martes, 11 de diciembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1894


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1894 ~ Martes 11 de Diciembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Los profetas como san Juan no tenían una especie de "teléfono rojo" ni una línea directa para comunicarse con Dios. Eran personas creyentes que habían aprendido a leer la historia de las intervenciones salvadoras de Dios a favor de Israel. Alentados por esa certidumbre, reflexionaban en los sucesos históricos relevantes y descubrían las señales de la fidelidad de Dios.
Del mismo modo, los cristianos que hayan desarrollado la habilidad para deletrear los gestos discretos de la presencia de Dios en la historia actual, podrán mantener viva su esperanza. Indudablemente son numerosos los signos del pecado y la injusticia que observamos en la actualidad.
No obstante, sabemos que la fidelidad del Señor no se resquebraja y que en la hora menos esperada, surgirán mediadores generosos, voces proféticas y cristianos dispuestos a vivir como portadores de la salvación que Dios nos sigue regalando.
Donde quiera que existan personas dispuestas a organizar su vida conforme a los valores evangélicos estarán germinando las semillas de la salvación.
"La verdad católica"


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños».
(Mt 18,12-14)

Comentario
Hoy, Jesús nos hace saber que Dios quiere que todos los hombres se salven y que no es su voluntad «que se pierda [ni] uno solo» (Mt 18,14). Con la parábola del pastor que busca la oveja que se ha perdido, nos presenta una figura que conmovió a los primeros cristianos. En la portada del Catecismo de la Iglesia Católica está grabada esta figura de Jesús Buen Pastor, que en las catacumbas de Roma está ya presente entre las primeras imágenes del Señor.
Es tan fuerte el querer de Dios de salvarnos que, desde estas palabras hasta la donación incondicional en la Cruz, es Cristo quien nos busca a cada uno para que —libremente— volvamos a la amistad con Él.
De la misma manera que Jesús, los cristianos hemos de tener este mismo sentimiento: ¡que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad! Tal como le gustaba decir a san Josemaría Escrivá, «todos somos oveja y pastor». Hay personas —el propio esposo o la esposa, los hijos, los parientes, los amigos, etc.— para los cuales nosotros, quizá, seamos la única oportunidad que les pueda facilitar la recuperación de la alegría de la fe y de la vida de la gracia.
Siempre podemos dejar el noventa y nueve por ciento de las cosas que nos llevamos entre manos, para rezar y ayudar a aquella persona que tenemos cerca, que amamos y que sabemos que padece alguna necesidad en su alma.
Con nuestra oración y mortificación, y con nuestra fe amorosa, les podemos alcanzar la gracia de la conversión, como santa Mónica consiguió que su hijo Agustín se convirtiera en el “primer hombre moderno” que sabe explicar en Las confesiones cómo la gracia actuó en él hasta llegar a la santidad.
Pidamos a la Madre del Buen Pastor muchas alegrías de conversiones.
Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)


Santoral Católico:
San Dámaso
Papa


Este Pontífice se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma. Era de familia española. Fue secretario de los Pontífices, San Liberio y San Félix, y al ser elegido Papa, en el año 366, hizo honor a su nombre, que significa "domador", porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que en Roma se levantó contra él.

Tuvo como secretario al gran San Jerónimo, al cual le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, y esta traducción llamada "La Vulgata", fue la que empleó la Iglesia Católica durante 15 siglos.

San Jerónimo dice de él: "era un hombre puro, que fue elegido para dirigir a una Iglesia que debe ser pura". Sus epitafios sobre las tumbas de los mártires en las catacumbas (o subterráneos de Roma) se han conservado muy bien, y de varios santos lo único que sabemos se debe a lo que él escribió sobre sus tumbas.

San Dámaso redactó su propio epitafio así: "Yo, Dámaso, hubiera querido ser sepultado junto a las tumbas de los santos, pero tuve miedo de ofender su santo recuerdo. Espero que Jesucristo que resucitó a Lázaro, me resucite también a mí en el último día".

Desde muy joven, su lectura preferida fue la S. Biblia, y decía que el manjar más exquisito que había encontrado en toda su vida era la Palabra de Dios.

Dicen que él fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén".

Durante todo su pontificado se preocupó por obtener que los obispos de todas las naciones reconocieran al Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.

A la edad de ochenta años murió el 11 de diciembre del año 384 y fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

Fuente: EWTN


La frase de hoy

“Tu crecimiento no depende de lo que ganes en la lucha,
sino de la fuerza interior que desarrollas para triunfar”

Annie Wood Besant


Tema del día:
Proclamar a Cristo en América hoy


“El amor de Cristo nos urge a dedicarnos sin reservas a proclamar su nombre en todos los rincones de América, llevándolo con libertad y entusiasmo a los corazones de todos sus habitantes”, expresó Benedicto XVI en la misa celebrada  este domingo 9 de diciembre en la basílica de San Pedro con la que se inauguró el Congreso Internacional Ecclesia in America, que tendrá lugar en el Vaticano hasta el 12 de diciembre promovido por la Pontificia Comisión para América Latina y los Caballeros de Colón, en colaboración con el Instituto de Estudios Guadalupanos.

El Congreso reflexionará la Asamblea sinodal, convocada por el beato Juan Pablo II entre noviembre y diciembre de 1987 titulada “Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”.

“La Exhortación apostólica “Ecclesia in America”, dijo el Papa en su homilía, mostraba ya “retos y dificultades que en la hora actual siguen presentes con singulares y complejas características. En efecto, el secularismo y diferentes grupos religiosos se expanden por todas las latitudes, dando lugar a numerosas problemáticas. La educación y promoción de una cultura por la vida es una urgencia fundamental ante la difusión de una mentalidad que atenta contra la dignidad de la persona y no favorece ni tutela la institución matrimonial y familiar”.

“¿Cómo no preocuparse, continuó el Pontífice, por las dolorosas situaciones de emigración, desarraigo o violencia, especialmente las causadas por la delincuencia organizada, el narcotráfico, la corrupción o el comercio de armamentos? ¿Y qué decir de las lacerantes desigualdades y las bolsas de pobreza provocadas por cuestionables medidas económicas, políticas y sociales?”.

El Papa subrayó que todas esas importantes cuestiones requerían un esmerado estudio, pero que más allá de la evaluación técnica de las mismas “la Iglesia católica tiene la convicción de que la luz para una solución adecuada sólo puede provenir del encuentro con Jesucristo vivo que suscita actitudes y comportamientos cimentados en el amor y la verdad. Ésta es la fuerza decisiva para la transformación del Continente americano”.

“El amor de Cristo nos urge a dedicarnos sin reservas a proclamar su nombre en todos los rincones de América, llevándolo con libertad y entusiasmo a los corazones de todos sus habitantes. Por ello es preciso asumir este cometido animando a los sacerdotes, a los diáconos, los consagrados y los agentes de pastoral a purificar y vigorizar cada vez más su vida interior a través del trato sincero con el Señor y la participación digna y asidua en los sacramentos”.

“A esto ayudará una adecuada catequesis y una recta y constante formación doctrinal, con fidelidad total a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia y buscando dar respuesta a los interrogantes y anhelos que anidan en el corazón del hombre. Un renovado espíritu misionero y el ardor y generosidad de su compromiso serán una aportación insustituible que la Iglesia universal espera y necesita de la Iglesia en América”, finalizó el Santo Padre.

AICA


Pensamientos sanadores


Sé perfecto en la esperanza

Hoy parecería reinar en los diferentes ámbitos de la sociedad, una mentalidad de crítica negativa, de juicio, de desconfianza y de pesimismo.
Estos hábitos de pensamiento roban la alegría y nos apartan de Dios y de sus bendiciones.
Tú debes contrarrestar esta tendencia por medio de una mirada simple y amorosa hacia ti mismo, y hacia los demás. Tener un corazón esperanzado, simple y misericordioso es el camino más seguro para crecer rápidamente en la perfección.
Éste debería ser un anhelo constante en ti: buscar la perfección. Tal como decía san Juan Bosco, nosotros hacemos consistir la santidad en vivir siempre alegres, haciendo bien las cosas que tenemos que hacer, como Jesús quiere.
Esta perfección la encuentras dentro de ti mismo, porque es allí donde Dios habita, y la refuerzas en cada eucaristía, en cada momento de íntima oración, en la lectura de su Palabra, en el servicio amoroso hacia tus hermanos.

Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. Mateo 5, 48.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Tony, que vive en la provincia de Salamanca, España, y va a ser operado de cáncer de intestino mañana miércoles. Que la Virgen de Guadalupe lo proteja y que el Señor Jesús le conceda la gracia de sanarse.

Pedimos oración por la señora Chela F., de Buenos Aires, Argentina, que tiene un tumor que en principio era benigno pero se ha complicado y todavía no se obtienen resultados definitivos que aseguren su mejoría. Que el Buen Jesús esté con ella y la ayude a restaurar su salud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

Este es el camino

Así como el pueblo de Israel no debía perderse de ánimo por las derrotas y el destierro sufridos, sino que debía confiar en Dios que lo habría salvado y conducido de nuevo a Jerusalén recobrada ya y puesta en paz, del mismo modo los cristianos deben prepararse con corazón confiado a la nueva venida de Jesús su Salvador. También para ellos se abre un camino… la vía santa, que tras las huellas de Cristo y bajo su guía, lo llevará no a la Jerusalén eterna, sino a una meta más sublime, la santidad… Es el camino trazado por Jesús Salvador para los hombres y que él recorrió primero, pues “existiendo en forma de Dios, no reputó como botín ser igual a Dios, antes se anonadó, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres” (Fp 2, 6-7); él que ha dicho: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Mt 16, 24).

A los lados del áspero sendero de la nade se encuentran otros dos caminos más cómodos y fáciles que San Juan de la Cruz llama caminos “de espíritu imperfecto”, los cuales mueren a la mitad del monto, haciendo imposible la subida. El espíritu imperfecto es el que está asido a los bienes de la tierra o a los mismos bienes espirituales, si se aman desordenadamente por el propio interés y satisfacción. Para salir del “camino de espíritu imperfecto” es necesario, por lo tanto, no amar nada si no es en plena conformidad con la voluntad de Dios; ya que todo objeto amado por sí mismo y no por el divino querer, se convierte para nosotros en fuente de preocupación, de deseos, de agitación y de ansia, atormentando nuestro corazón y empujándonos insaciablemente en busca de nuestro gusto.

Pero no se trata de una nada que conduce al vacío y a la muerte, sino al todo, a la plenitud y a la vida; a la vida renovada en Cristo, encontrando en él con corazón puro todos los bienes de la tierra y del cielo. Es como un volver a nacer del hombre hecho nueva criatura, revestido de Cristo, por los méritos de Aquel que, siendo Dios, ha querido vivir entre los hombres, haciéndose uno de ellos. La Navidad, conmemoración del nacimiento de Cristo, debe marcar cada año para el cristiano un auténtico renacimiento espiritual. A través de este camino de la nada, senda pura y santa que conduce a la santidad, el creyente se encontrará con luchas y desasimientos, mas no debe desanimarse, pues no se halla solo en el camino. “El Señor te dará a comer el pan de la angustia y el agua de la congoja; pero ya no se ocultará tu maestro, sino que con tus ojos lo verás, y oirás con tus oídos una palabra detrás diciendo: Ese es el camino, anda por él” (Is 30, 20-21). Jesús maestro está al lado de su discípulo: por lo tanto éste no debe temer.

¡Oh Señor, que vuestros caminos son suaves! Mas ¿quién caminará sin temor? Temo de estar sin serviros, y cuando os voy a servir no hallo cosa que me satisfaga para pagar algo de lo que debo. Parece que me querría emplear toda en esto, y cuando bien considero mi miseria veo que no puedo hacer nada que sea bueno, si no me lo dais Vos. ¡Oh Dios mío y misericordia mía!, ¿qué haré para que no deshaga yo las grandezas que Vos hacéis conmigo? No me desampares, Señor, porque en ti espero, no sea confundida mi esperanza; sírvate yo siempre y haz de mí lo que quieras” (Santa Teresa de Jesús, Exclamaciones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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