PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2839
~ Viernes 6 de Noviembre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
¿Qué traerá el nuevo día? ¡Lo que Tú
quieras, Señor! Pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer,
amor perfecto en todo lo que haga, piense o quiera. Dame paciencia y
humildad. Dame desprendimiento y un olvido total de mí mismo. Dame Señor lo que
Tú sabes me conviene y yo no sé pedir.
Que pueda amarte cada vez más y hacerte
amar por los que me rodean. Que siempre tenga el corazón alerta, el oído
atento, las manos y la mente activas y el pie dispuesto. Derrama tus gracias
sobre todos los que quiero. Que logre abarcar al mundo con mi amor, y aunque yo
soy muy pequeño, sé que Tú todo lo colmas con tu inmensa bondad.
¡Buenos días!
Mensaje de Jesús para ti
La
actitud de confianza en Dios es fundamental en la Biblia: recorre casi todas
sus páginas; las personas que desfilan por ellas son confrontadas con esta
señal del varón justo, que busca a Dios como su único bien y poderoso refugio.
La confianza es un aspecto de la misma fe, pero tiene una nota afectiva y
cordial. El trozo de hoy es de una suavidad y dulzura inefables.
¿Por qué te confundes y te agitas ante los
problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te abandones en mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis
designios. No desesperes; no me dirijas una oración agitada, como si quisieras
exigirme el cumplimiento de tus deseos. Déjame ser Dios y actuar con libertad.
Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente: “Jesús, yo confío en ti”. Déjate llevar en mis brazos
divinos, no tengas miedo. Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican
a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.
Continúa diciéndome a toda hora: “Jesús, yo confío en ti”. Y verás grandes
milagros. Te lo prometo por mi amor. Jesús.
Esta
confianza, que es entrega y abandono en el Señor, te dejará sereno y tranquilo
en medio de las tempestades de la vida, porque te has fiado nada menos que de
Dios que es poderoso, bondadoso y fiel a su Palabra. El salmista afirma:
“Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor porque no quedará
defraudado”. Anímate a intentarlo.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús decía a sus
discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron
ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti?
Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando’. Se
dijo a sí mismo el administrador: ‘¿Qué haré, pues mi señor me quita la
administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a
hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus
casas’.
»Y convocando uno por uno a los deudores
de su señor, dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’. Respondió: ‘Cien
medidas de aceite’. Él le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe
cincuenta’. Después dijo a otro: ‘Tú, ¿cuánto debes?’. Contestó: ‘Cien cargas
de trigo’. Dícele: ‘Toma tu recibo y escribe ochenta’.
»El señor alabó al administrador injusto
porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos
con los de su generación que los hijos de la luz». (Lc 16,1-8)
Comentario
Hoy, el Evangelio nos presenta una
cuestión sorprendente a primera vista. En efecto, dice el texto de san Lucas:
«El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente» (Lc
16,8).
Evidentemente, no se nos propone aquí
que seamos injustos en nuestras relaciones, y menos aún con el Señor. No se
trata, por tanto, de una alabanza a la estafa que comete el administrador. Lo
que Jesús manifiesta con su ejemplo es una queja por la habilidad en solucionar
los asuntos de este mundo y la falta de verdadero ingenio por parte de los
hijos de la luz en la construcción del Reino de Dios: «Los hijos de este mundo
son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz» (Lc 16,8).
Todo ello nos muestra —¡una vez más!—
que el corazón del hombre continúa teniendo los mismos límites y pobrezas de
siempre. En la actualidad hablamos de tráfico de influencias, de corrupción, de
enriquecimientos indebidos, de falsificación de documentos... Más o menos como
en la época de Jesús.
Pero la cuestión que todo esto nos
plantea es doble: ¿Acaso pensamos que podemos engañar a Dios con nuestras
apariencias, con nuestra mediocridad como cristianos? Y, al hablar de astucia,
tendríamos también que hablar de interés. ¿Estamos interesados realmente en el
Reino de Dios y su justicia? ¿Es frecuente la mediocridad en nuestra respuesta
como hijos de la luz? Jesús dijo también que allí donde esté nuestro tesoro
estará nuestro corazón (cf. Mt 6,21). ¿Cuál es nuestro tesoro en la vida?
Debemos examinar nuestros anhelos para conocer dónde está nuestro tesoro... Nos
dice san Agustín: «Tu anhelo continuo es tu voz continua. Si dejas de amar
callará tu voz, callará tu deseo».
Quizás hoy, ante el Señor, tendremos que
plantearnos cuál ha de ser nuestra astucia como hijos de la luz, es decir
nuestra sinceridad en las relaciones con Dios y con nuestros hermanos. «En
verdad, la vida es siempre una opción: entre honradez e injusticia, entre
fidelidad e infidelidad, entre bien y mal (…). En definitiva —dice Jesús— hay
que decidirse» (Benedicto XVI).
Mons. Salvador CRISTAU i Coll Obispo Auxiliar de
Terrassa (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Leonardo
Abad
Llevó vida eremítica en un lugar al que
dio el nombre de Noblac, cerca de Limoges (Francia). Allí construyó una ermita
en la que vivió santamente hasta su muerte acaecida a mediados del siglo VI.
Posteriormente la ermita se convirtió en el monasterio llamado
Saint-Leonard-de-Noblac.
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© Directorio Franciscano
Palabras del Papa
Francisco
“Nosotros adultos estamos listos para
hablar de los niños como una promesa de la vida. Todos decimos los niños son
una promesa de la vida. Y también fácilmente nos conmovemos diciendo que los
jóvenes son nuestro futuro. Es verdad. ¡Pero me pregunto a veces si somos
también serios con su futuro! Con el futuro de los niños, con el futuro de los
jóvenes (…) ¡Sólo si miramos los niños con los ojos de Jesús, podemos
verdaderamente entender en qué sentido, defendiendo a la familia, protegemos a
la humanidad! El punto de vista de los niños y el punto de vista del Hijo de
Dios”
Historias:
El lápiz del abuelo
Un niño
miraba a su abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:
-¿Estás
escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una
historia sobre mí?
El abuelo
dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
-Estoy
escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras
es el lápiz que estoy usando. Me
gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El niño
miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial.
-¡Pero si
es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!
-Todo
depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si
consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo.
Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides
nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano nosotros la llamamos
Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad: De vez en cuando necesito dejar lo que estoy
escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al
final, está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos
dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma
para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no
es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino
de la justicia.
Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la
madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto,
cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: Siempre deja una
marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará
trazos. Intenta ser consciente de cada acción.
Enviado por Hna Dominga
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por
el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Enrique R., que vive en Guatemala y
está en cuidados intensivos, grave, con problemas en intestino, rogando a Dios
todopoderoso que con su infinito amor lo sane y pronto pueda estar bien en su
casa.
Pedimos oración por Amaury R. L., de México DF, tiene un bulto en el cuello que está siendo estudiado, por lo que oramos para que sea algo sin importancia.
Pedimos oración por Amaury R. L., de México DF, tiene un bulto en el cuello que está siendo estudiado, por lo que oramos para que sea algo sin importancia.
Pedimos oración por la salud de María Trinidad (Trini) A., que vive en
Bogotá, Colombia, confiando plenamente en que nuestra Señora de la Esperanza
interceda ante Jesús para que las dolencias se alivien y retorne a la
normalidad. Hacemos extensiva la solicitud de oraciones a toda su familia.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Unidos a María
Cuando
nos ponemos a meditar un momento en que María es nuestra Madre, pero también es
Madre de Dios, nos vamos quedando cada vez más admirados y vamos como
conociendo lo que es en realidad María.
A
medida que vamos cayendo en la cuenta de que María existe, es nuestra Madre,
está junto a nosotros en cuerpo y alma constantemente, nos perdona todo, nos
consuela y nos defiende de los enemigos visibles e invisibles, entonces es
cuando comenzamos a vivir la vida de otra forma, con la sonrisa en el corazón,
porque quien tiene a María lo tiene todo, ya que con María está siempre Dios, y
Dios es Todo para el alma.
Hagamos
el propósito de pensar todos los días aunque sea cinco minutos en María, en lo
que es Ella y en su función, y tengamos por seguro que nuestra vida cambiará.
Miraremos todo con otros ojos y la felicidad entrará en nuestra vida, porque
María es la Causa de nuestra Alegría, como la llama la Iglesia en las Letanías
Lauretanas.
María
es esa Perla de gran valor de que habla el Evangelio, por la cual vale la pena
vender todo y comprarla, y esto lo hacemos cuando nos consagramos a la Virgen,
le entregamos absolutamente todo, y Ella se nos da toda a nosotros.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
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