jueves, 31 de mayo de 2012

Pequeñas Semillitas 1721


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1721 ~ Jueves 31 de Mayo de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Podemos asistir a una persona a salir de su dolor, curándolos mediante la dicha. La dicha no trata de decir: “Bueno, tengamos dicha” aunque eso puede funcionar. Más bien, se trata de acceder a suficiente dicha por dentro para que comience a derramarse hacia afuera. La dicha burbujea y puede hacer que el cuerpo se mueva y se transforme y eso es extremadamente importante. Algunas personas no pueden manejar la dicha. Es demasiado electrificante y puede mantenerlos despiertos. Es como una subida del azúcar en la sangre.
Tal vez extrañes a alguien que se ha ido, pero también tienes la dicha de haberlo conocido y de pasar algún tiempo con esa persona. Yo soy muy dichoso por lo que mis padres me enseñaron y porque fueron mis padres. Los extraño, pero no tengo dolor, porque me enseñaron lo que sabían.  Yo tendría dolor si no usase lo que me dieron, pero lo uso.
J. Roger


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
(Lc 1,39-56)

Comentario
Hoy contemplamos el hecho de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Tan pronto como le ha sido comunicado que ha sido escogida por Dios Padre para ser la Madre del Hijo de Dios y que su prima Isabel ha recibido también el don de la maternidad, marcha decididamente hacia la montaña para felicitar a su prima, para compartir con ella el gozo de haber sido agraciadas con el don de la maternidad y para servirla.
El saludo de la Madre de Dios provoca que el niño, que Isabel lleva en su seno, salte de entusiasmo dentro de las entrañas de su madre. La Madre de Dios, que lleva a Jesús en su seno, es causa de alegría. La maternidad es un don de Dios que genera alegría. Las familias se alegran cuando hay un anuncio de una nueva vida. El nacimiento de Cristo produce ciertamente «una gran alegría» (Lc 2,10).
A pesar de todo, hoy día, la maternidad no es valorada debidamente. Frecuentemente se le anteponen otros intereses superficiales, que son manifestación de comodidad y de egoísmo. Las posibles renuncias que comporta el amor paternal y maternal, asustan a muchos matrimonios que, quizá por los medios que han recibido de Dios, debieran ser más generosos y decir “sí” más responsablemente a nuevas vidas. Muchas familias dejan de ser “santuarios de la vida”. El Papa Juan Pablo II constata que la anticoncepción y el aborto «tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de la libertad, que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad».
Isabel, durante cinco meses, no salía de casa, y pensaba: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor» (Lc 1,25). Y María decía: «Engrandece mi alma al Señor (...) porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava» (Lc 1,46.48). La Virgen María e Isabel valoran y agradecen la obra de Dios en ellas: ¡la maternidad! Es necesario que los católicos reencuentren el significado de la vida como un don sagrado de Dios a los seres humanos.
Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)


Santoral Católico:
Visitación de la Virgen
a su prima Sta. Isabel


Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.

Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc, los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.

Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.

Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.

Léase también: Dos mujeres excepcionales

Fuente: Catholic.net


Palabras del Beato Juan Pablo II

“En el Verbo encarnado y en María Santísima la distancia infinita entre el Creador y la criatura se ha transformado en máxima cercanía; ellos son el espacio santo de las misteriosas bodas de la naturaleza divina con la humana, el lugar donde la Trinidad se manifiesta por vez primera y donde María representa a la humanidad nueva, dispuesta a reanudar con amor obediente, el diálogo de la alianza”

Beato Juan Pablo II


Tema del día:
Para crecer en generosidad


Con esta guía podrás descubrir la inmensa satisfacción que proporciona el aportar un beneficio a la vida de los demás. Al reflexionar en este valor, encontramos que la vida del ser humano esta llena de oportunidades para servir y hacer un bien al prójimo; por eso es conveniente recordar que:

La Generosidad es el valor que nos hace pensar y actuar a favor de los demás, buscando aportar un beneficio a través de nuestra intervención desinteresada; poniendo el bienestar de quienes nos rodean, por encima de los intereses personales.

Por tal motivo, una persona generosa se distingue por:

- La disposición natural e incondicional que tiene para ayudar y servir a los demás sin hacer distinciones.
- Resolver las situaciones que afectan a las personas en la medida de sus posibilidades, o buscar los medios para lograrlo.
- La discreción y sencillez con la que actúa, apareciendo y desapareciendo en el momento oportuno.

Antes de considerar las acciones que debemos tomar para vivir mejor este valor, conviene detenernos a reflexionar un poco en nuestras actitudes:

- ¿Conscientemente dejo de prestar ayuda por pereza, desagrado o apatía?
- ¿Me esfuerzo por superar la propia comodidad, tomando conciencia de la necesidad ajena?
- ¿Espero recibir ayuda, favores y servicios sin considerar el esfuerzo que los demás realizan?
-¿Realmente actúo desinteresadamente? ¿Es igual la disposición con mi jefe, socio o la persona que siempre me apoya, a la que tengo en casa, mis subalternos, amigos, conocidos y personas en general?
- Antes o después de servir a los demás, ¿pienso o espero recibir un halago, felicitación, reconocimiento, beneficio o el favor devuelto?
-¿Siempre tengo presentes los favores hechos? ¿Les recuerdo, sugiero o hago notar a las personas mi ayuda e intervención?
-¿Normalmente me arrepiento de haber otorgado mi tiempo, bienes materiales, dinero o hacer un compromiso que exige un esfuerzo extra de mi parte?

Ser generoso es algo que muchas veces requiere un esfuerzo extraordinario. Para vivir mejor este valor en lo pequeño y cotidiano, es de gran utilidad poner en práctica las siguientes ideas:

- Procura sonreír siempre. A pesar de tu estado de ánimo y aún en las situaciones poco favorables para ti o para los demás.
- Haz el propósito de tener un detalle de generosidad diariamente con diferentes personas (familia, trabajo, escuela, club...): sacar la basura de casa; cuidar al hermano menor; conservar limpio y ordenado el salón de clase; llevar la tarea o apuntes al compañero enfermo; contestar el teléfono si quien lo hace está fuera de su lugar.
- Se accesible en tus gustos personales, permite a los demás que elijan la comida, película, lugar de diversión, pasatiempo, la hora y punto de reunión.
- Aprende a ceder la palabra, el paso, el lugar; además de ser un acto de generosidad denota educación y cortesía. En algunos casos es válido ceder el turno a quien tenga una urgencia real.
- Cumple con tus obligaciones a pesar del cansancio y siempre con optimismo, buscando el beneficio ajeno. Los padres de familia son un magnífico ejemplo, pues sin su labor, el sustento, el orden en casa, la educación y bienestar de los hijos, etc. simplemente no se darían.
- Usa tus habilidades y conocimientos para ayudar a los demás: explicando la clase a otros; colaborando en organización de eventos; enseñando como hacer mejor el trabajo o la reparación de artículos domésticos; como instructor de pintura, música, deportes en algún club infantil o juvenil.
- Atiende a toda persona que busca tu consejo o apoyo. Por más antipática o insignificante que te parezca, considera en ti a la persona adecuada para resolver su situación.
- Cuando te hayas comprometido en alguna actividad o al atender a una persona, no demuestres prisa, cansancio, fastidio o impaciencia; si es necesario discúlpate y ofrece otro momento para continuar.
- No olvides ser sencillo, haz todo discretamente sin anunciarlo o esperando felicitaciones.

El vivir en constante entrega a los demás, nos ayuda a descubrir lo útiles que podemos ser en la vida de nuestros semejantes, alcanzando la verdadera alegría y la íntima satisfacción del deber cumplido.

Material de Internet


Nuevo video y artículo

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Para verlo tienes que ir al final de la página.

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Pensamientos sanadores


Con la Santísima Trinidad y con María hay victoria

Hay personas en quienes los temores, los miedos, la ansiedad y las fobias, hacen nido y le arruinan gran parte de la vida.
Sin embargo, para los que creemos en Cristo, no debe ser así, ya que con Dios y con María de nuestra parte, somos más que vencedores.
Debemos mirar de frente aquello a lo cual tememos, debemos enfrentar lo que nos preocupa, tenemos que ponerle nombre a lo que nos angustia…
Pero eso sí… no lo hagamos solos.
Miremos de frente esas situaciones teniendo de un lado a Dios y del otro a la Virgen Santísima. Acompañados también por nuestros Ángeles custodios.
Entonces recibiremos sabiduría y fortaleza nuevas, y experimentaremos que, en el corazón de los hijos de Dios y de la Virgen, no debe haber lugar para tan penosas emociones.
Con Dios como Padre, con María como Madre, con Jesús y el Espíritu Santo como amigos, en todo obtendremos la victoria.

A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Lucas 12, 4.


Mayo, mes de María


Te copio una copla popular que hace siglos rezaban los cristianos con frecuencia, para que ahora se la digas a Ella:

"No, no temo nada; no temo a mis pecados, porque puedes remediar el mal que me han causado; no temo a los demonios, porque eres más poderosa que todo el infierno; no temo a tu Hijo, justamente indignado por mí, porque se aplacará con una sola palabra tuya. Sólo temo que por mi culpa deje de encomendarme a Ti y así me pierda".

¡Qué seguridad! ¡Y qué lógico! Si yo no le dejo, Ella no me dejará. Lo único que puede darnos miedo es dejar de rezar y alejarse de María.

Madre mía, hoy acaba el mes dedicado a Ti. Tenme siempre cogido de tu mano. Cuídame cada día hasta el día de mi muerte. Y así vaya al cielo, donde ya poder estar contigo por los siglos. Amén.

Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del Web Católico de Javier


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Jaime Ch., de 76 años, que vive en Benito Juárez, provincia de Buenos Aires, con serios problemas de corazón, para que Jesús con su infinita misericordia lo ayude a salir de esta situación, y la Santísima Virgen le brinde fortaleza a su familia.

Pedimos oración por la salud de Valeriano B. que está internado en la ciudad de Santa Fe, Argentina, por una complicación posterior a cirugía de colon, confiando que la Santísima Virgen de Lourdes intercederá por él antes Jesús para su pronta curación.

Pedimos oración por el alma de Cristian Ariel M. que partió muy joven a la casa del Padre hace unos meses, dejando en el dolor a su familia que siempre lo recuerda en San Lorenzo, Santa Fe, Argentina.

Pedimos oración por Stella Maris de C., quien vive en San Lorenzo, Paraguay. Está siendo sometida a numerosos estudios por problemas graves del corazón, le han diagnosticado varios trombos, al mediodía de hoy deben decidir los médicos si la operan o no, luego ya dependerá de Nuestro Señor al que rogamos por su recuperación.

Pedimos oración por José Alberto F. G., de México ya que está pasando por momentos muy difíciles con su tratamiento ya que tiene un linfoma y es inoperable. Lo encomendamos a la intercesión del Beato Juan Pablo II para que el Señor Jesús lo asista y le conceda lo mejor.

Pedimos oración por la profesora Nancy C., de Bogotá, Colombia, que ha sido intervenida quirúrgicamente ayer en el cerebro. Rogamos a nuestro Señor Jesucristo le dé la gracia de la salud con la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.

Seguimos rezando por la bebita Luz Milagros, internada en Buenos Aires, Argentina, en estado muy crítico. Que el Niño Jesús esté junto a ella y le dé las fuerzas necesarias para seguir luchando por su vida.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


"Intimidad Divina"

La castidad exigencia bautismal

Igual que el apego a los bienes terrenos, la búsqueda desordenada de los placeres carnales sofoca la semilla preciosa de la vocación cristiana, hace al hombre sordo a la palabra de Dios y aparta de su servicio. Al paso que la gracia bautismal libra al hombre de la esclavitud de Satanás y lo convierte en morada del Espíritu Santo, el pecado impuro produce el efecto contrario y arroja a Dios del cristiano ya consagrado templo suyo. “¿No sabéis que vuestro cuerpo es suntuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y que habéis recibido de Dios y que no os pertenecéis? ¡Habéis sido comprados a buen precio! Glorificad por tanto a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cr 6, 19-20). Todo el hombre redimido por la sangre de Cristo, está regenerado en él por el bautismo; por eso también el cuerpo queda santificado y debe servir a la gloria de Dios, debe ser puro. La impureza, por el contrario, profana el cuerpo, templo del Señor. En efecto, fuera del matrimonio se exige a todos la continencia absoluta, o sea la abstención de todo placer sensual.

El bautismo, emancipando al hombre de la esclavitud de los sentidos, le ha dado, mediante la gracia, la capacidad de ser dueño de su cuerpo y de sus instintos, para vivir así en la libertad de los hijos de Dios. Pero todo esto se le ha dado no como una realidad ya completa, sino en semilla, en potencia. Mientras estamos en la tierra, la libertad del pecado no es una conquista realizada de una vez para siempre, sino que ha de ser procurada día a día con la fidelidad a la gracia que implica la fidelidad a la renuncia. “Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais” (Gl 5, 17). Dios que mora en el bautizado está en él para iluminarlo, guiarlo y sostenerlo con su espíritu, el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo; por eso el Apóstol puede decir: “Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne”. La victoria es segura para quien se deja conducir por el Espíritu sometiéndose a él.

A esta luz se comprende que la castidad, como las demás virtudes cristianas, no es sólo un hecho material relativo a la integridad del cuerpo, sino ante todo un hecho espiritual e interior que abarca a todo el hombre y por lo tanto también su mente y corazón. “Lo que sale... del corazón –dice Jesús– eso es lo que hace impuro al hombre; porque de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones” (Mt. 15, 18-19). La castidad del cuerpo debe ser el reflejo de la pureza interior de deseos, afectos y pensamientos. “Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso” (Mt. 6, 22); por modo semejante, si tu corazón es puro, será puro también tu cuerpo.

Ahora que la carne tiene deseos contrarios al espíritu y el espíritu deseos contrarios a la carne, la lucha es mortal, Dios mío. Yo no hago lo que querría, porque querría no tener concupiscencias, pero es cosa imposible. Quiéralo o no, las tengo; quiéralo o no, me solicitan, halagan, estimulan, importunan, quieren siempre alzar cabeza; se pueden reprimir, pero no ahogar… ¡Oh Dios!, por medio de tu Espíritu me has dado la posibilidad de tener a raya mis miembros… Detén mis pies, que no corran a cosas ilícitas; retén mis manos de todo delito; frena mis ojos, que no se posen en objetos malos; cierra mis oídos, que no escuchen a gusto palabras lascivas; embrida todo mi cuerpo de la cabeza a los pies. (San Agustín)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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