miércoles, 28 de agosto de 2013

Pequeñas Semillitas 2128

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2128 ~ Miércoles 28 de Agosto de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cada uno de nosotros es como un auténtico diamante. Un diamante no pierde su valor porque esté sucio, o cubierto de lodo. Igual nosotros tampoco valemos menos porque nuestra apariencia no revele el diamante que se esconde bajo la superficie, podemos brillar más o menos, pero continuamos siendo seres prodigiosos. Cuando te mires en el espejo y te digas a ti mismo que te amas, hazlo pensando en el brillo que se oculta dentro de ti. Poco a poco, ese resplandor saldrá al exterior e iluminará toda tu vida y la de los que te rodean.

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!’. Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».
(Mt 23,27-32)

Comentario
Hoy, como en los días anteriores y los que siguen, contemplamos a Jesús fuera de sí, condenando actitudes incompatibles con un vivir digno, no solamente cristiano, sino también humano: «Por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad» (Mt 23,28). Viene a confirmar que la sinceridad, la honradez, la lealtad, la nobleza..., son virtudes queridas por Dios y, también, muy apreciadas por los humanos.
Para no caer, pues, en la hipocresía, tengo que ser muy sincero. Primero, con Dios, porque me quiere limpio de corazón y que deteste toda mentira por ser Él totalmente puro, la Verdad absoluta. Segundo, conmigo mismo, para no ser yo el primer engañado, exponiéndome a pecar contra el Espíritu Santo al no reconocer los propios pecados ni manifestarlos con claridad en el sacramento de la Penitencia, o por no confiar suficientemente en Dios, que nunca condena a quien hace de hijo pródigo ni pierde a nadie por el hecho de ser pecador, sino por no reconocerse como tal. En tercer lugar, con los otros, ya que también —como Jesús— a todos nos pone fuera de sí la mentira, el engaño, la falta de sinceridad, de honradez, de lealtad, de nobleza..., y, por esto mismo, hemos de aplicarnos el principio: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie».
Estas tres actitudes —que podemos considerar de sentido común— las hemos de hacer nuestras para no caer en la hipocresía, y hacernos cargo de que necesitamos la gracia santificante, debido al pecado original ocasionado por el “padre de la mentira”: el demonio. Por esto, haremos caso de la exhortación de san Josemaría: «A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo»; tendremos también presente a Orígenes, que dice: «Toda santidad fingida yace muerta porque no obra impulsada por Dios», y nos regiremos, siempre, por el principio elemental y simple propuesto por Jesús: «Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’» (Mt 5,37).
María no se pasa en palabras, pero su sí al bien, a la gracia, fue único y veraz; su no al mal, al pecado, fue rotundo y sincero.
+ Rev. D. Lluís ROQUÉ i Roqué (Manresa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Agustín
Doctor de la Iglesia
Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, el cual, después de una adolescencia inquieta por cuestiones doctrinales y libres costumbres, se convirtió a la fe católica y fue bautizado por san Ambrosio de Milán. Vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en África, siendo modelo de su grey, la instruyó con abundantes sermones y escritos, con los que también combatió valientemente contra los errores de su tiempo e iluminó con sabiduría la recta fe (430).

Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Sanación de ansiedades

Los temores y las ansiedades pueden anular tus mejores energías y frustrar el logro de tus objetivos. Para liberarte de estos sentimientos negativos nada mejor que confiar en el Señor. Él te acompaña y está dispuesto a darte una mano. Basta que sepas dejarle el cuidado de todas tus cosas y abandonarte confiadamente en él. Todo te irá mejor y tus problemas se resolverán con tranquilidad según sus designios. Hoy te ofrezco una muy buena oración de Mons. Víctor Fernández.

Señor, muchas veces el miedo al futuro no me deja vivir el presente con alegría. Yo no puedo controlarlo todo ni tener todo previsto, y por eso el futuro me atemoriza. Tengo miedo a perder lo que tengo, tengo temor de que me sucedan cosas malas. Pero ese miedo es inútil. Sin ti todo es incierto e inseguro, Señor, pero contigo todo será más fácil. Por eso te pido la gracia de confiar en ti, para que pueda aceptar tus proyectos sobre mi vida sin aferrarme a los míos. Quiero dejarme tomar por ti, Señor, y caminar por la vida con esa confianza, como un niño seguro de la mano de su padre. Amén.

Este tipo de oraciones, repetidas todas las veces que adviertas que te deslizas hacia el miedo a un examen, a no tener tiempo para un trabajo, a perder la salud, etc. renovarán tu abandono en Dios, reposando en él y dejando en sus manos tu futuro. Puedes resumirlo todo en esta expresión: “Jesús, yo confío en ti”. Que él te bendiga, sane y proteja.
Padre Natalio

La frase de hoy

“Ama y haz lo que quieras.
Si callas, callarás con amor;
si gritas, gritarás con amor;
si corriges, corregirás con amor,
si perdonas, perdonarás con amor”

San Agustín

Tema del día:
Pequeño Diccionario Papal
Les comparto un "Pequeño Diccionario Papal", que descubrí y me pareció ingenioso, divertido y al mismo tiempo muy profundo. Y que nos puede ayudar a "sacarle el jugo" a los lindos, interesantes y contundentes giros, palabras y frases de nuestro Papa Francisco.
¡Que lo aprovechen!
Saludos
Padre Adolfo

Abuelos
En estas Jornadas de la Juventud (…) los jóvenes saludan a los abuelos con mucho cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente.

Alegría
El cristiano es alegre, nunca está triste. Dios nos acompaña. Tenemos una Madre que intercede por nosotros. No a los cristianos con cara de “luto”. (Sintamos) la alegría de que ha dado a su Hijo Jesús por nuestra salvación.

Amor y misericordia
La Cruz nos deja la certeza del amor indefectible de Dios. Es un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para sobrellevarlo, entra también en la muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, su inmensa misericordia. Y es un amor del que podemos fiarnos, en el que podemos creer, porque ¡Él nunca defrauda a nadie!

Callejeros de la fe
(A los jóvenes hay que) educarlos en la misión, a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe. Así hizo Jesús con sus discípulos: no los mantuvo pegados a él como la gallina con los pollitos. No podemos quedarnos enclaustrados (cuando) tantas personas están esperando el Evangelio.

Contracorriente
Les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a ir contracorriente.

Corrupción y esperanza
Queridos jóvenes, ustedes tienen una especial sensibilidad ante la injusticia, pero a menudo se sienten defraudados por los casos de corrupción, por las personas que, en lugar de buscar el bien común, persiguen su propio interés. Nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague. La realidad puede cambiar, el hombre puede cambiar.

Cultura del descarte y exclusión
En este humanismo economicista que se nos impuso en el mundo, se ha abierto paso una cultura de la exclusión, una cultura del descarte. No hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado; no hay tiempo para detenerse con aquel pobre en la calle. A veces parece que, para algunos, las relaciones humanas están reguladas por dos dogmas: eficiencia y pragmatismo.

Cristianos almidonados
Sé que ustedes quieren ser cristianos en serio, no cristianos a medio tiempo, no cristianos “almidonados”, con la nariz así, que parecen cristianos y en el fondo no hacen nada. No cristianos de fachada (sino) cristianos auténticos.

Diálogo, diálogo, diálogo
Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la cultura artística y tecnológica, la cultura económica, de la familia y de los medios de comunicación.

Eutanasia cultural
Hay una especie de eutanasia escondida, es decir, no se cuida a los ancianos, pero también hay una eutanasia cultural. No se los deja hablar, no se los deja actuar.

Exclusión y dignidad
El porcentaje de jóvenes sin empleo es muy alto y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo; o sea esta civilización nos ha llevado a excluir dos puntas (jóvenes y ancianos) que son el futuro nuestro.

Falsos ídolos
Muchos jóvenes experimentan fascinación por tantos ídolos que se colocan en lugar de Dios y parecen dar esperanza: dinero, poder, éxito, placer. Frecuentemente una sensación de soledad y vacío entra en el corazón de muchos y conduce a la búsqueda de compensación de estos ídolos pasajeros.

Hagan lío
Quiero lío en las diócesis; quiero que se salga afuera, que la Iglesia salga a las calles. Las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG ¡Y la Iglesia no puede ser una ONG!

Jesús y la oración
¿Yo hablo con Jesús? ¿Yo le pregunto: qué querés que haga? ¿Qué querés de mi vida? Esto es entrenarse. Pregúntenle a Jesús, hablen con Jesús. Y si cometen un error en la vida, si se pegan un resbalón (…), no tengan miedo. Jesús, mirá lo que hice: ¿qué tengo que hacer ahora? Pero siempre hablen con Jesús, en las buenas y en las malas. (…) ¡No le tengan miedo! Eso es la oración.

Jóvenes y ancianos
Por favor, no se metan contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos. Sepan que en este momento ustedes los jóvenes y los ancianos están condenados al mismo destino: exclusión. No se dejen excluir, ¿está claro?

Jugar para adelante
Chicos y chicas, por favor: no se metan en la cola de la historia. Sean protagonistas. Jueguen para adelante. Pateen adelante, construyan un mundo mejor. Un mundo de hermanos, un mundo de justicia, de amor, de paz, de fraternidad, de solidaridad (…) No dejen que otros sean los protagonistas del cambio. Por ustedes entra el futuro en el mundo.

La fuerza de Dios
Llevar el Evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo.

Libertad chirle
Sé que ustedes no quieren vivir en la ilusión de una libertad chirle que se deja arrastrar por la moda y las conveniencias del momento. Sé que ustedes apuntan a lo alto, a decisiones definitivas que den pleno sentido a sus vidas.

No balconear la vida
Queridos jóvenes, por favor, no balconeen la vida, métanse en ella, Jesús no se quedó en el balcón, se metió, no balconeen la vida, métanse en ella como hizo Jesús.

Solidaridad
El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad, es una palabra que la están escondiendo en esta cultura, casi una mala palabra; la solidaridad y la fraternidad, son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.

Sudar la camiseta
Cuando se suda la camiseta tratando de vivir como cristianos, experimentamos algo grande: nunca estamos solos, formamos parte de una familia de hermanos que recorren el mismo camino, somos parte de la Iglesia.

Pasado de rosca
Esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida (jóvenes y ancianos) que son las promesas de los pueblos.

Periferias existenciales y discípulos misioneros
La posición del discípulo misionero no es una posición de centro sino de periferias: vive tensionado hacia las periferias… (…). Habitualmente tenemos miedo a salir del centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales.

Recen por mí
Su clásica fórmula de despedida

Valores inmateriales
(Los jóvenes) no precisan sólo de cosas, sino sobre todo (de) aquellos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo. En este santuario (de Aparecida) que forma parte de la memoria del Brasil podemos casi palparlos: espiritualidad, generosidad, solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría. Se trata de valores que encuentran su raíz más profunda en la fe cristiana.

Vayan, sin miedo, para servir
Vayan, sin miedo, para servir: siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del Evangelio.

Nuevo video

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Teresa C. U., de Costa Rica, 85 años, que padece de diabetes y mantiene cifras elevadas de glucosa en sangre, para que el Señor la ayude a controlar la enfermedad.

Pedimos oración por José “Pepe” P., de Argentina, que está pasando momentos muy difíciles en su vida, para que el Espíritu Santo lo ilumine y la Santísima Virgen lo proteja y pueda encontrar los caminos de paz y estabilidad.

Pedimos oración por Vilma, de Buenos Aires, que está sometida a tratamiento de diálisis permanente, para que Dios Misericordioso alivie sus molestias y conforte su alma.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

Adoraré al Señor mi Dios

“Llega la hora –dijo Jesús a la Samaritana– en que, ni en este monte, ni en Jerusalén, adoraréis al Padre” (Jn 4, 21). La venida del Salvador señala el comienzo de un culto nuevo, no ligado ni al Garizim donde oraban los samaritanos, ni al templo de Jerusalén, centro cultural de los judíos. Todos los cultos nacionales cesarán para ser sustituidos por el culto que el Hijo de Dios hecho hombre ha venido a instaurar y al que todos los hombres deben asociarse. “Llega la hora (y ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren” (Jn 23). Jesús mismo es el primero, y aun el único verdadero adorador del Padre: sólo él lo conoce perfectamente y él sólo está en condición de adorarlo perfectamente “en espíritu y verdad” porque él es la Verdad y posee la plenitud del Espíritu. Jesús que por su divinidad tiene conocimiento pleno de la dignidad infinita de Dios y es capaz de acciones divinas, por ser al mismo tiempo verdadero hombre, puede postrarse en adoración delante del Padre y asociar a ese gesto a toda la humanidad.

“Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor creador nuestro, porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía” (Sl 94, 6-7). En este invitatorio a la adoración tantas veces repetido en la Liturgia, resaltan el concepto de Dios creador y el de la pertenencia a él de todos los hombres, pueblo suyo y su rebaño. La visión grandiosa del Creador queda completada por la afectuosa del Pastor que apacienta “el rebaño que él guía”. Jesús dirá mucho más: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad” (Mt 6, 9-10). Estas frases dejan entrever algo de la adoración de Cristo al Padre, la adoración verdadera en la que quiere iniciar a sus discípulos. Ante todo el reconocimiento de la paternidad de Dios: por ella el Padre engendra eternamente al Hijo… paternidad divina y eterna que es la raíz, en el tiempo, de la paternidad de dios para con los hombres. Y al propio tiempo el reconocimiento de su soberana majestad, porque Dios es el que está “en los cielos”, infinitamente diferente y por encima de todo ser creado.

Sigue la exaltación de la santidad del Padre; el deseo vivo y filial de que esa santidad sea reconocida y glorificada por todas las criaturas. Este es el anhelo primordial del Hijo unigénito, motivo esencial de su Encarnación, y debe ser la aspiración primera de todos los que en él fueren hechos hijos adoptivos. En fin, se proclama la realeza universal de Dios, pidiendo que su Reino se difunda sobre toda la tierra. Y para que esto sea verdad, se invoca el cumplimiento de su voluntad, la única voluntad santa y santificadora, capaz de realizar el Reino y la salvación de las criaturas. En obsequio a esa voluntad, agonizará Cristo y sudará sangre. La adoración alcanza su culmen en el sacrificio supremo de la criatura. Si es más fácil adorar en silencio que expresar con palabras la adoración, las únicas palabras válidas para indicar ese sentimiento profundo son las que Jesús puso en los labios de sus discípulos.

Te invoco, Dios mío, te invoco a ti que estás cerca de los que te invocan, pero de los que te invocan de verdad… ¿Qué otra cosa es invocar en verdad a la Verdad, sino al Padre en el Hijo? ¿Qué cosa más dulce que invocar al Padre en nombre de su Unigénito, mover a piedad al Padre recordándole al Hijo? Padre omnipotente, te ruego por la caridad de tu omnipotente Hijo…; no sé en verdad qué otro intercesor presentarte en mi favor fuera del que es propiciación por nuestros pecados y que se sienta a tu derecha para interceder por nosotros. (San Anselmo)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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