento de
nuestro deber de estado está la santidad.
No
nos dejemos distraer por los ensueños que nos pone el demonio o nuestra
imaginación, llamada por los maestros espirituales “la loca de la casa”.
Pensemos
en la Virgen. Nadie es más santo que Ella, sino sólo Dios. Y sin embargo María
no hizo milagros ni grandes apostolados, ni obras grandiosas. Sino que la
Virgen hizo de manera extraordinaria lo que Dios le iba pidiendo a cada momento
de su vida, hizo lo ordinario de todos los días y con mucho amor.
Hagamos
también nosotros esto que hizo la Virgen, y viviremos felices en este mundo,
nos santificaremos, y alcanzaremos la gloria en el más allá.
* Sitio Santísima Virgen
Junio mes del Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Sagrado Corazón!
- Meditación:
Oh Señor, que no sólo nos mostraste los secretos de Tu Corazón, sino que nos
regalaste el Corazón de Tu Madre, la Mujer Perfecta, la Llena de Gracia, la
Virgen Purísima que regaría la tierra a través de su llanto, para limpiarla de
todo pecado. En la aridez flores de pureza crecerían, cultivadas por Tu Madre
Bendita. María, que iluminas las tinieblas de ésta tierra yerra, con la pura
nieve que cae de Tu Inmaculado Corazón, con una promesa de misericordia y
perdón, haz que se abra nuestro corazón para la conversión, para esperar con
alegría, en medio de toda tribulación, el Triunfo de Tu Inmaculado Corazón, por
Ti profetizado .
- Jaculatoria:
¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh
Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en
mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el
Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este
modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén.
- Florecilla:
Hagamos en este día las consagraciones al Inmaculado Corazón de María y al
Sagrado Corazón de Jesús.
- Oración: Diez
Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
* Reina del
Cielo
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la
unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de
los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Valentin G., está
internado en aislamiento en Mendoza, Argentina, con una aparente aplasia
medular, situación que se ha desatado en forma muy repentina, y tal vez sea
necesario un trasplante de médula. Tiene 6 añitos y está sufriendo mucho, no
desea comer y tiene fiebre alta. Lo encomendamos a la Virgen del Perpetuo
Socorro para que Ella interceda ante Jesús para conseguir la curación de
Valentín.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Junio 28
Se
dice que estamos en el siglo de las revoluciones, pero se olvida que la gran
revolución la hizo en el mundo hace veinte siglos Jesucristo.
A
veces, no suele ser muy respetuosa la intención de los que afirman que Jesús
fue el gran revolucionario; pero la realidad es que se confunden dos clases muy
distintas, y aún opuestas, de revolución.
Hay
una revolución que busca el cambio por el camino de la violencia, del odio, de
la guerra, de la destrucción, de la muerte; no es esa la revolución que nos
trajo Cristo.
En
cambio hay otra revolución que también busca el cambio, pero más profundo: no
solo de estructuras o regímenes, sino de lo profundo del hombre; quiere un
hombre nuevo en el que reine el amor, la justicia, la caridad, la paz, las
buenas relaciones humanas, un hombre con un corazón grande, sencillo, limpio,
tierno y compasivo que sepa perdonar, comprender, ayudar, en una palabra: amar.
“En esto consiste el amor: en vivir de acuerdo con
los mandamientos de Dios. Y el mandamiento que ustedes han aprendido desde el
principio es que vivan en el amor” (2 Jn 6). En el amor está comprendida toda
la ley.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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