martes, 10 de diciembre de 2013

Pequeñas Semillitas 2218

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2218 ~ Martes 10 de Diciembre de 2013
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Domina el miedo y serás capaz de aventurarte en todos los mundos posibles y en algunos imposibles.
No feries tu libertad, busca la verdad con arrojo y recuerda que la tolerancia es una buena compañera.
Saluda este nuevo amanecer con esperanza porque hoy es el primer día del resto de tu vida.
Saca tiempo para conocerte porque dentro de ti hay muchos yoes, más de los que piensas.
Por lo mismo, tu reto es saber bien quién eres y ser bien consciente de tus fortalezas y tus debilidades.
El Ego es como un pozo sin fondo y sólo están en paz los que entran al interior y conocen los entresijos del alma.
Aprende a defenderte de ti mismo y nunca te sientas totalmente satisfecho de tus logros.
Mientras más te pulas verás que aún queda mucho trecho por andar. El amor es exigente, pero sólo con él eres feliz. G. Gallo

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños».
(Mt 18,12-14)

Comentario
Hoy, Jesús nos hace saber que Dios quiere que todos los hombres se salven y que no es su voluntad «que se pierda [ni] uno solo» (Mt 18,14). Con la parábola del pastor que busca la oveja que se ha perdido, nos presenta una figura que conmovió a los primeros cristianos. En la portada del Catecismo de la Iglesia Católica está grabada esta figura de Jesús Buen Pastor, que en las catacumbas de Roma está ya presente entre las primeras imágenes del Señor.
Es tan fuerte el querer de Dios de salvarnos que, desde estas palabras hasta la donación incondicional en la Cruz, es Cristo quien nos busca a cada uno para que —libremente— volvamos a la amistad con Él.
De la misma manera que Jesús, los cristianos hemos de tener este mismo sentimiento: ¡que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad! Tal como le gustaba decir a san Josemaría Escrivá, «todos somos oveja y pastor». Hay personas —el propio esposo o la esposa, los hijos, los parientes, los amigos, etc.— para los cuales nosotros, quizá, seamos la única oportunidad que les pueda facilitar la recuperación de la alegría de la fe y de la vida de la gracia.
Siempre podemos dejar el noventa y nueve por ciento de las cosas que nos llevamos entre manos, para rezar y ayudar a aquella persona que tenemos cerca, que amamos y que sabemos que padece alguna necesidad en su alma.
Con nuestra oración y mortificación, y con nuestra fe amorosa, les podemos alcanzar la gracia de la conversión, como santa Mónica consiguió que su hijo Agustín se convirtiera en el “primer hombre moderno” que sabe explicar en Las confesiones cómo la gracia actuó en él hasta llegar a la santidad.
Pidamos a la Madre del Buen Pastor muchas alegrías de conversiones.
Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)

Santoral Católico:
Nuestra Señora de Loreto
Advocación Mariana
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Salir de uno mismo

El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Partir es, ante todo, salir de uno mismo, romper la coraza de egoísmo que intenta aprisionarnos en nuestro propio “yo”. Partir es dejar de dar vueltas alrededor de uno mismo, como si ése fuera el centro del mundo y de la vida. Partir es no dejarse encerrar en el círculo de los problemas del pequeño mundo al que pertenecemos, cualquiera sea su importancia. La humanidad es más grande, y es a ella a quien debemos servir. Partir no es devorar kilómetros, atravesar los mares o alcanzar velocidades supersónicas. Es, ante todo, abrirse a los otros, descubrirlos, ir a su encuentro; abrirse a otras ideas, incluso a las que se oponen a las nuestras. Es tener el aire de un buen caminante. (Mons. Helder Cámara).

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda generosamente a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización. “Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi  que la vida era servicio. Y, en el servicio,  encontré la alegría” (Tagore). ¡Siempre listo para servir! 
Padre Natalio

Tema del día:
Un seminarista en los altares
1) Para saber

Es común escuchar lamentos sobre la rebeldía o desobediencia de quienes atraviesan la etapa de la adolescencia. Sin embargo también a esa edad hay quien es capaz de luchar por grandes ideales y de tener la fortaleza incluso hasta dar la propia vida.

Eso sucedió con un adolescente italiano que fue beatificado en octubre pasado. Se trata de Rolando Rivi, un seminarista de 14 años asesinado por odio a la fe en 1945 en Italia. A continuación un breve relato de su historia.

2) Para pensar

Rolando nació en 1931, en San Valentino (Italia), hijo de dos granjeros profundamente religiosos, Roberto y Albertina. A los 11 años, Rolando decidió ingresar al seminario donde tomó la sotana.

Recuerdan sus compañeros que los animaba asegurándoles que “un día, con la ayuda de Dios, seremos sacerdotes. Yo seré misionero. Quiero llevar a Jesús a quienes no le conocen… Nuestro deber como sacerdotes es rezar mucho y salvar almas para llevarlas al paraíso”.

Al invadir los alemanes Italia en 1944, cerraron el seminario. A pesar de esto, el joven no dejó de vestir la sotana durante su apoyo a Acción Católica y catequesis. Sus padres le rogaban que se quitara la sotana, pues grupos comunistas, expresaban su odio a la Iglesia asesinando a sacerdotes.

“¿Qué mal hago llevándola?”, les respondía Rolando. “No tengo ninguna razón para dejar de usarla. Estudio para ser sacerdote y debo vestir en señal de que pertenezco a Jesús”, aseguraba, a pesar de haber recibido ya insultos de partisanos comunistas en su pueblo.

Rolando aseguraba: “no tengo miedo… No puedo esconderme. Pertenezco a Dios”. A pesar del peligro, el joven continuó ayudando en la parroquia de su pueblo.

El 10 de abril de 1945 tocó el órgano durante la Misa y al culminar la Eucaristía, vestido con su sotana, recogió sus cosas y cruzó el bosque que lo separaba de su hogar, al cual nunca logró llegar.

Tras una búsqueda desesperada de tres días, encontraron su cadáver lleno de signos de tortura y martirio. Rolando había sufrido durante tres días torturas y humillaciones, con insultos a Dios, Cristo y a la Iglesia. Los comunistas comenzaron su tormento contra el joven seminarista quitándole la sotana y golpeándole duramente con un cinturón. Sus captores le dejaron rezar, pidiendo por sus padres y por sus asesinos. Después, le dispararon dos veces. Los asesinos se quedaron con la sotana de Rolando, anudándola para utilizarla como pelota de fútbol.

Rolando fue enterrado después formalmente, recibiendo el homenaje de todos los fieles de su pueblo. Su tumba se convirtió en lugar de peregrinación y se atribuyen diversas curaciones a su intercesión. Rolando fue beatificado el 5 de octubre de 2013.

3) Para vivir

A veces no es fácil dar testimonio de nuestra fe. Sin embargo, no olvidemos que para vivir de fe la ayuda viene de Dios. Por eso San Josemaría nos invita a considerar: “Todo es posible para el que cree. –Son palabras de Cristo. –¿Qué haces, que no le dices con los apóstoles: ¡Auméntame la fe!?” (cfr. Camino 588).
Pbro. José Martínez Colín

Palabras del Papa Francisco

"La Iglesia hunde sus raíces en las enseñanzas de los Apóstoles, verdaderos testigos de Cristo, pero mira al futuro, tiene la firme conciencia de ser enviada por Cristo, de ser misionera, llevando el nombre de Jesús con la oración, el anuncio, el testimonio. Una Iglesia que se encierra en sí misma, en el pasado, una Iglesia que mira sólo las pequeñas reglas rutinarias traiciona su identidad… La Iglesia es apostólica porque está enviada a llevar el Evangelio a todo el mundo. Continúa en el camino de la historia la misma misión que Jesús confió a los apóstoles: ‘Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones... Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’. Insisto en este aspecto del carácter misionero, porque Cristo invita a todos a ‘salir’ al encuentro de los demás. ¡Nos envía, nos piden que salgamos a llevar la alegría del Evangelio!"
Papa Francisco

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración por Evelyn Patricia P., que vive en El Salvador, que se encuentra angustiada por su trabajo, por las dificultades propias de estos tiempos difíciles... Que el Señor, con su infinita bondad, la ayude a mantener y mejorar su actividad labora.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

¡Si conocieseis don de Dios!

“He aquí al Señor, Yahvé de los ejércitos, que viene con fortaleza… El apacentará su rebaño como pastor. El llevará en su seno a los corderos, y cuidará dulcemente de las madres” (Is 40, 10-11). La figura majestuosa de Dios que con su fortaleza viene a salvar a Israel, es seguida por la figura mansa y suave del Señor que guía a su pueblo con la solicitud amorosa del pastor para con su rebaño. Imagen ésta tan querida de los antiguos profetas, que se sirvieron de ella para expresar el amor de Dios para con Israel, y que Cristo recogió aplicándola a sí mismo, buen Pastor que teniendo cien ovejas “deja en el monte a las noventa y nueve y va en busca de la extraviada”, porque quiere que “no se pierda ni uno sólo de estos pequeñuelos” (Mt 18, 12, 14). Jesús, el buen pastor que dará la vida por sus ovejas, conoce y ama a los hombres uno por uno y quiere establecer con cada uno de ellos relaciones de afectuosa intimidad semejantes a las que existen entre él y su Padre (Jn 10, 14-15). Ni uno solo de estos pequeñuelos es olvidado: el Señor quiere juntar en torno a sí a todos los hombres no sólo para salvarlos, sino para ofrecerles su amistad y admitirlos a la comunión íntima consigo.

Dios está necesariamente presente en todas sus criaturas. En efecto, para que éstas existan, no sólo es necesario que sean creadas por Dios, sino también que sean conservadas por él en la existencia; y de hecho Dios las conserva obrando en ellas, esto es, comunicándoles continuamente el ser; y como Dios obra mediante su sustancia, está presente dondequiera que obra y, por lo tanto, en todas sus criaturas. Dios está presente de esta manera en todas las partes, aun en los incrédulos y en los pecadores. Pero en los infieles que viven en gracia y en caridad, Dios se hace presente de un modo particularísimo, que es precisamente el prometido por Jesús, o sea, la presencia de inhabitación: “Se dice que las divinas personas habitan en el alma porque están presentes de un modo inescrutable en las criaturas dotadas de inteligencia y pueden ser poseídas por éstas mediante el conocimiento y el amor, aunque de un modo que trasciende toda la naturaleza criada y es del todo íntimo y singular” (Pío XII, Enc Mystici Corporis)

Es decir, las tres divinas personas se hacen presentes en el alma que está en gracia, para que las conozca por la fe, las ame por la caridad, a fin de que viva en unión, en amistad íntima con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es de nuevo Jesús quien lo afirma: “Permaneces en mí y yo en vosotros” (Jn 15, 4). “La razón más alta de la dignidad humana –enseña el Vaticano II– consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios” (GS 19), unión que se lleva a efecto precisamente por el misterio de la inhabitación de la Trinidad en los que aman a Dios. A cada uno de ellos puede repetirse con entera verdad la gran palabra que tanto impresionaba a Isabel de la Trinidad: “El Padre está en ti, el Hijo está en ti, el Espíritu Santo está en ti”. ¡Oh don inmenso! “¡Si conocieses el don de Dios!” (Jn 4, 10).

Dios mío, estoy espantado, quisiera decir: “Aléjate de mí, ¡oh Señor!, porque soy un hombre pecador”, pero no lo digo, no, sino más bien lo contrario: “Quédate con nosotros, Señor, porque anochece”. Yo estoy en la noche del pecado, y la luz de la salvación no puede venir sino de ti; quédate, ¡oh Señor! porque soy pecador y estoy asustado viendo las innumerables imperfecciones que en cualquier hora y en cualquier instante cometo delante de ti… Tú estás dentro de mí; y delante de ti y en ti yo cometo desde la mañana a la noche, a cada momento, imperfecciones, faltas sin cuento, de pensamiento, palabra y obra… Esta ha sido una de las cosas que me han impedido por tanto tiempo buscarte en mí para adorarte y postrarme a tus pies; estaba asustado de sentirte tan dentro de mí, tan cerca de mis miserias y de mis innumerables imperfecciones. (Carlos De Foucauld)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.