viernes, 12 de julio de 2013

Pequeñas Semillitas 2081

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2081 ~ Viernes 12 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Desde el primer momento, Jesús se rodea de amigos y colaboradores. La llegada del reino de Dios está pidiendo un cambio de dirección en todo el pueblo, y esto no puede ser tarea exclusiva de un predicador particular. Es necesario poner en marcha un movimiento de hombres y mujeres salidos del pueblo que, a una con él, ayuden a los demás a tomar conciencia de la cercanía salvadora de Dios.
Jesús enseña a confiar en el amor solícito de Dios y en la acogida mutua entre hermanos. Lo que se respira junto a Jesús es inusitado, algo verdaderamente único. Su presencia lo llena todo. Él es el centro. Lo decisivo es su persona, su vida entera.
Vive perdonando, liberando del mal, amando apasionadamente a las personas por encima de toda ley, y sugiriendo a todos que el Dios que está irrumpiendo
en sus vidas es así: amor insondable y sólo amor.
José Antonio Pagola

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre».
(Mt 10,16-23)

Comentario
Hoy, el Evangelio remarca las dificultades y las contradicciones que el cristiano habrá de sufrir por causa de Cristo y de su Evangelio, y como deberá resistir y perseverar hasta el final. Jesús nos prometió: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); pero no ha prometido a los suyos un camino fácil, todo lo contrario, les dijo: «Seréis odiados de todos por causa de mi nombre» (Mt 10,22).
La Iglesia y el mundo son dos realidades de “difícil” convivencia. El mundo, que la Iglesia ha de convertir a Jesucristo, no es una realidad neutra, como si fuera cera virgen que sólo espera el sello que le dé forma. Esto habría sido así solamente si no hubiese habido una historia de pecado entre la creación del hombre y su redención. El mundo, como estructura apartada de Dios, obedece a otro señor, que el Evangelio de san Juan denomina como “el señor de este mundo”, el enemigo del alma, al cual el cristiano ha hecho juramento —en el día de su bautismo— de desobediencia, de plantarle cara, para pertenecer sólo al Señor y a la Madre Iglesia que le ha engendrado en Jesucristo.
Pero el bautizado continúa viviendo en este mundo y no en otro, no renuncia a la ciudadanía de este mundo ni le niega su honesta aportación para sostenerlo y para mejorarlo; los deberes de ciudadanía cívica son también deberes cristianos; pagar los impuestos es un deber de justicia para el cristiano. Jesús dijo que sus seguidores estamos en el mundo, pero no somos del mundo (cf. Jn 17,14-15). No pertenecemos al mundo incondicionalmente, sólo pertenecemos del todo a Jesucristo y a la Iglesia, verdadera patria espiritual, que está aquí en la tierra y que traspasa la barrera del espacio y del tiempo para desembarcarnos en la patria definitiva del cielo.
Esta doble ciudadanía choca indefectiblemente con las fuerzas del pecado y del dominio que mueven los mecanismos mundanos. Repasando la historia de la Iglesia, Newman decía que «la persecución es la marca de la Iglesia y quizá la más duradera de todas».
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Juan Gualberto
Religioso Benedictino
Información amplia: hacer clic acá.

     Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Respeto y comprensión

Respetar las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo diferente. Para una buena convivencia con todos necesitas comprensión: "comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”.  Reflexiona, pues, con amor y comprenderás mejor a los diferentes.

Un día que Voltaire, pensador y filósofo francés, se paseaba por las calles de Londres, viose de pronto rodeado de varias personas que, al reconocerlo, comenzaron a vociferar: — ¡Colgad a este francés! ¡Matadlo! Sin prestar atención a los insultos de ese público hostil, Voltaire siguió caminando tranquilo, saludando ceremoniosamente con ligeras inclinaciones de cabeza. Luego, encarándose con la muchedumbre, exclamó en voz alta: — Vosotros me queréis matar porque soy francés; pero, respondedme: ¿acaso no es castigo bastante grande no ser inglés? La multitud aplaudió al astuto filósofo y lo acompañó hasta su domicilio entre vítores y aclamaciones.

Las piedras de los cerros caen al lecho de los torrentes y allí rozándose entre sí, pulen sus aristas, se suavizan y se vuelven brillantes. La convivencia cotidiana nos ayuda a madurar y pulirnos. Es un taller donde se forma la personalidad y se arraigan virtudes fundamentales, como la paciencia, la humildad y la bondad. Aprovéchalo.
Padre Natalio

La frase de hoy

“Aprende a no depender de nadie en este mundo
porque hasta tu sombra te abandona
cuando estás en la oscuridad”
(sólo Dios no te abandona)
Anónimo

Tema del día:
Indulgencias por la JMJ Río 2013
El papa Francisco concederá a los fieles indulgencias especiales con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar en Río de Janeiro (Brasil) del 22 al 29 de julio y cuyo tema es “Vayan y hagan discípulos en todas las naciones” (Mt, 29,19), según informa el decreto hecho público hoy y firmado por el cardenal Manuel Monteiro de Castro y por el obispo Krzysztof Nykiel, respectivamente Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.

Los jóvenes y todos los fieles adecuadamente preparados obtendrán la indulgencia plenaria, una vez al día y con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa), aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, si participan en los ritos y ejercicios píos que tengan lugar en Río de Janeiro.

Los fieles con impedimento legítimo podrán obtener la indulgencia plenaria si -con las habituales condiciones espirituales, sacramentales y de oración, con el propósito de sumisión fiel al Pontífice Romano- participan espiritualmente en las sacras funciones en los días establecidos mientras éstas tienen lugar, a través de la televisión y la radio o con los nuevos medios de comunicación social.

Se concede la indulgencia parcial a los fieles, en cualquier lugar en el que se encuentren durante dicho encuentro, siempre que con ánimo contrito recen a Dios, concluyendo con la oración oficial de la Jornada Mundial de la Juventud e invoquen a la Bienaventurada Virgen María, Reina del Brasil, bajo el título de “Nuestra Señora de la Concepción Aparecida”, además de a los otros patronos e intercesores del mismo encuentro, para que impulsen a los jóvenes a que se refuercen en la fe y a llevar una vida santa.

Con el fin de que los fieles sean más fácilmente partícipes de estos dones, los sacerdotes, legítimamente aprobados para la escucha de las confesiones sacramentales, con ánimo dispuesto y generoso, deben aprestarse a recibirlas y proponer a los fieles oraciones públicas por el buen suceso de la Jornada Mundial de la Juventud.

Estadísticas

Con motivo de que el santo padre Francisco efectuará una visita a apostólica a Río de Janeiro (Brasil) del 22 al 29 de julio para participar de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, la Oficina Central de Estadística de la Iglesia dio a conocer algunos datos estadísticos de la Iglesia Católica en ese país, actualizados al 31 de diciembre de 2011.

Brasil tiene una superficie de 8.514.215 kilómetros cuadrados y una población de 195.041.000 habitantes de los que 164.780.000 son católicos: el 84,48 % de la población-. Es por tanto, el país que tiene más católicos en el mundo.

Hay 274 circunscripciones eclesiásticas (diócesis y arquidiócesis) 10.802 parroquias y 37.827 centros pastorales.

Para atender pastoral y espiritualmente a tan alto número de fieles católicos, la Iglesia cuenta con 453 obispos, 20.701 sacerdotes, 2.702 religiosos no sacerdotes, 30.528 religiosas, 2.903 diáconos permanentes, 1.985 miembros laicos de Institutos seculares, 144.910 misioneros laicos, 483.104 catequistas, 2.671 seminaristas menores y 8.956 seminaristas mayores.

Asimismo, la Iglesia Católica cuenta en Brasil con 6.882 centros educativos de todos los niveles en los que estudian 1.940.299 alumnos, además de 3.257 centros de educación especial.

Existen también 5.340 centros asistenciales de propiedad de la Iglesia o dirigidos por eclesiásticos: 369 hospitales, 884 ambulatorios, 22 leproserías, 718 casas para ancianos e inválidos, 1.636 orfanatos y guarderías y 1.711 consultorios familiares y centros para la protección de la vida.
Fuente: Aica

Meditación breve

Todo el mundo tiene sueños. Afortunadamente, la realidad es más hermosa que cualquier sueño. Siempre, a través de los siglos, ha habido alguien que ha declarado en tono alto y claro “Lo que estás buscando está dentro de ti. Tu verdad está dentro de tí. Tu paz está en tu interior.”
El deseo de sentir todo eso, es a lo que yo le denomino sed. Todo ser humano tiene una sed innata, simple y real. Sed de paz, de alegría, de satisfacción. Sed de algo que ya existe en nuestro interior. Tenemos sed de sentir paz, de sentir plena satisfacción.
Es posible experimentar la paz que reside en el corazón al margen de las circunstancias personales. Ricos o pobres, buenos o malos, acertados o equivocados, felices o desdichados, todo ser humano posee ese derecho inalienable.
Ésta es la diferencia fundamental que distingue mi mensaje de otros. La paz, la alegría, la verdad están dentro de nosotros esperando a ser disfrutadas. Yo estoy vivo, tú estás vivo, éste es nuestro momento. Es ahora cuando podemos conocer eso que está en nuestro interior y que es por naturaleza lo más profundo y hermoso.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por María Liliana C. O., que vive en Asunción, Paraguay, y atraviesa problemas financieros. Oramos para que el Señor Jesús la bendiga y le ayude a encontrar la luz que necesita.

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

 “Intimidad Divina”

La insondable sabiduría

La sabiduría divina es ante todo conocimiento perfecto de Dios. Ninguna criatura, ni siquiera los ángeles y bienaventurados en el cielo, pueden conocer a Dios hasta agotar su infinita grandeza; sólo Dios se conoce perfectamente a sí mismo. Para el hombre, incapaz de conocer a Dios como es, es un gozo inmenso contemplar la sabiduría divina que penetra todos los misterios divinos, y un consuelo invocarla para que sea nuestra verdadera luz. “Señor de la misericordia… dame la sabiduría… Ella me guiará y me protegerá… Y ¿quién hubiera conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu Espíritu Santo?” (Sb 9, 1-11.17). La sabiduría divina lo ve todo; “todo lo sabe y todo lo entiende” (Sb 7, 23; 9, 11). Ningún error cabe en ella que “jamás pierde su brillo” (Sb 6, 12). Nada le puede ser oculto, porque, habiendo creado todas las cosas, las conoce hasta en su más íntima esencia; nada nuevo tiene que aprender, puesto que todo lo ve desde la eternidad en un eterno presente y nada escapa a su luz penetrante. “Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados” (Mt 10, 30). Dios nos conoce mucho mejor de lo que nosotros mismos nos conocemos; los movimientos más secretos de nuestro corazón, aun los que escapan a nuestra percepción, le son perfectamente manifiestos. Pidámosle que nos conceda conocernos a nosotros mismos en su luz y en verdad y sabiduría eternas.

La sabiduría divina conoce todas las cosas en Dios y en relación a él que es la causa primera. Ve todas las cosas dependientes de Dios y ordenadas por él para su gloria; por eso no las juzga según sus apariencias exteriores, sino según el valor y el significado que tienen delante de Dios. Los juicios de la sabiduría divina están, pues, infinitamente distantes de nuestros estrechos juicios humanos que se detienen en a pura materialidad de las cosas. “Cuanto aventajan los cielos a la tierra –dice el Señor–, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros” (Is 55, 9). Y San Pablo exclama: “¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! (Rm 11, 33).

Conocer las cosas en relación a Dios, estimarlas según el valor que tienen a sus ojos, ésa es la verdadera sabiduría que sólo Dios puede dar, porque “toda sabiduría viene del Señor” (Ecli 1,1). Juzgar las criaturas y los acontecimientos desde un punto de vista puramente humano, a base del gozo o del disgusto que nos proporcionan, “es locura delante de Dios” (1 Cr 3, 19), porque de ese modo se valoran las cosas en relación al hombre y no en relación a Dios, y se las ve según su apariencia y no según su realidad. Sólo acostumbrándonos a traspasar la apariencia de las cosas podrá descubrir el hombre a la luz de la fe el significado y el valor que tienen delante de Dios. Entonces comprenderá cómo todo lo que el mundo tiene en gran consideración –ingenio, éxito, estima de las criatura, etc.– es nada a la luz de la sabiduría divina, a cuyo juicio el menor grado de gracia vale más que todas las perfecciones naturales del universo. La humilde consideración de la propia ignorancia ha de hacerte sentir la necesidad de pedir a Dios la sabiduría… La sabiduría todo lo renueva… entra en las almas santas y forma en ellas amigos de Dios; porque Dios no ama sino a quien vive con la sabiduría.

¡Oh sabiduría divina!, eres un hálito del poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Omnipotente, por lo que nada manchado llega a alcanzarte. Eres un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad de Dios, una imagen de su bondad. Aun siendo sola, lo puedes todo; sin salir de ti misma, todo lo renuevas; en todas las edades entras en las almas santas y formas en ellas amigos de Dios y profetas, porque dios no ama sino al que vive con la sabiduría… ¡Oh Señor!, contigo está la sabiduría que conoce tus obras, que estaba presente cuando hacías el mundo, que sabe lo que es agradable a tus ojos, y lo que es conforme a tus mandamientos. Envíala de los cielos santos, mándala de tu trono de gloria para que a mi lado participe en mis trabajos y sepa yo lo que a ti te agrada, pues ella todo lo sabe y todo lo entiende. Ella me guiará prudentemente en mis empresas y me protegerá con su gloria. Entonces mis obras te serán agradables… (Sabiduría 7, 25-28; 9, 1-6)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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