lunes, 5 de noviembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1862


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1862 ~ Lunes 5 de Noviembre de 2012
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
La relación con Dios tiene confundida a mucha gente. Algunos creen que se trata de “cumplir” ciertas normas y preceptos (van a Misa por “cumplir”). Otros dan mucha importancia a ciertos actos de piedad: devociones, novenas… y están también los que dicen “Yo me entiendo con Dios a mi manera”.
Jesús nos enseña qué es lo primero, lo más importante, lo que vale más: AMAR. Amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu, con todas las fuerzas, y al prójimo como a uno mismo.
Primero está Dios y el prójimo, no “separados” sino juntos. Y no se trata de “obligaciones” con uno u otro, sino de amarlos. Porque siempre, aunque no lo sepamos, ponemos primero lo que verdaderamente amamos, lo que llena nuestro corazón. Sólo a partir del amor cobran valor el cumplimiento de las normas, los actos de culto, las devociones…
Dios nos ha creado para vivir en el amor: amor a Dios, amor a los hermanos, amor a la naturaleza. ¿Será ésta la fórmula de la felicidad?
El Domingo


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».
(Lc 14,12-14)

Comentario
Hoy, el Señor nos enseña el verdadero sentido de la generosidad cristiana: el darse a los demás. «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa» (Lc 14,12).

El cristiano se mueve en el mundo como una persona corriente; pero el fundamento del trato con sus semejantes no puede ser ni la recompensa humana ni la vanagloria; debe buscar ante todo la gloria de Dios, sin pretender otra recompensa que la del Cielo. «Al contrario, cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos» (Lc 14,13-14).
El Señor nos invita a darnos incondicionalmente a todos los hombres, movidos solamente por amor a Dios y al prójimo por el Señor. «Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente» (Lc 6,34).
Esto es así porque el Señor nos ayuda a entender que si nos damos generosamente, sin esperar nada a cambio, Dios nos pagará con una gran recompensa y nos hará sus hijos predilectos. Por esto, Jesús nos dice: «Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lc 6,35).
Pidamos a la Virgen la generosidad de saber huir de cualquier tendencia al egoísmo, como su Hijo. «Egoísta. —Tú, siempre a “lo tuyo”. —Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños (...)» (San Josemaría).

Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME (Ikenanzizi, Nigeria)


Santoral Católico:
Santos Zacarías e Isabel
Padres de Juan el Bautista


Martirologio Romano: Conmemoración de los santos Zacarías e Isabel, padres de san Juan Bautista, Precursor del Señor. Isabel, al recibir a su pariente María en su casa, llena de Espíritu Santo saludó a la Madre del Señor como bendita entre todas las mujeres, y Zacarías, sacerdote lleno de espíritu profético, ante el hijo nacido alabó a Dios redentor y predicó la próxima aparición de Cristo, Sol de Oriente, que procede de lo Alto.

La alabanza más sintética, autorizada y profunda que se ha dicho de este matrimonio es que "ambos eran justos ante Dios". Fue nada menos que el evangelista san Lucas quien la hizo.

Se sabe que él era sacerdote del templo de Jerusalén y que su esposa Isabel era pariente —puede ser que prima— de la Virgen María. Se sabe, también por el testimonio evangélico y por sus propias palabras, que eran ya mayores y que no habían logrado tener descendencia por más deseada que fuera.

Un día, cumple Zacarías el oficio sacerdotal y, mientras ofrece el incienso, ve un ángel —se llama Gabriel— que le dice: "Tu oración ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo al que pondrás por nombre Juan".

Aunque Zacarías es un hombre piadoso y de fe, no da crédito a lo que está pasando. Cierto que los milagros son posibles y que Dios es el Todopoderoso, cierto que se cuenta en la historia un repertorio extenso de intervenciones divinas, cierto que conoce obras portentosas del Dios de Israel, pero que "esto" de tener el hijo tan deseado le pueda pasar a él y que su buena esposa "ahora" que es anciana pueda concebir un hijo... en estas circunstancias... vamos que no se lo cree del todo por más que a un ángel no se le vea todos los días.

El castigo por la debilidad de su fe será la mudez hasta que lo prometido de parte de Dios se cumpla. Cuando nace Juan —el futuro Bautista— Zacarías recupera el habla, bendice a Dios y entona un canto de júbilo, profetizando. También Isabel prorrumpió en una exclamación sublime —que repetimos al rezar cada Avemaría— cuando estaba encinta y fue visitada por la Virgen: "Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre". Añadiendo: "¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte de Dios!".

Con Zacarías e Isabel la fe es aclamada con exultación y reconocida en su inseparable oscuridad.

En algunos santorales su celebración está marcada para el 23 de septiembre, en otros el 5 de noviembre.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Cuando alguien busca tan extremadamente
 los medios de hacerse temer,
encuentra antes siempre el medio de hacerse odiar”

Montesquieu


Tema del día:
Decálogo para la 
Evangelización por Internet


“La Iglesia (…) no está llamada solamente a usar los medios de comunicación para difundir el Evangelio sino, sobre todo hoy más que nunca, a integrar el mensaje de salvación en la “nueva cultura” que estos poderosos medios crean y amplifican. La Iglesia advierte que el uso de las técnicas y tecnologías de comunicación contemporáneas forman parte de su propia misión en el tercer milenio” (Juan Pablo II, El rápido desarrollo, 2005, n.2).

1.- En el origen, Cristo. Jesús dice: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Este es el mandato del que nace la llamada a la evangelización también en el Continente Digital.

2.- Internet, un “lugar”, no un medio. La Red no es sólo un instrumento, es un lugar habitado. Se trata de Evangelizar en Internet, no tanto de ‘usar’ Internet para evangelizar.

3.- La clave, el testimonio. “Para la Iglesia el primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente cristiana…” (Evangelii Nuntiandi, n.41). Los contenidos no evangelizan de modo auténtico si no los sostiene sino la forma en que nos relacionamos, nuestro testimonio explícito del amor de Dios, en la Red.

4.- Nuestra fuerza, la gracia. “Sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). Sólo unidos a Cristo, viviendo una verdadera vida cristiana, en fidelidad y amor a la Iglesia, el i-Misionero puede dar un fruto abundante, rebosante y superar la tentación del desaliento y del activismo.

5.- Somos pueblo, comunidad. Tan impactante como el testimonio personal es el testimonio comunitario. Una comunidad de testigos, acogedora y abierta, capaz de acompañar hacia Cristo a los que se acercan tiene mucho más fuerza e impacto para i-Evangelizar que los proyectos personales aislados.

6.- En todo, la caridad. La soberbia, la división y las críticas sin caridad entre cristianos provoca un escandaloso espectáculo que engendra escepticismo, y a veces hasta ateísmos. Construir Iglesia, pedir y trabajar la comunión, es una urgencia si queremos ser apóstoles de Cristo y no esclavos del Malo que divide también en la Red.

7.- Abiertos, para todos. i-Evangelizar exige abrirse al diálogo con una actitud humilde a todos, no sólo a aquellos que acogen la fe de buen grado. El i-Misionero permanece abierto y se acerca a aquellos que desconocen o están más alejados.

8.- Lo importante es el mensaje, no el mensajero. Perseguir solo el tener más seguidores, amigos, visitas… es una forma de idolatría. Debemos estar alertas para no dejarnos atrapar por la fascinación del medio y que el mensaje cae en el olvido. El i-Misionero no busca tener éxito personal sino dar los frutos del Reino.

9.- Por lo virtual a lo presencial. La i-Evangelización tiene su punto de partida en el mundo digital, pero intenta traspasar sus fronteras y provocar el encuentro en el mundo presencial. La i-Evangelización se verifica, se purifica y se potencia con el encuentro presencial.

10.- Siempre discípulos, siempre aprendiendo. El i-Misionero permanece siempre busca cuál es el lenguaje adecuado para interpelar el corazón humano y anunciar a Cristo. La i-Evangelización requiere formación y discernimiento continuos. Nunca debemos pensar que ya tenemos la fórmula adecuada y estable. Para esto el i-Misionero necesita una vivencia responsable de la fe y una formación continuada en el ámbito de la comunicación y las nuevas tecnologías.


Mensaje de María Reina de la Paz


Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de Noviembre de 2012

Queridos hijos, como Madre les imploro: perseveren como mis apóstoles. Ruego a mi Hijo para que les dé sabiduría y la fuerza divina. Ruego para que puedan discernir todo lo que los rodea según la verdad de Dios y se opongan fuertemente a todo lo que desea alejarlos de mi Hijo. Ruego para que puedan testimoniar el amor del Padre Celestial según mi Hijo. Hijos míos, grandes gracias les han sido dadas para ser testimonios del amor de Dios. No tomen a la ligera la responsabilidad que les es dada. No aflijan a mi Corazón maternal. Como Madre deseo fiarme de mis hijos, de mis apóstoles. Por medio del ayuno y la oración ustedes me abren el camino a que yo ruegue a mi Hijo, para que Él esté junto a ustedes y para que a través de ustedes su Nombre sea santificado. Oren por los pastores, porque nada de todo esto sería posible sin ellos. Gracias.


Pensamientos sanadores


Líbrate de la culpabilidad

En los evangelios encontramos muchos hombres y mujeres que no lograban alcanzar una relación profunda con Dios o no conseguían vincularse profundamente a otros pues cargaban con heridas que les hacían sentir que eran culpables de un mal indefinido o se veían a sí mismos como malas personas.
Quienes cargan con este estigma se van quedando solos porque se autoaislan. Es como si dijesen a sí mismos: “No soy merecedor de que me sucedan cosas buenas”.
Entrega a aquel bebé que no fue atendido. A aquel niño que fue golpeado. A aquel adolescente que le dijeron que era una mala persona. A aquel adulto que fue juzgado o abandonado, y deja de creer en la mentira de que estás hecho de “mala madera”, en ti hay una gran bondad y belleza que Dios conoce, pues él mismo las ha sembrado en tu corazón.
Rechaza decididamente los harapos de la imagen de indignidad que te acompañan y recibe los nuevos vestidos de verte a ti mismo con los ojos paternos y maternos de Dios.

El padre dijo a sus servidores: “Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo (…)” Lucas 15, 22


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por  Norma Aurelia, 80 años, de Neuquén, Argentina, con un Alzheimer avanzado y ahora complicada con neumonía, por lo que está internada en estado muy delicado. Que el Señor Jesús le conceda lo que en Su voluntad sea lo mejor para ella.

Pedimos oración por los jóvenes que este fin de semana recibieron el Sacramento de la Confirmación en la Parroquia Nuestra Señora del Valle, de la ciudad de Córdoba, Argentina, y por las catequistas que los prepararon para este hermoso acontecimiento. Que el Espíritu Santo recibido los guíe siempre en la vida por los mejores caminos.

Pedimos oración por los 147 niños y niñas que hicieron su Primera Comunión este fin de semana en Bogotá, Colombia, fruto de la Catequesis Sacramental que se llevó a cabo durante ocho meses, por el trabajo mancomunado entre la Parroquia de Copacabana y el Colegio 'Rodolfo Llinás' EID. Que el Señor que habita ahora en ellos los colme de bendiciones.

Pedimos oración por Patricia, de 45 años de edad, de la provincia de Buenos Aires, Argentina, que ha tenido una vida muy difícil por carencias afectivas, depresión, abuso de psicofármacos e incluso tentativas de suicidio. Que el Señor Misericordioso la tome de la mano y le señale los caminos para encauzar su vida con fe y poniendo un manto de olvido sobre todas las cosas negativas que le han sucedido en el pasado. Oremos por ella que lo necesita.

Pedimos oración por la familia de nuestro lector amigo Carlos Cardona, de Bogotá, Colombia, integrada por su esposa Trini, sus hijos Carlos y María Paula, su madre Carlota, sus hermanos, hermanas y demás familiares, sus amigos, compañeros y estudiantes (es profesor de Religión en un colegio). Dios los bendiga permanentemente y el Señor Jesucristo, su Hijo, los cubra con su Santa Sangre y la Virgen Santísima interceda siempre por ellos.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


"Intimidad Divina"

Yo he vencido al mundo

Pablo, encadenado por el Evangelio y atribulado por las condiciones de la cristiandad, escribía: “conforme a lo que aguardo y espero, en modo alguno seré confundido; antes bien, ahora, como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte” (Fl 1, 20). Todo apóstol necesita de esta esperanza inquebrantable arraigada en Cristo, el cual, a despecho de todas las impugnaciones del mal, triunfará y salvará a los hombres mediante la entrega y los sacrificios, la vida y la muerte de sus testigos. “En el mundo tendréis tribulación –tiene dicho Jesús–; pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33); y para que los apóstoles no se sintiesen solos en la hora de la prueba, les aseguró: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Sobre todo en los momentos oscuros, cuando el horizonte no ofrece ni una ráfaga de luz, cuando el enemigo triunfa, los amigos se retiran y no se vislumbra posibilidad de éxito, el apóstol necesita contar con el triunfo incontrovertible de Cristo y con su presencia y asistencia continua, aunque oculta e incomprensible.

También Jesús conoció las contradicciones y fracasos: cuando terminando su discurso en la sinagoga, los nazaretanos indignados “lo llevaron a una altura escarpada… para despeñarlo” (Lc 4, 29); cuando hasta por dos veces los judíos escandalizados de sus palabras “agarraron piedras para apedrearlo” (Jn 10, 31), cuando los fariseos conspiraban contra él para condenarlo a muerte; cuando los traicionó Judas, lo abandonaron los suyos y él, juguete de la soldadesca, fue flagelado, coronado de espinas, vestido como rey de burla, abofeteado, escupido; cuando fue pospuesto a Barrabás; cuando fue arrastrado al Calvario entre dos ladrones y crucificado en medio de ellos. Humanamente hablando, se puede decir que el apostolado de Jesús terminó en un clamoroso fracaso: muriendo como un malhechor. Todo esto ha de estar bien grabado en la mente del apóstol, para que no se escandalice cuando le acaezca algo semejante: “Si a mí me persiguieron, también os perseguirán a vosotros” (Jn 15, 20).

A través de las persecuciones, las humillaciones y los fracasos; aprende el apóstol a no confiar en sus fuerzas, a convencerse de su insuficiencia y de la insuficiencia de todos los medios humanos y, por ello, a poner en dios solo su esperanza. Aprende a trabajar únicamente por amor de Dios, sin buscar el consuelo del éxito, a prescindir de la opinión de los hombres y a obrar independientemente de su aprobación o desaprobación, atendiendo sólo al juicio de Dios. Las tribulaciones que halla en la actividad apostólica constituyen su noche oscura, comparable a la de los contemplativos; noche dolorosa, pero preciosísima, porque está ordenada a purificarle de todos los vestigios de amor propio, vanidad y asimiento a las criaturas o a su aprecio. Si la acepta bien, esta noche le conducirá a una pureza interior mayor cada vez y, por ello, a una comunión con Dios más profunda y a un apostolado más fecundo.

Oh Cristo, yo pienso en tu reino, del que no soy digno. No deseo más que tu voluntad. Haz de mí lo que quieras, pero un día muéstrame abiertamente tu rostro, oh mi único amado… Que me sienta impregnado de optimismo cristiano, testimonio de la fe más indefectible en tu victoria, oh Cristo. Yo podré sufrir en el cuerpo o en el alma, pero eso no importa, porque tú eres glorioso. ¿Quién podrá impedir que vivas tú resucitado? ¿Qué mal hay que no pueda ser vencido? ¿Qué tristeza que no sea superada por la alegría? Se trata de mi alegría. Ya no vivo yo: mi alegría, oh Cristo, es la tuya, oh hijo de Dios, vencedor por medio de la cruz. No quiero hacerte el agravio de dejarme desanimar; sería como confesarte vencido, como si buscase fuera de ti la victoria. Oh Cristo, aunque todo me abandone y aunque parezca que tú mismo no me respondes ya, que sepa yo, al menos, que me darás fe para gritar que tú eres el solo Maestro, el sólo Señor, el solo Altísimo, Jesucristo. Dios eternamente vencedor, y que en ti estoy siempre seguro de la victoria. (P. Lyonnet, Escritos espirituales)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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