PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2377 ~ Viernes
13 de Junio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy celebramos la fiesta de San Antonio de Padua, el
santo lisboeta que desarrolló gran parte de su labor como franciscano en Italia
siguiendo las huellas de San Francisco de Asís con quien llegó a encontrarse en
un capítulo general de los franciscanos diez años antes de su muerte.
Llamado “Doctor Evangélico” por su gran capacidad para
escribir sermones para todas las fiestas del año. León XIII lo llamó “el santo
de todo el mundo” porque su devoción está extendida a cada rincón de la tierra.
Poderoso en obras y en palabras, por su extraordinaria intercesión es considerado patrón de mujeres estériles, pobres,
viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. Se le invoca por los objetos
perdidos y para pedir un buen esposo/a.
Hace poco menos de dos meses, Dios me regaló la gracia de
visitar Padua, estar un largo tiempo en la monumental Basílica levantada en su
memoria y rezar con mis dos manos apoyadas en su tumba de piedra. Fue una experiencia espiritual verdaderamente inolvidable.
Un santo para admirar y tratar de imitar…
¡Buenos días!
Los buenos hábitos
Los años
juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única diferencia entre el adulto
fracasado y el triunfador está en la diferencia de sus hábitos. Los buenos
hábitos son la clave de todo éxito. Por lo tanto capitaliza las auténticas
riquezas que, como todo lo esencial, “son invisibles a los ojos”; y persevera,
aunque no veas resultados inmediatos.
1. - Dios mío, haz de mí un hombre paciente...
pero ¡ya!
2. -
Papá, papá... ¿cuál es la definición de engreído?
- Qué bueno que preguntaste, porque soy la
mejor persona para responderte.
3. - Mamá, mamá, en la escuela me dicen
interesado.
- ¿Y por qué te dicen así?
- Si me das $5 te lo digo.
4. - Juan, ¿es cierto que eres muy
susceptible?
- No. ¡Y déjame en paz, que me vas a volver
loco!
Tú tarea es
formarte, no sólo cuando joven, sino siempre. La formación personal consiste en
asimilar valores, habilidades, virtudes… que te permitan afrontar
victoriosamente la vida en todos sus aspectos. Tu capital de buenos hábitos
será la gran riqueza que nada ni nadie te podrá quitar. Emprende animosamente
este camino de superación y madurez
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis
oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pues yo os digo: Todo el que mira a
una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu
ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene
que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la
gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de
ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu
cuerpo vaya a la gehenna.
»También se dijo: ‘El que repudie a su mujer, que le dé
acta de divorcio’. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el
caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada,
comete adulterio». (Mt 5,27-32)
Comentario
Hoy, Jesús continúa profundizando en la exigencia del
Sermón de la Montaña. No deroga la Ley, sino que le da plenitud; por eso, su
observancia es algo más que el simple cumplimiento de unas condiciones mínimas
para tener en regla los papeles. Dios nos da la Ley del amor para llegar a la
cima, pero nosotros buscamos el modo de convertirla en la ley del mínimo
esfuerzo. ¡Dios nos pide tanto...! Sí, pero también nos ha dado lo máximo que
puede dar, ya que se ha dado a sí mismo.
Hoy, Jesucristo apunta alto al manifestar su autoridad
sobre el sexto y el noveno mandamiento, los preceptos que se refieren a la
sexualidad y a la pureza de pensamiento. La sexualidad es un lenguaje humano
para significar el amor y la alianza, por tanto, no puede ser banalizada, como
tampoco podemos convertir a los demás en objetos de placer, ¡ni siquiera con el
pensamiento!, de aquí esta afirmación tan severa de Jesús: «Todo el que mira a
una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5,28).
Es preciso, pues, cortar el mal de raíz y evitar pensamientos y ocasiones que
nos llevarían a obrar lo que Dios aborrece; esto es lo que quieren indicar
tales palabras, que pueden parecernos radicales y exageradas, pero que los
oyentes de Jesús entendían en su expresividad: saca, corta, arroja...
Finalmente, la dignidad del matrimonio debe ser protegida
siempre, pues forma parte del proyecto de Dios para el hombre y la mujer, para
que en el amor y en la mutua donación se conviertan en una sola carne, y al
mismo tiempo es signo y participación en la Alianza de Cristo con la Iglesia.
El cristiano no puede vivir la relación hombre-mujer ni la vida conyugal según
el espíritu mundano: «No debéis creer que por haber escogido el estado matrimonial
os es permitido continuar con una vida mundana y abandonaros a la ociosidad y
la pereza; al contrario, eso mismo os obliga a trabajar con mayor esfuerzo y a
velar con más cuidado por vuestra salvación» (San Basilio).
Pare Josep LIÑÁN i Pla SchP (Sabadell, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Antonio de Padua
Presbítero y Doctor de la
Iglesia
Memoria de san Antonio, presbítero y doctor de la
Iglesia, que, nacido en Portugal, primero fue canónigo regular y después entró
en la Orden recién fundada de los Hermanos Menores, para propagar la fe entre
los pueblos de África, pero se dedicó a predicar por Italia y Francia, donde
atrajo a muchos a la verdadera fe. Escribió sermones notables por su doctrina y
estilo, y por mandato de san Francisco enseñó teología a los hermanos, hasta
que en Padua descansó en el Señor. († 1231). Fue canonizado el 1 de junio de
1232 durante el pontificado de Gregorio IX
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“El nombre de Jesús es superior a todo nombre, porque
delante de él se dobla toda rodilla. Si lo predicas, ablanda las voluntades más
obstinadas. Si lo invocas, dulcifica las más ásperas tentaciones. Si piensas en
él, se te ilumina la inteligencia. Si lo lees, te alimenta el corazón” San Antonio de Padua
Tema del día:
Predicando a los peces
Queriendo Cristo poner de manifiesto la gran santidad de
su siervo San Antonio y acreditar su predicación y su doctrina santa para que
fuese escuchada con devoción, se sirvió en cierta ocasión de animales
irracionales, como son los peces, para reprender la necedad de los infieles
herejes, del mismo modo como en el Antiguo Testamento había reprendido la
ignorancia de Balaam.
Fue en ocasión que San Antonio se hallaba en Rímini,
donde había una gran muchedumbre de herejes (cátaros). Durante muchos días
había tratado de conducirlos a la luz de la verdadera fe y al camino de la
verdad, predicándoles y disputando con ellos sobre la fe de Jesucristo y de la
Sagrada Escritura. Pero ellos no sólo no aceptaron sus santos razonamientos,
sino que, endurecidos y obstinados, no quisieron ni siquiera escucharle; por lo
que un día San Antonio, por divina inspiración, se dirigió a la desembocadura
del río junto al mar y, colocándose en la orilla entre el mar y el río, comenzó
a decir a los peces como predicándoles:
-Oíd la palabra de Dios, peces del mar y del río, ya que
esos infieles herejes rehúsan escucharla.
No bien hubo dicho esto, acudió inmediatamente hacia él,
en la orilla, tanta muchedumbre de peces grandes, pequeños y medianos como
jamás se habían visto, en tan gran número, en todo aquel mar ni en el río. Y
todos, con la cabeza fuera del agua, estaban atentos mirando al rostro de San
Antonio con gran calma, mansedumbre y orden: en primer término, cerca de la
orilla, los más diminutos; detrás, los de tamaño medio, y más adentro, donde la
profundidad era mayor, los peces mayores. Cuando todos los peces se hubieron
colocado en ese orden y en esa disposición, comenzó San Antonio a predicar
solemnemente, diciéndoles:
-Peces hermanos míos: estáis muy obligados a dar gracias,
según vuestra posibilidad, a vuestro Creador, que os ha dado tan noble elemento
para vuestra habitación, porque tenéis a vuestro placer el agua dulce y el agua
salada; os ha dado muchos refugios para esquivar las tempestades. Os ha dado,
además, el elemento claro y transparente, y alimento con que sustentaros. Y
Dios, vuestro creador cortés y benigno, cuando os creó, os puso el mandato de
crecer y multiplicaros y os dio su bendición. Después, al sobrevenir el diluvio
universal, todos los demás animales murieron; sólo a vosotros os conservó sin
daño. Por añadidura, os ha dado las aletas para poder ir a donde os agrada. A
vosotros fue encomendado, por disposición de Dios, poner a salvo al profeta
Jonás, echándolo a tierra después de tres días sano y salvo. Vosotros
ofrecisteis el censo a nuestro Señor Jesucristo cuando, pobre como era, no
venía con qué pagar. Después servisteis de alimento al rey eterno Jesucristo,
por misterio singular, antes y después de la resurrección. Por todo ello estáis
muy obligados a alabar y bendecir a Dios, que os ha hecho objeto de tantos
beneficios, más que a las demás creaturas.
A estas y semejantes palabras y enseñanzas de San
Antonio, comenzaron los peces a abrir la boca e inclinar la cabeza, alabando a
Dios con esos y otros gestos de reverencia. Entonces, San Antonio, a la vista
de tanta reverencia de los peces hacia Dios, su creador, lleno de alegría de
espíritu, dijo en alta voz:
-Bendito sea el eterno Dios, porque los peces de las
aguas le honran más que los hombres herejes, y los animales irracionales
escuchan su palabra mejor que los hombres infieles.
Y cuanto más predicaba San Antonio, más crecía la
muchedumbre de peces, sin que ninguno se marchara del lugar que había ocupado.
Ante semejante milagro comenzó a acudir el pueblo de la
ciudad, y vinieron también los dichos herejes; viendo éstos un milagro tan
maravilloso y manifiesto, cayeron de rodillas a los pies de San Antonio con el
corazón compungido, dispuestos a escuchar la predicación. Entonces, San Antonio
comenzó a predicar sobre la fe católica; y lo hizo con tanta nobleza, que
convirtió a todos aquellos herejes y los hizo volver a la verdadera fe de
Jesucristo; y todos los fieles quedaron confortados y fortalecidos en la fe.
Hecho esto, San Antonio licenció a los peces con la bendición de Dios y todos
partieron con admirables demostraciones de alegría; lo mismo hizo el pueblo.
Después, San Antonio se detuvo en Rímini muchos días,
predicando y haciendo fruto espiritual en las almas. En alabanza de Cristo.
Amén.
NOTA
La predicación a los peces aparece por primera vez en la
vida de San Antonio escrita por Juan Rigaud entre 1293 y 1319, pero el
escenario es cerca de Padua. El sermón está calcado, a todas luces, en el que
San Francisco dirigió a los pájaros, aunque con un contenido poético muy
inferior. Por otra parte, como sucede en otros milagros atribuidos a San
Antonio en época tardía, los seres irracionales aparecen instrumentalizados
para un fin apologético, mientras que el diálogo que San Francisco entabla con
las hermanas aves, con la hermana cigarra, con la hermana liebre, con el
hermano fuego, carecen de una ulterior intención; les habla, o, mejor, se habla
a sí mismo, a impulsos de una fe que le hace sentirse hermano de toda creatura,
efecto del amor del Padre Dios.
FUENTE
Junio, mes del Corazón de
Jesús
Día 13.- Ocasiones
peligrosas
Hasta ahora hemos tomado del Corazón de Jesús aquellas
palabras que condenan el pecado. Ahora Jesús quiere sugerirnos también el medio
con el que podemos evitar la huida de las ocasiones peligrosas. No hay
escapatoria. ¿Quieres huir del pecado? Debes necesariamente evitar las
ocasiones. Reza, confiésate, pero si no huyes de las ocasiones peligrosas todo
será tiempo malgastado. ¿Cuáles son las compañías que frecuentas? ¿Quizá se
encuentran allí personas con las que permites confidencias que hacen llorar a
tu ángel custodio? ¿Se encuentra acaso alguna persona que te insinúa dudas
sobre la fe, que susurra palabras que repugna oírlas, que te aleja de tus
prácticas de piedad?
¿Cuáles son tus diversiones? ¿Son acaso ciertos lugares
donde todos pierden la vergüenza, donde las pasiones se levantan impetuosas?
Fuente: Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas,
y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Carlos
C., de Bogotá, Colombia, para que el Señor bendiga su vida, su familia, su
salud, sus finanzas, su bienestar, y el de todos aquellos que habitan
fraternalmente en su corazón, con la siempre intercesión de nuestra Santísima
Madre la Virgen María.
Pedimos oración por Josefa,
una joven de Argentina enferma de cáncer de huesos bastante avanzado, para que
la Virgen María la fortalezca en esta situación y el Señor de la Divina Misericordia
tenga piedad de ella.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Junio 13
Jesús es nuestro Maestro, pero él también quiso ser
discípulo. Dice la Biblia que él “tomó la condición de siervo” (Flp 2,7). Él
también fue un niño que “estaba sometido” a sus padres (Lc 2,51) y que “iba
creciendo en sabiduría” (Lc 2,52). Jesús fue discípulo de sus padres y fue
aprendiendo con docilidad lo que ellos le enseñaban. El Maestro quiso aprender
de los demás.
Además, siempre fue discípulo del Padre Dios. Su oración
en la montaña, antes de tomar decisiones importantes, era una forma de ser
discípulo (Lc 6, 12-13).
Jesús también sabía aprender de la vida. Dice la Biblia
que “con sus sufrimientos aprendió lo que es obedecer” (Heb 5,8).
Si Jesús fue un discípulo, nosotros nunca podemos dejar
de ser discípulos, dispuestos a aprender siempre algo más de los demás, de
Dios, de la vida.
Pídele al Señor que te regale un corazón de discípulo
para que nunca sientas que eres un ser perfecto, que ya no necesita aprender.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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