lunes, 2 de junio de 2014

Pequeñas Semillitas 2366

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2366 ~ Lunes 2 de Junio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En el Evangelio de ayer –Domingo de la Ascensión– Jesús nos invita a ponernos en camino, a salir donde están las personas, sus alegrías, sus dificultades, sus esperanzas… Nos anima a comprometernos en el empeño de trabajar para que nuestro mundo sea más justo, más solidario, más limpio, más fraterno, más libre, más pacífico, más feliz. Nos encarga mostrar, con nuestras palabras y nuestra vida, el modelo que nos dejó: su humanidad profunda, su personalidad sensible, su coherencia y valentía, su mirada misericordiosa, su libertad y solidaridad, su capacidad de servir. 
Mostramos que Dios es amor, amando. Que es misericordia, acogiendo y aliviando. Que es gozo, viviendo y contagiando alegría. Mostremos que Dios es comunidad, compartiendo, uniendo, solidarizándonos...
La Ascensión no es el final de la actividad de Jesús, es el comienzo de la misión de sus seguidoras y seguidores, es decir nosotros. Es nuestra misión hacer presente su presencia en el mundo, comunicar la Buena Noticia, ser Buena Noticia. Y con el fuerte respaldo que significan sus últimas palabras antes de la Ascensión: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de este mundo”. Él nos acompaña, Él está presente cada día con nosotros, Él se nos ofrece constantemente en el pan de la Eucaristía. No estamos solos…

¡Buenos días!

¡Todo depende de ti!
En tu vida, como en la de cualquier persona, hay días decisivos en los que ves abrirse ante ti un horizonte nuevo donde vislumbras más paz y felicidad. Es el momento de discernir con sabiduría y hacer una buena opción. Pide iluminación al Señor para no dejar pasar en vano su gracia, si es él quien golpea la puerta de tu corazón. Te ofrezco una reflexión movilizadora.

Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás..., tendría más amigos. Si yo aceptara a todos corno son...., sufriría menos. Si yo comprendiera que todos cometemos errores..., sería más humilde. Si yo procurara siempre el bienestar de los otros..., sería más feliz. Si yo tuviera más en cuenta mis defectos..., sería más comprensivo. Si yo confiara más en Dios y fuera menos autosuficiente..., aprendería a vivir. Tú no puedes cambiar el mundo..., ¡pero sí puedes cambiarte a ti mismo!

El buen marino de un barco de velas, está siempre atento y obra con habilidad cuando percibe que se levanta una brisa, aunque muy suave. Tú también permanece alerta y cuando surja en tu interior un impulso a la buena acción, por pequeño que sea, despliega al punto tus velas y obra decididamente. Como decía san Agustín: “La gracia pasa y no vuelve”.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro, y no dices ninguna parábola. Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por esto creemos que has salido de Dios». Jesús les respondió: «¿Ahora creéis? Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo». (Jn 16,29-33)

Comentario
Hoy podemos tener la sensación de que el mundo de la fe en Cristo se debilita. Hay muchas noticias que van en contra de la fortaleza que querríamos recibir de la vida fundamentada íntegramente en el Evangelio. Los valores del consumismo, del capitalismo, de la sensualidad y del materialismo están en boga y en contra de todo lo que suponga ponerse en sintonía con las exigencias evangélicas. No obstante, este conjunto de valores y de maneras de entender la vida no dan ni la plenitud personal ni la paz, sino que sólo traen más malestar e inquietud interior. ¿No será por esto que, hoy, las personas van por la calle enfurruñadas, cerradas y preocupadas por un futuro que no ven nada claro, precisamente porque se lo han hipotecado al precio de un coche, de un piso o de unas vacaciones que, de hecho, no se pueden permitir?
Las palabras de Jesús nos invitan a la confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), es decir, por su Pasión, Muerte y Resurrección ha alcanzado la vida eterna, aquella que no tiene obstáculos, aquella que no tiene límite porque ha vencido todos los límites y ha superado todas las dificultades.
Los de Cristo vencemos las dificultades tal y como Él las ha vencido, a pesar de que en nuestra vida también hayamos de pasar por sucesivas muertes y resurrecciones, nunca deseadas pero sí asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. ¿Acaso no son “muertes” la pérdida de un amigo, la separación de la persona amada, el fracaso de un proyecto o las limitaciones que experimentamos a causa de nuestra fragilidad humana?
Pero «sobre todas estas cosas triunfamos por Aquel que nos amó» (Rom 8,37). Seamos testigos del amor de Dios, porque Él en nosotros «ha hecho (...) cosas grandes» (Lc 1,49) y nos ha dado su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, porque Cristo nos comunica su Espíritu Santo.
Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santos Marcelino y Pedro
Mártires
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

“Cuando todo vaya mal, se vea sombrío el porvenir y no tengas las fuerzas para seguir... no eches tus quejas al viento; busca a quien pase por un peor momento. Una palabra de ánimo, una sonrisa, un gesto amable ofrecidos a quien esté igual o peor que tú, te harán olvidarte de tu problema y te volverán la vida más agradable”
Beata Teresa de Calcuta

Tema del día:
El mejor maíz
Un agricultor participaba todos los años en la principal feria de agricultura de su comarca, y lo más extraordinario es que ya llevaba varios años en que siempre ganaba en primer lugar y se llevaba el trofeo al “Maíz del año”.

Cada año llegaba con el maíz cosechado y salía vencedor portando una faja azul, recubriendo su pecho, que indicaba que su maíz era el mejor de todos. Y no solo eso, sino que iba superando a sus cosechas pasadas. Todos estaban asombrados.

Al final de la entrega de premios, los periodistas lo entrevistaron. Uno de ellos, perteneciente a la televisión, le hizo la pregunta que a todos les interesaba: ¿Cómo acostumbraba cultivar su valioso producto? ¿Cuál era su secreto?

Al agricultor no le importó revelarle su secreto: su método consistía en compartir buena parte de sus mejores semillas con sus vecinos, para que ellos también las sembraran. El periodista quedó sorprendido:

- “¿Cómo es posible que les comparta sus semillas cuando ellos están compitiendo directamente con usted?” Pero el agricultor le confirmó:

- “Bueno, es muy simple. Usted sabrá que el viento recoge el polen del maíz maduro y lo lleva de campo en campo, y eso ayuda a que sea mejor el producto. Si mis vecinos cultivaran un maíz de baja calidad, la polinización degradaría continuamente la calidad de mi maíz. Si yo quiero cultivar maíz bueno, tengo que ayudarles a cultivar el mejor maíz, y por ello les doy a ellos mis mejores semillas. A fin de cuentas es como todo: uno cosecha lo que siembra.

Moraleja: Preocuparse de los demás es el mejor modo de preocuparnos de nosotros mismos, pues pensar en el prójimo es el mejor modo de pensar en nosotros mismos”. Si decidimos estar en paz, no solo hemos de estar en paz con nosotros mismos, sino hemos de hacer que los demás consigan estar en paz. Y si queremos vivir felices, hemos de procurar que los demás sean felices también.
Fuente: Web Católico de Javier

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 2.- Fuente de salvación
En cada página del evangelio, el Corazón de Jesús habla de la fe. Por la fe Jesús cura las almas, sana los cuerpos y resucita a los muertos. Cada uno de los milagros es el fruto de la fe; cada palabra suya es una incitación a la fe
La fe es necesaria como el pan que comes, como el aire que respiras. Con la fe eres todo; sin la fe no eres nada. Con frecuencia nuestra fe es lánguida como una llama a punto de extinguirse. Cuando en los campos, en las casas, en las oficinas, en las tiendas, se mofan de tu fe ¿sientes el coraje de defenderla sin sonrojarte, sin respeto humano? Cuando las pasiones te asaltan ferozmente ¿Te acuerdas que con un acto de fe resultas invencible porque Dios combate por ti y contigo?
Fuente: Web Católico de Javier

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Andrea María Guadalupe, de Rosario, Argentina, 37 años de edad, que será operada, rogando a Jesús que le conceda la gracia de recuperar su salud.

Pedimos oración por Olga Beatriz, de Buenos Aires, Argentina, que ha recibido diagnóstico de cáncer uterino, rogando que la Virgen María fortalezca su espíritu y Jesús la toque con su mano sanadora.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días

Junio 2
Una mirada amable puesta sobre el otro nos permite no detenernos tanto en sus imperfecciones y así ser profundamente tolerantes. Pero, para ser más exactos, mejor que tolerancia, digamos capacidad de convivencia. Porque la tolerancia puede ser solamente la costumbre de soportar la diversidad, pero la convivencia es mucho más. Convivir es unirnos en un proyecto común, aunque seamos diferentes. El pluralismo puede ser sólo una coexistencia pacífica, mientras el diálogo es buscar juntos una verdad más clara e integradora.
Hoy, más que tolerarnos, se requiere generar vínculos, cultivar lazos, crear nuevas redes de integración, construir una trama social firme que nos sostenga a todos. Porque sin un sentido de pertenencia no hay entrega por los demás, y cada uno terminará buscando sólo su propia convivencia. Así la convivencia se tornará imposible y el diálogo estará ausente. Porque convivir implica saber renunciar a una convicción parcial cuando los otros nos hacen ver un nuevo aspecto de la verdad que no teníamos en cuenta.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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