PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1884 ~ Sábado
1° de Diciembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Jesús en el Sagrario abandonado, víctima del agravio y
del olvido, contempla cómo el mundo, enloquecido, camina por las sendas del
pecado.
¡Cuántos Pedros cobardes le han negado! ¡Cuántos Judas
traidores le han vendido!
¡Y cuántos pecadores, son y han sido, los que abrieron de
nuevo su Costado!
¡Alma! Si quiera sé tú de las fieles y con tu amor
endúlzale las hieles…
Del templo en el recinto solitario, ¡consolar a Jesús que
a solas llora!
No hallarás en tu vida mejor hora, que aquella que
pasaste ante un Sagrario.
Rufino Villalobos
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos
de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la
embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso
sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la
faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis
fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante
del Hijo del hombre».
(Lc 21,34-36)
Comentario
Hoy, último día del tiempo ordinario, Jesús nos advierte
con meridiana claridad sobre la suerte de nuestro paso por esta vida. Si nos
empeñamos, obstinadamente, en vivir absortos por la inmediatez de los afanes de
la vida, llegará el último día de nuestra existencia terrena tan de repente que
la misma ceguera de nuestra glotonería nos impedirá reconocer al mismísimo
Dios, que vendrá (porque aquí estamos de paso, ¿lo sabías?) para llevarnos a la
intimidad de su Amor infinito. Será algo así como lo que le ocurre a un niño
malcriado: tan entretenido está con “sus” juguetes, que al final olvida el
cariño de sus padres y la compañía de sus amigos. Cuando se da cuenta, llora
desconsolado por su inesperada soledad.
El antídoto que nos ofrece Jesús es igualmente claro:
«Estad en vela, pues, orando en todo tiempo» (Lc 21,36). Vigilar y orar... El
mismo aviso que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado. La
oración tiene un componente admirable de profecía, muchas veces olvidado en la
predicación, es decir, de pasar del mero “ver” al “mirar” la cotidianeidad en
su más profunda realidad. Como escribió Evagrio Póntico, «la vista es el mejor
de todos los sentidos; la oración es la más divina de todas las virtudes». Los
clásicos de la espiritualidad lo llaman “visión sobrenatural”, mirar con los
ojos de Dios. O lo que es lo mismo, conocer la Verdad: de Dios, del mundo, de
mí mismo. Los profetas fueron, no sólo los que “predecían lo que iba a venir”,
sino también los que sabían interpretar el presente en su justa medida, alcance
y densidad. Resultado: supieron reconducir la historia, con la ayuda de Dios.
Tantas veces nos lamentamos de la situación del mundo.
—¿Adónde iremos a parar?, decimos. Hoy, que es el último día del tiempo
ordinario, es día también de resoluciones definitivas. Quizás ya va siendo hora
de que alguien más esté dispuesto a levantarse de su embriaguez de presente y
se ponga manos a la obra de un futuro mejor. ¿Quieres ser tú? Pues, ¡ánimo!, y
que Dios te bendiga.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Eloy
Orfebre
El hijo de Euquerio y de Terrigia parece que desde el
comienzo de su existencia estuvo bajo el signo de la predilección divina. Así
lo asegura la leyenda de su vida. Despierto de inteligencia y hábil en el
empleo de sus manos. Aprendiz de platero de los de antes, es decir, de los que
tienen que martillear el metal para sacarle de las entrañas la figura que el
artista tiene en su mente. Tanta destreza adquirió que el rey Clotario II, su
hijo Dagoberto luego y su nieto Clovis II después, lo tuvieron como propio en
la corte para los trabajos que en metales preciosos naturalmente necesitan los
de sangre azul que viven en palacios y tienen que solventar compromisos
sociales, políticos y hasta militares con sus iguales.
Pero lo que llamó poderosamente la atención de estos
principales del país galo no fue sólo su arte. Eso fue el punto de arranque.
Luego fue el descubrimiento de su entera personalidad profundamente honrada. Un
hombre cabal. De espíritu recto. Cristiano más de obras que de nombre. Piadoso
en su soledad y coherente en la vida. Prudente en las palabras y ponderado en
los juicios. Un sujeto poco frecuente en sus tiempos atiborrados de violencia.
El rey Dagoberto, considerando los pros y contras, pensó
que era el hombre ideal para solucionar el antiguo contencioso que tenía con el
vecino conde de Bretaña, lo envió como legado y acertó en la elección por el
resultado favorable que obtuvo. No es extraño que Eloy o Eligio pasara a ser
solicitado como consejero de la Corona.
Aparte de sus sinceros rezos privados y del
reconocimiento de su indignidad ante Dios —cosa que le dignificaban como
hombre—, supo compartir con los necesitados los dineros que recibía por su
trabajo. Patrocinó la abadía de Solignac, a sus expensas nacieron otros en el
Lemosin y, en París, la iglesia de San Pablo.
No es sorprendente que al morir el obispo de Noyon y de
Tournay, el pueblo tuviera sensibilidad para desear el desempeño de esa misión
a Eloy y, menos sorprendente aún, que el rey Clovis pusiera toda su influencia
al servicio de esa causa. Casi hubo que forzarle a aceptar. Ordenado sacerdote
y a continuación consagrado obispo, se dedicó a su misión pastoral con el mejor
de los empeños en los diecinueve años que aún el Señor le concedió de vida.
Fueron frecuentes las visitas pastorales, se mostró diligente en el trato con
los sacerdotes, se tiene por ejemplar su disciplina de gobierno y esforzado en
la superación de las dificultades para extender el Evangelio allí donde
rebrotaba la idolatría pagana o echaban raíces los vicios de los creyentes.
Hasta estuvo presente en el concilio de Chalons-sur-Seine, del 644.
Este artífice de los metales nobles y de las gemas
preciosas que no se dejó atrapar por la idolatría a las cosas perecederas ha
sido adoptado como patrono de los orfebres, plateros, joyeros, metalúrgicos y
herradores. Ojalá los que asiduamente tienen entre sus manos las joyas que
tanto ambicionan los hombres sepan sentirse atraídos por los bienes que no
perecen
---0---
También hoy se celebra a la
Beata Liduina Meneguzzi,
religiosa de Instituto de San Francisco de Sales
(salesas).
Más información clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Si se empieza con humildad
se puede llegar a hacer grandes cosas,
como Jesucristo que desde la humillación del pesebre,
se elevó a la gloria del Tabor”
Federico Ozanam
Tema del día:
¡Mañana empieza el Adviento!
Cuatro domingos de Adviento tendrán que pasar para que
ya, una vez más, estemos en Navidad..
Mañana es el primero y el advenimiento que vamos a
celebrar es la conmemoración de la llegada del Hijo de Dios a la Tierra.
Es tiempo de preparación puesto que siempre que esperamos
recibir a una persona importante, nos preparamos.
La Iglesia nos invita a que introduzcamos en nuestro
espíritu y en nuestro cotidiano vivir un nuevo aspecto disciplinario para
aumentar el deseo ferviente de la venida del Mesías y que su llegada purifique
e ilumine este mundo, caótico y deshumanizado, procurando el recogimiento y que
sean más abundantes y profundos los tiempos de oración y el ofrecimiento de
sacrificios, aunque sean cosas pequeñas y simples, preparando así los Caminos
del Señor.
Caminos que llevamos en nuestro interior y que tenemos
que luchar para que no se llenen de tinieblas, de ambición, de lujuria, de
envidia, de soberbia y de tantas otras debilidades propias de nuestro corazón
humano, sino que sean caminos de luz, senderos que nos conduzcan a la cima de
la montaña, a la conquista de nuestro propio yo.
Hace unos días celebrábamos el día de Cristo Rey. Cristo
es un Rey que no es de este mundo. El reino que Él nos vino a enseñar pertenece
a los pobres, a los pequeños y también a los pecadores arrepentidos, es decir,
a los que lo acogen con corazón humilde y los declara bienaventurados porque de
"ellos es el Reino de los Cielos".... y a los "pequeños" es
a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas ocultas a los sabios y a los
ricos.
Es preciso entrar en ese Reino y para eso hay que hacerse
discípulo de Cristo.
A nosotros no toca ser portadores del mensaje que Jesús
vino a traer a la Tierra.
Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros
desde su Encarnación. Por "nosotros los hombres y por nuestra salvación
hasta su muerte, por nuestros pecados" (1Co 15,3) y en su Resurrección
"para nuestra justificación (Rm4,1) "estando siempre vivo para
interceder en nuestro favor" (Hb 7,25). Con todo lo que vivió y sufrió por
nosotros, de una vez por todas, permanece presente para siempre "ante el
acatamiento de Dios en favor nuestro" (Hb 9,24).
Cuatro domingos faltan para que celebremos su llegada.
Días y semanas para meditar, menos carreras, menos cansancio del bullicio y
ajetreo de compras y compromisos, de banalidades y gastos superfluos.... mejor
preparar nuestro corazón y tratar de que los demás lo hagan también para el
Gran Día del Nacimiento en la Tierra de Dios que se hace hombre.
Este es el Adviento… Preparémonos con ilusión y con fe.
Autor: Ma Esther de Ariño
Fuente: Catholic.net
Pensamientos sanadores
Prepara tu alma para vivir una Navidad diferente
En este último mes del año, seguramente pasarás por
momentos de alegría, pero también por momentos de preocupación; habrá días de
sol y otros serán nublados; sentirás el cansancio que, a lo largo de los meses,
se ha ido acumulando.
Sin embargo, lo más importante es que el amor del Señor
hacia ti estará presente en cada momento y te guiará para preparar tu corazón,
de manera tal que puedas vivir una Nochebuena y una Navidad muy especial.
Recuerda que el amor de Dios quiere y puede ser para tu
vida un influjo poderoso, una presencia interna que te animará en los momentos
de cansancio y llenará tu corazón de serena esperanza. Por lo tanto, prepara la
Navidad desde el primer día del mes, entrando en la sagrada presencia de paz y
unidad con Dios y abriendo tu mente y tu corazón para sentir plenamente su
amor.
¡Levántate,
resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! Isaías
60, 1.
Mes de María
Desde el 7 de Noviembre al 7 de Diciembre, se
desarrolla en Argentina y en varios países del hemisferio sur, el Mes de María,
pues es el mes de las flores aquí en el sur, tal como Mayo lo es en el
hemisferio norte.
Día veinticinco
(1/DIC): La Iglesia
CONSIDERACIÓN. – Nuestro Señor ha descendido a la tierra
no solamente para salvar a la humanidad con sus sufrimientos y muerte, sino
también para fundar la Iglesia, esa sociedad de fieles que hacen profesión de
una misma fe. Dio las direcciones a San Pedro, a los apóstoles y a sus sucesores.
Nosotros tenemos la felicidad de haber nacido en su seno.
Nuestros sacerdotes, nuestros Obispos y nuestro muy Santo Padre el Papa, son,
aquí abajo, los representantes de Jesús y los continuadores de su obra.
Nosotros les debemos un gran respeto y una entera sumisión.
La Iglesia es una familia de la cual Jesús es el jefe y
nosotros los miembros. El verdadero cristiano ama a la Iglesia; su corazón se
entristece cuando es perseguida por los malvados y sus sacerdotes calumniados.
El cristiano sabe que el Sacerdote es amigo del
desgraciado, socorro del pecador y lo rodea de toda clase de respetos.
La Santísima Virgen amaba a la Iglesia. En los años que
siguieron a la Ascensión de su Divino Hijo, San Pedro y los otros apóstoles,
continuamente le pedían consejos y solicitaban sus plegarias. Pidámosle que sea
siempre la protectora de los cristianos y obtenga de su Divino Hijo, el triunfo
de la Iglesia.
EJEMPLOS. – Sobre todo en las épocas en que la Iglesia es
perseguida, la fe de los fieles y su consagración, deben manifestarse por sus
obras.
En los primeros siglos del cristianismo vemos a hombres
venerables como Pudente, príncipe del senado romano; a mujeres de alta posición
como Priscila, su esposa, emplear su oro y su celo en la propagación de la fe.
Cuando fueron muertos, dos jóvenes, sus hijas, las
jóvenes Pudenciana y Práxedes, vendieron sus villas y pusieron el importe con
todos sus demás bienes a la disposición de San Pedro, para la propagación de la
fe, alivio de los pobres y servicio de la Iglesia, mientras que ellas se
retiraban a una humilde buhardilla, para llevar una vida toda de caridad y
plegarias.
Así, en nuestro siglo mismo hemos visto a valerosos
jóvenes, dejar, al primer llamado, a sus familias y sus países para ir a
derramar su sangre por la defensa de la Iglesia, alentados en este supremo
sacrificio, por madres verdaderamente cristianas. Una de ellas, al enterarse de
la pérdida de su hijo único, muerto en Monte Libretti, llevó su heroísmo al
punto de lamentar no tener un segundo hijo que pudiera reemplazar, en el
ejército de la Santa Sede, a aquel que acababa de perecer gloriosamente.
Citamos aún la consagración de esa pobre sirvienta,
quien, llevando a un ministro del Señor sus ganancias de un año, para ser
enviadas al Santo Padre, despojado por los enemigos de la Iglesia, dijo
simplemente:
-¿Los hijos no deben, acaso, ayudar a su Padre?
PLEGARIA DE SAN GERMÁN. – Acordaos de vuestros
servidores, Virgen santa, inspirad sus plegarias, conservadles la fe, llamad
los pueblos a la unidad de la Iglesia; haced que reine la paz en el mundo,
libradnos de los peligros que nos rodean
y obtenednos un día la recompensa eterna. Así sea.
RESOLUCIÓN. – Rezaré cada día por el triunfo de la
Iglesia.
JACULATORIA. – María, Torre de David, rogad por nosotros.
Fuente: www.santisimavirgen.com.ar
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
En el Día Mundial del Sida, pedimos oración por todos los
que viven con la enfermedad, por los fallecidos víctimas de la misma, por el
personal médico que los trata, para que pronto la medicina encuentre –por la
gracia de Dios– una cura para este mal que afecta a tantas personas en el
mundo. Un recuerdo especial para los hermanos de la Comunidad del Carmen, en
Chimbote, Perú.
Pedimos oración por María Milagros, de Córdoba,
Argentina, de 19 años de edad, para que el Señor atienda su salud severamente
deteriorada por fibrosis quística y le de las fuerzas y la luz necesarias como
para mostrarle caminos de santidad en medio de sus padecimientos.
Pedimos oración por los exámenes que hoy tiene que dar
José Carlos M. H. para que el Señor lo acompañe…
Pedimos oración por Leandro Z. que vive en Rosario,
Argentina, y que se ha quedado sin trabajo, para que Jesús lo ayude a encontrar
otro empleo digno.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
Estadísticas de los Blogs
El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de
visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II inolvidable".
Esta información se publica el primer día de cada mes.
Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el
inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:
Desde el 1º de
Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 1.793.878 lectores. Durante el último mes (noviembre 2012) registró
18.257 visitas.
Desde el 26 de
Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 329.264 lectores. Durante el
último mes (noviembre 2012) registró 4.601
visitas.
"Intimidad Divina"
Intimidad divina
El cristiano comienza a entrar con empeño personal en el
camino de la intimidad divina el día que, queriendo vivir plenamente la gracia
de su bautismo, se decide con determinación a salir de sí mismo y de todas las
cosas y se pone con ardor a buscar al Dios vivo y presente en él. De este paso
a la intimidad profunda que estrechará al alma con Dios el camino es largo y
fatigoso. Poco a poco, a medida que la criatura, sostenida por la gracia, se
desprende de todas las cosas, se va liberando de sus imperfecciones, se despoja
de su voluntad revistiéndose sólo de la voluntad divina y dejando llamear en sí
el amor, se encamina “a la dulce y deleitosa unión”, su intimidad con Dios se
hace más intensa, hasta que, llegada a la cumbre del amor transformante, se
hace continua y perfecta, convertida en abrazo divino que la estrecha al
Creador. Entonces la promesa de Jesús: “si alguno me ama…, mi Padre le amará, y
vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14, 23).
La intimidad divina, sobre todo en sus grados más altos,
es de por sí deleitosa y beatificante sobre manera; sin embargo, la criatura
enamorada no anhela esa intimidad para gozar, sino para amar más a su dios,
para estarle totalmente unida y verse unida, movida y gobernada por él, con lo
cual servirle en cada vez mejor y darle gloria en cada una de sus acciones. La
dulzura y el gozo de la intimidad con Dios tienen por objeto hacer a la
criatura más animosa en el servicio divino, más generosa en el don de sí, más
fuerte en llevar la cruz. Mientras se vive en la tierra, no puede faltar el
sufrimiento y no falta ni siquiera en los más altos estados de unión divina,
porque es siempre necesario asemejarse a Jesús crucificado, siguiéndolo hasta
la completa inmolación por la gloria del Padre y la salvación de los hermanos.
Las obras que la unión con Dios debe producir son
justamente las obras del amor, es la actividad intensa del amor puro, mediante
la cual la criatura se da incesantemente a Dios, deseosa de arrastrar consigo
una multitud inmensa de otras criaturas. Así, de la intimidad divina, de la
unión total con el Señor, del amor puro brota espontáneo el apostolado más
fecundo. Los que han llegado al matrimonio espiritual “su gloria tienen puesta
–afirma la ardorosa Teresa de Jesús– en si pudiesen ayudar en algo al
Crucificado, en especial cuando ven que es tan ofendido y los pocos que hay que
miren por su honra”. Olvidada de sí por completo, el alma amante no piensa ni
en su gozar, ni en su sufrir, sino sólo en contribuir cuanto pueda a su gloria,
asociándose a la obra redentora de Jesús. Y si aspira a una unión con Dios cada
vez más íntima y perfecta, tanto ahora en la tierra como mañana en el cielo, es
para amar con la máxima intensidad y para hacer que el Amor sea amado por el
mayor número posible de almas.
¡Señor, Dios, amado
mío! Si todavía te acuerdas de mis pecados para no hacer lo que te ando
pidiendo, haz en ellos, Dios mío, tu voluntad, que es lo que yo más quiero, y
ejercita tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos; y si es que
esperas a mis obras para por ese medio concederme mi ruego, dámelas tú y
óbramelas, y las penas que tu quisieres aceptar, y hágase. Y si a las obras
mías no esperas, ¿qué clementísimo Señor mío? ¿Por qué te tardas? Porque si, en
fin, ha de ser gracia y misericordia la que en tu Hijo te pido, toma mi
cornadillo, pues le quieres, y dame este bien, pues que tú también te quieres….
No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mes de tu Padre.
(San Juan de la Cruz)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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