jueves, 11 de julio de 2013

Pequeñas Semillitas 2080

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2080 ~ Jueves 11 de Julio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Agradeciendo a Dios, Señor nuestro, por su infinita bondad y a la Santísima Virgen de Lourdes, a San José y al ya santo Juan Pablo II, que son los que me sostienen día a día, estamos hoy cumpliendo años con "Pequeñas Semillitas" ya que su primera publicación se produjo el día martes 11 de julio de 2006, enviada ese día a sólo 45 personas, que con el paso del tiempo se han multiplicado hasta ser hoy miles y miles que las reciben cada día por correo electrónico, a lo que se suma el blog de internet, el Facebook y el Twitter, como medios que el Señor pone a nuestro alcance para difundir Su Palabra.
Sabemos bien que todos los cristianos, por el bautismo, fuimos hechos discípulos del Señor, y como tales tenemos la hermosa misión -y a la vez grande tarea- de difundir el Evangelio con los medios que tengamos y en los lugares donde nos sea posible. Y debemos ver que hoy es bastante más fácil ser discípulos, comparando con los tiempos de Jesús, ya que disponemos de medios masivos y extraordinarios de comunicación, como internet, que nos permiten llegar a miles de personas en todos los rincones de mundo.
El Papa Francisco nos pide que vayamos hacia las periferias llevando con humildad la Palabra de Dios. El apóstol San Pablo escribió a los Corintios: “Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe; y ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Cor 9, 16). Todo cristiano que tiene el privilegio de haber recibido el Evangelio, tiene que sentirse responsable de él frente a los que no tienen ese don y hacer lo posible por comunicárselo. El que está ya en órbita de salvación no puede mirar con indiferencia a los que están fuera de ella; a él le incumbe el deber de arrastrar el mayor número posible de hermanos en ese camino hacia el Reino de Jesús.
Y esa es la razón de ser de “Pequeñas Semillitas”: ayudar a sembrar la Palabra desde la mayor humildad, recordando siempre que el “dueño” de la misma es Dios. “Yo planté, Apolo regó; mas fue Dios quien dio el crecimiento” (1 Cr 3, 5-7). El apostolado no es obra humana sino obra divina a la que el apóstol presta su colaboración como humilde instrumento. El apóstol está con Jesús en las cosas del Padre (Lc 2, 49) y trabaja con él en la difusión del Reino.
Por la gracia de Dios, seguimos pues sembrando con humildad, alegría y entusiasmo…!!!

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento. En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad».
(Mt 10,7-15)

Comentario
Hoy, hasta lo imprevisto queremos tenerlo previsto. Hoy triunfan los servicios a domicilio. Y si hoy hablamos tanto de paz, quizá es porque estamos muy necesitados de ella. El Hoy del Evangelio toca de lleno estos distintos “hoy”. Vayamos por partes.
Queremos prever hasta lo imprevisible: pronto haremos un seguro por si el seguro nos falla. O cuando uno compra unos pantalones, ¡el dependiente nos ofrece el modelo con manchas o descoloridos incluidos! El Evangelio de hoy, con la invitación a ir desprovistos de equipaje («No os procuréis oro ni plata...»), nos invita a la confianza, a la disponibilidad. Pero alerta, ¡esto no es dejadez! Tampoco improvisación. Vivir esta realidad sólo es posible cuando nuestra vida está enraizada en lo fundamental: en la persona de Cristo. Como decía el Papa Juan Pablo II, «es necesario respetar un principio esencial de la visión cristiana de la vida: la primacía de la gracia (...). No se ha de olvidar que, sin Cristo, ‘no podemos hacer nada’ (cf. Jn 15,5)».
También es cierto que proliferan los servicios a domicilio: nada de catering; ahora te hacen la tortilla de patatas en casa. Sirve de icono de una sociedad donde las personas tendemos fácilmente a ir a la nuestra, a organizarnos la vida prescindiendo de los demás. Hoy Jesús nos dice «id»; salid. Esto es, tened en cuenta aquellos que tenéis a vuestro lado. Tengámoslos, pues, realmente en cuenta, abiertos a sus necesidades.
¡Vacaciones, un paisaje tranquilo..., ¿son sinónimos de paz? Parece que tenemos motivos serios para dudar de ello. Quizá muchas veces son un letargo de las zozobras interiores; éstas, más adelante, volverán a despertar. Los cristianos sabemos que somos portadores de paz, es más, que esta paz impregna todo nuestro ser —también cuando a nuestro alrededor encontramos un ambiente hostil— en la medida que seguimos de cerca de Jesús.
¡Dejémonos tocar, pues, por la fuerza del Hoy de Cristo! Y..., «quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo» (Juan Pablo II).
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Benito
Abad, Patrón de Europa
Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio y escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado «Patriarca de los monjes de Occidente». Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo. († 547)

Información amplia: hacer clic acá.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

El sentido de la vida

La vida es nuestro máximo valor y, a la vez, nuestro máximo problema. Tememos perderla; nos angustia la muerte física. Pero hay otra muerte más sutil que nos envuelve: no encontrarle sentido a la vida. ¿Es exagerado decir que el hombre de hoy ya no sabe a dónde va ni para qué vive? Vive nadando entre el placer y la comodidad... pero insatisfecho: no experimenta la alegría de vivir.

Santa Paula tuvo en Roma una juventud rodeada de lujos. Se casó muy bien. Continuó en el matrimonio aquella vida de esplendor y bienestar. Sentía asco de los pobres. Pero, un día, entró también en su palacio la tristeza y el luto. Paula perdió a su marido. Pasó varios días encerrada en su dolor. Cuando dejó su retiro, estaba transformada. Había encontrado a Cristo. Reapareció vestida con sencillez. Las puertas del palacio se abrieron a todos los pobres y enfermos. Andaba presurosa por Roma, en dirección al barrio de los pobres. Lavaba a los enfermos sus heridas purulentas. A los niños les limpiaba las cabezas llenas de parásitos. Antes de morir dejó, por testamento, todos sus bienes a los pobres.

El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás encuentra su madurez y plenitud. “Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada”.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

"Para mí hay tres palabras que definen a las personas y constituyen un compendio de actitudes —dicho sea de paso, no sé si yo las tengo— y que son: permiso, gracias y perdón. La persona que no sabe pedir permiso atropella, va adelante con lo suyo sin importarle los demás, como si los otros no existieran. En cambio, el que pide permiso es más humilde, más sociable, más integrador. ¿Qué decir del que nunca pronuncia “gracias” o que en su corazón siente que no tiene nada que agradecer a nadie? Hay un refrán español que es bien elocuente: “el bien nacido es agradecido”. Es que la gratitud es una flor que florece en almas nobles. Y, finalmente, hay gente que considera que no tiene que pedir perdón por nada. Ellos sufren el peor de los pecados: la soberbia. E insisto, sólo aquel que tuvo la necesidad de pedir perdón y experimentó el perdón, puede perdonar. Por eso, a los que no dicen estas tres palabras les falta algo en su existencia. Fueron podados antes de tiempo o mal podados por la vida"
Papa Francisco

Historias:
Sembrador celestial
Dos amigos no se veían desde hacía mucho tiempo. Uno de ellos vivía fuera de la ciudad, se dedicaba a labrar la tierra, su pasión era sembrar y cultivar el campo; su nombre era Alfonso.

En cambio Joel vivía en la ciudad, era un prominente hombre de negocios, se podría decir que era un próspero empresario. Además, era un católico que amaba a Jesús, asistía a misa y leía la Biblia.

Joel, cansado de la vida de la ciudad, decide ir a visitar a su gran amigo Alfonso, pues hacía 6 años que no lo veía. Así pues, una mañana calurosa, acompañado de su familia, emprende el viaje rumbo al campo donde se encontraría con Alfonso. El reencuentro de los dos amigos fue muy emotivo, pues ambos se tenían un gran aprecio. Pasaron todo el día dialogando acerca de lo que habían hecho durante los años que no se veían.

En un momento de esos, Joel, mirando hacia el Norte y descubriendo unos inmensos cultivos de maíz, pregunta a su amigo:
-Oye, ¡qué gran sembradío de maíz! ¿Son tuyos?

Alfonso responde con mucho orgullo, reflejado en su rostro:
-¡Sí!  Son míos. Todo ese sembradío que ves hacia el Norte es mío.

Luego Joel da la vuelta hacia el Sur y se encuentra con una maravilla de cultivos de trigo.
-Y ese trigo sembrado en todo el Sur, ¿de quién es?

Responde Alfonso:
-Todo ese trigo que ves sembrado hacia el Sur también es mío.

Continúan caminando y llegan a un floreciente cultivo de soya que se extendía hacia el Oeste. Antes que pregunte Joel, Alfonso le dice:
-También son míos.

Siguen su paseo recorriendo los sembradíos y llegan a un cultivo de hortalizas. Joel maravillado pregunta nuevamente:
-No me digas que todo eso también es tuyo.
-¡Por supuesto que sí! También es mío, -replica Alfonso.

-Hummm… o sea que tú tienes sembradíos por todas partes: Tú has sembrado en el Sur, en el Norte, hacia el Este y también al Oeste... ¡Guauuu!  ¡Qué maravillas, por todas partes has sembrado! No lo puedo creer. Quizás debe haber algún lugar donde tú no hayas sembrado.

Alfonso, nuevamente con orgullo, afirma:
-Ese soy yo, un sembrador empedernido...

De pronto Joel, mirando hacia el Cielo, se le ocurre hacerle la última pregunta a su amigo y le dice:
-Estimado amigo Alfonso, y allá arriba, en el cielo, ¿tienes algo sembrado…?
Fragmento de Adhermar Cuéllar

Necesitamos tu colaboración
Este esfuerzo personal que significa publicar “Pequeñas Semillitas” todos los días para muchos miles de personas en todo el mundo en forma gratuita, difundiendo la Palabra de Jesús por correo electrónico, blog de internet, Facebook y Twitter, sólo puede mantenerse gracias a la colaboración económica voluntaria de los lectores, pues esta evangelización no recibe ningún aporte de “sponsors”, ni subsidios, ni otras ayudas materiales de nadie.

Si estás dispuesto a ser partícipe de esta tarea de difundir la Buena Nueva, a la que todos los católicos estamos llamados por estar bautizados, y quieres colaborar con “Pequeñas Semillitas” te pido que te pongas en contacto conmigo escribiéndome a: feluzul@gmail.com y recibirás los datos necesarios para hacerlo vía depósito/transferencia a través del Banco Santander Río si vives en Argentina; o mediante Western Union si vives fuera de Argentina.

En ocasión de haber hecho el último pedido (mayo 2013), numerosas personas escribieron prometiendo colaborar... pero solo muy poquitas lo hicieron. Por eso reiteramos este llamado.

Muchas gracias por permitir que la siembra continúe...

Felipe

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por dos personas de Argentina: Gastón, de Coronel Suárez, Buenos Aires, que será operado mañana de un tumor en los intestinos; y Dora, de Bahía Blanca, que está luchando también contra un cáncer muy agresivo de hígado y páncreas. Que la Virgen de Lourdes fortalezca a ambos e interceda por ellos ante Jesús para conseguir sus gracias de sanación.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Eduardo M. G., de Colombia, que ha sido llamado por el Padre celestial. También rezamos para que su familia, en especial su hijo Luis Alberto, serenen su tristeza y confíen en a resurrección final que Jesús nos ha prometido.

Pedimos oración por Trini, de Bogotá, Colombia, que ha estado afectada de laringofaringitis; por sus hijos Carlos y María Paula que son estudiantes de la Universidad Nuestra Señora del Rosario; y por su esposo Carlos que es docente de un colegio universitario. Que la Santísima Virgen los proteja a todos con su amor y los libre de todo mal.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Pedro Oscar Riganti que falleció el 10 de julio de 2012. Concédele, Señor, el descanso eterno y que lo ilumine Tu luz perpetua.

Pedimos oración por el niño Pablito, de la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, hijo de un querido matrimonio amigo de esta página: Exequiel y Pamela. El niño ha tenido un episodio convulsivo, aparentemente de origen febril. Lo encomendamos a Jesús, el Buen Pastor, para que lo cuide como a su ovejita más amada.

Pedimos oración por dos personas de ciudad de Guatemala: Víctor Manuel C., que se encuentra ahora hospitalizado por una rara enfermedad neuro-muscular que lo tiene inmovilizado; y por Lissett G., para que la Virgencita la asista después de haber sido operada de hernia. Oramos por ambas personas para que sean llenas del Espíritu Santo. 

Pedimos oración por el Padre Oscar Del Busto Velasquez, de Toledo, España, que hace varios días está muy enfermo y ha pedido que recemos por él, que está atravesando una prueba purificadora, para que el Señor, en su infinita misericordia, le permita recuperarse lo suficiente como para seguir ejerciendo su ministerio sacerdotal por lo que le quiera dar de vida. 

Pedimos oración por estas personas de Córdoba, Argentina: Amalia C., afectada de hipertensión arterial; Miguel G., con cáncer y quimioterapia; y Cristina L., en tratamiento de radioterapia. Que Dios Misericordioso les conceda la gracia de poder superar estos problemas.

Pido una oración por la salud física y espiritual de mi hijo Franco, que hoy cumple años.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

 “Intimidad Divina”

La bondad se da

El bien no se encierra en sí mismo; cuanto más lo es, más tiende a difundirse. Dios, Bien supremo, es el bien más expansivo. Dios se derrama ante todo en sí mismo, en el seno de la Santísima Trinidad: el Padre comunica al Hijo toda su divinidad, esencia, vida, bondad y beatitud divina; el Padre y el Hijo juntos las comunican al Espíritu Santo. Justamente en esta comunicación esencial, total, incesante y absoluta consiste la vida íntima de Dios, el misterio de la Santísima Trinidad: es la realización suprema del axioma: “bonum dffusivum sui”, el bien expansivo. Pero la bondad infinita quiere derramarse también fuera de sí, por eso Dios llama a la existencia un número incontable de seres a los que comunica de modo y en grado diferentes algo de su bondad. Dios no crea porque necesite de sus criaturas, pues no pueden añadirle nada a su bienaventuranza y gloria esencia. “Nada le ha sido añadido ni quitado!” (Ecli 42, 21); no necesita de nada ni de nadie. Dios en la creación “únicamente intenta comunicar su perfección, que es su bondad… Es la liberalidad misma, puesto que nada hace por su utilidad, sino sólo por sola bondad” (S.T. 1, 44, 4). La bondad de Dios es la razón de nuestro ser y de nuestra vida; al crearnos, ha impreso en nosotros su huella, que nos envuelve siempre y nos penetra sin cesar. Examinemos nuestro corazón para ver si conserva la impronta de la bondad divina.

La bondad del señor es tan gratuita, que se comunica a las criaturas sin que ellas lo merezcan; es tan liberal, que les sale al paso y no deja de volcar en ellas sus bienes aun cuando, abusando de su libertad se muestren indignas. Dios estaría en todo su derecho si privase a los pecadores de la vida y de todos los bienes, pero su bondad infinita prefiere responder con nuevos dones y nuevas pruebas de benevolencia y así dice: “Yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva” (Ez 33, 11). Y el libro de la Sabiduría proclama: “Tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida” (11, 26). El que contempla la propia bondad a la luz de Dios, descubre fácilmente que es muy mezquina, rastrera, calculadora e interesada. ¡Cuántas veces los cristianos somos semejantes a los paganos de que habla el Evangelio, los cuales aman sólo a los que le aman! (Mt 5, 46).

Somos buenos con quienes usan de bondad con nosotros, hacemos servicios a los que nos lo pagan; pero muchas veces somos duros y avaros de nuestros servicios con aquellos de quienes no podemos esperar recompensa. ¿No nos acaece ser dulces y benévolos con quien nos aprueba, y ásperos y rigurosos con quien nos contraría? Frente a frialdades, ingratitudes, ofensas y acaso tal vez indelicadezas insignificantes, nuestra bondad queda bloqueada, se cierra en sí misma y ya no somos capaces de reaccionar con benevolencia. Véase pues, la distancia infinita que hay de la bondad del hombre a la bondad de Dios, y cuán necesario es meditar en la bondad del Padre celestial: “Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos” (ib 44-45).

¡Oh inestimable, dulcísima caridad!, ¿quién no se enciende con tanto amor?, ¿qué corazón podrá resistir sin desfallecer? Tú, abismo de caridad, parece que enloqueces por tus criaturas como si no pudieses vivir sin ellas, siendo así que tú eres nuestro Dios que nada necesitas de nosotros. Nuestro bien nada añade a tu grandeza, porque eres inmutable; con nuestro mal no te viene ningún daño, pues eres la suma y eterna bondad. ¿Quién te mueve, pues, a tanta misericordia? Sólo el amor, y no porque nos debas algo o tengas necesidad de nosotros, pues nosotros somos reos y malvados deudores. ¿Y seré yo la miserable criatura que pueda resistir a las gracias y a la encendida caridad que has demostrado, y al encendido amor que en particular me demuestras, además de la caridad que tienes para con todas las criaturas? No. Solamente tú, dulcísimo y amoroso Padre, sabrás agradecer por mí, es decir, que el afecto de tu misma caridad te dará las gracias, porque yo soy la que no soy. Y si yo dijere ser algo por mí misma, mentiría… Tú solo eres el que es, y el ser y toda gracia añadida a mi ser, procede de ti, que me lo diste y me lo das por amor, sin que tenga yo a ella ningún derecho. (Santa Catalina de Siena, Diálogo)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.