PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2380 ~ Lunes
16 de Junio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
¡Cómo me fortalece el saber que no dependo de nada ni de
nadie que me de fuerzas! Por la gracia
de Dios, tengo lo que necesito para enfrentarme y superar todos los desafíos.
Por eso, si me parece que he recibido un trato injusto, dejo que sea Dios quien
resuelva la situación. Al hacerlo me
libero de cualquier inquietud que la situación me cause, sabiendo que el amor y
la gracia divinos aportarán el resultado conveniente para mí y para todos. La justicia divina y la armonía se imponen
siempre.
Pase lo que pase en mi vida, sé que siempre recibiré la
ayuda y el apoyo necesarios. Eso es
gracia divina en acción. Confío en Dios
y dejo que la gracia divina me de orden y paz espiritual. La gracia de Dios me
fortalece y restaura constantemente.
¡Buenos días!
Sé tú mismo
El conocimiento
de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en la base de tu crecimiento
armónico como persona. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles
brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con
esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de
Dios sobre tu vida.
Acéptate a ti mismo incluso frente a los
demás. ¿Por qué eres tímido y estás paralizado por un complejo de inferioridad?
Porque no has aceptado ser tú mismo ante los otros y temes su opinión. Sé tú
mismo. Los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No
tienes derecho a ponerte una máscara, a representar una comedia, pues sería un
robo a los demás. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial,
pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy un
ejemplar único salido de las manos de Dios”. Michel Quoist
Por un sabio plan
divino las personas somos distintas, tenemos diversas capacidades, diferentes
inclinaciones y gustos. Es una realidad que debes aceptar en paz, sin dejarte
alcanzar ni por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha
tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus
capacidades y carencias.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis
oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: no
resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele
también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale
también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A
quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda».
(Mt
5,38-42)
Comentario
Hoy, Jesús nos enseña que el odio se supera en el perdón.
La ley del talión era un progreso, pues limitaba el derecho de venganza a una
justa proporción: sólo puedes hacer al prójimo lo que él te ha hecho a ti, de
lo contrario cometerías una injusticia; esto es lo que significa el aforismo de
«ojo por ojo, diente por diente». Aun así, era un progreso limitado, ya que
Jesucristo en el Evangelio afirma la necesidad de superar la venganza con el
amor; así lo expresó Él mismo cuando, en la Cruz, intercedió por sus verdugos:
«Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).
No obstante, el perdón debe acompañarse con la verdad. No
perdonamos tan sólo porque nos vemos impotentes o acomplejados. A menudo se ha
confundido la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a
nuestros derechos legítimos. No es eso. Poner la otra mejilla quiere decir
denunciar e interpelar a quien lo ha hecho, con un gesto pacífico pero
decidido, la injusticia que ha cometido; es como decirle: «Me has pegado en una
mejilla, ¿qué, quieres pegarme también en la otra?, ¿te parece bien tu
proceder?». Jesús respondió con serenidad al criado insolente del sumo
sacerdote: «Si he hablado mal, demuéstrame en qué, pero si he hablado bien,
¿por qué me pegas?» (Jn 18,23).
Vemos, pues, cuál debe ser la conducta del cristiano: no
buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las
cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de
frenar la violencia y manifestar la gracia divina a un mundo a menudo carente
de gracia. San Basilio nos aconseja: «Haced caso y olvidaréis las injurias y
agravios que os vengan del prójimo. Podréis ver los nombres diversos que
tendréis uno y otro; a él lo llamarán colérico y violento, y a vosotros mansos
y pacíficos. Él se arrepentirá un día de su violencia, y vosotros no os
arrepentiréis nunca de vuestra mansedumbre».
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del
Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Juan Francisco de Regis
Predicador Misionero
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“El futuro tiene muchos nombres.
Para los débiles es lo inalcanzable.
Para los temerosos, lo desconocido.
Para los valientes es la oportunidad”
-Victor Hugo-
Tema del día:
¿Qué sentido tiene el dolor?
"Tanto la
pierna izquierda como la espalda me duelen casi continuamente. Y después de
treinta años, aún no me he acostumbrado a ello. No obstante, cada día le doy
gracias a Dios precisamente por ese dolor, que a veces me deja totalmente
agotada. A lo largo de los años, al rezar sobre mi dolor, que a veces puede
llegar a ser tan severo como para obligarme a pedirle a Dios que lo alivie, me
he sentido transportada a otra dimensión, en la que impera la paz. ¿Podría
haberla alcanzado sin esos años de dolor? Jamás lo sabré, pero a mí solo se me
abrió después de cruzar la barrera del dolor."
Traigo aquí el testimonio de una mujer norteamericana que
da una explicación muy personal, hecha con su propia vida en medio de la
enfermedad, de cómo Dios permite nuestro sufrimiento porque tiene con él un
propósito.
El sufrimiento es casi siempre difícil de aceptar, y
quizá ha de transcurrir el tiempo, a veces muchos años, hasta descubrir lo
positivo de todo aquello. Hasta encontrar una razón en lo que ahora no vemos
quizá más que algo terrible y absurdo.
No suele entenderse bien el sufrimiento en el momento
mismo en que llega. Sucede algo parecido a lo que comprobamos cada mañana a la
hora de salir de la cama. Cuando suena el despertador –y siempre parece que se
adelanta a su hora–, la gran mayoría de las personas está en muy malas
condiciones para meditar sobre las razones por las que ha de superar la pereza
y levantarse. Si uno se descuida, puede –contra toda lógica y a costa de
atropellar sus obligaciones– arrebujarse entre las mantas durante diez o veinte
minutos suplementarios, o muchos más, totalmente convencido de que ayer ajustó
mal el despertador, o de que anoche tardó mucho en dormirse, o de que ha tenido
una noche muy mala, mientras piensa que esos minutos de sueño aliviarán sin
duda el dolorcillo de garganta que amenaza..., probablemente más en la
imaginación que en la propia garganta. Es verdad que algo se sufre al
levantarse, pero a los pocos minutos uno suele ya ver en su debida perspectiva
el acierto de haber afrontado ese sufrimiento y haber saltado de la cama. Lo
normal es que tenga que pasar un poco de tiempo hasta encontrar sentido a
cualquier sufrimiento. Lo raro sería que uno se despertara todos los días
fresco como una rosa.
El dolor siempre tiene algo que decirnos. "El
verdadero dolor –decía Dostoievski–, el que nos hace sufrir profundamente, hace
a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de
espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor." El
sufrimiento une a las personas, las abre a la compasión, y las hace volverse en
busca de las causas de las cosas. Las hace más comprensivas, más sensibles a la
pena y a la soledad de otros. Es quizá uno de los principales ingredientes de
la maduración afectiva de las personas. Por eso decía Tommaseo que el hombre a
quien el dolor no educó, siempre será un niño.
Alfonso Aguiló
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 16.- Respeto a
la Iglesia
El celo más santo tiene sus manifestaciones más sublimes;
no puedo admitir todos los obstáculos que se interponen a la gloria de Dios. He
aquí al Corazón de Jesús encendido del celo más ardiente por la gloria del
Padre; por Él obra, por Él sufre, a Él da gracias
¿Estás verdaderamente persuadido de que la Iglesia es en
verdad la casa de Dios, el lugar donde están los ángeles para hacer la guardia
a Jesús eucaristía, el lugar donde se manifiesta más claramente a las almas. Y
si estás plenamente convencido, ¿con qué intención te acercas a la iglesia?
Déjate guiar por el amor que Dios te tiene.
Fuente: Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por dos personas de México: Horst F. y Manuel A., ambos enfermos
con cáncer. Que el Señor los bendiga y los proteja.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Junio 16
Dios espera que pongas todo de tu parte para resolver tus
problemas. Él cuenta contigo y quiere que uses tus capacidades, tu mente, tu
imaginación, tu creatividad. También espera que sepas buscar un buen consejo,
que consultes a los que saben, que busques ayuda, que trates de encontrar
salidas. No te quiere pasivo ni abandonado.
Cuando te parece que una oración no ha sido escuchada,
eso puede suceder porque todavía no has hecho todo lo que podías hacer de tu
parte, o porque todavía no encontraste las personas que podrían ayudarte.
También puede ser, porque tienes que aprender alguna enseñanza de la vida y
para eso todavía necesitas enfrentar esa situación difícil que te hará madurar.
Tu vida, también hoy, es un camino, un aprendizaje constante. No basta aprender
del pasado. Pídele al Señor que te ilumine para que aprendas el mensaje de lo
que te está pasando ahora.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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