sábado, 23 de febrero de 2013

Pequeñas Semillitas 1962


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1962 ~ Sábado 23 de Febrero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Yo os digo: “Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen”. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.”
Jesús, tú que eres modelo perfecto de amor que se entrega a todos y que perdona, dame la gracia de desear la perfección del amor para ser capaz de superar los rencores y los conflictos poniendo el amor sobre todo, respondiendo al mal con el bien.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial».
(Mt 5,43-48)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos exhorta al amor más perfecto. Amar es querer el bien del otro y en esto se basa nuestra realización personal. No amamos para buscar nuestro bien, sino por el bien del amado, y haciéndolo así crecemos como personas. El ser humano, afirmó el Concilio Vaticano II, «no puede encontrar su plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás». A esto se refería santa Teresa del Niño Jesús cuando pedía hacer de nuestra vida un holocausto. El amor es la vocación humana. Todo nuestro comportamiento, para ser verdaderamente humano, debe manifestar la realidad de nuestro ser, realizando la vocación al amor. Como ha escrito Juan Pablo II, «el hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente».
El amor tiene su fundamento y su plenitud en el amor de Dios en Cristo. La persona es invitada a un diálogo con Dios. Uno existe por el amor de Dios que lo creó, y por el amor de Dios que lo conserva, «y sólo puede decirse que vive en la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente este amor y se confía totalmente a su Creador» (Concilio Vaticano II): ésta es la razón más alta de su dignidad. El amor humano debe, por tanto, ser custodiado por el Amor divino, que es su fuente, en él encuentra su modelo y lo lleva a plenitud. Por todo esto, el amor, cuando es verdaderamente humano, ama con el corazón de Dios y abraza incluso a los enemigos. Si no es así, uno no ama de verdad. De aquí que la exigencia del don sincero de uno mismo devenga un precepto divino: «Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48).
Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Policarpo de Esmirna
Obispo y Mártir


San Policarpo, obispo de Esmirna, conoció de cerca al apóstol Juan y a los otros que habían vista al Señor", y fue "instruido por testigos oculares de la vida del Verbo". Por eso él se presenta a nosotros como el testigo de la vida apostólica y como el hombre de la tradición viva "siempre de acuerdo con las Escrituras". Los trozos citados pertenecen a una carta suya a los cristianos de Filipos en Macedonia, que le habían pedido alguna exhortación y la copia de eventuales cartas del santo obispo de Antioquía, Ignacio, del que él había sido amigo.

Policarpo era sobre todo un hombre de gobierno. No tenía la cualidad de escritor y pensador como San Ignacio, ni deseaba como él ser "triturado" por las fieras del circo para "llegar a Dios". Al contrario, se mantuvo escondido "a causa de la humilde desconfianza en sí mismo". Era anciano y sabía que no se podía confiar mucho en sus fuerzas. Pero cuando fue descubierto en un granero y reconducido a la ciudad, demostró la serena valentía de su fe.

Conocemos la conmovedora conclusión de su vida gracias a un documento fechado un año después del martirio de San Policarpo, que tuvo lugar el 23 de febrero del año 155. Es una carta de la "Iglesia de Dios peregrinante en Esmirna, a la Iglesia de Dios peregrinante en Filomelio y también a todas las parroquias de cualquier lugar de la Iglesia santa y católica". Es una narración muy importante bajo el aspecto histórico, hagiográfico y litúrgico. Al procónsul Stazio Quadrato, que lo exhorta a renegar de Jesús, contesta moviendo la cabeza: "Desde hace 86 años lo sirvo y nunca me ha hecho ningún mal: ¿cómo podría blasfemar de mi Rey que me ha redimido?". "Te puedo hacer quemar vivo", insiste el procónsul. Y Policarpo: "EL fuego con que me amenazas quema por un momento, después pasa; yo en cambio temo el fuego eterno de la condenación".

Mientras en el anfiteatro de Esmirna se está quemando vivo, "no como una carne que se asa, sino como un pan que se cocina", el mártir eleva al Señor una estupenda oración, breve pero intensa: "Bendito seas siempre, oh Señor; que tu nombre adorable sea glorificado por todos los siglos, por Jesucristo pontífice eterno y omnipotente, y que se te rinda todo el honor con él y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos". De improviso ese cuerpo quemado quedó reducido a cenizas. "A pesar de esto – escribe el autor de esa carta, que recomienda hacer leer a las otras Iglesias – nosotros recogimos uno que otro hueso, que conservamos como oro y piedras preciosas".

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

Pedalea

Confiar en Dios es depositar toda tu fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo. Reposar en él “como un niño en brazos de su madre”, (salmo 131).Confía sobre todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.

Aquel día estaba sentado junto a un camino que conducía a lo alto de una colina. Observé a un muchacho montado en bicicleta que se esforzaba en subir por la colina teniendo incluso el viento en contra. Evidentemente el esfuerzo que tenía que hacer era tremendo. Cuando estaba más fatigado apareció afortunadamente un ómnibus que subía la colina en la misma dirección. Su marcha no era muy acelerada y el joven pudo agarrarse con una mano de los barrotes de subida de la parte trasera del autobús. Puedes imaginarte lo que sucedió. El muchacho subió la cuesta a las mil maravillas.

Cuántas veces tú también estás pedaleando cuesta arriba contra toda clase de oposiciones y te encuentras casi extenuado por el esfuerzo. Recuerda que tienes a mano un poder disponible, la energía que te da la confianza en Dios. Ora así: “El Señor es mi fuerza y mi poder, confiaré y no temeré”. El transformará tu debilidad en fortaleza y tu cansancio en renovado vigor.

Padre Natalio


La frase de hoy

“Vuelvan a Dios, déjense reconciliar con Dios.
No endurezcan su corazón, escuchen la voz del Señor.
Hagan sitio en el corazón por medio de la oración,
la penitencia y la limosna para que venga el Señor”

Cardenal Jorge Bergoglio SJ


Tema del día:
Cuaresma, tiempo para cambiar y convertirse


Buenos Aires (AICA): 
¨La Cuaresma se nos presenta como grito de verdad y de esperanza cierta que nos viene a responder que sí, que es posible no maquillarnos y dibujar sonrisas de plástico como si nada pasara. Sí, es posible que todo sea nuevo y distinto porque Dios sigue siendo ¨rico en bondad y misericordia, siempre dispuesto a perdonar¨ y nos anima a empezar una y otra vez. Nuevamente somos invitados a emprender un camino pascual hacia la Vida, camino que incluye la cruz y la renuncia; que será incómodo pero no estéril. Somos invitados a reconocer que algo no va bien en nosotros mismos, en la sociedad o en la Iglesia, a cambiar, a dar un viraje, a convertirnos¨, aseguró el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, en su carta pastoral para este tiempo litúrgico.

También estimó que, en el marco del Año de la Fe, es también ¨la oportunidad que Dios nos regala para crecer y madurar en el encuentro con el Señor que se hace visible en el rostro sufriente de tantos chicos sin futuro, en la manos temblorosas de los ancianos olvidados y en las rodillas vacilantes de tantas familias que siguen poniéndole el pecho a la vida sin encontrar quien los sostenga¨.

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, aseguró que "poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos a tocarla y a sentirla a nuestro alrededor y en nuestra propia carne. El drama está en la calle, en el barrio, en nuestra casa y, por qué no, en nuestro corazón. Convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, aviva guerras y conflictos en tantos países del mundo. Convivimos con la envidia, el odio, la calumnia, la mundanidad en nuestro corazón".

"El sufrimiento de inocentes y pacíficos no deja de abofetearnos; el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos más frágiles no nos son tan lejanos; el imperio del dinero con sus demoníacos efectos como la droga, la corrupción, la trata de personas - incluso de niños - junto con la miseria material y moral son moneda corriente. La destrucción del trabajo digno, las emigraciones dolorosas y la falta de futuro se unen también a esta sinfonía. Nuestros errores y pecados como Iglesia tampoco quedan fuera de este gran panorama", escribió en su carta pastoral para el inicio de la Cuaresma.

"Los egoísmos más personales justificados, y no por ello más pequeños, la falta de valores éticos dentro de una sociedad que hace metástasis en las familias, en la convivencia de los barrios, pueblos y ciudades, nos hablan de nuestra limitación, de nuestra debilidad y de nuestra incapacidad para poder transformar esta lista innumerable de realidades destructoras", agregó.

El purpurado sostuvo que "la trampa de la impotencia nos lleva a pensar: ¿Tiene sentido tratar de cambiar todo esto? ¿Podemos hacer algo frente a esta situación? ¿Vale la pena intentarlo si el mundo sigue su danza carnavalesca disfrazando todo por un rato?", pero afirmó que "sin embargo, cuando se cae la máscara, aparece la verdad y, aunque para muchos suene anacrónico decirlo, vuelve a aparecer el pecado, que hiere nuestra carne con toda su fuerza destructora torciendo los destinos del mundo y de la historia".

"La Cuaresma se nos presenta como grito de verdad y de esperanza cierta que nos viene a responder que sí, que es posible no maquillarnos y dibujar sonrisas de plástico como si nada pasara. Sí, es posible que todo sea nuevo y distinto porque Dios sigue siendo "rico en bondad y misericordia, siempre dispuesto a perdonar" y nos anima a empezar una y otra vez. Hoy nuevamente somos invitados a emprender un camino pascual hacia la Vida, camino que incluye la cruz y la renuncia; que será incómodo pero no estéril. Somos invitados a reconocer que algo no va bien en nosotros mismos, en la sociedad o en la Iglesia, a cambiar, a dar un viraje, a convertirnos", subrayó.
 
Al iniciar la Cuaresma "son fuertes y desafiantes las palabras del profeta Joel: 'Rasguen el corazón, no los vestidos: conviértanse al Señor su Dios". Y enumeró:

* Rasguen el corazón y no los vestidos de una penitencia artificial sin garantías de futuro.
* Rasguen el corazón y no los vestidos de un ayuno formal y de cumplimiento que nos sigue manteniendo satisfechos.
* Rasguen el corazón y no los vestidos de una oración superficial y egoísta que no llega a las entrañas de la propia vida para dejarla tocar por Dios.
* Rasguen los corazones para decir con el salmista: "hemos pecado".
* Rasguen los corazones para que por esa hendidura podamos mirarnos de verdad.
* Rasguen los corazones, abran sus corazones, porque sólo en un corazón rasgado y abierto puede entrar el amor misericordioso del Padre que nos ama y nos sana.
* Rasguen los corazones dice el profeta, y Pablo nos pide casi de rodillas "déjense reconciliar con Dios". Cambiar el modo de vivir es el signo y fruto de este corazón desgarrado y reconciliado por un amor que nos sobrepasa.

El primado argentino recordó que este tiempo litúrgico "no es sólo para nosotros, sino también para la transformación de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra Iglesia, de nuestra Patria, del mundo entero. Son cuarenta días para que nos convirtamos hacia la santidad misma de Dios; nos convirtamos en colaboradores que recibimos la gracia y la posibilidad de reconstruir la vida humana para que todo hombre experimente la salvación que Cristo nos ganó con su muerte y resurrección".

Cardenal Jorge Bergoglio SJ


Cuaresma día por día:
Día 11º. Sábado primero


Muerte.

Tal vez hayas asistido alguna vez a la proyección de un video en casa de un amigo que quiere mostrarte lo mucho que ha disfrutado en su último viaje por el Caribe. De repente, para hacerse el gracioso, da el interruptor y la cinta se detiene; en la pantalla queda la imagen congelada en su acción: Una expresión bobalicona, un ceño fruncido, una ingenua sonrisa... Resulta cómico y todo el mundo se ríe. Sin embargo, no nos entrará la risa cuando Dios interrumpa la cinta de nuestra vida y quedemos captados para siempre en nuestra fealdad o en nuestra hermosura. Por eso debemos estar preparados, en gracia, para recibir a la muerte, que es un cambio de casa. Por eso repetía Jesús: Velad y orad, porque no sabéis el día ni la hora.

¿Eres consciente de que Jesús puede que te llame en cualquier momento? ¿Y de que vale la pena morir bien porque comparado con la tierra el cielo dura infinitamente más?

Madre mía, ayúdame a estar preparado para cuando me llame Jesús. Pero no de cualquier manera: con toda la gracia que me sea posible. Tú eres la llena de gracia, esto es, que Dios te llenaba, no había nada tuyo personal que se opusiese a Dios; Él hacía a través de ti todo lo que quería, porque le dejabas. Así quiero vivir y morir yo.

Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

P. José Pedro Manglano Castellary


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Oración por la Iglesia
Oh Espíritu Santo, Creador, Esposo de María, ten misericordia de la Iglesia Católica. Por tu Poder Celestial, hazla fuerte y segura contra los ataques de sus enemigos exteriores e interiores. Renueva en caridad y en gracia el espíritu de tus siervos, a quienes has revelado que deben glorificarte a Ti y al Padre, y a su Hijo Unigénito, Jesucristo, Nuestro Señor.
María, Virgen Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra, Tú que ves como la Fe Católica es asaltada por el diablo y el mundo, esa Fe en la cual nos proponemos, con la ayuda de Dios, vivir y morir. A Ti encomendamos nuestro firme propósito de nunca unirnos a asambleas de herejes o a sociedades secretas. Tú, Santísima Virgen Madre de Dios, ofrece a Tu Hijo Divino nuestras resoluciones y obtén de Él las gracias necesarias para que las guardemos hasta el final de nuestras vidas. Amén.
María, Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros. Amén.

Oración por los Cardenales, Obispos y Sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, Divino y Eterno Sumo Sacerdote, haz fluir las aguas vivientes de tu amor en los corazones de tus Cardenales, Obispos y Sacerdotes y transfórmalos en imágenes vivientes de Ti. Por tu Gracia, hazlos verdaderos apóstoles de tu Sagrado Corazón y aléjalos del peligro de transigir con la herejía modernista.
Salva a las almas a través de tus Cardenales, Obispos y Sacerdotes; acompáñalos a lo largo de su vida. Dales la gracia especial de llevar a los pecadores a tu Sagrado Corazón, refugio de los pecadores, para que puedan encontrar perdón y salvación.
Sagrado Corazón de Jesús, ruego por el cumplimiento de la promesa que Tú hiciste a Santa Margarita María: “Daré a los sacerdotes el don de conmover los corazones más endurecidos.” Venga Tu Reino a los corazones de los hombres por la actividad de Obispos y Sacerdotes verdaderamente santos.
Protege, Tú, oh María, Madre del Sumo Sacerdote, a todos los Cardenales, Obispos y Sacerdotes de los peligros contra sus santas vocaciones y su fe. Sea tu Inmaculado Corazón su refugio y consuelo durante las tentaciones, pruebas y soledades, para que podamos pronto ver “todo instaurado en Cristo.”
Sabemos que para combatir el terror espiritual que asalta a la Santa Madre Iglesia en nuestros tiempos, la Sabiduría Encarnada envió al Inmaculado Corazón de María a Fátima a ayudarnos, a aconsejarnos, a iluminarnos y a proteger a todos los fieles de Jesucristo, para que podamos salvar nuestra propia alma y las almas de aquellos que Dios pone en nuestro camino.
Reconocemos que la Santísima Virgen también hizo un pedido muy importante al Papa y a los Obispos para que pública y solemnemente consagren en forma específica a Rusia, el mismo día, al Inmaculado Corazón de María. Rezamos para que todos ellos reciban las gracias necesarias para cumplir pronto este deber, para que podamos alcanzar la paz mundial y la salvación de millones de almas. Amén.
Jesús, Salvador del mundo, santifica a tus sacerdotes y sagrados ministros. Danos muchos pastores según tu Corazón.
María, Reina del Clero, ruega por ellos y por nosotros; apártalos y apártanos de los errores modernos y de las herejías infiltradas en la Iglesia; danos Cardenales, Obispos y Sacerdotes santos y fieles a la doctrina de la Iglesia Católica. Amén.

Pedimos oración por la salud de María L. L., bebé de dos meses que será intervenida quirúrgicamente del páncreas; y por la salud de María Elvira M. P., a quien están haciendo estudios por fuertes dolores, aparentemente piedras en la vesícula biliar y para que el Señor provea los medios en caso que sea necesaria una operación. Ambas personas son de Guatemala.

Pedimos oración por Eva Luz O., de Guadalajara, Jalisco, México, a quien le diagnosticaron cáncer en sus pulmones. Que nuestro Señor la ilumine junto con su familia en éste tiempo de prueba y le conceda sus gracias de sanación.

Pedimos oración por Concha M., de Chiquinquira. Colombia, que el día de hoy empieza quimioterapia por  un linfoma no hodgkin en el estómago, rogando a Jesús que la acompañe, la proteja y la cure.

Seguimos orando por la completa recuperación de Victorio, de 25años de edad, padre de 2 hijos, domiciliado en Villa de Merlo, San Luis, Argentina, que tuvo un accidente y su estado llegó a ser gravísimo. Gracias a Dios y a la Santísima Virgen ya ha salido de terapia intensiva y está en vías de lenta recuperación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


El rincón de los lectores


Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.
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# Sary Lafosse - 22 de Febrero de 2013 – Lima - Perú

Soy Legionaria de María Santísima, Agente Pastoral de salud del Hospital de Enfermedades Neoplásicas y Franciscana Seglar.
Leer sus  artículos,  llenan mis días de luz y alegría, van formándome espiritualmente, sus pps muchas veces los reenvío a mis amigos, así voy compartiendo el Amor de Dios que encuentro en ellos. Gracias por su página, que Dios los bendiga por tan bella misión.
Sary ofs

# Nota del autor:
Felicitaciones Sary por tus actividades pastorales llenas de entrega y amor por el prójimo. Que el Señor te bendiga.
Felipe


“Intimidad Divina”

Obedecerás su voz

La alianza entre Israel y Yahvé [se basa en] fidelidad y obediencia por parte de Israel, cumplimiento de las promesas por parte de Dios. En virtud de la obediencia Israel será un pueblo privilegiado, consagrado, es decir perteneciente a su Dios, quien tendrá de él un cuidado especial y lo salvará. En lugar de Israel hace ya siglos entró la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, y hoy, como ayer, la condición para ser “pueblo de Dios” es la obediencia. El primer motivo de la obediencia se funda en el hecho de ser el hombre una creatura y que como tal recibe de Dios “la vida, el aliento y todas las cosas” (Ac 17, 25), por lo que de ninguna manera puede ser independiente de él… El Hijo de Dios que por amor del Padre y por la salvación de la humanidad ha obedecido hasta la muerte de cruz hizo que la obediencia del hombre no sea solamente la de la simple creatura que se somete al Creador por imposición de su mismo ser, sino obediencia de hijo inspirada en el amor.

Perfeccionando la ley antigua, Jesús ha presentado las relaciones del hombre con Dios no en cuanto creatura que depende del creador sino en cuanto hijo que mira al Padre. En el Antiguo Testamento la obediencia a la ley divina estaba dominada por la idea del señorío de Dios: “Él será tu Dios… y tú escucharás su voz”. En el Nuevo Testamento esta idea permanece inmutable ciertamente; el primer mandamiento sigue formulándose así: “Yo soy el Señor tu Dios” (Dt 5, 6); pero es completada y se carga de amor por la idea de la paternidad de Dios. En consecuencia la obediencia y la observancia de la ley toman un aspecto filial. La figura del Padre está siempre presente en las enseñanzas de Jesús: los deberes de la limosna, de la oración, del ayuno, han de ser observados bajo la mirada del Padre que ve en lo secreto (Mt 6, 1-8); las obras de los discípulos han de ser tales que hagan glorificar al Padre (Mt 5, 16).

Este sentido original sobresale especialmente en el anuncio de la original ley de la caridad: “Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial” (ib. 44-45)… La idea de la paternidad reclama inmediatamente la idea de la bondad, del amor y precisamente por esto Jesús da tanta importancia a la ley del amor, sea como respuesta al amor infinito del Padre celestial, sea como imitación de su bondad en las relaciones recíprocas. El hecho de que Dios sea Padre y el hombre su hijo no disminuye, sin embargo, el deber de la obediencia, más bien lo hace especialmente empeñativo, porque derivará no ya de un temor servil sino del amor filial. “La caridad –enseña Santo Tomás– es inconcebible sin la obediencia… Y la razón es que la amistad hace querer y no querer las mismas cosas” (S.T. 2-2, 104,3). La obediencia es el fruto del amor, de la amistad con Dios y juntamente es su testimonio práctico. Cuanto más el hombre, renunciando a su voluntad, se conforma en todo con la voluntad de Dios, más se une a él en comunión perfecta.

He aquí el único fin que han de tener todos nuestros pensamientos, todas nuestras acciones, todos nuestros deseos y todas nuestras plegarias: darte gusto a ti, ¡oh Señor! Este debe ser el camino de nuestra perfección. Seguir tu voluntad. Tú quieres que cada uno de nosotros te ame con todo su corazón… Te ama con todo el corazón quien repite sinceramente lo que te dijo el Apóstol: ¿Qué debo hacer Señor? (Act 22, 10). Señor, dame a entender qué es lo que quieres de mí, que yo quiero hacer todo lo que tú quieras. Hazme entender que cuando quiero lo que tú quieres, entonces quiero mi mayor bien, pues ciertamente tú no quieres más que lo mejor para mí… Dios mío, sé, pues, tú el único Señor de mi corazón: poséelo todo; y que mi alma sólo te ame a ti, que a ti sólo te obedezca y trate de complacer… Jesús mío, te doy enteramente mi corazón y toda mi voluntad. Un tiempo te fue rebelde, pero ahora toda te la consagro a ti… Dispón de mí y de mis cosas como te plazca; lo acepto todo y a todo me resigno. ¡Oh Amor digno de infinito amor! Tú me amaste hasta morir por mí; yo te amo con todo mi corazón, te amo más que a mí mismo, y a tus manos abandono mi alma. (San Alfonso María de Ligorio, Práctica del amor a Jesús, 13)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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