jueves, 5 de junio de 2014

Pequeñas Semillitas 2369

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2369 ~ Jueves 5 de Junio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Espíritu de amor, tú eres la Gema de Dios, eres como lo más selecto de Dios, si es que se puede hablar así. Tú eres como Dios concentrado, y adonde llegas, calientas, iluminas e instruyes las inteligencias y los corazones. Por eso hoy quiero pedirte que vengas a mi corazón, a mi alma; que te comuniques conmigo y me des el conocimiento de la Verdad; que me instruyas en las enseñanzas del Evangelio y me ayudes a llevarlo a la práctica, pues sé que de ello depende mi santificación.
Espíritu Santo quiero ser tu gran amigo, porque tú eres el Amor y no sabes otra cosa que amar. Por eso te pido que me ames, que aumentes tu amor en mí y aumentes mi capacidad de amarte y de amar a mi prójimo. Estoy seguro que si tú vienes a mí, ya nada me faltará, porque teniéndote a ti, lo tengo todo y nada me falta.
Bendito Espíritu divino, ten misericordia de mí y límpiame de todo pecado. Ayúdame a ser cada día más bueno, según tu beneplácito, y dame la gracia de jamás ofenderte con un pecado mortal, y de ser posible que tampoco cometa faltas veniales. En definitiva quiero ser santo con tu poderosa ayuda. Te lo pido a ti que eres el Santificador, y que puedes convertir mi barro y mi nada en una estrella de santidad.

¡Buenos días!

Un regalo especial
Un niño es el regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y el torbellino de la vida que se agita, que salta, que corre, que sueña, que sonríe y se duerme. Un niño es siempre una esperanza, un por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a la fatiga. ¿Podríamos vivir sin su bullicio, sin sus sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas?

Hace un tiempo, una mamá castigó a su hijita de tres años por desperdiciar un rollo de papel de regalo dorado. Entonces el dinero era escaso, por lo que se enfureció al ver que la niña trataba de envolver una caja para el árbol de Navidad. Sin embargo, por la mañana la niña le llevó el regalo a su mamá, y le dijo: "Esto es para ti, mamita". Ella se sintió apenada por su reacción de ira, pero luego volvió a explotar al ver la caja totalmente vacía. Le gritó: "¿No sabes que al dar un regalo, se debe poner algo adentro?". La pequeñita la miró hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo: "Oh mamita, no estaba vacía, yo soplé besos adentro de la caja, todos para ti, mamita querida". La mamá se sintió morir. Abrazó a su niñita y le suplicó que la perdonara.

En una forma muy real aunque invisible, cada uno de nosotros los humanos, hemos recibido una caja dorada, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos, amigos, familia y del mismo Dios. Nadie podría tener en propiedad un cofre más precioso. Cuando te sientas mal abre esa caja llena de cariño y sana las heridas de tu corazón.
Padre Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
»Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos». (Jn 17,20-26)

Comentario
Hoy, encontramos en el Evangelio un sólido fundamento para la confianza: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí» (Jn 17,20). Es el Corazón de Jesús que, en la intimidad con los suyos, les abre los tesoros inagotables de su Amor. Quiere afianzar sus corazones apesadumbrados por el aire de despedida que tienen las palabras y gestos del Maestro durante la Última Cena. Es la oración indefectible de Jesús que sube al Padre pidiendo por ellos. ¡Cuánta seguridad y fortaleza encontrarán después en esta oración a lo largo de su misión apostólica! En medio de todas las dificultades y peligros que tuvieron que afrontar, esa oración les acompañará y será la fuente en la que encontrarán la fuerza y arrojo para dar testimonio de su fe con la entrega de la propia vida.
La contemplación de esta realidad, de esa oración de Jesús por los suyos, tiene que llegar también a nuestras vidas: «No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí». Esas palabras atraviesan los siglos y llegan, con la misma intensidad con que fueron pronunciadas, hasta el corazón de todos y cada uno de los creyentes.
En el recuerdo de la última visita de Juan Pablo II a España, encontramos en las palabras del Papa el eco de esa oración de Jesús por los suyos: «Con mis brazos abiertos os llevo a todos en mi corazón —dijo el Pontífice ante más de un millón de personas—. El recuerdo de estos días se hará oración pidiendo para vosotros la paz en fraterna convivencia, alentados por la esperanza cristiana que no defrauda». Y ya no tan cercano, otro Papa hacía una exhortación que nos llega al corazón después de muchos siglos: «No hay ningún enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no le ayude la oración de Cristo. Ya que si ésta fue de provecho para los que se ensañaron con Él, ¿cuánto más lo será para los que se convierten a Él?» (San León Magno).
P. Joaquim PETIT Llimona, L.C. (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Bonifacio
Obispo y Mártir
Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir. Monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, al llegar a Roma el papa san Gregorio II lo ordenó obispo y cambió su nombre de pila por el de Bonifacio, enviándolo después a Germania para anunciar la fe de Cristo a aquellos pueblos, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia (Mainz) y, hacia el final de su vida, al visitar a los frisios en Dokkum, consumó su martirio al ser asesinado por unos paganos. († 754)

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“Testigo del Evangelio es aquél que ha encontrado a Jesucristo, que lo ha conocido, o mejor dicho, que se ha sentido conocido por Él, reconocido, respetado, amado, perdonado, y este encuentro lo ha tocado en profundidad, lo ha colmado de una alegría nueva, un nuevo significado para la vida. Y esto se transmite a los demás”
Papa Francisco

Tema del día:
Científicos creyentes
Algunos están persuadidos de que ciencia y fe son incompatibles. Dicen, como Laplace, que "Dios es una hipótesis de la que no tienen ninguna necesidad". Y aseguran que son precisamente los científicos quienes suelen negar que se pueda conocer a Dios.

Es cierto que algunos científicos piensan así. Sin embargo, muchísimos otros -de indudable y reconocido prestigio- no dudan en declararse creyentes, y no les parece que la fe sea contraria en absoluto al ejercicio de su investigación, sino que afirman que la verdadera ciencia, cuanto más progresa, más descubre a Dios. Los conflictos entre fe y razón han sido siempre causados por la ignorancia de los defensores de una u otra parte.

El mismo Albert Einstein, por ejemplo, autor de la teoría de la relatividad, afirmaba que "la religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también".

Newton afirmaba que hay "un ser inteligente y poderoso... que gobierna todas las cosas no como alma del mundo, sino como Señor del universo, y a causa de su dominio se le suele llamar Señor Dios, Pantocrátor".

El famoso premio Nobel alemán Werner Heisenberg, uno de los principales creadores de la Mecánica cuántica y formulador del conocido Principio de Indeterminación que lleva su nombre, a su paso por Madrid en 1969, afirmaba: "Creo que Dios existe y que de Él viene todo. El orden y la armonía de las partículas atómicas tienen que haber sido impuestos por alguien".

Max Planck, otro premio Nobel alemán, formulador de la teoría de los quanta, es aún más explícito: "En todas partes, y por lejos que dirijamos nuestra mirada, no solamente no encontramos ninguna contradicción entre religión y ciencia, sino precisamente pleno acuerdo en los puntos decisivos".

Von Braun, el hombre de la NASA que logró poner al primer hombre en la Luna, aseguraba que "cuanto más comprendemos la complejidad de la estructura atómica, la naturaleza de la vida o la estructura de las galaxias, tanto más nos encontramos nuevas razones para asombrarnos ante los esplendores de la creación divina".

El físico británico Paul Davies asegura que la ciencia no puede responder a los interrogantes últimos, sino que ha de existir algún plan superior capaz de explicar la vida humana. Para Davies, "resulta totalmente inviable atribuir la existencia del hombre al simple juego accidental de fuerzas ciegas de la naturaleza: la asombrosa racionalidad de la naturaleza -con un grado verdaderamente fabuloso de organización en diferentes niveles que se entrecruzan y complementan- no puede ser el fruto de simples casualidades".

Alexis Carrel, aquel premio Nobel de Medicina, inicialmente un positivista incrédulo pero convertido más tarde al catolicismo, fue testigo directo en Lourdes de una curación instantánea e inexplicable, y decía: "Poca observación y muchas teorías llevan al error. Mucha observación y pocas teorías llevan a la verdad".

La multiplicación de este tipo de testimonios tan cualificados ha acabado por provocar un vuelco en contra de esa mentalidad de agnosticismo cientificista. Parece como si los agnósticos hubieran valorado en poco el poder de la inteligencia humana para llegar a Dios a través de la ciencia. Un editorial de la revista TIME comentaba con asombro ese cambio dentro del mundo científico: "A través de una callada revolución en el pensamiento y en la argumentación -una revolución impensable hace veinte años-, parece como si Dios se estuviera preparando su regreso".
Alfonso Aguiló

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 5.- Los mandamientos de Dios
Jesús habló claramente: "Si me amas, guarda mis mandamientos" ¿Quieres salvarte? Observa mis mandamientos. Aquí no hay escapatoria: para querer bien a Jesús y para salvarte, es necesario que hagas lo que Él te manda: observar sus santos mandamientos.
A ti no te queda más que obedecer. Sí, es necesario obedecer. Pero la obediencia debe ser completa; observarlos todos y siempre.
Dios no ha dado ni cinco ni siete mandamientos, sino diez; y al infierno se va lo mismo por transgredir uno que los diez. A la cárcel no se va por cometer muchos delitos; basta un solo delito.
Fuente: Web Católico de Javier

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la niña Luciana, de 15 días de vida, de Costa Rica, que aparentemente tiene algún problema respiratorio que será evaluada en estos días por el médico.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Junio 5
A veces necesitamos una purificación interior. En realidad, nuestro espíritu necesita permanentemente una purificación, porque cuando nos descuidamos, se meten en nuestro interior fuerzas negativas de tristeza, rencor, vanidad o egoísmo. Dice la Biblia que el Padre Dios a veces nos poda un poco para que demos mejores frutos (Jn 15,2), porque hay árboles que necesitan una poda para no arruinarse y perder fuerza.
Ésa es la función que tiene el dolor en nuestra vida. Nos sirve para purificarnos de cosas que nos enferman por dentro o nos debilitan, nos ayuda a recordar cuáles son las cosas importantes, nos enseña a valorar mejor la vida y todo lo que tenemos, nos ayuda a no dejarnos dominar por el orgullo, nos despierta para que no nos creamos dioses o ídolos.
Cada vez que aparezca algún sufrimiento en tu vida, es bueno que estés atento para aprender el mensaje que ese dolor te puede dar, también hoy.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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