PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1947 ~ Viernes
8 de Febrero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Debes pensar siempre que todo lo que quieres hacer, lo
vas a lograr. Si eres optimista tienes mucha más fuerza, porque siempre estás
pensando que puedes lograr salir adelante y así podrás ayudar a los demás para
que cambien de actitud.
Vive el hoy como si fuese el último día de tu vida.
Dedica cinco minutos de tu día para programar, planear, cristalizar tus sueños
así lograrás cosas que jamás imaginarías alcanzar. Debes tener metas a corto,
mediano y largo plazo.
Nunca jamás digas “eso no puedo hacerlo” o “no voy a ser
capaz”, ni frases similares, sin haberlo
intentado, con todo tu corazón y todas tus capacidades, más de una vez.
Si es realmente importante, no te bloquees, no te
menosprecies, no sub-utilices tus reales capacidades, persevera, insiste,
persiste, no te des por vencido, serás capaz en la medida de tu entrega. No lo
dudes.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, se había hecho notorio el nombre de
Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes. Algunos decían: «Juan el Bautista
ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas».
Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al
enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado».
Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado
en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien
Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido
tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no
podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le
protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su
cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales
de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes
y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que
quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de
mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella
le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente
adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja,
la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso
desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el
rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le
decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la
muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos,
vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.
(Mc 6,14-29)
Comentario
Hoy, en este pasaje de Marcos, se nos habla de la fama de
Jesús —conocido por sus milagros y enseñanzas—. Era tal esta fama que para
algunos se trataba del pariente y precursor de Jesús, Juan el Bautista, que
habría resucitado de entre los muertos. Y así lo quería imaginar Herodes, el
que le había hecho matar. Pero este Jesús era mucho más que los otros hombres
de Dios: más que aquel Juan; más que cualquiera de los profetas que hablaban en
nombre del Altísimo: Él era el Hijo de Dios hecho Hombre, Perfecto Dios y
perfecto Hombre. Este Jesús —presente entre nosotros—, como hombre, nos puede
comprender y, como Dios, nos puede conceder todo lo que necesitamos.
Juan, el precursor, que había sido enviado por Dios antes
que Jesús, con su martirio le precede también en su pasión y muerte. Ha sido
también una muerte injustamente infligida a un hombre santo, por parte del
tetrarca Herodes, seguramente a contrapelo, porque éste le tenía aprecio y le
escuchaba con respeto. Pero, en fin, Juan era claro y firme con el rey cuando
le reprochaba su conducta merecedora de censura, ya que no le era lícito haber
tomado a Herodías como esposa, la mujer de su hermano.
Herodes había accedido a la petición que le había hecho
la hija de Herodías, instigada por su madre, cuando, en un banquete —después de
la danza que había complacido al rey— ante los invitados juró a la bailarina
darle aquello que le pidiera. «¿Qué voy a pedir?», pregunta a la madre, que le
responde: «La cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,24). Y el reyezuelo hace
ejecutar al Bautista. Era un juramento que de ninguna manera le obligaba, ya
que era cosa mala, contra la justicia y contra la conciencia.
Una vez más, la experiencia enseña que una virtud ha de
ir unida a todas las otras, y todas han de crecer orgánicamente, como los dedos
de una mano. Y también que cuando se incurre en un vicio, viene después la
procesión de los otros.
Rev. D. Ferran BLASI i Birbe (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Jerónimo Emiliano
Patrono de los huérfanos y de
la juventud abandonada
En una época en la que la cultura era muy importante,
pero la escuela era privilegio de pocos, hubo en la Iglesia un florecimiento de
santos que se impusieron como misión la instrucción de la juventud. Entre ellos
Gaetano de Thiene, Antonio María Zacarías, Ángela de Mérici, Jerónimo Emiliano,
Felipe Neri, José Calasancio, etc.
Sabemos muy poco de los primeros años de vida de San
Jerónimo Emiliano (también Miano o Miani). Nació en Venecia en 1486, y como
todos los de familias importantes siguió la carrera militar. En 1511 cayó
prisionero en Castelnuovo mientras luchaba contra la Liga de Cambrai. Durante
su cautiverio, se dedicó a meditar sobre lo efímero del poder mundano, como le
sucedió diez años después a San Ignacio de Loyola. Inesperadamente fue liberado
un mes después, y entonces sintió viva la vocación de dedicarse al servicio de
los pobres, de los enfermos, de los jóvenes abandonados y de las mujeres “arrepentidas”.
Un campo sumamente vasto. Después de un corto “noviciado” como penitente con
Giampietro Carafa, el futuro Pablo IV, Jerónimo fue ordenado sacerdote en 1518.
Diez años después hubo una carestía tremenda en toda la
región y luego una epidemia de peste; entonces Jerónimo vendió todo lo que
tenía, incluso los muebles de casa, y se dedicó a la asistencia de los
apestados. Había que enterrar a los muertos, y lo hacía de noche. Pero, también
había que pensar en los vivos, sobre todo en los niños que habían perdido a sus
padres, y en las mujeres que por la necesidad se dedicaban a la prostitución.
Verona, Brescia, Como, Bérgamo fueron el campo de su acción bienhechora. Fue
entonces cuando en Somasca fundó la Orden de Clérigos Regulares, destinada a
ayudar a los niños huérfanos y a los pobres. Los Padres Somascos fueron quienes
realizaron el grande proyecto del fundador: la institución de escuelas
gratuitas para todos y en las que se adoptó el método revolucionario llamado
“método dialogado”.
San Jerónimo Emiliano murió sobre el surco: mientras
asistía a los enfermos de peste en Somasca, fue atacado por la misma peste y
murió entre sus hijos predilectos: los pobres y los enfermos, a quienes había
dedicado todos sus esfuerzos. Era el 8 de febrero de 1537. Fue canonizado en
1767, y en 1928 Pío XI lo nombró Patrono de los huérfanos y de la juventud
abandonada. Antes de la reforma del calendario, su fiesta se celebraba el 20 de
julio.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Ayúdame, Señor, a tranquilizarme
La paz y la
serenidad son valores importantes que debes cuidar con diligencia. Con la ayuda
del Señor, no te dejes perturbar por pequeñeces que debes despreciar y olvidar.
Desde que te levantes elige conscientemente estar sereno y tranquilo. La
persistente interiorización de estos valores producirá sus frutos.
Suaviza, Señor, los latidos de mi corazón,
apacigua mi mente. Tranquiliza mi paso apresurado dándome una visión de la
eterna trascendencia de mi tiempo. Dame, en medio de la confusión del día, la
calma de las colinas eternas. Afloja las tensiones de mis nervios y músculos
con la música del canto de los arroyos que viven en mi memoria. Ayúdame a
conocer el poder mágico y restaurador del sueño. Enséñame el arte de tomarme
vacaciones instantáneas, deteniéndome a mirar una flor, charlar con un amigo,
leer unas líneas de un buen libro. Dame calma, Señor, e inspírame para hacer
que mis raíces penetren profundamente en el suelo de los valores perdurables de
la vida y así pueda crecer hacia las estrellas de mis más altas aspiraciones.
Defiende y
cultiva la paz en tu corazón, porque es el clima indispensable para crecer en
plenitud en todas las dimensiones de tu vida. Vigila cuanto entra en tu corazón
para que no se infiltre en él el polvo de la ansiedad, el ácido de la
irritación, o el veneno del odio. Gozar de la paz profunda del alma merece
estar en permanente alerta.
Padre Natalio
La frase de hoy
“Pasaré por este mundo una sola vez.
Si hay alguna palabra bondadosa
que yo pueda pronunciar,
alguna acción noble que yo pueda efectuar…
Diga yo esa palabra AHORA,
haga yo esa acción
AHORA,
pues no pasaré más por aquí”
William C. Morris
Temas Médicos:
Lo que no te dirán sobre el
aborto
No te dirán que....
1.- El aborto
puede perjudicar tu salud.
Muchas personas creen que tener un aborto es tan fácil
como sacarse un diente. Por el contrario el aborto es un procedimiento muy
delicado que puede tener graves consecuencias. El personal encargado de ésta
práctica insiste en hacer creer que las complicaciones son pocas o que no
existen. Pero esto no es cierto. El caso es que muchas mujeres han sufrido daño
físico a causa de un aborto provocado legal.
El músculo cervical puede ser dañado, pues la cérvix es
forzosamente dilatada. Esto significa que en un embarazo futuro hay una gran
posibilidad de perder el bebé en forma de aborto espontáneo o parto prematuro.
El daño en las paredes uterinas es otra preocupación. Perforaciones del útero,
infecciones, hemorragias y coágulos de sangre son apenas unas de las pocas complicaciones
que puedes tener en un aborto provocado. Aún si tú puedes salir aparentemente
"bien" de un aborto provocado, en el futuro podrás tener problemas de
esterilidad, embarazos fuera de la matriz o frecuentes abortos espontáneos.
Algunas mujeres quedan embarazadas sólo una vez en la
vida. Quizás sea éste el único bebé que tú puedes tener. Un aborto aumenta la
posibilidad de no volver a quedar embarazada cuando desees un hijo. ¿Quieres
tomar esa clase de riesgo?
No te dirán que....
2.- El aborto deja
cicatrices emocionales.
Es muy común que una mujer sienta las consecuencias de su
decisión pocos días después de su aborto. Si estas consecuencias no aparecen
inmediatamente, vendrán con el tiempo. Los problemas emocionales se manifiestan
de varias formas: una depresión inexplicable, alejamiento de las demás
personas, emociones reprimidas, endurecimiento del instinto maternal (lo cual
puede resultar en abuso o descuido de los hijos que la mujer pueda tener),
fuertes sentimientos de culpabilidad y hasta pensamientos de suicidio. No te
dejes engañar. Cada aborto provocado tiene consecuencias emocionales graves.
No te dirán que....
3.- Un aborto
provocado mata al bebé.
Antes de que sepas de tu embarazo, el corazón del nuevo
ser ya habrá comenzado a latir. A las seis semanas de desarrollo se pueden
detectar ondas cerebrales y el bebé se mueve y responde al tacto. A las ocho
semanas el bebé está perfectamente desarrollado con dedos de manos y pies y aún
tiene sus propias huellas digitales.
Hacia las diez semanas puede fruncir la frente, tragar y
chupar su dedo pulgar. Si le tocas suavemente su nariz, mueve la cabeza. Entre
las semanas once y doce, todos los sistemas del cuerpo están presentes y
funcionando. Todo lo que necesita para llegar a ser un saludable recién nacido
es tiempo y nutrición. Ningún órgano o sistema se desarrolla después de las
doce semanas.
No te dirán que....
4.- El aborto es
violento.
El método de aborto más común en embarazos de pocas
semanas es el de "succión por aspiración". La cérvix es dilatada a la
fuerza. Luego una aspiradora con un poder 29 veces mayor al de una aspiradora
casera es usada para sacar "el contenido del útero" (así le llaman al
bebé).
El método llamado "D & E" se usa en
embarazos de quince semanas o más. Como en el método de succión, el bebé es
cortado en pedazos. Pero en éste caso, el "doctor" usa un instrumento
especial para separar los brazos y las piernas del resto del cuerpo. Luego hace
presión en su cabeza para succionar el cerebro y aplastar el cráneo. Entonces
continúa sacando el resto del cuerpo.
Otro de los métodos usados para abortar después de las 15
semanas es aquel en el cual se utiliza una solución salina. Esta solución es
inyectada en el saco amniótico y envenena al bebé. También le quema la capa exterior
de su piel. Por más de una hora el bebé convulsiona hasta que se muere en
agonía. La madre entonces da a luz a un bebé muerto.
El aborto que se practica en el último trimestre del
embarazo es una "histerotomía". Consiste en hacer una incisión en el
abdomen de la madre y el bebé es sacado de allí para dejarlo morir.
No te dirán que....
5.- El aborto
explota a la mujer.
Los consejeros de las clínicas de abortos usan términos
obscuros como "producto de la concepción", "contenido del
útero", "tejido fetal", etc., para referirse al bebé. Ellos
raramente te aconsejan continuar con tu embarazo, pues para ellos el aborto es
un negocio y su propósito es ganar dinero. Diríamos entonces que ellos se están
aprovechando de tu "problema" para ganar dinero.
Quien hace el aborto gana más dinero en 30 minutos que
durante los nueve meses de embarazo. Ellos no piensan en ti... sino en el
dinero que conseguirán.
No te dirán que....
6.- Hay
alternativas al aborto.
Existen muchas organizaciones que pueden ofrecer un apoyo
práctico en caso de embarazos inesperados. Por ejemplo: ofrecen ropa de
maternidad y de bebé, residencia, cuidados pre-natales y ayuda económica.
También hay consejeras que le ayudarán durante este período difícil.
Por favor, piensa cuidadosamente en tu futuro. La
decisión que hagas ahora, te afectará para todo el resto de su vida. Como no
estás segura de la decisión de abortar, tómate un día más y piensa seriamente.
No permitas que nadie te presione a tomar una decisión demasiado rápida y para
la cual no estás preparada.
Busca ayuda. No estás sola. Hay mucha gente que quiere
ayudarte....y te dirá siempre la verdad.
Esta es una decisión muy difícil de hacer. Por favor, sé
madura. Solo una persona inmadura piensa únicamente en sí misma. Este folleto no
fue escrito por algún hombre militante de una organización pro-vida, ni por una
abuelita de sesenta años que nunca enfrentó el problema de un embarazo
inesperado. Fue escrito por una mujer de dieciocho años que estuvo embarazada.
Una mujer que tenía miedo de afrontar su embarazo, como tú ahora, y que decidió
abortar.
Después de nueve años, totalmente arrepentida, ahora
entiendo que es lo que debí haber elegido. Por esa razón, solo quiero que tú sepas.... lo que ellos no me dijeron.
Fuente: http://www.embarazoinesperado.com/nodicen.htm
Tomado de: Catolicidad
Meditación breve
El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, pero en
ocasiones, sufrimos innecesariamente. Generalmente utilizamos dolor y
sufrimiento como sinónimos. Sin embargo, para poder manejarlos adecuadamente,
es importante entender la diferencia.
El dolor
emocional, es el sentimiento negativo que surge ante determinadas situaciones o
problemas, generalmente relacionadas con una pérdida o con un problema que nos
afecta de manera importante. Surge en el instante en que somos heridos física o
emocionalmente. Es una sola emoción, su duración es relativamente corta y es
proporcional al evento que la produjo. Puede ser cualquier emoción que nos
afecte: Tristeza por una pérdida, estrés ante la necesidad de enfrentar un
problema, enojo, frustración, etc.
El sufrimiento
va un paso más allá. El sufrimiento es la respuesta cognitivo-emocional, que
tenemos ante un dolor físico o ante una situación dolorosa. Es un conjunto de
emociones y pensamientos que se entrelazan, adquiriendo mucho más intensidad y
duración que el dolor emocional. De hecho, el sufrimiento puede durar
indefinidamente, aunque la situación que lo provocó ya se haya solucionado.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y
todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los
cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo
son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos
sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y
la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países
del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por
el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Fernando Exequiel P., de Rosario,
Argentina, 20 años de edad, actualmente internado por un proceso pulmonar, con
respirador artificial, rogando al Buen Jesús que lo asista para que consiga una
pronta recuperación.
Pedimos oración para Irma D., de Escobar, Provincia de
Buenos Aires, Argentina, para que Dios tenga compasión de su salud muy
deteriorada por su avanzada edad y su
complicado estado general. Que El
Señor junto a Jesús y María la asistan y
acompañen en esta etapa difícil de su vida. También pedimos por su hija,
Patricia D., de Escobar, Provincia de Buenos Aires, Argentina, para que Dios
junto a su hijo Jesús y María le ayuden a superar problemas económicos abriendo
caminos de trabajo y negocios en el campo inmobiliario. Oramos por ellas.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
El sacerdocio
ministerial
La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, no debe ser considerada
como una realidad puramente espiritual; es un organismo visible en sus
miembros, que son los fieles reunidos bajo la guía de los pastores, “pues así
como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos
los miembros la misma función” (Rm 12, 4), así en la Iglesia hay miembros
diversos que tienen funciones diversas: hay fieles y hay pastores. “Para
apacentar el Pueblo de Dios y acrecentarlo siempre, Cristo Señor instituyó en
la Iglesia diversos ministerios, ordenados al bien de todo el Cuerpo. Pues los
ministros que poseen la sacra potestad están al servicio de sus hermanos, a fin
de que todos alcancen la salvación” (LG 18). Todos los poderes que Cristo ha
dado a su Iglesia los ha confiado al sacerdocio, a cuyo frente están los
Obispos y el Papa. A ellos se dirigen estas trascendentes palabras: “Como el
Padre me envió, también yo os envío. Quien a vosotros oye, a mí me oye. Quien a
vosotros desprecia, a mí me desprecia” (Jn 20, 21; Lc 10, 16). Toda la dignidad
y la potestad del sacerdote se funda en esta investidura de parte de Cristo.
Los sacerdotes serán siempre hombres falibles y capaces de errar, pero eso no
quita que sigan siendo los Ungidos del Señor, “consagrados… para predicar el
Evangelio y apacentar a los fieles y para celebrar el culto divino” (LG 28).
Sin el sacerdocio el Evangelio no sería predicado, la
Iglesia no tendría Eucaristía y el pecador no tendría el consuelo inefable de
oír decir en nombre de Cristo: “¡Ánimo!, hijo; tus pecados te son perdonados”
(Mt 9, 2); los esposos no tendrían quien les bendijese en el nombre de Dios y
los moribundos carecerían de los últimos auxilios; la humanidad estaría inmersa
en la miseria sin tener quien se dispusiese a elevarla para conducirla a Dios e
implorar a Dios en su nombre y para su bien. Jesús, único Mediador entre Dios y
los hombres, ha instituido el sacerdocio ministerial precisamente para que
perpetúe en el mundo de modo visible su obra de mediación, de salvación y de
santificación. El sacerdote acompaña al hombre en todas las etapas de su vida:
lo acoge recién nacido en la pila bautismal, le administra los sacramentos, lo
inicia en la comprensión de las cosas de Dios, le indica el camino del bien,
bendice sus ideales, sostiene sus pasos y lo conforta en la agonía. Es una obra
con frecuencia escondida, muchas veces tenida en poco, nunca suficientemente
apreciada, y sin embargo, preciosa e insuperable.
El deber de la gratitud por el don del sacerdocio se
impone a todo cristiano, ante todo a Jesús que lo ha instituido, pero luego
también a los que cumplen sus sublimes ministerios. Este reconocimiento ha de
expresarse no sólo con el respeto reverente y con la docilidad filial al
ministro de Dios, sino también con la oración y la actividad asiduas en favor
del sacerdocio. Jesús mismo lo ha recomendado: “Rogad, pues al Dueño de la mies
que envíe obreros a su mies” (Mt 9, 38). “¿Qué oración –comenta Pío XI– puede
haber más agradable al Corazón sacratísimo del Redentor?... Pedid y se os dará;
pedid buenos y santos sacerdotes y el Señor no los negará a su Iglesia”. A la
ferviente oración hay que añadir, como exhorta el Concilio, “una vida
plenamente cristiana” y también “la penitencia”, recordando que “el deber de
fomentar las vocaciones afecta a toda la comunidad cristiana” (OT 2).
Bienaventuradas las familias a las que se les concede el honor de dar a Dios un
sacerdote; dichosos todos aquellos que con la oración, el sacrificio y las
obras contribuyen a la formación de santos sacerdotes.
Castiga, Señor mío,
mis pecados; purifícame, bondad eterna, Deidad inefable. Escucha a tu sierva y
no mires la multitud de mis iniquidades. Te ruego endereces a ti el corazón y
la voluntad de los ministros de la santa Iglesia, Esposa tuya, para que te
sigan a ti, Cordero desangrado, pobre, humilde y manso, por el camino de la
santísima cruz, a tu modo y no al suyo. Que sean criaturas angélicas; ángeles
terrenos en esta vida, pues han de administrar el Cuerpo y la Sangre de tu
unigénito Hijo, Cordero inmaculado… Únelos y báñalos, piedad divina, en el mar
tranquilo de tu bondad, de modo que no esperen más tiempo, perdiendo lo que
tienen por lo que no tienen. (Santa Catalina de Siena, Plegarias y
Elevaciones).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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