PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1886 ~ Lunes 3
de Diciembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
La noticia merecería figurar en la primera plana de los
diarios… El Adviento nos coloca “otra vez” frente al irrevocable amor de Dios
que se hace hombre en Jesucristo. Este Dios
fiel no puede dejar de amar a su criatura por muchas que sean sus
infidelidades. Esta es la “buena noticia” del Adviento.
En un mundo “a la deriva”, el Adviento quiere recordarnos
que la salvación es posible: se llama Jesús; la alegría es posible: se llama
Jesús; la felicidad es posible: se llama Jesús. Por eso, Jesús, frente a todas
las injusticias, males y contrariedades de este mundo, nos exhorta con fuerza: Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque
está por llegar la liberación.
El Adviento no es un simple tiempo de cuatro semanas: es
una actitud cristiana. El Adviento es esperanza
y ánimo para “levantar la cabeza”,
para volver a empezar, para no “bajar los brazos”… porque Jesús es el Salvador.
No es sencillo vivir esta maravillosa novedad cristiana
en medio de una sociedad que “está en otra”. Por eso, Jesús nos aconseja: Estén prevenidos y oren sin cesar.
El Domingo
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Cafarnaún, se
le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa
paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle».
Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta
que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un
subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a
otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».
Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le
seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.
Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con
Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos».
(Mt 8,5-11)
Comentario
Hoy, Cafarnaún es nuestra ciudad y nuestro pueblo, donde
hay personas enfermas, conocidas unas, anónimas otras, frecuentemente olvidadas
a causa del ritmo frenético que caracteriza a la vida actual: cargados de
trabajo, vamos corriendo sin parar y sin pensar en aquellos que, por razón de
su enfermedad o de otra circunstancia, quedan al margen y no pueden seguir este
ritmo. Sin embargo, Jesús nos dirá un día: «Cuanto hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40). El gran pensador
Blaise Pascal recoge esta idea cuando afirma que «Jesucristo, en sus fieles, se
encuentra en la agonía de Getsemaní hasta el final de los tiempos».
El centurión de Cafarnaún no se olvida de su criado
postrado en el lecho, porque lo ama. A pesar de ser más poderoso y de tener más
autoridad que su siervo, el centurión agradece todos sus años de servicio y le
tiene un gran aprecio. Por esto, movido por el amor, se dirige a Jesús, y en la
presencia del Salvador hace una extraordinaria confesión de fe, recogida por la
liturgia Eucarística: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa: di una
sola palabra y mi criado quedará curado» (cf. Mt 8,8). Esta confesión se
fundamenta en la esperanza; brota de la confianza puesta en Jesucristo, y a la
vez también de su sentimiento de indignidad personal, que le ayuda a reconocer
su propia pobreza.
Sólo nos podemos acercar a Jesucristo con una actitud
humilde, como la del centurión. Así podremos vivir la esperanza del Adviento:
esperanza de salvación y de vida, de reconciliación y de paz. Solamente puede
esperar aquel que reconoce su pobreza y es capaz de darse cuenta de que el
sentido de su vida no está en él mismo, sino en Dios, poniéndose en las manos
del Señor. Acerquémonos con confianza a Cristo y, a la vez, hagamos nuestra la
oración del centurión.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Francisco Javier
Misionero Jesuita
Francisco de Jasu y Xavier (nacido en el castillo de
Xavier, en España, en 1506), correspondiendo a las esperanzas de sus padres, se
graduó en la famosa universidad de París. En estos años tuvo la fortuna de
vivir codo a codo, compartiendo inclusive la habitación de la pensión, con
Pedro Fabro, que será como él jesuita y luego beato, y con un extraño
estudiante, ya bastante entrado en años para sentarse en los bancos de escuela,
llamado Ignacio de Loyola.
Ignacio comprendió muy bien esa alma: “Un corazón tan
grande y un alma tan noble” -le dijo- “no pueden contentarse con los efímeros
honores terrenos. Tu ambición debe ser la gloria que brilla eternamente”. El
día de la Asunción de 1534, en la cripta de la iglesia de Montmartre, Francisco
Javier, Ignacio de Loyola y otros cinco compañeros se consagraron a Dios
haciendo voto de absoluta pobreza, y resolvieron ir a Tierra Santa para
comenzar desde allí su obra misionera, poniéndose a la total dependencia del
Papa.
Ordenados sacerdotes en Venecia y abandonada la
perspectiva de la Tierra Santa, emprendieron camino hacia Roma, en donde
Francisco colaboró con Ignacio en la redacción de las Constituciones de la
Compañía de Jesús. Sin embargo, fue a los 35 años de edad cuando comenzó su
gran aventura misionera. Por invitación del rey de Portugal, fue escogido como
misionero y delegado pontificio para las colonias portuguesas en las Indias
Orientales. Goa fue el centro de su intensísima actividad misionera, que se
irradió por un área tan vasta que hoy sería excepcional aun con los actuales
medios de comunicación social: en diez años recorrió India, Malasia, las
Molucas y las islas en estado todavía salvaje. “Si no encuentro una barca, iré
nadando” decía Francisco, y luego comentaba: “Si en esas islas hubiera minas de
oro, los cristianos se precipitarían allá. Pero no hay sino almas para salvar”.
Después de cuatro años de actividad misionera en estas
islas, separado del mundo civilizado, se embarcó en una rústica barca hacia el
Japón, en donde, entre dificultades inmensas, formó el primer centro de
cristianos. Su celo no conocía descansos: desde Japón ya miraba hacia China. Se
embarcó nuevamente, llegó a Singapur y estuvo a 150 kilómetros de Cantón, el
gran puerto chino. En la isla de Shangchuan, en espera de una embarcación que
lo llevara a China, cayó gravemente enfermo. Murió a orillas del mar el 3 de
diciembre de 1552, a los 46 años de edad.
Fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto con Ignacio
de Loyola, Felipe Neri, Teresa de Jesús y el santo de Madrid, Isidro. Es
patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las
misiones católicas con Teresa de Lisieux.
¿Quieres saber más? Consulta en Web Católico de Javier clic acá.
Fuente:
Catholic.net
La frase de hoy
“El que dice una mentira
no se da cuenta del trabajo que emprende,
pues tiene que inventar otras mil
para sostener la primera”
Alexander Pope
Historias reales:
El policía y el mendigo
Debido a su acto de caridad, un policía neoyorkino que
obsequió unas botas y unos calcetines a un indigente en una noche muy fría, se
ha convertido en una celebridad en Internet. Lawrence -Larry- Deprimo se
hallaba de guardia en los alrededores de Times Square y se percató de que los
pies de un mendigo estaban llenos de ampollas. Consideró que haciendo tanto
frío debería comprar botas y calcetines para aquel hombre que sentado en la
banqueta tenía el rostro demacrado.
Jennifer Foster, directora de comunicaciones de Seguridad
Pública de la División de Comunicaciones de la Oficina del Sheriff en el
Condado de Pinal, Arizona, que observaba la escena junto con su esposo, se hizo
pasar como una turista y sacó la foto sin que lo advirtiera el agente. Envió la
imagen a la Policía de Nueva York, que decidió publicar la instantánea en su
página de Facebook. El resultado: más de dos millones de internautas han visto
la foto; 540.245 han pinchado en 'me gusta' en Facebook, se han
generado 420191 comentarios y 198.102 usuarios han compartido el contenido (estas cifras seguro que ya están largamente superadas). La
noticia ha dado la vuelta al mundo en muchos diarios y en blogs de internet.
"Fue el hombre más amable que me he
encontrado", declaró el agente de 25 años. "¡Reaccionó como si le
hubiera regalado un millón de dólares!".
El policía le ofreció un café caliente y trato de ponerle
los calcetines, el indigente lo agradeció pero se los puso él mismo. Deprimo
regresó a su puesto muy satisfecho de su buena acción. Jennifer, quien tomó la
fotografía, escribió en Facebook: "Es lo que más me ha impresionado en mi
vida".
El agente no da crédito a que se haya vuelto famoso por
este acto de caridad (pues nunca advirtió que era fotografiado) y dijo así:
"Yo tenía dos pares de calcetines de invierno y aun con mis botas de
combate mis pies estaban todavía fríos. Estaba parado en West 44th y Broadway y
oí reír a alguien (se reían de un hombre sin hogar, descalzo sobre el pavimento
congelado)... Vi las ampollas en sus pies... Me acerqué a él y le dije: '¿dónde
están tus medias, dónde están tus zapatos?' Él respondió: 'no hay problema,
oficial, yo nunca tuve un par de zapatos' ".
Mientras unos se reían del indigente este buen oficial
practicó la caridad cristiana. Cristo dijo que todo lo que hiciéramos por
nuestros hermanos -en nombre del amor de Dios-, a Él mismo se lo haríamos. Ese
buen policía supo ver a Cristo en su prójimo.
"Bienaventurado, porque tuve frío y me
cubriste", le dirá un día el Señor.
¡Ojalá estas sencillas noticias aparecieran más seguido
en lugar de tantas que hablan de la maldad del ser humano! El mundo sería
bastante mejor...
Quizá tú, esta Navidad, podrías hacer algo semejante.
Cristo seguramente se te hará presente en la persona de algún hermano
necesitado.
Material de internet
Pensamientos sanadores
Confía en el obrar del Señor
Si haces una lectura atenta de las promesas bíblicas,
encontrarás que Dios siempre ha cumplido con aquellos que, en medio de las
propias debilidades y pruebas, han luchado para mantenerse fieles y caminar en
la verdad.
Él te ama tanto, que su continua intención es protegerte.
Quiere darte la vida abundante para la cual te ha creado. Por eso, algunas
situaciones, que él permite que acontezcan en tu vida, tienen como finalidad
despojarte de aquello que impide esa plena realización y el cumplimiento de sus
promesas de bendición para tu vida, y a través de ti, para otras personas.
En este sentido, Dios quiere concederte la salud, pero no
sólo la del cuerpo, sino también la salud espiritual, emocional, psicológica y
en las relaciones interpersonales. Por lo cual, en algunos momentos, puede
suscitar que un área de tu vida se vea afectada, para que, de ese modo, él
pueda trabajar en las otras.
Los que el Señor
protege, vivirán, y su espíritu animará todo lo que hay de ellos; tú me
restablecerás y me harás revivir. Mi amargura se cambió en bienestar… Isaías
38, 16-17.
Mes de María
Desde el 7 de Noviembre al 7 de Diciembre, se
desarrolla en Argentina y en varios países del hemisferio sur, el Mes de María,
pues es el mes de las flores aquí en el sur, tal como Mayo lo es en el
hemisferio norte.
Día veintisiete
(3/DIC): Reforma de sí mismo
CONSIDERACIÓN. – La Santísima Virgen hacía cada día,
grandes progresos en su virtud, de suerte que, cuando llegó al término de su
existencia aquí abajo, era rica en méritos para el cielo.
Así debemos nosotros proceder.
Todos tenemos defectos que corregir, venimos al mundo con
malas inclinaciones consecuencias del pecado original.
Alguno, es naturalmente vivo y colérico; otro, inclinado
al descuido y pereza; aquél, se somete difícilmente a sus superiores; aquel
otro, se siente inclinado a la malevolencia y envidia. Es necesario combatir
resueltamente estos defectos y esforzarnos en reemplazar cada uno de ellos por
la virtud opuesta. Hay algunos que se asustan, viéndose malos y que dicen:
“Jamás podré corregirme y hacerme bueno”. Esto es un error enojoso, puesto que
no estamos abandonados a nosotros mismos; Dios nos ha prometido su gracia para
ayudarnos a conseguir nuestra salvación. Su gracia es todopoderosa y con su
auxilio, los santos han llegado a tan grande perfección; ellos no valían más
que nosotros, tenían sus defectos y a fuerza de luchar contra ellos mismos, se
han hecho imitadores de Nuestro Señor Jesucristo.
EJEMPLO. – San Francisco de Sales, por naturaleza
violento e irritable, llegó, a fuerza de combates, de esfuerzos perseverantes,
a una dulzura inalterable. Sentía algunas veces las primeras efervescencias de
la cólera, pero ni el menor signo aparecía al exterior. A las palabras
desagradables, hasta injuriosas, que se le dirigían, respondía con caridad y
afabilidad, dándonos así un gran ejemplo de lo que puede una voluntad enérgica,
ayudada por la gracia todopoderosa del Señor.
PLEGARIA DE SAN EPIFANIO. – Socorredme, oh Madre de Dios,
oh Madre de Misericordia, durante el curso de mi vida, alejad de mí los ataques
de mis enemigos; en el momento de mi muerte, ponedme en el número de los santos
y hacedme entrar en la gloria de vuestro Hijo. Así sea.
RESOLUCIÓN. – Combatiré el defecto por el cual estoy más
dominado.
JACULATORIA. – Madre amable, rogad por nosotros.
Fuente: www.santisimavirgen.com.ar
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Pepe S., en su primer mes de
fallecido, para que su alma descanse en la paz del Señor.
Pedimos oración por María Elena G. R., de México, y por
su familia que está pasando por una crisis, rogando a Dios que habite en el
corazón de todos ellos y les señale -en este Adviento- los caminos esperanzados
que conducen a Él.
Pedimos oración por el bienestar de Mayra, Marco y
Cinthya, quienes realizaran un viaje, para que DIOS todopoderoso los guíe,
proteja y libre de todo mal y los regrese con bien a Guatemala.
Pedimos oración por Máximo de la Inmaculada, que está en
graves problemas laborales, económicos, afectivos. Que la Santísima Virgen lo
proteja, ruegue a Jesús por él y lo sostenga en medio de las dificultades.
Pedimos oración por Estrella D. L., una mujer de 46 años
que vive en Granada, España y que desde hace 7 meses se ha quedado sin trabajo,
por tanto sin recursos para vivir. Que la oración de todos nosotros sirva que
el Señor le conceda un trabajo digno que le permita tener al menos lo mínimo
necesario para su subsistencia.
En el día de su santo, hacemos una oración por el P.
Francisco Javier Olivares Chao, para que siga evangelizando con fuerza desde su
parroquia en España (Santa María de Baiona) y también por su presencia en
internet. Puedes acceder a su blog haciendo clic acá.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
"Intimidad Divina"
Llamados a ser santos
Con la caída de Adán, el pecado desbarató el plan divino
para la santificación del hombre. Nuestros primeros padres, criados a imagen y
semejanza de Dios, colocados en un estado de gracia y de justicia, elevados a
la dignidad de hijos de Dios, se hundieron en un abismo de miseria, arrastrando
consigo a todo el género humano. Durante largos siglos gime el hombre en su
pecado, que ha abierto entre él y Dios una sima infranqueable. Al otro lado
yace el hombre, absolutamente incapaz de levantarse. Para llevar a cabo eso que
el hombre no puede realizar, o sea, la destrucción del pecado y la restitución
de la gracia al linaje humano, Dios nos promete un Salvador. Jesús ha venido a
salvar a todos los pueblos y a llevarlos a la mesa de su Padre en el reino de
los cielos… En el plan de Dios ya desde el principio la promesa estaba
destinada a toda la familia humana, y ninguno estaba excluido de ella. Jesús
Salvador ha venido para todos los hombres y a cada uno de ellos ofrece todos
los medios necesarios para su salvación.
Escribiendo a los cristianos de Corinto, San Pablo pone
así la dirección de su carta: “A los santificados de Cristo Jesús, llamados a
ser santos, con todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en
todo lugar” (1 Cr 1, 2). Todos los que creen en Cristo, a cualquier pueblo o
raza que pertenezcan, son en efecto “llamados a ser santos”, lo que significa
sobre todo en el lenguaje del Apóstol pertenecer y estar consagrados a Dios por
el bautismo y consiguientemente y en fuerza a esta consagración hacerse santos
personalmente.
La Iglesia no se cansa de repetir e inculcar estas
enseñanzas del Señor: “Nadie crea que… [la santidad] incumbe únicamente a unos
pocos hombres escogidos entre muchos, y que los demás pueden limitarse a un
grado inferior de virtud… Todos absolutamente… se hallan comprendidos sin
excepción alguna en esta ley” (Pío XI). De manera particular el Concilio
Vaticano II ha proclamado de nuevo este llamamiento personal a la santidad:
“Todos en la Iglesia, ya pertenezcan a la jerarquía, ya pertenezcan a la grey,
son llamados a la santidad… El Señor Jesús, divino Maestro y modelo de toda
perfección, predicó la santidad de vida, de la que él es autor y consumador, a
todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fuesen” (LG 39,
40). El hombre no puede encontrar en sí mismo recursos y fuerzas que lo
santifiquen; sólo Dios es santo y Dios sólo puede santificarlo. Más aún, Dios
mismo quiere ser el santificador de sus criaturas y en Jesús bendito nos ofrece
a todos a manos llenas los medios para santificarnos.
“¡Oh Señor mío,
cómo se os parece que sois poderoso! No es menester buscar razones para lo que
Vos queréis, porque sobre toda razón natural hacéis las cosas tan posibles que
dais a entender bien que no es menester más de amaros de veras y dejarlo de
veras todo por Vos, para que Vos, Señor mío, lo hagáis todo fácil. Bien viene
aquí decir que fingís trabajo en vuestra ley; porque yo no lo veo, Señor, ni sé
cómo es estrecho el camino que lleva a Vos. Camino real veo que es, que no
senda: camino que, quien de verdad se pone en él, va más seguro. Muy lejos
están los puertos y rocas para caer, porque lo están de las ocasiones. Senda
llamo yo, y ruin senda y angosto camino, el que de una parte está un valle muy
hondo adonde caer y de la otra un despeñadero: no se han descuidado, cuando se
despeñan y se hacen pedazos. (Santa Teresa de Jesús)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.