PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1961 ~ Viernes
22 de Febrero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Jesús le respondió: “¡Dichoso
tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y
hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la
derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra
quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el
cielo”
Te entrego mi vida Señor, tú puedes renovarla con tu
gracia para que te agrade más. Impúlsame con tu poder Señor, y no dejes que
caiga en la mediocridad, que me conformo solo con no matar y no sea capaz de vivir
como hermano de todos.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de
Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es
el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que
Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios vivo».
Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón,
hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la
tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos».
(Mt 16,13-19)
Comentario
Hoy celebramos la Cátedra de san Pedro. Desde el siglo
IV, con esta celebración se quiere destacar el hecho de que —como un don de
Jesucristo para nosotros— el edificio de su Iglesia se apoya sobre el Príncipe
de los Apóstoles, quien goza de una ayuda divina peculiar para realizar esa
misión. Así lo manifestó el Señor en Cesarea de Filipo: «Yo te digo que tú eres
Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18). En efecto, «es
escogido sólo Pedro para ser antepuesto a la vocación de todas las naciones, a
todos los Apóstoles y a todos los padres de la Iglesia» (San León Magno).
Desde su inicio, la Iglesia se ha beneficiado del
ministerio petrino de manera que san Pedro y sus sucesores han presidido la
caridad, han sido fuente de unidad y, muy especialmente, han tenido la misión
de confirmar en la verdad a sus hermanos.
Jesús, una vez resucitado, confirmó esta misión a Simón
Pedro. Él, que profundamente arrepentido ya había llorado su triple negación
ante Jesús, ahora hace una triple manifestación de amor: «Señor, tú lo sabes
todo, tú sabes que te amo» (Jn 21,17). Entonces, el Apóstol vio con consuelo
cómo Jesucristo no se desdijo de él y, por tres veces, lo confirmó en el
ministerio que antes le había sido anunciado: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21,16.17).
Esta potestad no es por mérito propio, como tampoco lo
fue la declaración de fe de Simón en Cesarea: «No te ha revelado esto la carne
ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos» (Mt 16,17). Sí, se trata de
una autoridad con potestad suprema recibida para servir. Es por esto que el
Romano Pontífice, cuando firma sus escritos, lo hace con el siguiente título
honorífico: Servus servorum Dei.
Se trata, por tanto, de un poder para servir la causa de
la unidad fundamentada sobre la verdad. Hagamos el propósito de rezar por el
Sucesor de Pedro, de prestar atento obsequio a sus palabras y de agradecer a
Dios este gran regalo.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
La Cátedra del Apóstol San
Pedro
Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro,
una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde
homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.
La palabra "cátedra" significa asiento o trono
y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono
desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento
o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su
diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.
Hace no muchos años, antes de rezar el Ángelus en este
día, el Papa Juan Pablo II recordó que "la festividad litúrgica de la
Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe
de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En
esto consiste el ´ministerium petrinum´,
ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el
pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas
humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad
eclesial". "Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de
culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades
de fe y de moral transmitidas por los apóstoles".
La cátedra es en realidad el trono que Carlos el Calvo
regaló al papa Juan VIII y en el que fue coronado emperador el día de Navidad
del año 875. Carlos el Calvo era nieto de Carlomagno. Durante muchos años la
silla fue utilizada por el papa y sus sucesores durante las ceremonias
litúrgicas, hasta que fue incorporada al Altar de la Cátedra de Bernini en
1666.
Tradiciones, leyendas y creencias afirmaron durante
muchos años que la silla era doble y que algunas partes se remontaban a los
primeros días de la era cristiana e incluso que la utilizó San Pedro en
persona. La silla ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los siglos
y la última vez que fue extraída del nicho que ocupa en el altar de Bernini fue
durante un período de seis años, entre 1968 y 1974. Los análisis efectuados en
aquella ocasión apuntaban a que se trataba de una sola silla cuyas partes más
antiguas eran del siglo VI. Lo que se había tomado por una segunda silla era en
realidad una cubierta que servía tanto para proteger el trono como para llevarlo
en procesión.
Todos los años en esta fecha, el altar monumental que
acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de
velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer,
concluyendo con la misa del Capítulo de San Pedro.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Con entrega, Señor…
Te ofrezco unos
versos inspirados, en los que se elogia a la Palabra de Dios, que es para el
creyente luz, fuente de vida, pan reparador, himno de amor…
Con entrega Señor, a ti venimos, escuchar tu
palabra deseamos;
que tu espíritu ponga en nuestros labios la
alabanza al Padre de los cielos.
Se convierta en nosotros la palabra en la luz
que a los hombres ilumina,
en la fuente que salta hasta la vida, en el
pan que repara nuestras fuerzas;
en el himno de amor y de alabanza que se
canta en el cielo eternamente,
y en la carne de Cristo se hizo canto de la
tierra y del cielo juntamente.
Esta oración te
ayude a comenzar una jornada especial, en la que los valores de la fe cristiana
impregnen tus pensamientos y acciones, tus sentimientos y palabras,
desparramando a tu alrededor el buen perfume de Cristo, el Señor.
Padre Natalio
La frase de hoy
"Acoge benignamente, oh Pedro, buen pastor, los
deseos de los que te suplican, y desata los lazos del pecado con esa potestad
que recibiste, mediante la cual, en virtud de la palabra, abres o cierras a los
fieles las puertas del cielo"
Liturgia de las Horas
Temas Médicos:
Educación y deseducación
sexual
Es posible explicar lo que es el sexo de muchas maneras.
Una, por desgracia, aparece cuando menos lo esperamos en un programa de
televisión. Otra puede ser ofrecida en una escuela, bajo las indicaciones de la
Secretaría de Educación. Otra, puede darse en casa, por los papás o los
hermanos mayores. Otra, se puede recibir en la calle, entre los amigos...
Desde luego, hablar de "educación sexual"
implica algo más que explicar lo que es el sexo. Con un poco de sentido común
podemos comprender cómo el misterio de la vida, en muchas especies animales y
también en muchas plantas, se transmite gracias al intercambio de cromosomas
que vienen del padre y de la madre. Pero el hombre es capaz de descubrir otra
dimensión de la sexualidad: la de una plenitud, la de un gozo intenso, la de
una continuación del amor. Esta segunda dimensión, por desgracia, puede
degenerar en búsqueda egoísta de placer, y entonces el sexo se convierte en
algo parecido a la droga o al alcohol.
Para algunos parece que "educación sexual"
significa precisamente eso: "disfruta, pero ten cuidado, no sea que tu
compañera quede embarazada". "Disfruta, pero mira que, por ser mujer,
puedes verte, por sorpresa, esperando un niño". El así llamado "sexo
seguro" pretende ser un método para que no se inicie una nueva vida y para
que tampoco ni el chico ni la chica (ni el señor ni la señora) puedan contraer
alguna enfermedad de origen sexual, como el sida.
De este modo, consideramos que nuestros jóvenes (o que
algunos adultos) no son capaces de controlarse, de disfrutar a pesar de los
muchos riesgos que esto implica, de lanzarse a la aventura del "don
Juan" sin pensar en lo que luego pueda ocurrir. La difusión del
preservativo, o los programas de ventas de píldoras anticonceptivas o
abortivas, demuestran para algunos los demás son incapaces de vivir su
sexualidad de otra manera. Que el sexo, como todo lo humano, puede vivirse
"con altura", desde un compromiso serio y sincero como puede serlo el
matrimonio entre el hombre y la mujer que se aman de veras, sin egoísmos ni
trampas engañosas.
Por lo mismo, se hace urgente iniciar un nuevo tipo de
educación sexual. El presupuesto de partida no puede ser otro que este: cada
hombre y cada mujer puede ordenar y controlar sus propios actos por fines y
amores más elevados que los simples instintos del placer y del miedo. Cada
hombre y cada mujer están llamados a vivir el amor con responsabilidad, y esta
responsabilidad también debe darse cuando se unen sexualmente dentro del
matrimonio, en el marco del mutuo respeto y del amor generoso. Cualquier otro
tipo de relación sexual lleva a dos callejones que no son dignos del hombre: o
se inventan trucos para evitar un hijo no esperado ni deseado (incluso con su
asesinato por medio del aborto), o se trae a este mundo a un nuevo ser humano
en condiciones injustas y peligrosas, como son la falta de unos padres que
vivan unidos con un amor verdadero y comprometido.
Un programa de educación sexual que no crea que los
jóvenes son capaces de vivir sin relaciones sexuales antes del matrimonio es un
programa que desprecia a nuestros hijos, y que también dice mucho de nosotros
mismos, de nuestros miedos y egoísmos. Si realmente hay quien cree que un joven
es incapaz de la castidad, también, en el fondo, lo considerará incapaz de
vivir a fondo un compromiso serio y sincero ante la otra o el otro, ante la
sociedad entera... O, de otra forma, si quienes promueven el preservativo creen
(y estamos seguro que lo creen) que un chico o una chica son capaces de ser "prudentes"
a la hora de tener una relación sexual, ¿por qué no se lanzan a proponerles
metas más elevadas y más hermosas, como son el poder llegar al matrimonio
habiendo logrado el mayor respeto recíproco, sin cometer actos sexuales
prematuros e incoherentes con un amor pleno y plenificante?
Vivimos en un mundo en el que los ideales de otras
generaciones nos parecen inalcanzables. No nos damos cuenta de que, de este
modo, quizá un día las próximas generaciones se rían de nosotros porque
defendimos valores como la tolerancia, el respeto, la justicia, "ideales
inalcanzables" según ellos... El hombre puede lograr mucho más de lo que
puede imaginarse él y de lo que puedan decir los demás. Tal vez nos hemos
acostumbrado a ver lo contrario: el descenso de quien se deja llevar por su
cuerpo y va de flor en flor en busca de nuevas experiencias y aventuras
placenteras. Pero eso no puede dar como resultado un buen ciudadano, ni un
futuro esposo o esposa fiel, ni un padre o una madre de familia capaz de dar
algo que valga la pena a sus hijos.
Es urgente promover una educación sexual que enseñe el
respeto, el autocontrol, el aprecio por los demás, y la capacidad de darse
"hasta la muerte" que deseamos a todos los que se acercan al
matrimonio. Quizá habrá que empezar, por lo tanto, una auténtica y genuina
formación sexual en familia, pues es allí donde los hijos pueden descubrir un
modelo de amor generoso y fiel. Siempre es tiempo para dar ese ejemplo. Y nunca
nos arrepentiremos de haberlo dado.
Fernando Pascual, L.C.
AutoresCatolicos.org
Cuaresma día por día:
Día 10°. Viernes primero
Rezaba por los
secuestradores.
El 12 de abril de 1993 secuestran a una joven madrileña,
Anabel Segura, mientras hace footing cerca de su casa. Después de dos años de
secuestro encontraron su cuerpo ya sin vida. Su padre, José, es un ejemplo como
persona y como cristiano. Transcribo unas preguntas de una entrevista que le
hacen en Mundo Cristiano:
- Dos años y medio: ¿en qué es distinto ahora don José
Segura, el padre de Anabel?
- En la fe, sin duda.
- Pero esa fe, a mí me parece que no es de ahora.
- No, desde luego. A nosotros nos viene de familia, pero
se hace más profunda; situaciones como ésta te sirven para acercarte más.
Lógicamente hay momentos de duda, o mejor de desconcierto: ¿cómo puede Dios
permitir algunas cosas? Pero uno, en el fondo de su alma, sabe que Dios sabe
más.
- ¿Y nunca la rebelión? ¿Puede uno no rebelarse?
- Mi experiencia es que se puede: no sé cómo, pero con la
ayuda de Dios, yo he podido no rebelarme.
- ¿Pero el odio? ¿Se puede sin ser un héroe vencer al
odio?
- Odio no hemos tenido nunca. Me lo preguntaba un
periodista en los primeros días, en esta misma sala, cuando los ánimos estaban
más alterados, y le tuve que dar la misma respuesta. A usted quizá se lo puedo
explicar más y sé que me entenderá: desde el principio he pedido al Señor por
Anabel y por sus secuestradores, unas veces antes por Anabel y otras veces
antes por ellos, por si Dios les tocaba el corazón. Desde el principio. Lógicamente,
en la sociedad española hay unas reglas de juego, unas normas y unas leyes y
según esas leyes tendrán que ser juzgados. Odio no. Pienso que si su mente
funciona bien, estarán sufriendo ahora tanto como sufro yo. Por muy especiales
que sean, es imposible que estén tranquilos, que puedan dormir bien. Sobre
todo, si no pueden rezar, si no tienen confianza en alguien, si no pueden
abrirse a nadie.
Señor, creo en Ti. ¡Cómo ayudas a los tuyos para que se
comporten como lo hubieses hecho Tú! Cuando no entienda algo, que en el fondo
de mi alma sepa que Tú sabes más. Que ame y rece por los que no me quieren o
los que obran contra mi. ¡Amar al enemigo! Eso quiero. Solo podré con tu ayuda.
¡María, ayuda a tus hijos!
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has
leído. Después termina con una oración final.
P. José Pedro Manglano Castellary
Vía Crucis
Hoy viernes, invito a los lectores a rezar el Vía Crucis
como oración eficaz de preparación en esta Cuaresma. Para ello les digo que en
la página de mi Parroquia Nuestra Señora del Valle, Córdoba, Argentina, he
colocado un artículo proporcionado por el Arzobispado de Córdoba, con el rezo
del Vía Crucis contemplando las diferentes estaciones con meditaciones sobre la
vida de nuestro próximo beato, el Cura Brochero, quien identificado con Cristo
en su Pasión, siguió fielmente los pasos del Señor...
Para ingresar hay que hacer clic acá
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de
libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la
fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Irma M. B. de D., de Escobar,
Argentina, para que descanse en paz
junto a nuestro Señor Jesús y la Virgen. Que Dios la tenga en su gloria.
Pedimos oración por la familia Gómez, de Comayagua, Honduras,
para que Dios les conceda un proyecto laboral en el que puedan estar todos los
integrantes del grupo familiar, ya que están pasando dificultades económicas
graves. Rogamos la intercesión de la Inmaculada Concepción, para que el Señor
les otorgue esta gracia.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
El que crea estar
en pie
“Si el malvado se convierte de todos los pecados que ha
cometido y observa todos mis preceptos… vivirá sin duda, no morirá… Si el justo
se aparta de su justicia y comete el mal… morirá a causa de la infidelidad a
que se ha entregado y del pecado que ha cometido” (Ez 18, 21-24). Mientras se
asegura la salvación a los pecadores que se convierten, a los justos que
abandonan el camino recto se les amenaza con la perdición. Si el valor de la
conversión es tan grande como para anular todos los pecados cometidos anteriormente,
no es menor el daño de la inconstancia en el bien, ya que puede destruir toda
una ida llena de obras buenas. Nadie puede estar seguro de sí mismo. Santa
Teres de Jesús, avisando del peligro de semejante situación, escribe: “… cuando
no sintáis disgusto por una falta que hayáis cometido, temed siempre porque el
pecado, aunque sea venial se debe sentir sentir con dolor hasta lo profundo del
alma… Por amor de Dios, procurad con toda diligencia de no cometer jamás un
solo pecado venial, por pequeño que sea… ¿Qué cosa puede ser pequeña siendo
ofensa de una tan grande Majestad? (Cm 41, 3).
Son ciertamente muy diferentes los pecados veniales que
se nos escapan por fragilidad, por inadvertencia. El hombre no querría
condescender a ningún precio, pero siendo aún débil, cae cuando llega la
tentación, especialmente si ésta le ha sorprendido de una forma inesperada. Sin
embargo, apenas se da cuenta de la caída, siente un sincero dolor de la culpa,
se arrepiente de ella, pide perdón al Señor, se levanta de nuevo y reemprende
el camino. Estas caídas o pecados no perjudican gravemente, son más bien
indicio de debilidad, de inmadurez espiritual. Si además, frente a esas caídas
el hombre sabe humillarse sinceramente, puede sacar de ellas verdadero
provecho; en particular, una conciencia más profunda de la propia miseria que
le hará desconfiar totalmente de sí mismo para poner sólo en Dios toda
confianza.
Santa Teresa del Niño Jesús hablando de tales faltas se
atrevía a afirmar que “no desagradan al Señor”, porque justamente no dependen
de la mala voluntad, sino más bien de la debilidad de la naturaleza humana.
Para estar ciertos que la voluntad es buena, realmente opuesta al pecado,
existe una constatación muy sencilla indicada por Jesús, y que es al mismo tiempo
condición necesaria para que la oración sea agradable a Dios: “Si al presentar
tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo
que reprocharte, deja tu ofrenda allí, delante del altar y vete primero a
reconciliarte con tu hermano, luego vuelves y presentas tu ofrenda” (Mt 5,
23-24). Quien no procura ponerse en paz con el prójimo, no puede considerarse
libre de pecado voluntario; su amistad con Dios no es fervorosa, porque no
tiene la fuerza para cumplir este deber fundamental. El Señor no toma en serio
ciertas faltas que se escapan a nuestra fragilidad humana, pero da grande
importancia a todo aquello que hiere y rompe la paz y la armonía entre los
hermanos.
Desde lo hondo a ti
grito, Señor. Señor, escucha mi voz, estén tus oídos atentos a la voz de mi
súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de
ti procede el perdón, y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor,
espera en su Palabra. Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela a la aurora.
Aguarde Israel al Señor… porque del Señor viene la misericordia, la redención
copiosa, y él redimirá a Israel de todos los delitos. (Salmo 130).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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