lunes, 4 de febrero de 2013

Pequeñas Semillitas 1943


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1943 ~ Lunes 4 de Febrero de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
El rechazo no agrada. El desprecio y el fracaso no son gratos. La sensación de “no lograr nada”; el no ver el resultado de nuestros esfuerzos pueden llevarnos a la tristeza, la frustración, la tentación de abandonar todo. Frente a este estado de ánimo tan “natural”, el Señor nos dice: No te dejes intimidar (…) no te derrotarán, porque yo estoy contigo.
Todo cristiano es profeta. Dios nos ha elegido y consagrado (por el bautismo) para anunciar su amor allí donde la vida nos ha colocado con las “muchas o pocas cualidades” que creamos poseer.
La poderosa palabra de Dios nos invita a ser valientes, a no aflojar. La Iglesia nos necesita, el mundo nos necesita. La razón de nuestra confianza es que Jesús está con nosotros: Yo estoy contigo.
Señor Jesús, líbrame del miedo y del desánimo. Ayúdame a aceptar con sencillez mi lugar en el mundo, confiado no en mis fuerzas, sino en tu constante apoyo.
El Domingo


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante Él y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes». Es que Él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre». Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?». Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos». Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región.
Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos». Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara -unos dos mil- se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.
Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con Él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti». Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.
(Mc 5,1-20)

Comentario
Hoy encontramos un fragmento del Evangelio que puede provocar la sonrisa a más de uno. Imaginarse unos dos mil puercos precipitándose monte abajo, no deja de ser una imagen un poco cómica. Pero la verdad es que a aquellos porqueros no les hizo ninguna gracia, se enfadaron mucho y le pidieron a Jesús que se marchara de su territorio.
La actitud de los porqueros, aunque humanamente podría parecer lógica, no deja de ser francamente recriminable: preferirían haber salvado sus cerdos antes que la curación del endemoniado. Es decir, antes los bienes materiales, que nos proporcionan dinero y bienestar, que la vida en dignidad de un hombre que no es de los “nuestros”. Porque el que estaba poseído por un espíritu maligno sólo era una persona que «siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras» (Mc 5,5).
Nosotros tenemos muchas veces este peligro de aferrarnos a aquello que es nuestro, y desesperarnos cuando perdemos aquello que sólo es material. Así, por ejemplo, el campesino se desespera cuando pierde una cosecha incluso cuando la tiene asegurada, o el jugador de bolsa hace lo mismo cuando sus acciones pierden parte de su valor. En cambio, muy pocos se desesperan viendo el hambre o la precariedad de tantos seres humanos, algunos de los cuales viven a nuestro lado.
Jesús siempre puso por delante a las personas, incluso antes que las leyes y los poderosos de su tiempo. Pero nosotros, demasiadas veces, pensamos sólo en nosotros mismos y en aquello que creemos que nos procura felicidad, aunque el egoísmo nunca trae felicidad. Como diría el obispo brasileño Helder Cámara: «El egoísmo es la fuente más infalible de infelicidad para uno mismo y para los que le rodean».
Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Juan de Britto
Sacerdote y Mártir


Siendo muy joven, pidió ser admitido en la Comunidad de los Padres Jesuitas. En los estudios del seminario brilló por su gran inteligencia y por su dedicación total a la preparación para el sacerdocio, y luego de su ordenación, recibió del rey y, de muy altas personalidades, la petición de quedarse en Portugal. Sin embargo, el santo deseando imitar a San Francisco Javier pidió y obtuvo ser enviado como misionero a la India, y con 16 compañeros emprendió el larguísimo viaje por mar.

Desde 1673 hasta 1693, por veinte años estuvo misionando incansablemente en la India. Y fue tanto el entusiasmo con el cual se dedicó a las actividades misioneras que lo nombraron superior de las Misiones de la India.

Logró ganarse la simpatía de todas las clases sociales, y obtuvo notables éxitos espirituales en toda clase de personas. Los sacerdotes paganos de estas tierras eran muy fanáticos y atacaban sin piedad a San Juan y a sus cristianos; muchas veces lo echaron a la cárcel y le hicieron padecer feroces torturas.

El 4 de febrero de 1693 un gran gentío se reunió para ver la ejecución del santo misionero, a quien se le acusaba de enseñar doctrinas que no eran las de los sacerdotes de los dioses de ese país. El gobernador estuvo varias horas demorando la sentencia porque sentía miedo de ordenar semejante crimen. Pero al fin movido por los fanáticos enemigos del cristianismo mandó que le cortaran la cabeza.

También hoy se celebra a Santa Juana de Valois, Reina de Francia y Fundadora de la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María.
Información: hacer clic acá

Fuente: Catholic.net


¡Buenos días!

Lo que vale un minuto

El paso fugaz del tiempo es percibido por todos. “Ay, cómo huye el tiempo irreparable”, constató el poeta Virgilio. También el salmista (S. 90) dice que, aun cuando lleguemos a los 70 y 80 años, al fin tenemos la impresión de que han pasado a prisa, como volando. Por eso pide a Dios  le enseñe a calcular el número de años de vida, para actuar con sabiduría.

Decimos "un minuto" y nos parece nada... Pero... cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre; cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos; cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos; cómo nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer; y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no veremos más… Vive la vida intensamente. La vida es hoy.

Un minuto parece tan poco y sin embargo puede dejar una huella profunda en tu vida. Lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo. Aprendamos a no posponer las experiencias más valiosas de la vida pensando que "si no es hoy, será mañana". Tu tiempo es ahora, el futuro es incierto. Vive cada minuto intensamente. La vida es hoy.

Padre Natalio


La frase de hoy

“Aun en la vida cotidiana más afanosa y complicada,
estoy seguro que es posible reservarse
algunos momentos de silencio,
si lo deseamos de verdad,
para retomar la conciencia de sí mismo
y mirar desde ahí alrededor”

Carlos Martini


Tema del día:
Cadena de amor


Dicen que un joven iba por carretera en coche, cuando vio a una señora de edad avanzada, fuera de un coche parado, al lado de la carretera. Llovía fuerte y oscurecía, y al verla necesitada, detuvo su coche y se acercó. La señora al verle vestido pobremente tuvo miedo, y el joven le dijo: "Estoy aquí para ayudarla, señora, no se preocupe. ¿Por qué no entra en el coche que estará mejor? Me llamo Renato". Ella tenía una rueda pinchada y Renato la cambió... la mujer le contó que estaba de paso, y que se encontraba perdida en aquel lugar, sin saber qué hacer, y no sabía cómo agradecer la preciosa ayuda; preguntó qué podía pagarle. Renato respondió: "Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encuentre a alguien que precise de ayuda, dele a esa persona la ayuda que ella necesite y acuérdese de mí"...

Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un restaurante más bien pobre. La camarera era joven, muy amable, le trajo una toalla limpia para que secase su cabello y le dirigió una dulce sonrisa... estaba con casi ocho meses de embarazo, le notó cierta preocupación en su cara, y quedó curiosa en saber cómo olvidaba sus problemas para tratar tan bien a una extraña, y le dio pena que trabajara hasta tan tarde, en esas condiciones. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, se retiró...

Cuando la camarera volvió notó algo escrito en la servilleta, en la que había 4 billetes de 500 euros... Leyó entre lágrimas lo que decía: - "Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien". Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, pensaba en el dinero y en lo que la señora dejó escrito... ¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y el marido precisaban de aquel dinero? Con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil... Quedó pensando en la bendición que había recibido, y que últimamente estaba enfadada con su situación y que las cosas no iban bien con su marido; cambió su cara y dibujó una gran sonrisa... Agradeció a Dios y besó a su marido con un beso suave y susurró: -"Todo estará bien: ¡te amo... Renato!"

En la película "Cadena de Favores" vemos esta idea: un niño inicia un movimiento que sugiere que alguien haga un favor grande a tres personas; cada una de esas tres personas ayudará a otras tres, y así sucesivamente, hasta llegar a un nivel donde el incremento geométrico de favores y buenas intenciones logren mejorar el lamentable estado en el que está el mundo. El niño entonces procede a ayudar a quienes más cerca están de él, sin darse cuenta de la extensión de las consecuencias que sus actos conllevan. Efectivamente, uno se puede dejar contagiar de la agresividad que nos rodea, o puede sembrar amabilidad. Uno puede ir a la suya, y construir su destino, o bien hacer el bien, y ayudar a todo el que te necesite.

La vida es algo misterioso, y la historia de Renato sería una cursilada si no fuera porque experimentamos que en nuestras vidas muchas veces es realmente así... en la medida que hagamos a los demás, ellos harán con nosotros; la vida es un espejo... ciertas "casualidades" nos hacen ver que todo lo que uno da, ¡vuelve a uno! Es como si hubiera un espejo que funciona con lo que expresamos; si damos odio nos vuelve odio, si lo que damos a los demás es amor, también lo recibimos. ¿Siempre? Porque a veces parece que no recibimos lo que damos: en realidad lo recibimos siempre, pero de otro modo, pues el fruto más importante de nuestras acciones ya ha crecido en nuestro interior, aunque fuera no germine aparentemente; aunque no siempre se ven los resultados, aun así vale la pena.

La gran estafa de la vida, el engaño, es cuestión de verbos, decía S. Tamaro: "Desde el nacimiento nos enseñan que la vida está hecha para construir y en cambio no es cierto. No es cierto porque aquello que se construye tarde o temprano se derrumba, ningún material es tan fuerte como para durar eternamente. La vida no está hecha para construir, sino para sembrar. En el largo trayecto, desde la hendidura del comienza hasta la del final, pasamos y esparcimos la simiente. Acaso jamás la veamos nacer, porque, cuando brote, nosotros ya no estaremos. No tiene ninguna importancia. Importante es dejar tras de sí algo en condiciones de germinar y crecer".

La regla de oro siempre es la del Evangelio: hacer a los demás lo que queremos que hagan con nosotros, sabiendo que hay más alegría en dar que en recibir.

Autor: Padre Llucià Pou Sabaté
Fuente: www.autorescatolicos.org


Meditación breve


Los cristianos somos seguidores de Cristo, imitadores suyos. Pero muchas veces no imitamos al Señor, sino que obramos en forma diametralmente opuesta a lo que obraría el Señor. Si no a qué se debe que busquemos con tanta fiebre el dinero y los bienes materiales, y que nos preocupemos tanto por el qué dirán. Jesús no obró así, y nos dijo que buscáramos primero el Reino de Dios, pues todo lo demás nos vendría como añadidura. En cambio nosotros a veces buscamos la añadidura primero, y no pocas veces nos olvidamos del Reino de Dios, de anunciarlo.
Si el mundo está como está, es en gran parte porque los cristianos hemos venido a menos, no tanto en número, sino más bien en fervor, en convicción; porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos.
Es tiempo de despertar de este sueño en que nos tiene como narcotizados el demonio a través del materialismo que es como su encarnación. Tenemos que comprender de una vez por todas que las cosas materiales no nos pueden hacer felices, porque no estamos hechos para la Tierra, sino para el Cielo, y la tierra es un lugar de exilio y de paso, preparación y antesala del Cielo.
Si hacemos así, entonces poco a poco irá cambiando el ambiente donde nos movemos, al menos en nuestra familia, porque los demás, al ver nuestra coherencia de vida, y que no seguimos a la mayoría, también se convertirán y se entusiasmarán por la vida cristiana, que siempre es diferente a la vida mundana. Si así no lo fuera, entonces no es vida cristiana la que llevamos.

www.santisimavirgen.com.ar


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Lisbeth del Valle, vive en Cabimas, estado Zulia, Venezuela, por su esposo al que ama con todo su corazón, por sus demás familiares, por sus suegros, por el alma de su mamá que el 25 de abril cumple 15 años de haber subido al cielo, por el alma de su bebé a un año de su partida junto a Jesús. Que el Señor le conceda todas las gracias a ella y a sus seres queridos.

Pedimos oración por Alfredo N., de 82 años de edad, de Rosario, Argentina, que pasado mañana será operado de un tumor intestinal, encomendándolo al Señor para que intervenga en la cirugía para que la misma sea exitosa.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Lino César Oviedo, fallecido en Paraguay. Que el Señor lo reciba en su Reino.

Pedimos oración por Lilia, de San Vicente, Santa Fe, Argentina, que ha sido operada y ahora está recibiendo quimioterapia, para que por los méritos de la Divina Sangre de Jesús, ella consiga recuperarse en su salud.

Pedimos oración por dos personas de la provincia de Santa Fe, Argentina: Sebastiana V. de G., de 80 años que va a ser operada por arterias tapadas. Y Ofelia V. que será operada de várices. Que el Señor las acompañe y las proteja para que todo resulte favorable.

Pedimos oración por la familia Castillo Roche, de Venezuela, para que el Señor atienda sus necesidades de estos momentos.

Pedimos oración por Jorge y Graciela, de Córdoba, Argentina, para María de la Dulce Espera interceda ante su amado Hijo Jesús y se les conceda la gracia de ser padres. Nos unimos en oración con ellos.

Pedimos oración por las intenciones particulares de María Lucía S. y por Lucas, de México.

Pedimos oración por Roberto P. que vive en Managua, Nicaragua, quien tiene serios problemas de salud y no ha tomado conciencia de su gravedad, para que el Buen Jesús lo ayude y consiga mejorar su calidad de vida.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

Jesús y los hombres

Aunque Jesús viva interiormente en comunión continua con la Santísima Trinidad y por tanto en la contemplación más elevada, no es en manera alguna extraño a las cosas de la tierra ni ajeno a las necesidades de los hombres. Antes bien, ha venido  precisamente por ellos, para salvarlos y conducirlos al Padre, y así se entrega a ellos con la máxima solicitud y dedicación. La misma caridad que lo une al Padre lo vuelca sobre los hombres, creaturas del amor del Padre, a los que por eso ama y quiere salvar, restaurando en ellos la imagen del Padre según la cual fueron creados. Jesús ha expresado del modo más conmovedor su tierna solicitud para con los hombres comparándose al buen pastor: “Yo soy el buen pastor, y conozco a mis ovejas, y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo a él; y doy la vida por las ovejas” (Jn 10, 14-15).

El deseo de unión íntima con Dios, el amor y la contemplación de Dios no deben hacerse ajenos a los hermanos, no deben impedirnos ser sensibles a sus necesidades y sufrimientos y darnos a ellos con verdadera caridad sobrenatural en la medida exigida por los deberes del propio estado. No hay género de vida, por contemplativa que sea, que excluya el deber y la necesidad de ocuparse del prójimo; si las obras externas están reducidas al mínimo, hay que concentrar las fuerzas en la plegaria y en la inmolación apostólica. A este respecto afirma el Concilio que cuantos se consagran a Dios no se hacen “extraños a los hombres o inútiles para la sociedad terrena. Porque, si bien en algunos casos no sirven directamente a sus contemporáneos, los tienen, sin embargo, presentes de manera más íntima en las entrañas de Cristo” (LG 46). El amor de Dios, cuando es verdadero e intenso, no encierra al hombre en sí mismo, sino que lo lleva a abrirse, “en las entrañas de Cristo”, a todas las necesidades del prójimo, viendo en los hermanos a hijos del Padre celestial, criaturas y objetos de su amor.

Jesús, siendo Dios, no se mantuvo alejado de los hombres, sino que se les acercó hasta experimentar en sí todas sus debilidades y aun la misma tentación, “excepción hecha del pecado” (Heb 4, 15); quiso compartir con ellos su vida de calamidades, de fatigas, de pobreza y de dolor. Así el cristiano para realizar una caridad fraterna efectiva, se esfuerza en hacer suyos los sufrimientos, las dificultades, las necesidades materiales y espirituales del prójimo en el intento de compadecerlas, socorrerlas y aliviarlas. Esto exige espíritu de sacrificio y desasimiento de la comodidad y bienestar propios, y sólo será posible si el amor al prójimo es semejante al de Jesús, es decir si procede de un amor grande al Padre Celestial. Sólo el que ama como ama Jesús, el que ama en Dios y por Dios, es capaz de una caridad fraterna, generosa y constante que se extienda a cualquier prójimo.

¡Oh Jesús mío!, cuán grande es el amor que tenéis a los hijos de los hombres, que el mayor servicio que se os puede hacer es dejaros a Vos por su amor y ganancia, y entonces sois poseído más enteramente. Porque aunque no se satisface tanto en gozar la voluntad, el alma se goza de que os contenta a Vos y ve que los gozos de la tierra son inciertos, aunque parezcan dados de Vos, mientras vivimos en esta mortalidad, si no van acompañados con el amor del prójimo. Quien no le amare, no os ama, Señor mío; pues con tanta sangre vemos mostrado el amor tan grande que tenéis a los hijos de Adán. (Santa Teresa de Jesús, Exclamaciones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.