PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1957 ~ Lunes
18 de Febrero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Ante la tentación de extrañar hasta el delirio los bienes
materiales, respondamos como Jesús: “No sólo de pan vive el hombre”.
Ante la tentación de idolatrar el dinero, el placer, la
vida cómoda, encerrada en sí misma, respondamos con Jesús: “A Dios solo adorarás".
Ante la tentación de querer luchar solos, de caer en la
desesperanza, de no sentirnos hijos muy amados del Padre, respondamos con
Jesús: “No tentarás al Señor tu Dios”.
El Domingo
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando el
Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se
sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de Él todas las
naciones, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las
ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi
Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación
del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de
beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme’. Entonces los
justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de
comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te
acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y
fuimos a verte?’. Y el Rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a
unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’.
»Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque
tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era
forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en
la cárcel, y no me visitasteis’. Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿cuándo
te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel,
y no te asistimos?’. Y él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que
cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo
dejasteis de hacerlo’. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida
eterna».
(Mt 25,31-46)
Comentario
Hoy se nos recuerda el juicio final, «cuando el Hijo del
hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles» (Mt 25,31), y nos
remarca que dar de comer, beber, vestir... resultan obras de amor para un
cristiano, cuando al hacerlas se sabe ver en ellas al mismo Cristo.
Dice san Juan de la Cruz: «A la tarde te examinarán en el
amor. Aprende a amar a Dios como Dios quiere ser amado y deja tu propia
condición». No hacer una cosa que hay que hacer, en servicio de los otros hijos
de Dios y hermanos nuestros, supone dejar a Cristo sin estos detalles de amor
debido: pecados de omisión.
El Concilio Vaticano II, en la Gaudium et spes, al
explicar las exigencias de la caridad cristiana, que da sentido a la llamada
asistencia social, dice: «En nuestra época, especialmente urge la obligación de
hacernos prójimo de cualquier hombre que sea y de servirlos con afecto, ya se
trate de un anciano abandonado por todos, o de un niño nacido de ilegítima
unión que se ve expuesto a pagar sin razón el pecado que él no ha cometido, o
del hambriento que apela a nuestra conciencia trayéndonos a la memoria las
palabras del Señor: ‘Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más
pequeños, a mí me lo hicisteis’ (Mt 25,40)».
Recordemos que Cristo vive en los cristianos... y nos
dice: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).
El Concilio Lateranense IV define el juicio final como
verdad de fe: «Jesucristo ha de venir al fin del mundo, para juzgar a vivos y
muertos, y para dar a cada uno según sus obras, tanto a los reprobados como a
los elegidos (...) para recibir según sus obras, buenas o malas: aquellos con
el diablo castigo eterno, y éstos con Cristo gloria eterna».
Pidamos a María que nos ayude en las acciones servicio a
su Hijo en los hermanos.
Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)
Santoral Católico:
Santa Bernardita Soubirous
Vidente de Lourdes
El 11 de febrero, fiesta de la Santísima Virgen de
Lourdes, nos recuerda las apariciones de la Virgen a una niña de 14 años que no
sabía ni leer ni escribir, pero que rezaba todos los días el Rosario,
Bernardita Soubirous. Nació en Lourdes en 1844 de padres muy pobres. Por medio
de ella la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro, a la cual
acuden peregrinos de todo el mundo para reavivar su fe y su esperanza. Muchos
regresan de Lourdes curados también en su cuerpo. La Virgen, durante la segunda
aparición, le dijo: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el
otro”.
A pesar de haber sido dócil instrumento para extender la
devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El
día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la
Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su
celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más
insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la
paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del
sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada
para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras
del mal.
Mientras junto a la gruta de las apariciones se estaba
construyendo un grande santuario para acoger a los numerosos peregrinos y
enfermos en busca de alivio, Bernardita pareció desaparecer en la sombra. Pasó
seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers,
y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su
delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante
los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento.
Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio
providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo
hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro
del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a
permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte.
A quien la animaba le contestaba con la radiante sonrisa
de los momentos de felicidad cuando estaba a la presencia de la blanca Señora
de Lourdes: “María es tan bella que quienes la ven querrían morir para volver a
verla”. Bernardita, la humilde pastorcita que pudo contemplar con sus propios
ojos a la Virgen Inmaculada, murió el 16 de abril de 1879.
Fue beatificada el año 1935 y el Papa Pío XI la elevó al
honor de los altares el 8 de diciembre de 1933.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
El don de fortaleza
Hay en Isaías un
texto luminoso que llena de fortaleza el corazón cuando sientes la debilidad de
la condición humana: “Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas,
despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se
fatigan”, (40, 31). Aquí tienes unas palabras de animación del salmo 27, cuando
te sientas desfallecer en la lucha de la vida.
V. Espera en el Señor, sé valiente.
R. Espera en el Señor, sé valiente.
V. Ten ánimo, espera en el Señor.
R. Sé valiente.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Espera en el Señor, sé valiente.
Este responsorio
es apropiado para alentarte una y otra vez, como celestial elixir que restituye
las fuerzas agotadas y saca de algún rincón de tu interior, nuevos bríos,
nuevas ideas, nueva vida, nueva actividad…
Padre Natalio
La frase de hoy
“El ayuno y la abstinencia
frenan la inquietud del cuerpo,
frenan los deseos insaciables,
purifican y agilizan el alma,
la llevan hacia lo alto”
San Juan Crisóstomo
Tema del día:
Me han preguntado…
En diversas oportunidades, a raíz de la renuncia de
Benedicto, me han preguntado quién podrá ser el nuevo Papa.
Uno quiere creer que los futuros electores están rezando
ante la responsabilidad que les cabe en estas circunstancias.
Uno quiere creer que los futuros electores ya se
encuentran rezando para ser fieles al Espíritu Santo.
Uno quiere creer que el bien de la Iglesia ha de ser el
único objetivo.
Uno quiere creer que solamente debe ocupar el corazón de
quienes deben elegir la búsqueda de alguien capaz de, sin perder las verdades
evangélicas, ser capaz de estar en sintonía con las necesidades del hoy.
Uno quiere creer que no hay miradas buscando intereses
particulares.
Que la única mirada está puesta en Cristo y los hombres
actuales.
Que nadie piensa en el tornillo que lo aferra a algún
grado de poder.
Que nadie está interesado en prolongar determinadas
ideologías.
Que nadie busca favorecer a alguien sin mirar a Cristo.
Sí, uno quiere creer que todo lo que atañe al sucesor no
pasa por oscuras intenciones.
Sí, uno quiere creer que en estos momentos hay más
oraciones que llamadas por celular.
¡Basta de una Iglesia dividida por intereses personales!
¡Basta de una Iglesia con centros de poder alejados del
poder de Cristo!
¡Basta de una Iglesia con “personajes” aferrados al
poder!
¡Basta de una Iglesia colmada de burocracia!
¡Basta de una Iglesia ocultista y ritualista!
No, no me pregunten quien puede ser el nuevo Papa,
déjenme creer que ello responde a una acción de Dios y no de un puñado de
personas.
No me interesa mirar lo que dicen las apuestas.
No quiero creer en la deshonestidad de “los partidos
arreglados”.
No me interesa mirar lo que dicen las especulaciones.
No quiero creer que todo se limite a unas especulaciones
de poder.
No me interesa mirar las listas de los posibles
candidatos.
No quiero creer que todo sea parte de una carrera de
simpatías particulares.
No me interesa detenerme en lo que dicen las
interpretaciones de añejas profecías.
No quiero creer que la acción de Dios se conduzca por
esos parámetros.
Reafirmo mi convicción de creer en una Iglesia al
servicio de los hombres.
Reafirmo mi convicción de creer en una Iglesia portadora
de una “Buena Noticia” para todos.
Reafirmo mi convicción de creer en una Iglesia donde el
poder es un servicio a la unidad y la fidelidad evangélica.
Reafirmo mi convicción de creer en la necesidad de
cambios que nos conduzcan a una mayor sintonía con los hombres de hoy.
Reafirmo mi convicción de creer en una Iglesia plena de
creatividad y alegría porque al servicio del proyecto de Dios.
Creo en la acción de Dios por sobre las mezquindades
humanas.
Creo en la acción de Dios valiéndose de seres
imperfectos.
Creo en la acción de Dios que sabe lo que es, para todos,
lo mejor.
Por ello es que cuando me han preguntado no he tenido una
respuesta.
Mi única respuesta es una oración pobre y silenciosa por
aquellos que deben discernir.
Mi única respuesta es una oración por el bien de la
Iglesia.
Que sea blanco o de color, que sea intelectual o
pastoralista, que sea de derecha de izquierda o de centro, nada de ello me
interesa.
No quiero un futuro Papa con el que me sienta
identificado.
Quiero un futuro Papa que nos conduzca a lo mejor
sabiendo que nuestro único “lo mejor” es el Cristo de los relatos evangélicos.
No me interesa si el futuro Papa continúa por las sendas
de Juan XXIII, de Pablo VI o de Benedicto XVI.
Lo único que me interesa es que me interesa es que,
conducido por el Espíritu Santo sea decidido seguidor de la senda de
Jesucristo.
Una senda que no tiene política ni ideología sino
realización del ser humano como hijo de Dios.
P. Martín Ponce de León SDB
Cuaresma día por día:
Día 6°. Lunes Primero
A Dios le afecta
todo, porque lo ve todo.
Felipe, uno de los apóstoles, era amigo de Natanael, y le
dice a éste que quiere presentarle a Jesús, porque era el Hijo de Dios. Natanael
duda mucho que un carpintero de un pueblucho como Nazareth, pudiese ser el
Mesías. Pero Felipe se lo presenta, y con una frase de Jesús, Natanael se
convirtió. Y ésta fue la frase: “Cuando estabas debajo de la higuera, te vi”.
Algo habría hecho Natanael debajo de la higuera. No
sabemos qué. Lo había hecho a solas, algo que nadie sabía. Pero resulta que, a
pesar de haberse asegurado para estar solo, resulta que Jesús le vio. Y alguien
que ve lo que sólo yo sé y hago, ése tiene que ser Dios. Por eso le contesta
Natanael a Jesús: Tú eres el Hijo de Dios.
Esta mañana cuando te has despertado, Dios te estaba
viendo. Y lo que has pensado cuando ese amigo te ha dicho tal cosa, Dios lo ha
visto. Y eso que has guardado para que no te lo pidiesen, Dios te lo ha visto.
Y ese esfuerzo por sonreír a ése que te cae mal, Dios lo ha visto... Y como
Dios ve todo lo tuyo, todo lo tuyo le afecta.
Dios mío, que me dé cuenta de que todo el día y toda la
noche estoy en Tu presencia. ¡Cuántas alegrías puedo darte en un día! ¡Y cuánto
dolor puedo causarte también en un día! ¡Creo que me ves y que me oyes!
Gracias, y auméntame la fe.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras.
P. José Pedro Manglano Castellary
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de
libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la
fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Oriana Milagros, de 7 años, de la
provincia de Chaco, Argentina, que padece hipotonía muscular generalizada y
neuropatía sensitiva, para que bendecida por Jesús siga con su evolución
integral.
Pedimos oración por Renata A. D., quien desapareció ayer
por la mañana, es de México D.F. Esperando que aparezca bien y lo antes
posible.
Pedimos oración por Deede Delmira Q., de la provincia de
Santa Fe, Argentina, que está gravemente enferma, para que el Señor le de
alivio a ella, y fortaleza a la familia.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
No sólo de pan
Rechazando a Satanás, Jesús ha dicho: “Está escrito: no
sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mt 4, 4). Es éste un aviso particularmente oportuno para los días de Cuaresma
en que el cristiano, al mismo tiempo que mortifica su cuerpo con la abstinencia
y el ayuno, debe preocuparse de alimentar su espíritu con la palabra de Dios.
Quien vive de la Palabra y la lleva a la práctica haciendo que sus
pensamientos, deseos y acciones broten de ella, no será vencido por los asaltos
del Maligno. La escucha atenta y profunda de la Palabra ilumina el camino de la
salvación, de la santidad. “Sed santos porque yo, Yahvé, vuestro Dios, soy
santo” (Lv 19, 1). No ha sido el hombre –ni los mismos santos– quien concibió
el ideal de la santidad; ha sido Dios quien presentándoselo al hombre se lo
ofreció como una invitación, incluso como un deber. Aunque el pecado deformase
la creatura plasmada a imagen de Dios, Dios no renunció a restaurar su obra
para que pudiese ser como él la había querido: un reflejo de su santidad.
Siempre que Jesús habla de la perfección del Padre
celestial, la describe bajo el aspecto del amor, de la misericordia infinita,
invitando a los hombres a imitarla en sus relaciones mutuas: “Sed
misericordiosos como es misericordioso vuestro Padre” (Lc 6, 36). ¿Por qué se
insiste tanto en el amor al prójimo? Porque el hombre es la imagen de Dios,
responde el Antiguo Testamento. Y el Nuevo añade: porque el Hijo de Dios ha tomado
carne humana y ha llevado la fraternidad con los hombres hasta considerar como
algo propio todo lo que se hiciere a uno de ellos: “En verdad os digo que
cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo
hicisteis” (Mt 25, 40).
Esta es la razón profunda por qué Jesús ha puesto las
obras de caridad fraterna como criterio discriminativo entre los elegidos y los
réprobos. La ley del Señor es inseparable: la observancia de los deberes para
con Dios no es completa, si no se observan al mismo tiempo e integralmente los
deberes para con el prójimo. Y al revés, no puede existir amor sobrenatural y
duradero para con el prójimo si no se valora el amor a Dios y el prójimo es
amado simplemente por simpatía humana, pero no en cuanto es imagen de Dios y
hermano de Cristo. He aquí por qué la Iglesia durante la Cuaresma no pide sólo
ejercicios de oración y de penitencia, exige también obras de caridad. Las
primeras expresan más directamente el amor a Dios, y las últimas el amor hacia
el prójimo; más aún, según una antigua norma, los ahorros hechos con el ayuno,
la abstinencia u otras privaciones deben ser empleados en la ayuda a los
“hermanos que sufren pobreza y hambre” (Pablo VI, Paen. 11). Dedicarse a la
oración y desentenderse de las necesidades del prójimo, reafirmar nuestro amor
a Dios y no tender la mano a quien está en la necesidad, es deformar el
cristianismo.
¡Oh caridad, qué
buena y rica eres, qué poderosa! Quien no te posee a ti, nada posee… Tú, por
vestir al que está desnudo, estás contenta de estar desnuda. Para ti el hambre
es saciedad, si un pobre hambriento ha comido de tu pan; tu riqueza consiste en
emplear misericordiosamente todo lo que tienes. Tú eres la única que no sabe
hacerse de rogar. Socorres sin tardanza a los oprimidos, sea cual fuere la
necesidad en que se encuentran, aunque sea a costa tuya. Eres el ojo de los
ciegos, el pie de los cojos, el fidelísimo escudo de las viudas. Con los
huérfanos, cumples el deber de los padres, y mucho mejor que ellos mismos. No
tienes nunca los ojos secos, pues la misericordia y la alegría te lo impiden.
Amas a tus enemigos con tan gran amor, tan grande, que nadie podría distinguir
la diferencia que existe entre ellos y los que te son queridos. (San Zenón de
Verona).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.